Aunque el gobierno federal habla de una nueva estrategia para combatir las adicciones, las declaraciones del presidente y la falta de recursos lo contradicen.
El gobierno federal relanzó su estrategia contra las adicciones anunciando un cambio en la manera de atender a la población y abordando la salud mental.
Por un lado, la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador busca la legalización de la mariguana y la no criminalización de los consumidores, pero por otro, en los spots de campaña y en sus discursos relaciona los problemas de adicciones con “la desatención a los jóvenes, la desintegración de las familias”, y “la pérdida de valores culturales, morales, espirituales”.
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viernes, 8 de noviembre de 2019
martes, 28 de junio de 2016
Se triplican las muertes por heroína y el poder del narco mexicano en EU: DEA
WASHINGTON (apro).- La Administración Federal Antidrogas (DEA) dio a conocer que el número de muertes por sobredosis de heroína se triplicó en Estados Unidos de 2010 a 2014.
Al mismo tiempo, sostuvo, se expandió el control del mercado de los opiáceos por parte de los cárteles del narcotráfico mexicanos, en especial el de Sinaloa.
En su Reporte Anual sobre la Evaluación de la Amenaza de la Heroína (NHTA, por sus siglas en ingles), la DEA indica que en Estados Unidos existe una gran disponibilidad de enormes cantidades de heroína, y cada vez mas consumidores y usuarios sufren las consecuencias de esta terribles adicción.
“El aumento en la demanda y uso de heroína lo provoca el incremento y disponibilidad de la droga en el mercado de Estados Unidos… En 2014, 10 mil 574 estadunidenses murieron a causa de una sobredosis de heroína, más del triple del número de personas que fallecieron en 2010”, destaca el NHTA.
En el informe desclasificado la DEA también establece que en los últimos cinco años subió en 80% la confiscación de heroína.
En 2011 –detalla– las autoridades estadunidenses decomisaron 3 mil 773 kilogramos de heroína,
mientras que en 2015 incautaron 6 mil 722 kilos.
Y resalta que las organizaciones mexicanas “son ahora las más prominentes traficantes al mayoreo de heroína”.
En su evaluación la DEA subraya que el mercado de consumo de heroína de Estados Unidos se divide en dos regiones, Este y Oeste. En la Costa Oeste la heroína de mayor consumo y demanda es la café o negra proveniente de México, mientras que en la Costa Este la más lucrativa es la blanca, que domina el mercado.
La heroína blanca, que es más cara, provenía básicamente de Asia, pero ahora, según la DEA, los cárteles del narcotráfico de México se han ido adueñando de ese mercado.
Desde 2003 la DEA sostiene que ha sido una constante el aumento de la confiscación de heroína mexicana, lo cual refleja su fuerte disponibilidad en el mercado estadunidense.
“En 2014 la heroína mexicana represento 79% del peso total de la heroína analizada”, indica en su evaluación anual.
Destaca, asimismo, que la frontera norte de México es la puerta de entrada a la heroína que más consumen los estadunidenses.
Por los estados del sur de Estados Unidos, las autoridades reportan el tránsito de grandes cantidades.
“Algunas organizaciones del trafico de drogas están trasladando sus operaciones a zonas rurales y urbanas del sur de Estados Unidos, donde creen que pueden ocultar con mayor facilidad sus actividades”, señala el NHTA.
Otro problema que enfrentan las autoridades estadunidenses por el creciente consumo, demanda y tráfico de heroína es que los adictos mezclan los derivados de opiáceos con medicinas controladas (que se venden con receta), con lo que las personas que consumen estas drogas sintéticas corren mayores riesgos de morir por una sobredosis.
El abaratamiento de la heroína ante su mayor demanda y consumo es clasificado en la evaluación que hace la DEA como uno de los factores elementales que hacen de esta droga la mayor amenaza para los estadunidenses adictos.
En ese sentido el reporte apunta que en 1981 el costo promedio de un gramo de heroína era de 3 mil 260 dólares, y en 2012 el precio de un gramo de la misma droga bajo a 622 dólares.
“Desde ese tiempo los precios de la heroína se han mantenido bajos y los niveles de pureza, que han fluctuado, siguen elevándose”, se lee en el reporte.
