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martes, 25 de noviembre de 2014

Cuáles son las pruebas de la PGR en contra de los 11 detenidos del #20NovMx

La Procuraduría tomó como prueba los testimonios de los policías que los detuvieron; asimismo, consideró que pertenecen a un "grupo colectivo subversivo" porque entre ellos se decían "compas".

La Procuraduría General de la República (PGR) presentó como prueba central de la causa en contra de los 11 detenidos del Zócalo el testimonio de los mismos policías que los arrestaron y añadió un elemento “clave” para sostener que pertenecen a un “grupo colectivo subversivo”: entre ellos “se decían compas”.

Con esos argumentos, la fiscalía consignó a los inculpados por los delitos de tentativa de homicidio, motín y asociación delictuosa y los trasladó a penales de máxima seguridad.

Además, al expediente la Procuraduría decidió no agregarle ninguna prueba gráfica (fotografías o videos) que probara la participación de los acusados en los hechos violentos, a pesar de que le había ofrecido al juez hacerlo.

Los elementos que incluyen las consignaciones de los 11 detenidos fueron confirmados por funcionarios del Poder Judicial, quienes explicaron que la prueba principal que la PGR presentó ante el juzgado 17 de distrito con sede en Veracruz son los testimonios de los propios granaderos.

De hecho, la consignación trae fotografías de cada uno de los acusados tomadas en las instalaciones de la SEIDO (y no en el Zócalo, durante los enfrentamientos), mismas que fueron mostradas a los granaderos que participaron en los hechos.

Los policías aseguraron que todos los detenidos habían participado “en las agresiones y ataques a Palacio Nacional y al grupo de seguridad que custodiaba las instalaciones”, el pasado 20 de noviembre.

Los mismos funcionarios confirmaron que en los expedientes se asienta, textualmente, que estas 11 personas pertenecen a “un grupo colectivo subversivo”, como prueba el hecho de que “entre ellos se decían compas”.

Los abogados defensores de los 11 inculpado tuvieron finalmente acceso a estos expedientes, pero sólo de forma parcial y sin que se les entregaran copias certificada.

Con base en lo que pudieron revisar, los abogados de 7 de los 11 detenidos -consultados por Animal Político- el pasado 20 de noviembre, aseguran que la pruebas que aporta la Procuraduría General de la República “carecen de sustento y son totalmente cuestionables”.

“Las pruebas que están aportando son forzadas y en las que todo está sustentado en dichos de los policías” asegura Alejandro Jiménez, abogado del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD).

Jiménez declaró que en el expediente las autoridades acusan a los detenidos de formar un colectivo subversivo y justifican el uso de la fuerza que empleó el grupo de granaderos el pasado jueves 20 de noviembre al desalojar la plaza de la Constitución.

“Justifican la lesiones a los detenidos porque supuestamente golpean sus escudos con la cabeza. Acusan que todos formaban parte de un colectivo que buscaba agredir. Pero ni interviniendo sus cuentas de Facebook lograron acreditar esto” señaló el litigante.

La Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD), el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), la Oficina de Defensoría de Derechos de la Infancia (ODDI) y  la organización juvenil Cauce Ciudadano tomaron formalmente la defensa de lo detenidos, después de que el fin de semana autoridades les negaran escoger a los abogados de su confianza.

La abogada de la ANAD, Karla Michel aseguró que dentro del expediente de los 11 detenidos, los policías mienten en su declaraciones.

“Policías federales señalan haber detenido a los jóvenes cuando fueron los policías del Gobierno del D.F. quienes los detuvieron, lo cual es grave porque están incurriendo en falsedad de declaración” explicó Michel.

La defensora mencionó que en la acusación de asociación delictuosa, la PGR  recurre a “un informe de 2011 de inteligencia, que habla sobre la existencia de grupos anarquistas en el país que están contra el capitalismo y la nanotecnología”.

