“Por primera vez, sí siento que sea Erick; estamos más tranquilos. Ya duermo, ya puedo cerrar los ojos”, compartió el activista Eddy Carrillo, mientras espera los resultados de ADN que se entregarán el próximo viernes 6 de diciembre, los cuales confirmarán si los restos humanos localizados en el Fraccionamiento El Lago, en Tijuana, corresponden a su hijo, después de una ardua búsqueda de 5 años y 6 meses.
Ante la necesidad y desesperación por localizar a Erick, desaparecido el 1 de junio de 2019, Eddy comenzó a buscar en cerros, canales y fosas en diferentes partes del país, e incluso internacionalmente, de la mano de la fundación que creó, “Todos Somos Erick Carrillo”.
A lo largo de 5 años y 6 meses, la asociación civil que preside, con más de 13,000 miembros en todo el país, ha localizado aproximadamente a 1,650 personas, tanto vivas como fallecidas, de un total de más de 23,000 desaparecidos que contabilizan en Baja California, explicó Carrillo.
El pasado 7 de noviembre, según precisó la Fiscalía General del Estado, se localizaron dos osamentas en el Fraccionamiento El Lago, a la orilla de la carretera Vía Rápida Alamar. De acuerdo con el activista, el hallazgo ocurrió a las 1:25 p.m., en una zona visitada por el colectivo una vez al año, donde previamente se habían localizado alrededor de 20 cuerpos.
Cabe resaltar que, durante esa búsqueda, no hubo resguardo ni presencia de la Guardia Nacional, Ejército Mexicano, Fiscalía General del Estado, Comisión Local de Búsqueda ni ninguna otra autoridad, situación que se repitió en la mayoría de las búsquedas realizadas por el colectivo: “Trabajo mejor solo, sin autoridades, porque me estorban más”, comentó.
“Ese día se encontraron dos fémures y una tibia a 10 metros de las fosas, y esos son los que están dando positivo. Ahora se están asociando con las otras dos osamentas para ver a cuáles corresponden; pero la ropa que trae el otro cuerpo ya está identificada como de Francisco Ayala, quien era el acompañante de mi hijo el día que desapareció”, compartió.
Fueron alrededor de 6 días después cuando se identificó a Francisco Ayala. Sin embargo, será este viernes 6 de diciembre cuando se obtengan los resultados que determinen si la otra identidad corresponde a su hijo, Erick Carrillo.
“Tenía más esperanza de encontrarlo en el lote baldío de la colonia El Dorado, donde invertí un año”, comentó, ya que es la zona donde se localizó la cartera de su hijo.
Sobre la investigación, aún no se precisan detalles concretos, pero Carrillo considera que podría estar relacionada con las amistades de su hijo, más no directamente con el joven de 19 años: “Mi derecho es saber la verdad y la justicia, saber qué le pasó a Erick. Primero que nada, obtener los resultados este viernes 6, y luego empezar a trabajar con eso”.
Actualmente, un equipo especializado de antropólogos está trabajando en los análisis, mientras que, mañana miércoles, Eddy acudirá a reconocer la evidencia —una chamarra— en el Servicio Médico Forense (SEMEFO).
El 31 de mayo de 2019, Erick Carrillo, de 19 años, salió de su casa con unos amigos hacia el Malecón de Playas de Tijuana, y posteriormente acudieron al antro Bar Karma. Permanecieron allí hasta la madrugada del 1 de junio. Las cámaras de seguridad captaron a Erick saliendo del lugar, pero ese fue el último rastro de él.
Planea su retiro, tras una manda a la Virgen de Guadalupe
Ante la desaparición de su hijo y el comienzo de la búsqueda incansable, Eddy Carrillo hizo una manda a la Virgen de Guadalupe para encontrarlo en dos años, aunque la búsqueda se extendió tres años más. Asegura que cumplirá su promesa de retirarse de la fundación si el resultado es positivo.
Comentó que su retiro era algo que los miembros del colectivo ya sabían desde hace un año, por lo que comenzó a nombrar vicepresidentes y secretarios. “Espero que quienes se queden lo hagan por apoyar a las familias y no por lucrar con la fundación”, expresó.
“Fui difamado por muchas personas, pero mucha gente quiere a esta fundación. Una vez más demostramos que, luchando, podemos encontrar, y que la palabra vale”, agregó.
El amor por su hijo fue su motor durante más de un lustro de búsqueda, así como por ayudar a otras familias. Ahora, dijo, puede soltar un peso, “una mochila que ha cargado durante todo ese tiempo, y dormir en paz”.
“Un día después de que lo encontré, es la primera vez que lo digo: miré una sombra, se me hizo la figura de mi hijo Erick. Yo estaba cenando cereal, le dije: ‘Pásate, cabrón, métete, bienvenido’. Y ya es cuando empieza toda esta información”, narró.
De confirmarse la identidad de Erick Carrillo, el activista dijo que dejará la fundación el 1 de junio de 2025, cuando se cumplan 6 años de la desaparición de su hijo.
“El proceso de duelo lo he llevado durante 5 años y 6 meses, viendo estas fosas en Michoacán, Jalisco, Sonora, Tecate, Tijuana, Ensenada; en todos esos escenarios encontramos hasta 50 cuerpos mutilados, cuerpos colgados en los árboles. La primera vez sí lloré, ahí creo que comenzó mi proceso de duelo. Ahora creo que ya lo aprendí: al año y medio, si lo encontrábamos, sería una bendición de Dios”, destacó.
Con el tiempo, Eddy ha logrado recabar conocimientos y experiencias que no imaginaba, por lo que agradeció a quienes enviaron información útil para las búsquedas, así como por protegerlo. A las autoridades, les recomendó ganarse la confianza de la gente para recibir información anónima que ayude a localizar personas desaparecidas.
“Que las familias sigan luchando, que no tengan miedo a salir a buscar. Tienen que hacer todo lo que puedan por encontrar a su familiar desaparecido. Sacamos a mucha gente que estaba enferma, sentada en los sillones, arrodillada, metida en la iglesia, y les dije: ‘Salgan y vamos a buscar juntos. Y lo logramos’”, recordó.
Recordó que Erick Carrillo “era bien travieso, casi mi alma gemela. Él nunca me decía que era su papá, siempre me sentaba con sus amigos como su hermano mayor. Él siempre fue muy simpático”.
Para Erick: “Lo amo y lo quiero mucho. Primeramente Dios, que vuelva a casa”, concluyó.
AUTOR: MARA YAÑEZ.
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