El cura Marcelino de Andrés Núñez, quien fue secretario privado de Marcial Maciel en sus últimos años de vida, es acusado al igual que su mentor de haber abusado de menores que estaban bajo su cuidado. En su caso, son al menos cinco niñas de un colegio de los Legionarios de Cristo en España que lo han denunciado por violación.
El cura pederasta Marcelino de Andrés Núñez fue una de las pocas personas que acompañó al también abusador de menores Marcial Maciel en sus últimos días en Cotija de la Paz, Michoacán, en donde vivió el destierro ordenado por el Papa Benedicto XVI, quien no inició un proceso canónico en contra del fundador de Los Legionarios de Cristo y en cambio le ordenó llevar una “vida de penitencia”.
Hoy ese mismo religioso es acusado de haber abusado de cinco niñas de unos 6 años en un colegio privado de El Encinar, en Madrid, España. La Policía Nacional española detuvo a principios de marzo al sacerdote que trabaja en la pastoral infantil del colegio Highlands El Encinar de Madrid,
“Marcelino de Andrés fue el último secretario privado de Marcial Maciel, uno de los pederastas más pues conocidos de la Iglesia Católica y se vuelve a evidenciar que los legionarios de Cristo tienen este modus operandi, el cual no ha cambiado, e incluso que siguen resguardando pederastas bajo el cobijo de la Iglesia Católica, la institución les respalda porque la institución hace lo mismo con otras congregaciones y en otros espacios”, comentó en entrevista Analu Salazar, activista que ha exhibido la pederastia clerical y víctima del sacerdote Fernando Martínez, miembro de los Legionarios de Cristo.
En efecto, Marcelino de Andrés Núñez estuvo a lado de Marcial Maciel como su secretario personal. Conoció como pocos la doble vida de Maciel. En los tiempos de su estancia en Cotija supo que Norma Baños y su hija Norma Hilda eran la pareja e hija de Marcial Maciel, quien incluso le encargó entregar un fideicomiso que les había guardado en una cuenta en el paraíso fiscal de Las Bahamas, según denunció El Mundo.
“Cuando yo muera, os buscarán de mi trabajo, de la Legión de Cristo, para que no os falte nada. Se acercará un sacerdote que se llama Marcelino de Andrés”, les explicó Marcial Maciel de acuerdo con este reporte de septiembre de 2009 corroborado a este medio por José Bonilla, abogado de los hijos de Maciel.
Marcelino de Andrés Núñez nació en Segovia en 1967, ingresó a los Legionarios de Cristo en 1980 y se ordenó como sacerdote en 1992. Su hermano José Ramón de Andrés también se formó en esta orden e incluso fue rector del seminario de Salamanca. Marcelino ha estado en México y Brasil. Hay registros desde que al menos desde 2005 asistió a Marcial Maciel hasta su muerte. Incluso hay una imagen difundida por la prensa que lo muestra besando la frente del ya fallecido pederasta.
Una vez que dejó de asistir a Maciel, Marcelino de Andrés se volvió asistente de apostolado en España y en 2010 ejerció como sacerdote del colegio Highlands School Los Fresnos en Boadilla del Monte hasta que en 2015 fue separado porque “en aquel entonces hubo padres que se enteraron de su pasado y elevaron las quejas a la dirección”, dijeron fuentes de esta congregación al diario El Español.
Pese a este antecedente, fue reubicado en el colegio Highlands El Encinar de Madrid, en donde abusó sexualmente de cinco niñas. El sujeto fue detenido la semana pasada, pero quedó en libertad a última hora del sábado, en un caso más de abuso perpetrado dentro de esta orden que reconoce los abusos cometidos entre 1941 hasta 2019 de 175 menores de edad, de los cuales 60 fueron víctimas de Maciel.
Analu Salazar señaló que el caso de Marcelino no es algo aislado, sino que forma parte de un encubrimiento institucional de décadas. “Es otro caso más que se une a este modus operandi delincuencial de la institución Iglesia Católica y por supuesto de la congregación de los legionarios de Cristo que la fundó un pederasta, un delincuente”.
¿Ambientes seguros con Los legionarios?
El director del colegio Highlands El Encinar de Madrid, el legionario Jesús María Delgado, comunicó que Marcelino de Andrés Núñez "ha quedado apartado de sus funciones" mientras transcurre la investigación. Además, el colegio ha activado el protocolo de “Ambientes seguros”, creado para prevenir abusos contra menores, para "dar una respuesta inmediata", presume el colegio, una respuesta que dados los hechos no fue inmediata ni brindó a las víctimas un ambiente seguro.
De hecho, Analu Salazar ha señalado que estos “Ambientes seguros” están certificados por Praesidium, una empresa que, señala, “juega a favor de los legionarios, no a favor de los niños y las niñas”. Praesidium asegura “acreditar globalmente a organizaciones de todos los sectores que prestan servicios a los consumidores”, presume en ese sentido de “prevenir los abusos y proteger a las organizaciones”. En marzo de 2023, Praesidium renovó la acreditación que tenía la congregación de los Legionarios de Cristo en España en la generación de Ambientes Seguros por otros tres años.
“Hablan de los supuestos ambientes seguros que activa Praesidium dentro de las escuelas. Sin embargo, se les escapan detalles como el secretario particular de Marcelino de Andrés. Vemos que verdaderamente Praesidium juega a favor de los legionarios, no a favor de los niños y las niñas y entonces también vemos que los legionarios utilizan estas herramientas para seguir captando gente para sus colegios que son muy poblados de infancias”, comentó Salazar.
Para ella, quien ha vivido y enfrentado la impunidad frente a estos abusos, el que se permita que sujetos con antecedentes de reubicación de un plantel a otro sigan estando frente a menores se trata de un acto deliberado. “Les vuelven a dar la oportunidad de a sus anchas y deliberadamente violentar infancias, porque no hay coherencia en que cambien a un depredador sexual, que ya saben que está de un lado a otro donde hay otras infancias, ni siquiera lo remueven y lo alejan de las infancias. No, lo encubren, son cómplices y lo vuelven a poner en un espacio de infancias para que viole más. Es impresionante”.
En cuanto a los supuestos “Ambientes seguros”, dijo que, aunque Praesidium se vende como una empresa aparte, hay múltiples pruebas de que su función principal es proteger a las instituciones religiosas, no a las víctimas.
“Es una entidad privada que vende certificaciones y pues evidentemente sus estándares de protección son ineficaces y son superfluos. También saber que las certificaciones solo sirven para minimizar riesgos legales de la iglesia, o sea, que al ser contratados y ellos decir, 'No, nosotros tenemos este aval y este aval y este aval', legalmente se protegen. Su certificación no significa que los abusadores hayan sido expulsados o sancionados, es un escudo para la imagen pública de la iglesia”, comentó.
En ese sentido expuso que trabajan exclusivamente con la institución religiosa, no con organismos de derechos humanos ni con las víctimas. “No colaboran con organizaciones independientes ni asociaciones de víctimas ni con organismos estatales. Son una empresa privada, le dan a la iglesia para manejar crisis de abuso sin exponerlos a sanciones graves, que eso es importantísimo. La metodología prioriza la protección a instituciones sobre las denuncias a los agresores y sobre las vidas y los cuerpos de los infantes”.
AUTOR: OBED ROSAS.
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