En el caso del detenido de nacionalidad chilena, Laurence Maxwell Ilabaca, “han tratado de caracterizarlo como el más violento de todos, por el activismo que en algún momento desempeñó en su país” dijo Karla Michel, quien asegura que la ANAD mantuvo contacto con familiares desde Chile y llevará ahora su defensa.

En el caso, por ejemplo de Hillary Analí González Olguín “aportan como pruebas: fotografías de su celular de marchas en la Ciudad de México y que durante la manifestación las personas gritaban consignas contra el Presidente Enrique Peña Nieto” informó Jesús González Alcántara, integrante del el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia.

De acuerdo con el IMDHD y la ANAD, se solicitó la intervención de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) para la aplicación del “Protocolo de Estambul”, un herramienta que  permite documentar y combatir la tortura mediante procedimientos como exámenes médicos y realización de entrevistas a detenidos.

“Ahí señalamos no sólo la tortura de la detención, sino durante el traslado a la SEIDO (Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada) y de la SEIDO a Veracruz” indicó la litigante de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos

Las tres mujeres detenidas tras la jornada de protestas el pasado 20 de noviembre en la Ciudad de México, Hillary Analí González Olguín, Tania Damián Rojas y Liliana Garduño Ortega permanecen bajo la defensoría de oficio porque los abogados no han podido trasladarse al Centro Federal Femenil “Noroeste” ubicado en Tepic, Nayarit.


Por su parte Francisco García Martínez, detenido también durante el desalojo del Zócalo el pasado 20 de noviembre, manifestó su deseo de mantener al abogado de oficio que le fue asignado,  de acuerdo con la abogada Karla Michel.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: Omar Sánchez de Tagle

Los granaderos demostraron “gallardía, responsabilidad” en #20NovMx, dice el jefe de la policía del DF

El titular de la SSPDF dijo que “restablecieron el orden público le guste a quien le guste”, pese a denuncias de organizaciones sobre violaciones a derechos.

A pesar de que organizaciones civiles y defensoras de los derechos humanos han cuestionado la actuación de policías federales y de la Ciudad de México, quienes desalojaron a manifestantes del Zócalo capitalino el pasado 20 de noviembre, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del DF, Jesús Rodríguez Almeida, dijo este lunes 24 de noviembre: “yo felicito a mi personal por el trabajo demostrado, por el gran valor, gallardía, responsabilidad y sobre todo restablecieron el orden público le guste a quien le guste”.
El funcionario local hizo esta declaración a medios, tras la clausura del Diplomado Internacional en Seguridad Pública y Alta Dirección, realizado en las instalaciones de la SSPDF, de acuerdo con un reporte del Diario 24 horas. 

Almeida detalló que dos policías están internados por las lesiones que recibieron el día de la protesta en el Zócalo, la cual fue convocada para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos desde el 26 de septiembre pasado. “Tienen cirugías mayores, y los demás (18 elementos) fueron dados de alta”.

Esto ocurre mientras 11 personas enfrentan procesos penales en cárceles de alta seguridad en Nayarit y Veracruz, adonde fueron trasladados el sábado 22 de noviembre, según informó la Procuraduría General de la República (PGR) en un comunicado.

En una audiencia este 23 de noviembre, los detenidos se declararon inocentes de los delitos que son acusados: homicidio en grado de tentativa, asociación delictuosa y motín. 

Asimismo, este lunes 24 de noviembre, los abogados Daniel Antonio García y Alejandro Jiménez dijeron al periodista Ciro Gómez Leyva, de Grupo Fórmula, los detenidos fueron golpeados y amenazadas, “tanto en el traslado de la SEIDO a Veracruz; en el traslado del Zócalo hacia la SEIDO”.


“Son golpes que no son de hace dos días, sino que tuvieron todavía golpes del traslado”, y agregaron: “solicitamos unas medidas cautelares de la CNDH, que les realizaran estudios médicos y psicológicos”.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: REDACCIÓN

lunes, 24 de noviembre de 2014

'Anarcos' vs. GDF: Se declara la guerra

En el marco de la megamarcha del jueves pasado, el Tribunal de Justicia del DF dio a conocer la sentencia en contra de siete hombres detenidos el 10 de junio del 2013 por causar disturbios.

