En Estados Unidos hay cada vez más consenso en torno a la necesidad de cambiar la estrategia antidrogas que se ha seguido los últimos 50 años y que amplios sectores consideran “un fracaso”.
Así lo indica un reporte de la Comisión de Política de Drogas del Hemisferio Occidental, del Congreso estadunidense, conocido el mes pasado y el cual tendrá notables efectos en un área fundamental de las relaciones de Washington con América Latina: la lucha contra el narcotráfico.