Los dos primeros meses de la nueva dirigencia de Morena le sirvieron para renovar cargos en 28 comités estatales. Con esa estructura, la organización iniciará su siguiente paso: afiliar a 10 millones de personas en un año.
Morena terminó la renovación de sus comités estatales para ajustarse a sus estatutos y evitar que dirigentes ejerzan también cargos públicos. Luego de dos meses, ese partido sustituyó a presidentes y secretarios en 28 de las 32 entidades. Se trata de la renovación de 91 vacantes: 16 presidencias de partido y 75 distintas secretarías, con las que este partido comenzará la etapa de afiliación con la meta de lograr 10 millones de militantes en el próximo año.
Carolina Rangel, secretaria general de Morena, explica en entrevista que una de las finalidades de sus recorridos por todo el país en estos dos meses fue presentarse con los comités locales y apuntalar la organización de estructuras, con miras al proceso de afiliación que iniciará este mes.
Desde octubre, cuando Morena renovó su dirigencia, el Comité Ejecutivo Nacional comenzó un recorrido por las 32 entidades, que cierra este 7 de diciembre con su asamblea en Tlatelolco, en el centro de Ciudad de México.
En cada una de las entidades recorridas, realizaron dos reuniones. Una fue a puerta cerrada con integrantes de los comités estatales, delegados distritales, además de legisladores locales y federales, enfocada en preparar las tareas de los coordinadores operativos territoriales para la afiliación y credencialización de nuevos militantes.
De forma paralela, realizaron mítines en plazas y salones, con un promedio de 3 mil asistentes, según los propios datos del partido. En esos mítines, expusieron el Decálogo para autoridades y los 100 postulados basados en frases del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
La afiliación comenzará este mes, con la meta de credencializar a 10 millones de personas con las siglas de Morena y que haya un coordinador operativo territorial por cada 10 de las 70 mil 753 secciones electorales. Es decir, al menos 7 mil coordinadores en territorio.
“Estos años que no habrá tantos procesos electorales nos permite enfocarnos en la organizativo (…) No podemos únicamente hablar con nuestra militancia, con la gente que confía en nuestro movimiento cada tres o seis años”, explica Rangel.
Si bien el movimiento encabezado por Morena obtuvo 36 millones de votos en junio pasado, ese partido tiene 2.3 millones de afiliados, menos de una cuarta parte de su meta.
Afiliación, el siguiente paso
En días previos, el Instituto Nacional Electoral aprobó los cambios en los estatutos de Morena que le dan el control del Padrón Militantes a la Secretaría de Organización, que encabeza Andrés López Beltrán.
Al respecto, Rangel argumenta que el cambio le permitirá a López Beltrán comandar las tareas para alcanzar los 10 millones de afiliados en un año y que ese trabajo no recaiga en la presidencia de Luisa María Alcalde.
“Eso da pie a que el secretario de Organización pueda ir comandando y llevando todas las tareas para empezar la afiliación, la credencialización y la generación de comités. Realmente le da mayor operatividad a nuestro partido como lo teníamos en un principio. No podía quedar el tema del de la afiliación en manos de solamente de una persona, solamente de la Presidencia, porque perdía operatividad. Las atribuciones de Presidencia son muchas como para que también quedara la organización de nuestro partido en esas manos”.
La morenista asegura que más allá de que la responsabilidad será de López Beltrán, todos los integrantes de Morena tienen la indicación de enfocarse en esa tarea.
“Todas y todos nos concentremos en esta tarea de afiliación, credencialización y comités, así tengamos la cartera de jóvenes, de mujeres de parte de las tareas de nuestra área, por así decirlo pues también meternos esta tarea pero pues ahora sí que que como lo tenemos en un principio hace que el secretario de organización pueda dirigir y esos estos trabajos este en términos”, dijo.
Gobiernos estatales “capturan” comités locales de Morena
La renovación de los comités buscó cumplir con los estatutos que ordenan separar a funcionarios partidistas de cargos gubernamentales, en concordancia al llamado que hizo la propia Claudia Sheinbaum en septiembre pasado. Sin embargo, en algunas entidades es evidente la huella de los gobiernos estatales en los órganos directivos del partido.
Un caso destacado es Oaxaca, donde el nuevo presidente de Morena es Emmanuel Navarro Jara, sobrino del actual gobernador Salomón Jara Cruz. Además, en el Comité Ejecutivo también fue incluido el hijo del gobernador, Shabin Jara Bolaños, como secretario de Organización.
En Morelos, la dirigencia de ese partido se mantiene cercana al gobierno de la entidad. Si en la administración de Cuauhtémoc Blanco las funciones de la presidencia recayeron en Ulises Bravo Molina, hermano del exfutbolista, con la llegada de Margarita González Saravia a la gubernatura también arribó a la presidencia morenista Mirsa Suárez Maldonado, cercana a la gobernadora y quien renunció al DIF para asumir el cargo partidista.
En Michoacán, el nuevo presidente de Morena fue funcionario del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla: Jesús Antonio Mora González, quien fuera titular del Instituto de Transporte de Michoacán.
En el Estado de México, el gobierno de Delfina Gómez apoyó en el proceso por la presidencia de Morena a Luz María Hernández Bermúdez, que superó a la senadora Mariela Gutiérrez, exalcaldesa de Tecámac, apoyada por el también legislador Higinio Martínez.
La presidencia de Morena en Ciudad de México, la Secretaría General quedó a cargo de Alicia Barrientos Pantoja, identificada como cercana a la jefa de Gobierno Clara Brugada.
En gobiernos estatales que no están en manos de ese partido, las corrientes que se quedaron en la presidencia son cercanas a excandidatos a ese cargo. Un ejemplo es Jalisco, donde la nueva presidenta, Ericka Pérez García, es cercana al exaspirante a la gubernatura y hoy senador Carlos Lomelí.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: ANDRO AGUILAR.
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