El reclutamiento forzado por parte del crimen organizado en México no es un fenómeno nuevo ni aislado. En Jalisco, esta práctica ha sido identificada desde al menos tres sexenios, remontándose al periodo de Aristóteles Sandoval Díaz. Durante su mandato, se descubrieron campamentos de trabajo forzado y de entrenamiento vinculados al crimen organizado, con un modus operandi que incluía la difusión de ofertas de trabajo falsas en redes sociales.
“Yo pensé que ya estaba muerta, pero todo revivió”, Contesta con la voz apagada y entrecortada Luz Elba Hernandez, madre de Brayan de Jesús Hernández Gutiérrez, de 17 años, quien fue secuestrado el 28 de abril de 2016 mientras esperaba una supuesta entrevista de trabajo a la que acudió luego de leer un volante publicitario distribuido en Poza Rica, Veracruz. La madre, que desde entonces no ha parado de buscar a su hijo, al hablar del Rancho Izaguirre en Teuchitlán hace una pausa y luego sentencia: “Con esa noticia, yo sólo reviví para volver a morir”.
Brayan cursaba el primer semestre de preparatoria y soñaba con estudiar en la Escuela Normal. Quería ser maestro. Pero su vida se truncó de golpe. Un grupo armado lo privó de la libertad en cuestión de minutos. Lo arrancaron de los brazos de su madre con la misma brutalidad con la que el crimen organizado ha arrebatado a miles más.
Su nombre desde hace años es parte de una larga lista de jóvenes desaparecidos, captados por falsas promesas de empleo. Se trata de un mecanismo empleado por el crimen organizado para alimentar las filas de su frente en la guerra que hace al Estado y también a grupos antagónicos. Unas de las agrupaciones que emplea este modus operandi es el Cártel Jalisco Nueva Generación, con presencia en gran parte del país y en el mundo.
Ricardo Ravelo, periodista y especialista en temas del crimen organizado indicó que al respecto que "el cártel sin duda se ha caracterizado por esta práctica, porque tiene en sus filas a muchos jóvenes que fueron entrenados no solamente en campos de Jalisco, sino de otros estados de Michoacán, Veracruz, Tamaulipas".
"Hay muchos muchos estados donde se habilitaron zonas territoriales para estas actividades con la variante de que pues este las formas de reclutarlos han sido diferentes. Primero se publicaban en los periódicos anuncios de empleo y luego en las redes sociales también se dio mucho este esta actividad porque el Cártel de Jalisco es uno que uno de los que más explotan las redes sociales para sus fines”, comentó en ese sentido el periodista especializado en temas de seguridad Ricardo Ravelo.
Estas mismas características han sido observadas en el Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco. Cuando el pasado 20 de septiembre las autoridades de la Guardia Nacional y del estado aseguraron el predio, afirmaron que se trataba de “un centro de adiestramiento”.
“Coincide con el modus operandi que en otros estados también puso en marcha este grupo criminal, de tal manera que pues yo creo que ahí lo que tiene que ponerse, es una investigación de fondo para determinar realmente quiénes operaban ese rancho”, ahondó Ravelo.
Este mismo miércoles, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo informó que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) ha establecido estrategias para combatir el reclutamiento de jóvenes por parte del crimen organizado a través de redes sociales.
“La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana tiene una área especializada que está bajando permanentemente estas páginas o estas cuentas de redes que buscan incorporar a jóvenes a alguna actividad delincuencial, entonces no es que no se esté haciendo nada, sino que en el momento en que se detecta se habla con Facebook, incluso con Mercado Libre se ha visto”, planteó.
Por su parte, el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, ofreció ayer mismo una conferencia de prensa en la que confirmó que en el Rancho Izaguirre sí había restos humanos que no registró la Fiscalía de Jalisco, que la Guardia Nacional, quien cateó el predio en septiembre del año pasado, no notificó a la FGR sobre el uso de armas de alto calibre, y que algunas credenciales halladas en el lugar, corresponden a “sicarios” del cártel que fueron detenidos en otros estados.
Además, Gertz Manero, a pesar de que leyó y confirmó tener testimonios que indican que ese era un campo de reclutamiento y exterminio, no quiso detallar o confirmar si fue así. En ese sentido, sostuvo que “no hay todavía un dictamen concluyente, sí encontraron restos, pequeños trozos de osamenta, el dictamen no nos garantiza la credibilidad y las características específicas de los restos óseos".
