Imágenes del tema: kelvinjay. Con la tecnología de Blogger.

Nacional

Estados

Politica

Violencia

Policías agreden a normalistas de Mactumactzá que exigen la liberación de 19 compañeros

Los estudiantes compartieron videos en los que se observa a los oficiales arrojando gas en su contra.

Autoridades de Chiapas agredieron y rodearon a un grupo de estudiantes de la Escuela Normal Rural Mactumactzá, que exigen la liberación de 19 de sus compañeros vinculados a proceso por la toma de una caseta.

En su cuenta de Facebook, los estudiantes denunciaron la agresión por parte de la policía y compartieron videos en los que se observa a los oficiales arrojando gas en su contra.

Con gases lacrimógenos desalojan a estudiantes de la Normal Rural Mactumatzá, en Chiapas

Los estudiantes de la Escuela Normal Rural Mactumatzá iniciaron esta mañana una jornada de bloqueos en tres puntos de la ciudad pero fue en el Crucero de "la Coca" donde los policías estatales tuvieron que hacer uso de la fuerza pública con gases lacrimógenos para desalojar a los estudiantes.

Con gases lacrimógenos, policías estatales antimotines desalojaron esta mañana  a estudiantes normalistas que bloqueaban vialidades en la capital del estado.

Los estudiantes de la Escuela Normal Rural Mactumatzá iniciaron esta mañana una jornada de bloqueos en tres puntos de la ciudad, uno de ellos en la salida poniente de la capital del estado, conocido como el tramo de La Pochota.

Urgen que la CNDH atienda agresiones a normalistas en Aguascalientes

Ante las agresiones a estudiantes normalistas de Aguascalientes, Michoacán y otros estados, la Comisión Ejecutiva de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA MN) urgió la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para que se investiguen los hechos y sean sancionados los responsables y el gobierno de Martín Orozco.

La CNPA MN, que encabeza Francisco Jiménez Pablo y Alberto Galindo, condenó enérgicamente las agresiones a normalistas y exigieron la atención médica inmediata a los heridos como resultado de la represión.

Policía de Aguascalientes agrede a normalistas de Michoacán; se reportan varios detenidos

Según el reporte de medios locales, una patrulla del estado le impidió el paso al autobús en el que se trasladaban los normalistas. Posteriormente, policías dispararon contra la unidad, comenzaron a bajarlos a los estudiantes y persiguió a quienes intentaron escapar. Hasta el momento se reportan más de 20 detenidos y un varios desaparecidos.

Video muestra como normalistas de Michoacán fueron atacados por policías de Aguascalientes cuando ya salían de la ciudad

Porros atacan con palos y petardos a estudiantes dentro de la Línea B del Metro de la CDMX

Varios jóvenes heridos dejó un enfrentamiento entre estudiantes y porros, al parecer del CECyT 10, dentro de las instalaciones del Metro Deportivo Oceanía, la tarde de este viernes.

Cerca de las 16:00 horas, jóvenes que ingresaban a la estación de la línea B fueron agredidos por un número grupo de porros que ya los esperaban dentro de la estación, lo que ocasionó caos entre los usuarios y dejó al menos tres heridos.

Detienen a estudiantes del IPN ante protesta contra gasolinazos

Cerca de las 11:30 horas, un grupo de 50 jóvenes se encontraba realizando la toma de una gasolinera ubicada en Av. Ignacio Zaragoza, a la altura del metro Zaragoza, donde hasta el momento se registran seis detenidos.

De acuerdo con los manifestantes, al lugar llegaron elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, los cuales intimidaron a los jóvenes que se manifestaban contra el alza a los combustibles, en exigencia por la presentación con vida de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y por la liberación de los presos políticos.

Hasta el momento se reportan seis estudiantes detenidos, pertenecientes al Instituto Politécnico Nacional (IPN), los cuales serán traslados a la agencia 50 de la CDMX.





Fuente: Somos el Medio
Autor: Ricardo Ortiz
http://somoselmedio.org/article/detienen-estudiantes-del-ipn-ante-protesta-contra-gasolinazos

Estudiantes de Michoacán exigen un alto al hostigamiento y a la criminalización

Tienen al menos dos ejemplos claros que pueden citar, y lo hacen, para graficar de lo que están hablando:
– el 12 de abril, estudiantes de la Normal Rural Vasco de Quiroga, de Tiripetío fueron duramente reprimidos durante el mediodía de ese martes, cuando bloqueaban las vías del tren que pasan por los fondos de la Escuela.

