Así lo dio a conocer la directora de la Casa del Migrante Frontera Digna, que se ubica en el municipio de Piedras Negras y que limita con Texas.
La violencia que se registra en diversos estados del país, entre ellos Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, han provocado que familias desplazadas arriben a ciudades fronterizas de México con Estados Unidos.
Así lo dio a conocer la directora de la Casa del Migrante Frontera Digna, que se ubica en el municipio de Piedras Negras y que limita con Texas, donde en el presente año se atiende a los mexicanos desplazados que huyen de la violencia en comunidades del sureste del México, al igual que los migrantes que llegan de Honduras o Nicaragua.
La religiosa señaló que en muchos casos son grupos integrados por varias familias encabezados por mujeres, cuyos esposos o hijos varones fueron asesinados y ellas obligadas a dejar su lugar de origen.
“Están llegando muchas familias completas, por ejemplo, hasta de cinco, seis o tres familias que vienen de varios lugares de México y que nos preocupa porque es un país tan bonito, pero que haya esta situación de desplazamiento y a veces con situaciones bien dolorosas: madres que vienen llorando por la pérdida de sus hijos y persecuciones a toda una familia para quererla matar; yo pienso que eso es doloroso”, dijo.
La religiosa narró que ha atendido varios casos donde las familias señalan situaciones de extrema violencia, por las cuales prefirieron dejar sus viviendas y tratan de llegar a los Estados Unidos.
También al albergue han llegado mujeres que expresan su dolor, después de ver como sus hijos fueron asesinados o desaparecidos.
Señaló que le han externado su temor y esperan poder ingresar a los Estados Unidos lo más pronto posible, aunque para los mexicanos esto es más complicado.
"Llegan mujeres con sus hijos, familias de hombres mujeres e hijos, pero muchas veces son mujeres solas que han vivido muchas agresiones o amenazas que les hacen abandonar sus casas y sus lugares para buscar pasar a los Estados Unidos, pero para ellas no es fácil”, agregó.
Turcio explicó que así como los migrantes centroamericanos llegan huyendo de la pobreza y la violencia, los mexicanos de estados como Oaxaca y Guerrero viven condiciones similares que los obligan a desplazarse hacia la frontera norte en busca de seguridad, puesto que su vida corre peligro.
“Estas familias necesitan también el apoyo de estos albergues para poderse resguardar y ver qué pueden hacer, porque a diferencia de los extranjeros un mexicano no puede decir alegremente ‘me voy a ir a tirar al río Bravo’, porque (si los atrapan) en Estados Unidos los sancionan por cinco, 10 años o 20 años sí quieren pasar ilegalmente”, manifestó.
De acuerdo con la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, en su informe presentado el pasado mes de octubre, en los últimos tres años se han contabilizado casi 5 mil 500 personas desplazadas en dicho estado. Sobresalen las regiones de la Sierra Norte, Valles Centrales y la Mixteca.
En lo que se refiere al Estado de Chiapas, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas ha dado a conocer de forma insistente la salida de personas de diversas comunidades a causa de la presencia del crimen organizado.
FUENTE: PROCESO/CIMAC NOTICIAS.
AUTOR: /CAMELIA MUÑOZ.
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