La DEA reconoce que aun cuando es muy grande la población estadunidense que consume mariguana, metanfetaminas, medicinas controladas y cocaína, el número de consumidores de heroína se incrementa de manera desproporcionada.
De acuerdo con las estadísticas del NHTA, en 2007 alrededor de 161 mil estadunidenses consumían heroína, cifra que se elevó a unos 435 mil en 2014.
Otro indicador importante de la crisis de consumo de heroína y sus consecuencias en Estados Unidos es que en muchos estados, algunos centros médicos se rehúsan a “clasificar” la muerte de una persona por sobredosis de heroína, pese a que las cusas de la fatalidad son irrevocables.
Por esta razón la DEA considera que de manera extraoficial el número de muertes por sobredosis de heroína es mayor al que reflejan las estadísticas oficiales.
FUENTE: PROCESO
AUTOR: J.JESÚS ESQUIVEL
LINK: http://www.proceso.com.mx/445534/se-triplica-numero-muertes-heroina-en-eu-dea
Al mismo tiempo, sostuvo, se expandió el control del mercado de los opiáceos por parte de los cárteles del narcotráfico mexicanos, en especial el de Sinaloa.
En su Reporte Anual sobre la Evaluación de la Amenaza de la Heroína (NHTA, por sus siglas en ingles), la DEA indica que en Estados Unidos existe una gran disponibilidad de enormes cantidades de heroína, y cada vez mas consumidores y usuarios sufren las consecuencias de esta terribles adicción.
“El aumento en la demanda y uso de heroína lo provoca el incremento y disponibilidad de la droga en el mercado de Estados Unidos… En 2014, 10 mil 574 estadunidenses murieron a causa de una sobredosis de heroína, más del triple del número de personas que fallecieron en 2010”, destaca el NHTA.
En el informe desclasificado la DEA también establece que en los últimos cinco años subió en 80% la confiscación de heroína.
En 2011 –detalla– las autoridades estadunidenses decomisaron 3 mil 773 kilogramos de heroína,
mientras que en 2015 incautaron 6 mil 722 kilos.
Y resalta que las organizaciones mexicanas “son ahora las más prominentes traficantes al mayoreo de heroína”.
En su evaluación la DEA subraya que el mercado de consumo de heroína de Estados Unidos se divide en dos regiones, Este y Oeste. En la Costa Oeste la heroína de mayor consumo y demanda es la café o negra proveniente de México, mientras que en la Costa Este la más lucrativa es la blanca, que domina el mercado.
La heroína blanca, que es más cara, provenía básicamente de Asia, pero ahora, según la DEA, los cárteles del narcotráfico de México se han ido adueñando de ese mercado.
Desde 2003 la DEA sostiene que ha sido una constante el aumento de la confiscación de heroína mexicana, lo cual refleja su fuerte disponibilidad en el mercado estadunidense.
“En 2014 la heroína mexicana represento 79% del peso total de la heroína analizada”, indica en su evaluación anual.
Destaca, asimismo, que la frontera norte de México es la puerta de entrada a la heroína que más consumen los estadunidenses.
Por los estados del sur de Estados Unidos, las autoridades reportan el tránsito de grandes cantidades.
“Algunas organizaciones del trafico de drogas están trasladando sus operaciones a zonas rurales y urbanas del sur de Estados Unidos, donde creen que pueden ocultar con mayor facilidad sus actividades”, señala el NHTA.
Otro problema que enfrentan las autoridades estadunidenses por el creciente consumo, demanda y tráfico de heroína es que los adictos mezclan los derivados de opiáceos con medicinas controladas (que se venden con receta), con lo que las personas que consumen estas drogas sintéticas corren mayores riesgos de morir por una sobredosis.
El abaratamiento de la heroína ante su mayor demanda y consumo es clasificado en la evaluación que hace la DEA como uno de los factores elementales que hacen de esta droga la mayor amenaza para los estadunidenses adictos.
En ese sentido el reporte apunta que en 1981 el costo promedio de un gramo de heroína era de 3 mil 260 dólares, y en 2012 el precio de un gramo de la misma droga bajo a 622 dólares.