El reclutamiento forzado por parte del crimen organizado en México no es un fenómeno nuevo ni aislado. En Jalisco, esta práctica ha sido identificada desde al menos tres sexenios, remontándose al periodo de Aristóteles Sandoval Díaz. Durante su mandato, se descubrieron campamentos de trabajo forzado y de entrenamiento vinculados al crimen organizado, con un modus operandi que incluía la difusión de ofertas de trabajo falsas en redes sociales.
“Tanto a nivel nacional como en el estado de Jalisco, no es una situación nueva y tampoco ha sido una situación aislada. Ha sucedido a lo largo de por lo menos tres sexenios partiendo, por ejemplo, en Jalisco, el sexenio de Aristóteles Sandoval Díaz, donde se han podido encontrar, por ejemplo, los campamentos de trabajo forzado, de entrenamiento donde ya también se ha detectado el modus operandi con las ofertas de trabajo difundidas en redes sociales”, expuso Anna Karolina Chimiak, coordinadora del área de incidencia del Centro de Justicia para la Paz y Desarrollo (CEPAD), quienes han acompañado a colectivos de búsqueda en Jalisco.
Inicialmente, estas ofertas se enfocaban en labores de seguridad, como guardaespaldas o escoltas. Sin embargo, con el tiempo, se han diversificado y ampliado. En aquella época, se identificaron campamentos en la zona de Tala, Teuchitlán, Tepatitlán y Lagos de Moreno. Antes del reciente hallazgo en el Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, se había encontrado otro campamento en la zona de La Vega, donde se liberaron 36 personas que habían sido reclutadas a la fuerza.
A pesar de los cambios de administración, estas prácticas continúan y se han extendido a zonas colindantes con Colima, Michoacán y Nayarit. También se han detectado en otros estados como Veracruz y Tamaulipas. Además de los campamentos de entrenamiento, existen casas de seguridad donde personas reclutadas a la fuerza son obligadas a realizar diversas tareas para el Cártel Jalisco, incluyendo trabajos en narcolaboratorios y en la producción de drogas sintéticas.
"En ese entonces, por ejemplo, hemos escuchado de los campamentos en la zona de Tala, también de Teuchiclán y por ejemplo Tepatitlán y yendo más hacia el norte del estado, por ejemplo, en Lagos de Moreno”, detalló Chimiak.
Evolución de las ofertas laborales
Las ofertas laborales falsas han evolucionado, primero eran a través de periódicos, volantes y eran para puestos más específicos como guardaespaldas, y ahora incluyen supuestas vacantes para choferes, albañiles, obreros de construcción y pintores de casas. A Brayan, el joven de 17 años desaparecido desde el 2016, no secuestraron cuando el joven acudió sólo a pedir informes.
Luz Elba, a lo largo de los años y de buscar a su hijo, ha reconstruido por su cuenta lo ocurrido aquel día martes 26 de abril de 2016. Ella y su Luz Elba y su hijo, Brayan de Jesús, caminaban por el centro histórico de Poza Rica cuando recibieron un volante con una oferta de empleo.
"El papel anunciaba un pago de 200 pesos por cuatro horas de trabajo en un puesto de hot dogs llamado 'Bob Esponja'. Yo le dije a mi hijo: ‘Mira, son solo cuatro horas, estudias y te da tiempo de trabajar’”, recuerda Elba Hernández.
Brayan llamó al número indicado y fue citado para el jueves en el Parque Benito Juárez, justo frente al puesto de comida rápida. Supuestamente, ahí recibiría más información sobre la entrevista. “Yo lo llevé. No era una oficina, era en un parque. Lo senté y me retiré para que lo entrevistaran. Cuando regresé, Brayan ya no estaba... pero no solo se lo llevaron a él, también a varios muchachos que cayeron en el engaño del trabajo”, relata.
La madre recuerda que, tras dejar a su hijo, fue a una tienda de telas por un momento. Al regresar, unos 40 minutos después, Brayan ya no estaba. Pensó que quizá lo habían llevado a otro sitio para la entrevista. Intentó llamarlo, pero la llamada se fue a buzón. Minutos después volvió a intentarlo, pero esta vez el teléfono ya estaba apagado.
Al preguntar a quienes estaban en el parque, supo que otros cinco jóvenes habían estado en el mismo lugar. Un bolero le contó que un hombre joven se acercó a ellos y los condujo hacia la orilla del parque, ubicado detrás del Ayuntamiento de Poza Rica y junto a la Comisaría.
