Genaro García Luna -ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), durante el Gobierno de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa -del 1 de diciembre de 2006 al 30 de noviembre de 2012-, fue trasladado, el 12 de diciembre de 2024, al Centro Federal de Transferencia (FTC, por sus siglas en inglés), una prisión federal de Estados Unidos para reclusos masculinos y femeninos, ubicada en el número 7410 del boulevard MacArthur, en la Ciudad de Oklahoma City, en el estado homónimo.
La FTC Oklahoma City es una prisión federal estadounidense para reclusos masculinos y femeninos, operada por la Oficina Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés), una división del Departamento de Justicia de EE. UU., que alberga a delincuentes y violadores de la libertad condicional, que aún no han sido asignados a una instalación penitenciaria permanente.
Según una ficha de la página web del BOP estadounidense, García Luna tiene el número de registro, 59745-177, además de que tiene 56 años de edad, es de raza blanca y sexo masculino. También indica que sería liberado el 8 de agosto de 2052.
El sistema de la Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia de EE. UU. indica que el FTC de Oklahoma es un centro de seguridad pensado para cortos períodos de reclusión, para reos que se encuentran en tránsito a otros centros penitenciarios.
En una auditoría realizada por el BOP, en marzo de 2024, se reportó que el FTC de Oklahoma tenía una población de mil 271 personas -incluyendo hombres y mujeres-, pese a que está diseñado para albergar sólo a mil 072.
El ex funcionario federal mexicano estaba recluido en el Centro Correccional Metropolitano, Nueva York (MCC New York, por sus siglas en inglés), desde que fue detenido en diciembre de 2019, en Dallas, Texas.
César de Castro, abogado de García Luna, presentó, el 18 de octubre de 2024, una apelación a la sentencia dictada, dos días antes, por Brian M. Cogan, juez de la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, quien condenó, el mismo día, al ex funcionario federal mexicano, a 38.8 años de prisión (466 meses), así como al pago una multa de 2 millones de dólares, “por su colaboración durante una década con el Cártel de Sinaloa, a cambio de millones de dólares en sobornos”.
“Por la presente se notifica que Genaro García Luna apelará la sentencia ante el Tribunal de Apelaciones del Segundo Circuito de los Estados Unidos. Entró en esta acción el 18 de octubre”, dice el documento firmado por el litigante, difundido el 30 de octubre de 2024, a través de las diversas redes sociales.
“Tras un juicio de cuatro semanas en febrero de 2023, García Luna fue declarado culpable por un jurado de participar en una empresa delictiva continua, conspiración para la distribución internacional de cocaína, conspiración para distribuir y poseer con la intención de distribuir cocaína, conspiración para importar cocaína y hacer declaraciones falsas”, indicó, el 16 de octubre de 2024, el Departamento de Justicia de EE. UU., en un comunicado.
“Hoy fue un día muy importante para nosotros, es un paso necesario para nuestra apelación. Todos sabemos que presentamos mociones con nueva evidencia. No estamos de acuerdo con la decisión del juez en torno a la nueva evidencia, misma que será gran parte de nuestra impugnación. La presentaremos 14 días después de que la sentencia sea admitida por la Corte”, dijo De Castro, a representantes de diversos medios, tras la audiencia de sentencia de su cliente. El abogado expresó su inconformidad con la declaración final de Cogan, quien afirmó que García Luna llevaba una “doble vida”.
El juez neoyorquino argumentó que el ex funcionario federal mexicano llevaba una doble vida, una de ellas como criminal, además de que lo comparó con Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, cofundador del Cártel de Sinaloa.
“Usted tiene una doble vida. Usted vestirá muy elegante. Usted podrá decir que respeta la ley. Y seguro lo cree. Pero su conducta es la misma que la del Chapo […] Hay personas que pueden vestir muy bien. Tener muy buenos modales. Pero eso no implica que al mismo tiempo sean capaces de hacer cosas horribles”, comentó Cogan.
“Usted dice aquí que tiene más de 30 premios. Algunos dicen que fue Policía del Año. Pero señor. Esto no hace más que confirmar que esa es solo una de sus dos vidas. Es su cortina de humo. Es lo que aprovechó para facilitar todos los otros crímenes horribles”, abundó el juez.
“Usted dice que respeta la ley. Estoy seguro que si le pongo el polígrafo enfrente usted lo va a pasar. Porque usted mismo se ha creído su historia. Pero es una de sus dos caras. La otra, la responsable de los delitos, sí existe”, dijo Cogan, quien, sin embargo, reconoció al ex funcionario federal mexicano, por su buena conducta, al dar clases en el Centro Correccional Metropolitano de Brooklyn (MCC, por sus siglas en inglés). “Quiero otorgar algo de luz al final del túnel”, expresó el juez, momentos antes de dictar la sentencia.
En respuesta, De Castro sostuvo que García Luna sólo estaba viviendo una vida, “y esa estuvo dedicada al servicio público […] Respetamos inmensamente al juez Cogan, pero no coincidimos con su creencia de que Genaro García Luna estaba viviendo una vida doble; estaba viviendo sólo una”. El abogado defensor del ex funcionario federal mexicano también afirmó que su cliente “no es la persona que los testigos del Cártel [de Sinaloa] describen”.
“Soy un agente de seguridad, soy un oficial de la ley y respeto la ley, por favor juez, permítame regresar lo más pronto posible con mi familia”, dijo García Luna a Cogan, al final de la audiencia de sentencia, según lo narraron algunos periodistas que estuvieron presentes en la misma.
AUTOR: CARLOS ÁLVAREZ ACEVEDO.
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