Organizaciones y colectivos defensores del medio ambiente interpusieron una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) contra los trabajos de relleno, dragado y construcción realizados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en la laguna de Bacalar, Quintana Roo.
Desde el pasado 15 de enero, los pobladores advirtieron la presencia de maquinaria pesada y camiones en el lugar “sin consulta ni información pública”, además de que hasta el momento no se conocen las autorizaciones ambientales para realizar las obras, señaló Greenpeace.
“No existe certeza de que la obra cuente con las autorizaciones ambientales necesarias conforme a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) y su reglamento en materia de Evaluación de Impacto Ambiental”, destacó la organización, que añadió que hasta la fecha “ni la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) ni la Profepa han intervenido para detener esta obra que genera un impacto irreversible en el ecosistema de Bacalar”.
Frente a los daños ambientales, el pasado 19 de marzo habitantes de Bacalar clausuraron simbólicamente la construcción, ubicada sobre la Avenida 1, junto al muelle y la zona federal de la laguna de Bacalar, y denunciaron los impactos provocados por el relleno y compactación de la orilla del cuerpo lagunar.
De acuerdo con Greenpeace, las principales alertas del proyecto “son la alteración de la morfología de la laguna debido al relleno y dragado, la dispersión de material de relleno que afecta el cuerpo de agua y su biodiversidad, así como vibraciones que podrían afectar al Fuerte de San Felipe, patrimonio histórico de la región”.
La denuncia ante Profepa fue presentada por Grupo Gema del Mayab, Greenpeace México, Moce Yax Cuxtal, Sélvame del Tren, Conservación, Investigación y Manejo Ambiental de Cozumel, DMAS, entre otras organizaciones, además de por pobladores de la región que exigieron la inspección inmediata en el lugar.
COMUNICADO:
Greenpeace México se adhirió a la Denuncia Popular presentada ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) por las organizaciones ambientalistas Grupo Gema del Mayab A.C., Greenpeace México, Moce Yax Cuxtal A.C., Sélvame del Tren, Conservación, Investigación y Manejo Ambiental de Cozumel A.C., DMAS A.C., entre otras, así como de personas de la región para exigir que se detengan los trabajos de relleno, dragado y construcción que la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) realiza en la zona federal de la laguna de Bacalar.
El pasado 19 de marzo, habitantes de Bacalar clausuraron simbólicamente esa construcción que inició frente a la laguna. La protesta, que reunió a más de un centenar de personas, denunció daños ambientales severos debido al relleno y compactación de la orilla del cuerpo lagunar. De acuerdo a la ciudadanía, hasta ahora, ni la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) ni la Profepa han intervenido para detener esta obra que genera un impacto irreversible en el ecosistema de Bacalar.
Desde el 15 de enero de 2025, la comunidad de Bacalar detectó la presencia de maquinaria pesada y camiones que comenzaron trabajos de relleno y dragado sin consulta ni información pública.
La obra se localiza en un predio ubicado sobre la Avenida 1, junto al muelle y la zona federal de la laguna de Bacalar, frente al sitio conocido como el Fuerte de San Felipe.
No existe certeza de que la obra cuente con las autorizaciones ambientales necesarias conforme a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) y su reglamento en materia de Evaluación de Impacto Ambiental.
Las principales alertas que eleva un proyecto de esta magnitud son la alteración de la morfología de la laguna debido al relleno y dragado, la dispersión de material de relleno que afecta el cuerpo de agua y su biodiversidad, así como vibraciones que podrían afectar al Fuerte de San Felipe, patrimonio histórico de la región.
“La preservación de la Laguna de Bacalar es un deber de todos. No podemos permitir que proyectos sin autorización o transparencia pongan en riesgo este frágil ecosistema. La PROFEPA tiene la responsabilidad de actuar de manera inmediata para detener estas actividades y garantizar el cumplimiento de la legislación ambiental. Proteger la laguna de Bacalar es proteger la Selva Maya.”, señaló Carlos Samayoa. Coordinador de la campaña México al grito de ¡Selva! de Greenpeace México.
Greenpeace México respalda la protesta pacífica de la ciudadanía de Bacalar y se suma a la exigencia para que la Semarnat y la Profepa detengan esta obra de inmediato.
“Es inaceptable que, pese a las denuncias y evidencias de alteración del ambiente, las autoridades no hayan intervenido. Esta obra contradice los compromisos nacionales e internacionales de México para proteger sus ecosistemas y biodiversidad. La Selva Maya está en riesgo frente a muchas amenazas. No podemos ir de una por una, por eso hemos estado pidiendo a la SEMARNAT que abra un espacio de trabajo multisectorial orientado a garantizar la protección íntegra de este pulmón verde de México. Es una tarea urgente”, agregó Samayoa.
Las organizaciones y ciudadanos que respaldan esta denuncia hacen un llamado urgente a las autoridades ambientales para que actúen de inmediato y aseguren la protección de este patrimonio natural de México.
La Profepa, debe realizar una Inspección inmediata de la obra para verificar el cumplimiento de la legislación ambiental vigente, así como suspender inmediatamente las actividades de relleno, dragado y construcción hasta que se garantice que no haya daños irreversibles al ecosistema de Bacalar. Las organizaciones denunciantes señalaron que es indispensable aplicar el principio de precaución para evitar daños graves o irreversibles al medio ambiente, como lo establece la jurisprudencia en materia de derecho ambiental.
AUTOR: REDACCIÓN.
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