"Cuando usted venía por una esquina del parque, se los llevaron por la otra. Yo vi, pero no sé quiénes eran, solo que llevaban armas”, recuerda Elba que le dijo el bolero.
Con el tiempo, la madre logró recopilar otros testimonios que coincidían en que los jóvenes fueron subidos a una camioneta gris y un carro azul.
En la evolución de las ofertas laborales también se han identificado engaños en ofertas de empleo para operadores telefónicos y encuestadores. En Jalisco, el tema del reclutamiento forzado volvió a tomar relevancia en junio y julio de 2023, cuando ocurrieron numerosas desapariciones en la nueva central camionera, ubicada entre Tonalá y Tlaquepaque.
La directora de CEPAD explicó que el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco ha documentado al menos 70 casos de personas enganchadas mediante falsas ofertas de empleo en redes sociales y citadas en dicho lugar para entrevistas o para comenzar de inmediato a trabajar.
El reclutamiento forzado afecta principalmente a jóvenes en situación de desigualdad y precariedad. La falta de oportunidades y la búsqueda de una mejor calidad de vida convierten a estas falsas ofertas en un atractivo para quienes buscan empleo. Aunque la mayoría de las víctimas son hombres, también se han documentado casos de mujeres reclutadas para tareas específicas.
“Hablando también de lo que hemos visto sobre todo desde observar como esa problemática gran parte de las personas o sea de las víctimas han sido personas jóvenes eh frente a las condiciones de desigualdad y precariedad eh y la falta de oportunidades y alternativas tanto laborales como de vida, donde las falsas promesas de trabajo se han convertido en incentivos para poder contar con otro nivel de vida y tener un salario eh más atractivo que permita eh establecer eh pues una vida distinta, y principalmente han sido hombres, pero también sabemos de eh para algunas tareas también se han reclutado las las mujeres”, explicó la defensora.
Pero además, para reclutar a jóvenes no solo se usan las redes sociales, sino que también hasta a través de videojuegos.
En octubre de 2021, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) daba a conocer que había en ese entonces por lo menos 10 carpetas de investigación por al menos 10 casos de reclutamiento de menores de edad a través de videojuegos en los estados de Baja California, Oaxaca, Jalisco, Tlaxcala y Coahuila, informó
“Se han dado este tipo de situaciones de búsqueda de reclutamiento criminal (de menores) y hemos visto que a partir del año pasado se vinieron incrementando todos estos casos [...] El confinamiento pues ha generado que haya también una mayor actividad en las redes y esto a su vez genera una mayor potencialidad al riesgo”, dijo en ese momento Ricardo Mejía Berdeja, entonces Subsecretario de Seguridad Pública, en entrevista con SinEmbargo.
Lo que explicó en ese momento el funcionario es que a raíz de la pandemia por la COVID-19 se había registrado un incremento en este método de tratar de buscar a los menores a través de videojuegos y redes sociales para que se incorporen a las estructuras delincuenciales.
Jalisco ya se posicionaba como la entidad que concentra el mayor número de casos, con un total de al menos cinco carpetas de investigación, seguida de Oaxaca con dos averiguaciones, Tlaxcala, Baja California y Coahuila, uno en cada entidad, de acuerdo con la información proporcionada por el funcionario en ese momento.
Sin embargo, a la fecha la información no ha sido actualizada por la propia Secretaría de Seguridad Ciudadana, la cual, a través de su departamento de prensa, al momento de solicitar entrevista e información sobre la información de la Policía Cibernetica y los datos sobre el reclutamiento forzado, señalaron que en estos momento no había agenda para entrevistas y que la estrategia de comunicación había cambiado.
Sobre las ofertas de trabajo y ganchos falsos en redes sociales, la Secretaría de Seguridad solo ha señalado de manera escueta, a través de su titular, Omar García Harfuch, que constantemente retiran ofertas en las redes sociales.
Cuestionado el pasado 11 de marzo sobre un posible ciberreclutamiento en el rancho Izaguirre, García Harfuch dijo que que, "tanto desde la Ciudad de México como ahora en el Gobierno federal, se han detectado y eliminado numerosas cuentas vinculadas con estos delitos.
Sin reconocer la magnitud del problema
Los colectivos de familias de personas desaparecidas han denunciado en diversas ocasiones la existencia de campamentos de reclutamiento forzado. Sin embargo, las autoridades han argumentado que no pueden ingresar a ciertas zonas. En muchos casos, las familias han intentado rescatar a sus seres queridos por su cuenta, con resultados desafortunados.