“Desde ese tiempo los precios de la heroína se han mantenido bajos y los niveles de pureza, que han fluctuado, siguen elevándose”, se lee en el reporte.
La DEA reconoce que aun cuando es muy grande la población estadunidense que consume mariguana, metanfetaminas, medicinas controladas y cocaína, el número de consumidores de heroína se incrementa de manera desproporcionada.
De acuerdo con las estadísticas del NHTA, en 2007 alrededor de 161 mil estadunidenses consumían heroína, cifra que se elevó a unos 435 mil en 2014.
Otro indicador importante de la crisis de consumo de heroína y sus consecuencias en Estados Unidos es que en muchos estados, algunos centros médicos se rehúsan a “clasificar” la muerte de una persona por sobredosis de heroína, pese a que las cusas de la fatalidad son irrevocables.
Por esta razón la DEA considera que de manera extraoficial el número de muertes por sobredosis de heroína es mayor al que reflejan las estadísticas oficiales.
FUENTE: PROCESO
AUTOR: J.JESÚS ESQUIVEL
LINK: http://www.proceso.com.mx/445534/se-triplica-numero-muertes-heroina-en-eu-dea
miércoles, 4 de noviembre de 2015
En México, la desigualdad es evidente hasta en las opciones para superar la drogadicción
Si necesitas tratamiento contra las drogas en México, procura no ser pobre. Porque si es así, puedes enfrentar con tus recursos tu adicción o puedes entrar en un centro de rehabilitación privado no regulado, donde las condiciones sanitarias son atroces y el abuso físico y mental es rampante.
En 2010, la familia de Ricardo Sánchez, de 34 años, le urgió a buscar un tratamiento contra su adicción. El consumo excesivo de alcohol, marihuana y cocaína le habían cobrado una factura muy alta en su vida diaria.
“El trabajo, la familia, sus relaciones, todo se había visto afectado”, dijo a El Daily Post el mecánico y padre divorciado de tres niños. “Estaba viviendo solo un momento y luego otro, incapaz de controlar mis acciones sólo con mi fuerza de voluntad”.
Sin embargo, cuando fue llevado a un centro privado de rehabilitación en el Estado de México, Sánchez encontró que una experiencia aún más aterradora lo esperaba.
En una ocasión fue esposado a su cama durante seis horas por desobedecer las reglas que establecieron en la casa los “padrinos”, o directores del centro, un grupo de adictos en recuperación que aseguraban tener las calificaciones para tratar a los enfermos.
“Al principio yo quería creer en sus métodos porque estaba desesperado por recibir ayuda”, dijo Sánchez. “Esa es la naturaleza de la bestia contra la que estaba peleando. Pero dejé la clínica en peores condiciones mentales y físicas que cuando entré”.
De acuerdo con la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), hay más de 2 mil centros de rehabilitación privados en México cuyas normas y su nivel de respeto por la ley son muy variables. Negar el derecho a las visitas, negar los alimentos, condiciones sanitarias atroces, e incluso abusos sexuales han sido violaciones denunciadas en los peores centros existentes.
“Era como un campo de concentración allí adentro”, dijo Sánchez refiriéndose la clínica. “Los chavos estaban siempre pensando en formas de escapar. Pero si te descubrían, el castigo era brutal”.
Estas clínicas –también conocidas como “anexos”–, se pueden encontrar en todo el país, llenando el vacío dejado por la inexistencia de centros de salud públicos. De acuerdo con Carlos Zamudio, un investigador del Colectivo por una Política Integral hacia las Drogas (CUPIHD), sólo uno de cada cuatro centros de ese tipo está regulado por la ley, y los abusos dentro de ellos son comunes.
“Ha habido intentos por acabar con la negligencia pero estos han provocado que los centros con más opacidad se muden a lugares del país en donde pueden escapar de la vista de las autoridades”, dijo Zamudio en una entrevista. Familiares de los adictos que entienden poco de la enfermedad –o aquellos simplemente desesperados por encontrar un tratamiento efectivo para sus seres queridos– son engañados para que paguen por esos tratamientos, y con frecuencia firman para eliminar su derecho de pedirle cuentas a esas instituciones.