“Un alcalde y su esposa asesinan a seis estudiantes, desaparecen a 43 y solamente son arraigados, 11 jóvenes se manifiestan contra eso y son consignados a penales de máxima seguridad. El país está de cabeza”.

Con esta frase grupos de apoyo a los detenidos durante la manifestación del pasado 20 de noviembre reclaman al Gobierno local y federal el envío a penales federales de Veracruz y Nayarit a 11 detenidos durante los disturbios de ese día.

Es la segunda ocasión que el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, está en el centro de la polémica y se le acusa de permitir detenciones arbitrarias durante protestas efectuadas en la capital.

Mancera y su administración quedaron marcados luego de las masivas detenciones del 1 de diciembre de 2012 durante la toma de protesta de Enrique Peña Nieto como presidente de México.

La inconformidad arreció ayer luego que la Procuraduría General de la República (PGR) aplicó mano dura en contra de 11 de los detenidos, a quienes acusó y consignó por asociación delictuosa, tentativa de homicidio y motín, razón por la cual fueron trasladados a penales federales.

Cuatro detenidos más fueron enviados a reclusorios locales por delitos del fueron común.

“Organizaciones de la sociedad civil exigen al Gobierno federal no utilizar el sistema de justicia para inhibir la protesta. Además que se lleven a cabo las investigaciones conforme a derechos humanos y las garantías del debido proceso”, manifestó el grupo que apoya a los detenidos. 

Más de 100 organizaciones pro derechos humanos de todo el país, exigieron que se garanticen derechos fundamentales como la libertad de reunión y de asociación pacífica, así como la libre expresión durante las marchas.

Además pidieron que no se permitan abusos por parte de las fuerzas de seguridad y que se apliquen las sanciones correspondientes.

Y es que tres días de la mega marcha nacional del 20 de noviembre para exigir la aparición con vida de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, existen dudas no aclaradas de la supuesta participación de militares vestidos de civil infiltrados en la movilización.

Nadie ha aclarado las fotografías con las que se pudo comparar a hombres vestidos de civiles que fueron captados en vehículos militares la mañana del viernes, con otras imágenes donde presuntamente aparecen provocando y causando destrozos durante las protestas.

La falsa alarma

A través de las redes sociales (por donde principalmente se comunican los llamados anarquistas) se difundió una sentencia condenatoria contra un grupo de siete detenidos desde junio de 2013 por ataques a la paz pública y ultrajes a la autoridad, entre ellos Carlos Esteban Jiménez Martínez, promotor de Andrés Manuel López Obrador y dirigente de juventudes del Partido del Trabajo (PT).

El 19 de noviembre, horas antes de la mega marcha nacional, circuló un documento con la sentencia en contra de estos siete hombres que fueron detenidos el 10 de junio del año pasado por causar disturbios durante la marcha por conmemoración al llamado “halconazo” de 1971.

De acuerdo con ese documento, el juzgado que llevó el caso determinó que Diego Mora Cardoso o Diego Morán Alonso, Fredy Rosete Arizpe, Diego Jacob Rodríguez Lara, Carlos Esteban Jiménez Martínez, Jorge Alejandro Velázquez Picazo, Carlos Vázquez Martínez y Luis Siddhartha Barrera Fuentes son “penalmente responsables de los delitos de ataques a la paz pública, ultrajes a la autoridad en pandilla y daños a la propiedad diversos”.

Debido a lo anterior, les dictó una pena de cuatro años, cuatro meses y tres días de prisión, la suspensión de sus derechos políticos por un año y una multa de 116 días de salario mínimo.

Además de obligarlos a la reparación del daño derivado del delito de daño a la propiedad doloso, cometido en agravio del Gobierno del Distrito Federal (GDF) por la cantidad de 3 mil pesos y de la Secretaría de Seguridad Pública del DF, por la cantidad de 8 mil 300 pesos.

