«Manifestarnos en estas fechas navideñas es extremadamente importante, pues la gente acostumbra poner nacimientos de Belén con muñequitos y animales y, lo sepan o no, Belén forma parte de Palestina y actualmente los y las niños y niñas de Palestina viven bajo ruinas soñando con que sus familiares y amig@s, que están bajo los escombros de las bombas, tengan vida; soñando con un plato de comida y agua, soportando el dolor de fuertes heridas de guerra», explicaron los colectivos en un pronunciamiento.
En el Hemiciclo, que se ubica frente a las sedes de la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Museo de Memoria y Tolerancia, acusados de omisión frente a los ataques israelís contra Palestina y de «oponerse a la verdad, encubrir a asesinos y fomentar el financiamiento a Israel», los colectivos realizaron la pinta de murales como una protesta para que «la información llegue a toda la gente» y que continúe la memoria en las fiestas decembrinas.
Recordaron que «el Jesús histórico fue un niño palestino y hoy día su vida correría mucho más peligro que en aquel entonces», y cuestionaron: «¿cómo podemos mirar con amor a la Palestina del pasado, dejando que la Palestina del presente muera en el terror y la impunidad ante el Sionismo del mundo?».
En los murales de las vallas del Hemiciclo se observan consignas por la libertad de Palestina y representaciones del nacimiento tradicional con vestimentas y colores palestinos, en medio de la destrucción provocada por los ataques israelís en Gaza.
COMUNICADO:
Pintamos, frente al mal llamado «museo contra el genocidio», «El Museo de la Memoria y la tolerancia», donde en todos sus salones se expone de forma conmovedora los mayores crímenes contra la humanidad cometidos en el planeta Tierra; Sin embargo, este museo sionista omite por completo todas las décadas de desprecio, tortura y genocidios del pueblo más lastimado del mundo, a saber: el pueblo Palestino. Convirtiendo a este museo en un arma más para oponerse a la verdad, encubrir a asesinos y fomentar el financiamiento a Israel.
Pintamos enfrente del edificio de Relaciones Exteriores, ahí donde tantas veces hacen oídos sordos, cuando en cada marcha y mitín y/o manifestación que realizamos nos desgañotamos gritando que: México tiene que romper todo tipo de relaciones con Israel por genocidas, porque están ocupando ilegalmente de la forma más cruel la tierra Palestina, porque dirigen toda su fuerza bélica hacia la población civil.
Enfrente de estos dos edificios , el de La Memoria y la Tolerancia y el de Relaciones Exteriores, está la Alameda Central de la ciudad de México; ahí frente a un gran monumento bloqueado por la policía (para evitar que la gente de distintas y valiosas luchas en la ciudad pinte sobre él). En el muro de lámina, que ocuparon para impedir la pinta, hicimos, entre diversos colectivos solidarios contra la masacre en Palestina, bellos murales para que toda la gente a pie y en autos pudiera ver por medio del arte lo que los gobiernos, los medios de paga, las marcas, etc., quieren omtir: queremos que la información llegué a toda la gente del mundo entero, porque creemos que el poder de la solidariad mundial puede hacer grandes cosas por la paz y la libertad del pueblo Palestino; también lo hicimos porque queríamos exhibir y desprestigiar la tiranía de Israel y su impunidad en los edificios ya mencionados.
Manifestarnos en estás fechas navideñas es extremadamente importante, pues la gente acostumbra poner nacimientos de Belén con muñequitos y animales y, lo sepan o no, Belén forma parte de Palestina y actualmente los y las niños y niñas de Palestina viven bajo ruinas soñando con que sus familiares y amig@s, que están bajo los escombros de las bombas, tengan vida; soñando con un plato de comida y agua, soportando el dolor de fuertes heridas de guerra. El Jesús histórico fue un niño palestino y hoy día su vida correría mucho más peligro que en aquel entonces. Cómo podemos mirar con amor a la Palestina del pasado, dejando que la Palestina del presente muera en el terror y la impunidad ante el Sionismo del mundo.
AUTOR: REDACCIÓN.
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