“La ironía es que la mayoría de esos centros fueron fundados y son dirigidos por otros adictos en recuperación y se basan en la idea del apoyo mutuo”, dijo Zamudio. “Pero qué tan bien administrados y transparente son, eso varía enormemente. Los peores son lugares realmente perturbadores”.
De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Adicciones, realizada por el Conadic, el alcohol y el consumo de drogas está en aumento en México, especialmente entre los jóvenes. Aunque todavía es significativamente más baja que los niveles en Estados Unidos, se cree que la tasa de consumo de drogas ilícitas en México se suplicó en los últimos 15 años, tras pasar de 0.8 por ciento de la población en 2002, al 1.5 por ciento en 2011. Los hombres y los habitantes de zonas urbanas registraron un aumento aún mayor, en esos dos segmentos las tasas son de 2.6 y 2.9 por ciento de la población, respectivamente.
De acuerdo con la misma encuesta, aproximadamente 6.2 por ciento de los hombres mexicanos y 2 por ciento de las mujeres sufren dependencia del alcohol, mientras que 0.7 por ciento de la población sufriría de la adicción a las drogas ilícitas.
El problema de drogas del país es particularmente notable a lo largo de la frontera norte, donde el desbordamiento de narcóticos como la heroína destinada al mercado de Estados Unidos ha producido un aumento en la dependencia. Sin embargo, el fenómeno está creciendo en el interior del país, en el gusto de los habitantes de la Ciudad de México, Monterrey y el Estado de México.
De acuerdo con el médico Gerardo González Torres, especialista en adicciones, las razones para que se haya dado el aumento en los niveles de dependencia en el país son varios.
“La migración del campo a la ciudad, la ruptura de la tradicional unión familiar, la desigualdad y la falta de un componente educativo en el tratamiento de problemas de adicción se dan todos en México”, dijo. “Y los jóvenes son los más vulnerables a estos factores. Ellos son los que corren mayor riesgo de meterse en problemas graves”.
Mientras la conciencia de este problema crece, México posee un número creciente de centros de rehabilitación de lujo. Ofrecen de todo, desde equipos de alta tecnología para el acondicionamiento físico o para terapias, como Monte Fénix y Oceánica –este último inaugurado en 1993 por el ex presidente estadounidense Gerald Ford en el visitado balneario de Mazatlán, en la costa del Pacífico–. Son los centros que eligen para sus tratamientos los ricos del país.
Sin embargo, cuando se trata de centros de rehabilitación con financiamiento público, las opciones son escasas. Alrededor de 300 clínicas patrocinadas por el gobierno, conocidas como “Centros Nueva vida”, proporcionan actualmente tratamiento a través de la Secretaría de Salud. Parte de una iniciativa que comenzó en 2007, los centros fueron financiados en parte por los 200 millones de dólares incautados en la mansión del empresario chino-mexicano Zhenli Ye Gon en ese año, en conexión con una operación de tráfico de metanfetaminas
Los Centros Nueva Vida se enfocan en el tratamiento preventivo y asistencial y son gratuitos para el público. Conadic también envía cada vez más personal especialmente entrenado a escuelas, prisiones y comunidades vulnerables para educar a los ciudadanos, especialmente gente joven, en peligro de caer en abuso.
“Este es un gran paso adelante en la lucha contra el ciclo de la adicción en México”, dijo Raúl Martín del Campo, director de la oficina de Atención y Tratamiento de Conadic. “Estamos tratando de mirar a los factores asociados con el abuso de sustancias y de llegar a los más frecuentemente afectados. La escala del programa en curso de tratamiento público no tiene precedente en México.
“¿Podría hacerse más? Absolutamente. Pero este es un nuevo enfoque por parte del Estado mexicano que se espera se expanda en futuras administraciones para seguir transformando vidas”.
Jorge Hernández Tinajero, experto en política de drogas en México, cree que las autoridades apenas han comenzado a reconocer la importancia de una política integral para hacer frente a las adicciones.
“Lo más preocupante es que el problema es todavía profundamente incomprendido”, dijo Hernández. “Todavía hay un gran estigma asociado con el abuso de drogas y con las adicciones, en términos más generales, y el resultado ha sido la falta de una política pública efectiva.”