La sentencia cayó como bomba entre el grupo de familiares y amigos, algunos de los cuales son señalados como parte del grupo de anarquistas que continuamente se confrontan con granaderos y preventivos de la SSPDF.

En el grupo de los sentenciados está, Carlos Esteban Jiménez Martínez, quien fue ubicado durante el 2013 como uno de los principales activistas que encabezaba las provocaciones y encontronazos con los uniformados.

Jiménez Martínez fue dirigente de la Juventudes del PT pero también uno de los principales promotores entorno a la figura de Andrés Manuel López Obrador.

Fue a partir de que las autoridades capitalinas comenzaron a rastrear las actividades del llamado “Bloque Negro” que se logró la identificación de este joven en las movilizaciones violentas y de protesta en el DF.

Al difundirse la de la supuesta sentencia, horas antes de la movilización del 20 de noviembre que terminó en el encontronazo entre policías y encapuchados, un grupo de los considerados “anarquistas” juró vengar a sus presos durante la movilización.

Sin embargo, el documento que circuló y que encendió los ánimos no aclaraba que pese a dicha sentencia el grupo logró salir de prisión mediante fianza.

Carlos Esteban Jiménez efectivamente fue procesado por ataques a la paz pública y ultrajes a la autoridad; sin embargo, el 17 de junio de 2013 salió provisionalmente bajo fianza.

La historia se repite

De nueva cuenta Miguel Ángel Mancera y Enrique Peña Nieto enfrentan la acusación de permitir las detenciones arbitrarias.

En este ambiente de convulsión, defensores de derechos humanos, anarquistas y políticos piden que el Estado Mexicano revise las aprehensiones y libere a los jóvenes.


Mientras, los padres de familia de los jóvenes de Ayotzinapa amagan: si no aparecen…tomarán las armas.

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: ICELA LAGUNAS.

#20NovMX: No era manifestante, pero la policía lo detuvo, torturó y abandonó inconsciente en la calle

Un hombre que iba a pasear con su esposa al Zócalo fue golpeado por granaderos, quienes incluso le aplicaron choques eléctricos.

José Alberto y Tamara tienen 21 años y están casados. El pasado 20 de noviembre se encontraban en el Centro Histórico porque José Alberto es ejecutivo en uno de los negocios de la zona, y Tamara lo había ido a recoger, sin saber ninguno que quedarían atrapados en el operativo policiaco realizado en conjunto por autoridades federales y locales para desalojar por la fuerza a los miles de manifestantes que, esa noche, reclamaban la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos por la policía de Iguala, Guerrero, el pasado 26 de septiembre.

Tamara, con cuatro meses de embarazo, resultó con una ceja abierta y un chichón en la cabeza, al ser agredida por un granadero que la golpeó con el canto de su escudo apenas a un centímetro del ojo, pero José Alberto no corrió con la misma suerte: al intentar cubrir de los golpes a su esposa, él fue jalado por los granaderos, golpeado en al menos tres ocasiones por una decena de uniformados, y luego torturado con choques eléctricos en la calle de Corregidora, donde finalmente fue abandonado por la policía, inconsciente.
“Yo me encontraba laborando cerca del Centro Histórico –narra José Alberto, dos días después de abandonar el hospital donde fue atendido–, y me quedé de ver en el Zócalo con mi esposa, porque queríamos ir por el Día de la Revolución, queríamos pasear“.