“Hubo disparos de arma de fuego, aunque por suerte ningún compañero resultó herido de bala, pero sí hubo muchos disparos, gases lacrimógenos en abundancia, petardos, también balas de goma y aparatos que dan descargas eléctricas. Fue demasiada fuerza la que traían” explicaron los estudiantes.

Se movilizaron en reclamo de las becas que el gobierno del estado de Michoacán adeuda a los estudiantes de esa normal desde Setiembre de 2015. Los adeudos corresponden a la beca alimenticia y a la de Apoyo a la Práctica Intensiva y al Servicio Social para estudiantes de los últimos dos semestres de la carrera (BAPISS).

– el 27 de abril, 52 personas fueron detenidas, a 4, estudiantes normalistas del estado, fueron retenidas hasta la tarde se les prohibió volver a participar de “manifestaciones violentas”; decenas de estudiantes fueron golpeados, 3 de ellos de gravedad, 1 permanece internado con una lesión en el cerebro producto del cachazo de un fusil AR15, que según reportaron sus compañeros, le generará secuelas de por vida, una pérdida gradual de la memoria, así como ataques epilépticos.

Ese día, los Normalistas junto a maestros y profesores del Estado, se manifestaron en contra de la presencia del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, que fue a Morelia a participar del Encuentro de Educación de Calidad con Calidad, donde además estaría presente el gobernador del estado de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo.

“Además de expresar nuestro rechazo a la Reforma Educativa y al Plan para las Normales, nos manifestamos en contra del compromiso que ahí estaba sellándose.” Explican lo estudiantes que la “Educación con Calidad” incluye al programa Escuelas al CIEN, que significa Certificado de Infraestructura Educativa Nacional y que engloba tanto a las escuelas normales, como a las primarias, secundarias y universidades de toda la república, ya que es promovido por la Federación.

“El programa, como lo plantea la Federación pretende ‘refortalecer las instituciones’, y está previsto que a las 8 Normales de Michoacán les aporten 2, 4 y 6 millones de pesos para invertir en infraestructura. Pero condicionado al préstamo, que es dinero que tampoco existe, ya que es deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional, se pide que en cada institución se formen Consejos de Participación Social, con los que meten a figuras ajenas a la institución en la gestión de la vida de las Escuelas”, explicaron.

“En repetidas ocasiones hemos señalado que el derecho a la protesta social está reconocido en diversos instrumentos nacionales como internacionales que protegen estos derechos humanos, aunque la realidad nos muestra en cambio, la criminalización de las personas que pacíficamente expresan sus disensos frente a las actuaciones del Estado” explican los estudiantes. En ese proceso, señalan a un Poder Judicial cómplice del accionar represivo del gobierno estatal, que ha sistemáticamente reprimido cada acción que los estudiantes emprenden.

“Hacemos responsable al gobierno estatal de Silvano Aureoles Conejo, y al gobierno Federal de Enrique Peña Nieto de lo que pueda suceder con la integridad física y psicológica de los compañeros normalistas agraviados, así como de represalias y agresiones que puedan ocurrir en los días siguientes.”

Dada la seguidilla mencionada más arriba, la ONOEM en conjunto con el Centro de Actualización del Magisterio Michoacán (CAMM) ofrecieron una conferencia de prensa, porque “reprobamos y denunciamos los actos violentos y brutales que el gobierno ha asestado contra el sector estudiantil, ensañándose de forma evidente con los estudiantes de las diversas normales públicas de Michoacán. Si nos resistimos y nos manifestamos en contra de los programas que quieren imponernos es porque lo que buscan es reforzar el control ideológico, político y educativo de nuestro pueblo, promoviendo una educación en que los alumnos sean obedientes, sin iniciativa propia, pragmáticos e individualistas, perdiendo la solidaridad y el carácter científico de la educación.



Fuente: Desinformémonos
Autora: Eliana Gilet
http://desinformemonos.org.mx/estudiantes-de-michoacan-exigen-un-alto-al-hostigamiento-y-a-la-criminalizacion/

Confundidos, aterrorizados y sin ayuda: los detalles que agrega el nuevo informe del caso Ayotzinapa

Los policías municipales rodearon el autobús, lanzaron gas lacrimógeno, pincharon las llantas y obligaron a los estudiantes a que se bajaran.