Para los que son como Ricardo Sánchez, cuyos bajos ingresos e ingenuidad por parte de su familia lo llevó en las garras de los dueños de las clínicas privadas sin escrúpulos, el problema de la adicción es uno que sin duda merece más atención por parte de las autoridades.
“Desde mi propia experiencia, espero que se haga algo para tratar el tema,” dijo Sánchez, quien ha estado limpio y sobrio durante dos años. “Nadie está pidiendo un pase libre; el adicto tiene que poner el esfuerzo también, pero algo se tiene que hacer para crear conciencia y evitar que los oportunistas abusen de la situación. Este es un tema que afecta a todos los mexicanos en el largo plazo”.
Texto original
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO/DAILY POST.
AUTOR: PAUL IMISON.
En 2010, la familia de Ricardo Sánchez, de 34 años, le urgió a buscar un tratamiento contra su adicción. El consumo excesivo de alcohol, marihuana y cocaína le habían cobrado una factura muy alta en su vida diaria.
“El trabajo, la familia, sus relaciones, todo se había visto afectado”, dijo a El Daily Post el mecánico y padre divorciado de tres niños. “Estaba viviendo solo un momento y luego otro, incapaz de controlar mis acciones sólo con mi fuerza de voluntad”.
Sin embargo, cuando fue llevado a un centro privado de rehabilitación en el Estado de México, Sánchez encontró que una experiencia aún más aterradora lo esperaba.
En una ocasión fue esposado a su cama durante seis horas por desobedecer las reglas que establecieron en la casa los “padrinos”, o directores del centro, un grupo de adictos en recuperación que aseguraban tener las calificaciones para tratar a los enfermos.
“Al principio yo quería creer en sus métodos porque estaba desesperado por recibir ayuda”, dijo Sánchez. “Esa es la naturaleza de la bestia contra la que estaba peleando. Pero dejé la clínica en peores condiciones mentales y físicas que cuando entré”.
De acuerdo con la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), hay más de 2 mil centros de rehabilitación privados en México cuyas normas y su nivel de respeto por la ley son muy variables. Negar el derecho a las visitas, negar los alimentos, condiciones sanitarias atroces, e incluso abusos sexuales han sido violaciones denunciadas en los peores centros existentes.
“Era como un campo de concentración allí adentro”, dijo Sánchez refiriéndose la clínica. “Los chavos estaban siempre pensando en formas de escapar. Pero si te descubrían, el castigo era brutal”.
Estas clínicas –también conocidas como “anexos”–, se pueden encontrar en todo el país, llenando el vacío dejado por la inexistencia de centros de salud públicos. De acuerdo con Carlos Zamudio, un investigador del Colectivo por una Política Integral hacia las Drogas (CUPIHD), sólo uno de cada cuatro centros de ese tipo está regulado por la ley, y los abusos dentro de ellos son comunes.
“Ha habido intentos por acabar con la negligencia pero estos han provocado que los centros con más opacidad se muden a lugares del país en donde pueden escapar de la vista de las autoridades”, dijo Zamudio en una entrevista. Familiares de los adictos que entienden poco de la enfermedad –o aquellos simplemente desesperados por encontrar un tratamiento efectivo para sus seres queridos– son engañados para que paguen por esos tratamientos, y con frecuencia firman para eliminar su derecho de pedirle cuentas a esas instituciones.
“La ironía es que la mayoría de esos centros fueron fundados y son dirigidos por otros adictos en recuperación y se basan en la idea del apoyo mutuo”, dijo Zamudio. “Pero qué tan bien administrados y transparente son, eso varía enormemente. Los peores son lugares realmente perturbadores”.
De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Adicciones, realizada por el Conadic, el alcohol y el consumo de drogas está en aumento en México, especialmente entre los jóvenes. Aunque todavía es significativamente más baja que los niveles en Estados Unidos, se cree que la tasa de consumo de drogas ilícitas en México se suplicó en los últimos 15 años, tras pasar de 0.8 por ciento de la población en 2002, al 1.5 por ciento en 2011. Los hombres y los habitantes de zonas urbanas registraron un aumento aún mayor, en esos dos segmentos las tasas son de 2.6 y 2.9 por ciento de la población, respectivamente.