Al llegar al Zócalo, sin embargo, la pareja se percató de que la manifestación ciudadana convocada para ese día continuaba y que no había ningún otro tipo de acto conmemorativo por el 20 de Noviembre, por lo que decidieron retirarse, pero “en un momento la plaza quedó completamente rodeada –recuerda José Alberto–, y se veían salir granaderos detrás de Catedral y de los edificios aledaños a la plancha del Zócalo, iban replegando a la gente, y entonces un grupo de policías se acercó a nosotros, y uno de ellos quiso golpear a mi mujer, y yo lo único que hice fue ponerme enfrente de ella, para que los golpes me tocaran a mi, no a ella, y lo que sucedió fue que los granaderos me jalaron, me metieron a una bola de policías y me empezaron a golpear, eran aproximadamente 10 granaderos, que me golpearon hasta que quedé yo mal, hasta que ya no me pude levantar… entonces me jalaron a otra bola de policías, y en esa segunda bola me arrebataron mi mochila y el bolso de mi mujer, que yo le venía cargando, y nuevamente me siguieron pegando, ese segundo grupo también era de unos 10 granaderos…”

José Alberto fue golpeado en todo el cuerpo, pero mantenía su rostro cubierto con sus brazos, por lo que “ellos me pedían que me descubrieran la cara y que con eso ahí quedaba, ‘descúbrete la cara y ahí le dejamos’, me decían, pero sus intenciones eran estrellarme la cara en un tubo, y no me dejé, sólo quedé con un golpe en la frente y en la nariz… ya que ese segundo grupo de policías se cansó de golpearme, dos o tres granaderos me obligaron a levantarme, primero venían casi arrastrándome, porque yo estaba ya muy golpeado, pero aún así me obligaron a correr no sé cuanto, tal vez dos o tres cuadras, y me llevaron hasta donde estaba un camión de la policía, azul, de los que usan para transportar granaderos, y ahí me tiraron, me hicieron que me hincara y empezaron a darme toques eléctricos con un aparato, a partir de ahí, la verdad, ya no recuerdo mucho…”

A la medianoche del 20 de noviembre, José Alberto fue localizado en la calle Corregidora, junto con un grupo de cinco personas más que, como él, habían sido detenidas poco antes durante el operativo para desalojar por la fuerza el Zócalo capitalino. Todos estaban tan severamente golpeados que, al ser encontrados, se hallaban inconscientes.

–¿Quién encontró a José Alberto? ¿Quién te notificó a ti que había sido localizado? –se pregunta a Tamara, su esposa.

–En el momento en el que a él lo jalaron –describe la joven– un granadero me pegó en la cara con el costado de su escudo, y en ese momento yo me hice para atrás, y ahí me contuvo una persona, un muchacho, porque yo quise correr nuevamente hacia los policías, para ayudar a José Alberto, porque ya lo estaban golpeando… pero como no pude hacer nada, entré en shock, y una persona me encontró, con la herida en la cara, y me llevó con unos brigadistas paramédicos, de la agrupación Marabunta, y ellos me atendieron, ahí una persona de la Comisión Nacional de Derechos Humanos me pidió mis datos, y luego la gente de Marabunta me llevó hasta mi casa… pues bien, como a las 3:30 del día siguiente, 21 de noviembre, fue una persona de la CNDH la que se comunicó conmigo, y me informaron que a Alberto lo habían encontrado en la calle de Corregidora, inconsciente, de todos los golpes que le habían dado, y que estaba junto a otras seis o siete personas que estaban en las mismas condiciones…

–¿Quién te llevó al hospital? –se pregunta al joven ejecutivo.

–La verdad, recuerdo poco… desde la primera vez que me golpearon quedé noqueado, luego me pegó un segundo grupo de policías, luego me hicieron correr hasta el camión, y ahí me dieron diez o quince descargas eléctricas, y siempre golpeándome, y de hecho, el último golpe, con el que perdí el conocimiento, fue con el aparato de descargas, porque le aumentaron la potencia y con eso me quedé tirado… después, únicamente me acuerdo de que varias personas me empezaron a tomar datos, unas me tomaron fotografías, y lo siguiente que recuerdo es que estaban subiéndome a una ambulancia, y me llevaron después al hospital Magdalena de las Salinas…

–¿Con qué lesiones resultaste, qué te dijeron en el hospital?

