Consejeros electorales reconocieron que la boleta presenta “deficiencias” y es confusa; en algunos casos, los votantes tendrán que elegir a 10 personas de entre 60 candidatos.
"Las opciones que garantizan el pleno ejercicio de derechos no son posibles, tenemos que optar por una que limite esos derechos en la menor manera”, deploró el consejero Uuk-ib Espadas, según quien el tema de las boletas es “uno de los problemas sin solución que nos deja una reforma electoral judicial que realizó una serie de especificaciones en la forma de votar”.
“Cualquiera de las dos opciones que finalmente discutimos (…) va a presentar deficiencias en términos del ejercicio del voto de los ciudadanos y complicaciones objetivas en términos del manejo de la votación”, insistió el consejero durante la sesión.
Por si fuera poco, las boletas de la elección federal serán distintas a las que producirán los 17 estados que organizarán elecciones el mismo 1 de junio para sustituir a sus jueces locales. “El reto institucional y de coordinación será mayor porque habrá unas boletas federales que no serán iguales a las locales”, subrayó la consejera Carla Humphrey Jordan.
En su sesión maratónica del 31 de diciembre pasado, el Consejo General del INE ya había validado las boletas para ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), para integrantes del Tribunal de Disciplina Judicial y para magistrados de la Sala Superior y de las Salas Regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Quedaban pendientes las boletas para jueces de distrito y magistraturas de circuito, mucho más complejas por la cantidad potencial de candidatos, por la diversidad de especialidades de los cargos judiciales en juego, y por la instrucción, planteada en la reforma judicial, de que cada ciudadano votará por 5 mujeres y 5 hombres.
“El número de circuitos varía enormemente entre los estados, de forma tal que hay un conjunto de estados donde 10 votos resultan insuficientes para poder votar en todas las materias, por todos los cargos”, advirtió el consejero Espadas.
El consejero Martin Faz señaló, por ejemplo, que para la elección de magistraturas en el distrito judicial 5 de la Ciudad de México, se votarán por 10 cargos, repartidos en cinco especialidades –penal, administrativa, civil, trabajo y mixto–, por lo que la boleta tendrá 60 candidaturas, de las cuales se deberán elegir a 10. En el distrito judicial 1 de Colima, en contraste, solo hay una especialidad mixta y dos cargos; por lo tanto, la boleta tendrá 12 candidaturas, de las cuales se votará por 10 personas.
“En el primer caso, la especialidad mixta podría quedar sin votos por exceso de especialidades y candidaturas, y en la segunda, se podría elegir a casi la totalidad de las personas incluidas en la boleta”, deploró.
Durante la sesión, los consejeros aprobaron una modificación sugerida por la consejera Ravel, que plantea agregar colores por cada especialidad –verde para la penal, naranja para administrativa, amarillo para trabajo, morado para civil y azul para mixto— en los recuadros donde los votantes escribirán el número de la candidatura de su elección.
De manera general, la consejera Dania Ravel reconoció que las boletas “son complejas porque tuvimos poco margen de maniobra, el legislador nos estableció especificaciones muy concretas respecto de qué tenían que contener las boletas”, y planteó que el INE tendrá que hacer un “esfuerzo extraordinario para explicar estas boletas y para que la gente sepa cómo debe votar”.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: MATHIEU TOURLIERE.
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