Existen testimonios de personas que han logrado escapar, lo que ha permitido documentar las condiciones en estos campamentos. En 2021, se localizó un campamento en Talpa de Allende, donde se identificaron diversas prácticas que luego fueron confirmadas por familiares tras el hallazgo en Teuchitlán.
La difusión de información sobre estos campamentos y prácticas ha sido limitada debido al miedo a denunciar y a los riesgos que implica hacerlo, tanto para las víctimas como para sus familias, según explicó Anna Chimiak.
Las autoridades poco información sobre los campamentos y centros de reclutamiento forzado. La falta de información y seguimiento por parte del Estado ha impedido documentar la magnitud del problema. No existen diagnósticos o informes de análisis de contexto que permitan dimensionar la situación.
“No existen tampoco diagnósticos o por ejemplo informes de análisis de contexto que pudieran explicarnos más como sociedad en conjunto sobre la magnitud y también características de esa problemática, Lo que ha sido pues muy claro es que el estado pues representa una postura de encubrimiento de los hechos y la apuesta hacia la impunidad. Sabemos que la práctica de reclutamiento forzado involucra en la actividad muy fuerte de los grupos del crimen organizado, en muchas ocasiones también participan de forma directa o indirecta las autoridades”, dijo Chimiak.
En este contexto, la postura de las autoridades ha sido problemática. Cuando se hizo público el modus operandi de reclutamiento en la nueva central camionera, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez calificó estos casos como "ausencias voluntarias" y negó la existencia del fenómeno. A finales de 2023, la fiscalía y el gobernador difundieron una estadística alarmante: afirmaron que el 75 por ciento de las víctimas de desaparición localizadas no habían sido víctimas de ningún delito. Sin embargo, cuando se intentó contrastar esta información, se reveló que la fuente de estos datos eran entrevistas con las víctimas y actos de investigación.
En el caso particular del rancho Izaguire, Gertz Manero, a pesar de que fue cuestionado directamente en varias ocasiones, descartó confirmar si el lugar era un centro de exterminio o un campo de entrenamiento, aún cuando en septiembre pasado la Guardia Nacional afirmó que se trataba de “un centro de adiestramiento”.
El Fiscal acusó que las autoridades del estado no hicieron la investigación completa sobre este rancho e incluso no se ha podido establecer quién era el dueño del lugar.
Otro aspecto es la indiferencia y la mala integración de los casos cuando llegan haber denuncias, Las víctimas y madres, a veces tampoco quieren denunciar porque las propias autoridades no les creen o las maltratan, como evidencia el caso de Brayan.
Y es que, Luz Elba Hernández contó que cuando acudió desesperada a la Fiscalía Especializada en Veracruz para denunciar el secuestro desaparición de su hijo y pedir ayuda, no le creyeron y la trataron como una mentirosa.
“Lo primero que me preguntaron fue quiénes eran sus amigos, qué andaba haciendo mi hijo, y hasta insinuaron que yo estaba mintiendo sobre el volante de trabajo. Me decían que les dijera la verdad. Les expliqué que Brayan solo buscaba empleo, pero me dijeron que eso no era cierto”, relata.
La madre intentó hacerles entender que la mentira provenía de quienes usaron el volante para engañar a los jóvenes y secuestrarlos. "Pero me ganó el sentimiento. Las palabras duras de la autoridad y mi dolor me vencieron. Terminé llorando... y haciendo lo que ellos me decían: que volviera al día siguiente, luego al otro, y así”.
Ante la falta de avances en la investigación, algunos conocidos le sugirieron acudir a la Ciudad de México para que el caso fuera tomado a nivel federal En la capital, se presentó en la Unidad de Búsqueda Especializada de la en tonces Procuraduría General de la República (PGR), hoy FGR, y solicitó que la desaparición de Brayan se investigara como un caso de trata de personas. Han pasado los años y Luz Elba sigue buscando a su hijo."Sí es cierto que existen las desapariciones por reclutamiento, Ellos (las autoridades) en su momento lo han negado, pero sí existen porque a mí me pasó", expresó.
Organizaciones, como la CEPAD, que dirige Anna Karolina, han denunciado que la ausencia de estrategias coordinadas entre los distintos niveles de gobierno ha impedido enfrentar el reclutamiento forzado, aunado a que la falta de medidas de protección efectivas también ha contribuido al miedo de las víctimas a denunciar, pues temen represalias contra ellas y sus familias.
AUTOR: SUGEYRY ROMINA GÁNDARA.
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