De acuerdo con la misma encuesta, aproximadamente 6.2 por ciento de los hombres mexicanos y 2 por ciento de las mujeres sufren dependencia del alcohol, mientras que 0.7 por ciento de la población sufriría de la adicción a las drogas ilícitas.
El problema de drogas del país es particularmente notable a lo largo de la frontera norte, donde el desbordamiento de narcóticos como la heroína destinada al mercado de Estados Unidos ha producido un aumento en la dependencia. Sin embargo, el fenómeno está creciendo en el interior del país, en el gusto de los habitantes de la Ciudad de México, Monterrey y el Estado de México.
De acuerdo con el médico Gerardo González Torres, especialista en adicciones, las razones para que se haya dado el aumento en los niveles de dependencia en el país son varios.
“La migración del campo a la ciudad, la ruptura de la tradicional unión familiar, la desigualdad y la falta de un componente educativo en el tratamiento de problemas de adicción se dan todos en México”, dijo. “Y los jóvenes son los más vulnerables a estos factores. Ellos son los que corren mayor riesgo de meterse en problemas graves”.
Mientras la conciencia de este problema crece, México posee un número creciente de centros de rehabilitación de lujo. Ofrecen de todo, desde equipos de alta tecnología para el acondicionamiento físico o para terapias, como Monte Fénix y Oceánica –este último inaugurado en 1993 por el ex presidente estadounidense Gerald Ford en el visitado balneario de Mazatlán, en la costa del Pacífico–. Son los centros que eligen para sus tratamientos los ricos del país.
Sin embargo, cuando se trata de centros de rehabilitación con financiamiento público, las opciones son escasas. Alrededor de 300 clínicas patrocinadas por el gobierno, conocidas como “Centros Nueva vida”, proporcionan actualmente tratamiento a través de la Secretaría de Salud. Parte de una iniciativa que comenzó en 2007, los centros fueron financiados en parte por los 200 millones de dólares incautados en la mansión del empresario chino-mexicano Zhenli Ye Gon en ese año, en conexión con una operación de tráfico de metanfetaminas
Los Centros Nueva Vida se enfocan en el tratamiento preventivo y asistencial y son gratuitos para el público. Conadic también envía cada vez más personal especialmente entrenado a escuelas, prisiones y comunidades vulnerables para educar a los ciudadanos, especialmente gente joven, en peligro de caer en abuso.
“Este es un gran paso adelante en la lucha contra el ciclo de la adicción en México”, dijo Raúl Martín del Campo, director de la oficina de Atención y Tratamiento de Conadic. “Estamos tratando de mirar a los factores asociados con el abuso de sustancias y de llegar a los más frecuentemente afectados. La escala del programa en curso de tratamiento público no tiene precedente en México.
“¿Podría hacerse más? Absolutamente. Pero este es un nuevo enfoque por parte del Estado mexicano que se espera se expanda en futuras administraciones para seguir transformando vidas”.
Jorge Hernández Tinajero, experto en política de drogas en México, cree que las autoridades apenas han comenzado a reconocer la importancia de una política integral para hacer frente a las adicciones.
“Lo más preocupante es que el problema es todavía profundamente incomprendido”, dijo Hernández. “Todavía hay un gran estigma asociado con el abuso de drogas y con las adicciones, en términos más generales, y el resultado ha sido la falta de una política pública efectiva.”
Para los que son como Ricardo Sánchez, cuyos bajos ingresos e ingenuidad por parte de su familia lo llevó en las garras de los dueños de las clínicas privadas sin escrúpulos, el problema de la adicción es uno que sin duda merece más atención por parte de las autoridades.
“Desde mi propia experiencia, espero que se haga algo para tratar el tema,” dijo Sánchez, quien ha estado limpio y sobrio durante dos años. “Nadie está pidiendo un pase libre; el adicto tiene que poner el esfuerzo también, pero algo se tiene que hacer para crear conciencia y evitar que los oportunistas abusen de la situación. Este es un tema que afecta a todos los mexicanos en el largo plazo”.
Texto original
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO/DAILY POST.
AUTOR: PAUL IMISON.
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