Al momento de la detención de otro de los presuntos implicados en la desaparición y asesinato del dirigente indígena Tomás Rojo Valencia, las autoridades del gobierno de Sonora presumieron impartición de justicia a la tribu yaqui.
En su presunción omiten que Rojo Valencia dedicó su vida adulta a defender la tierra y el agua, y por lo mismo durante la última década se mantuvo firme en la lucha en contra de la construcción y operación ilegal del Acueducto Independencia, con el que se despoja a la tribu de las aguas del Río Yaqui.