–Me tomaron tomografías y rayos X, pero el diagnóstico sólo dice que fui “policontundido”… Tengo marcas en lo que es el costado del cuerpo, de las quemaduras del aparato de descargas, y además todo el cuerpo lo tengo lleno de moretones rojos, moretones morados, en algunas partes la piel medio abierta, tengo toda la espalda lastimada, el cuello y la cabeza, y tengo una lesión en la frente y otra en la nariz…

Ante el temor de sufrir represalias, ya que sus documentos personales fueron robados por los policías que detuvieron y golpearon a José Alberto, esta pareja de jóvenes aún no ha decidido si presentarán denuncia formal por la agresión que sufrieron a manos de los granaderos de la Policía Federal y de la Policía Auxiliar del DF, el pasado 20 de noviembre, y hoy Tamara y José Alberto se resienten de sus lesiones solos, apoyados únicamente por sus familias.

Tamara no sufrió, aparentemente, afectaciones en su embarazo y José Alberto, aún con todas sus lesiones, este domingo 22 de noviembre se preparaba para ir al trabajo, ya que “no me dieron incapacidad, y eso me indigna… resulta que como no le pedí al primer médico que me atendió que me extendiera una incapacidad, pues no me la dieron, y yo me pregunto, ¿cómo querían que hiciera yo esa solicitud al ‘médico de primer contacto’, como le dicen ellos, si yo llegué inconsciente al hospital?”.

Epílogo: el recuerdo…

Antes de concluir la plática, ya entre las despedidas, José Alberto recuerda un detalle que es, afirma, “muy importante no dejar fuera: por los golpes no recuerdo bien toda la secuencia de los hechos, pero hay algo que sí recuerdo con exactitud, y es que en el momento en que yo llegué al camión de granaderos donde me hincaron, habían ahí cerca de 15 personas más, vestidas de civil. De ellas, cinco estaban siendo golpeadas, como yo, pero otras diez estaban ahí, entre los policías, sentados, descansando… a mi parecer, ellos eran los que había provocado los alborotos…

-¿Crees que había infiltrados en la manifestación, y que estaban ahí, descansando en el camión, en el momento en que tú fuiste llevado hasta este vehículo?


-Sí –responde con absoluta seguridad–, y creo que eran bastantes…

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: PARIS MARTÍNEZ.

Meade se reúne con padre de Lawrence Maxwell, detenido el #20NovMx

El secretario de Relaciones Exteriores aseguró que Maxwell está recibiendo “toda la atención y todas las garantías de la justicia mexicana”.

Durante su visita a Chile, José Antonio Meade se reunió en privado con el padre del estudiante chileno Lawrence Maxwell Ilabaca, detenido durante los hechos violentos ocurridos en el Zócalo de la ciudad de México el 20 de noviembre, para informar sobre la situación jurídica y el procedimiento que se lleva a cabo.

Al respecto, en entrevista con los medios, el canciller aseguró que el estudiante chileno recibe la atención y las garantías de la justicia mexicana, con el apoyo “comprometido, puntual y cercano del gobierno chileno”.

Reconoció que para todos los gobiernos, el hecho de que uno de sus connacionales esté sujeto a proceso fuera de su país, es un tema importante.

En este caso, dijo, México está consciente de esa preocupación de Chile y por ello, “en un diálogo permanente con el canciller (de Chile), se han dado todas las posibilidades para que el gobierno chileno y sus instancias consulares estén en comunicación con su connacional”.

El secretario de Relaciones Exteriores explicó que el estudiante está sujeto a proceso frente a un juez que determinará dentro del plazo legal su situación.

Agregó que en todo caso, “hemos acordado mantener un diálogo permanente, constante, transparente y darle todo el apoyo al gobierno chileno, a través de su embajada y de sus estancias consulares, para que acompañe en este proceso”.


El joven se encuentra recluido en un penal de Veracruz acusado de motín, asociación delictuosa y tentativa de homicidio; sus compañeros de la UNAM denunciaron que se trató de una detención arbitraria

FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.