El gobierno quiere crear una megabase con tus datos personales (teléfono, fiscal, biométrico, bancario) accesible sin orden judicial, argumentando que combatirá el crimen. Pero la historia muestra lo contrario: el RENAUT de Calderón fue hackeado y usado para extorsiones. Sin un INAI fuerte ni una Corte independiente, no hay contrapesos. Los delincuentes no registrarán sus datos, pero los ciudadanos sí estarán expuestos a hackeos, fraudes y abusos. Si el gobierno vigila a todos, ¿quién lo vigila a él?
Hace unos años, tu información personal se podía comprar en Mercado Libre por 500 pesos. Sí, así de fácil. El gobierno de Calderón había creado un padrón de celulares para combatir el crimen, pero su base de datos acabó en manos de delincuentes. ¿Qué hicieron con esos datos? Extorsiones, fraudes, amenazas. Hoy quieren repetir la historia, pero en versión recargada.
La Cámara de Diputados se prepara para avalar dos reformas de seguridad que darán al gobierno acceso sin restricciones a datos personales de todos los mexicanos. Se creará una megabase de información con tus registros telefónicos, fiscales, biométricos, vehiculares e incluso bancarios. Cualquier autoridad podrá acceder a ellos sin orden judicial, sin regulación, sin rendición de cuentas.
Nos dicen que esto servirá para combatir el crimen. Pero en la práctica, esto le da al gobierno un control sin precedentes sobre la información de cada persona en México.
¿COMBATIR EL CRIMEN?
Desde Calderón hasta López Obrador, la receta ha sido la misma: cada vez que la violencia se desborda, el gobierno se otorga más herramientas para vigilar a la población, con la excusa de que así se combatirá el crimen.
En 2009, Calderón creó el Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (RENAUT). Para activarse, cada línea debía registrarse con una credencial de elector. Dos años después, la base de datos fue hackeada y terminó en manos del crimen organizado.
En 2021, López Obrador intentó hacer lo mismo con el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (PANAUT). La Suprema Corte lo declaró inconstitucional porque violaba el derecho a la privacidad.
Hoy, Sheinbaum y su secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, han revivido la idea bajo otro nombre. La diferencia es que ahora no hay nadie que lo detenga. Si es aprobado sin cambios… no habrá un INAI para frenar el abuso. No habrá una Corte independiente para declararlo inconstitucional. No hay oposición suficiente para evitarlo.
CONTROL DE LOS DATOS
Según un analisis de la organización R3D, no se trata solo del padrón de celulares. Es la interconexión de todas las bases de datos en una sola megaplataforma.
Cada movimiento, cada transacción, cada conversación quedará registrado. ¿Quién podrá acceder a esa información? Cualquier autoridad que el gobierno decida. No habrá necesidad de una orden judicial.
El pretexto es combatir el crimen. Pero los delincuentes no van a registrar sus teléfonos con sus nombres reales. En cambio, los ciudadanos comunes sí estarán dentro del sistema. Y en un país donde las bases de datos ya han sido vulneradas en el pasado, eso solo significa más extorsiones, más fraudes, más robo de identidad.
Nos dicen que esto servirá para frenar delitos como la extorsión. Pero el 80% de las llamadas de extorsión en México provienen de las cárceles.
Nos dicen que solo el gobierno podrá ver los datos. Pero en los últimos años hackearon al Ejército, al SAT, al INE, a Pemex.
Nos dicen que es un sistema seguro. Pero todo estará en una sola base de datos. Un solo hackeo, y toda la información de los mexicanos quedará expuesta.
Nos dicen que “si no tienes nada que esconder, no debes preocuparte”. Pero aquí el problema no es lo que escondes, sino quién tendrá poder sobre tu información.
¿CONFIAR?
Nos piden que confiemos en que esta información no se usará con fines políticos. Que no se espiará a periodistas. Que no se perseguirá a opositores. Que las bases de datos no caerán en las manos equivocadas.
Pero ya hemos visto lo que pasa cuando el poder no tiene contrapesos. Y hoy, con esta reforma, el gobierno no solo quiere vigilar a los criminales. Quiere vigilar a todos.
La pregunta es: ¿quién los vigilará a ellos?
FUENTE: EMEEQUIS.
AUTOR: JUAN ORTIZ.
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