Uno de los oficiales dijo: “Los vamos a matar a todos”, según el testimonio del conductor del autobús. Otro policía se dirigió a él y le dijo: “A ti también”.

Mientras tanto, un oficial de inteligencia militar lo veía todo. Y cerca de donde sucedía había agentes de la policía estatal y la federal. A los estudiantes los subieron a vehículos de la policía y desde entonces no se ha sabido nada de ellos.

Se trataba de varios de los 43 estudiantes desaparecidos en el caos de una noche violenta de septiembre de 2014 en Iguala, un caso cuyo contexto —no se conoce aún el motivo de la desaparición— es cada vez más cuestionado. Sobre todo después de que una comisión de expertos extranjeros lo haya examinado durante más de un año.

Pese a los obstáculos que el gobierno ha puesto al caso desde hace meses, los dos informes del grupo de expertos extranjeros —el segundo fue publicado el domingo— son el relato más detallado de los hechos de aquella noche, que dejaron seis muertos además de los 43 desaparecidos, y decenas de heridos.

El informe describe una noche de confusión y terror para los estudiantes y los habitantes de la ciudad, y una recolección de personas, con una metodología casi clínica, llevada a cabo por las fuerzas de seguridad que operaban en la ciudad de Iguala, estado de Guerrero, uno de los más pobres y violentos de México.

El gobierno ha detenido a 123 personas entre las que hay 73 policías municipales. Los acusa de vínculos con el crimen organizado por lo sucedido aquella noche; de trabajar para la organización Guerreros Unidos, pero no han sido capaces de dar con el motivo de su comportamiento.

Los jóvenes desaparecidos eran estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, una escuela de maestros con una larga trayectoria de activismo situada en Ayotzinapa.

Estaban entre el centenar de estudiantes que habían ido a Iguala la noche del 26 de septiembre de 2014 para secuestrar varios autobuses. Solían hacerlo cada vez que necesitaban trasladarse a un evento y los devolvían una vez finalizada la actividad. Tanto las empresas como las autoridades toleraban esa práctica.

El plan para la salida de esa noche era asegurar los autobuses e ir a la capital del país para participar en una marcha de recuerdo de una masacre estudiantil en 1968.

Se desplazaban en dos autobuses que habían requisado antes. Se estacionaron en una de las calles de entrada a la ciudad y esperaron para interceptar más vehículos.

Uno de los estudiantes dijo, según el primero de los informes del grupo de expertos, que “estábamos todos contentos, relajados y jugando con los choferes”. Ese informe fue elaborado a partir de entrevistas con los supervivientes, fuerzas de seguridad e informes de un centro de mando público con la participación de varias instituciones.

Pero las fuerzas de seguridad de la zona estaban al tanto de los planes de los estudiantes. La policía federal situó varias patrullas cerca de los estudiantes, y el centro de mando local que hacía la conexión entre las policías federal, estatal y municipal así como con el ejército, mantenía a los estudiantes vigilados.

A las 20:15, los estudiantes detuvieron y abordaron el primer autobús, que estaba frente a un restaurante. El conductor ya sabía qué hacer en caso de que los estudiantes reclamaran el autobús. Debía quedarse en el vehículo para garantizar que se devolvía.

El chofer dijo que necesitaba hacer una parada en la terminal de autobuses de Iguala antes de conducir rumbo a Ayotzinapa. Pero una vez en el lugar, sorprendió a los estudiantes y los dejó encerrados en el vehículo.

Sobre las 21:15, los estudiantes que se desplazaban en otros dos autobuses llegaron a la terminal y liberaron a sus compañeros. El grupo requisó tres autobuses más y dejó atrás uno que no tenía conductor. Los cinco autobuses se fueron rumbo a Ayotzinapa, tres de ellos por la salida norte de la ciudad, dos por la salida sur.

Y comenzó el tiroteo.

Varios vehículos policiales seguían a los tres autobuses que iban por la salida norte y disparaban al aire. La amenaza no sirvió para que los estudiantes se detuvieran. Llegados a un punto, una de las camionetas de la policía obligó a detenerse a los autobuses.

Varios de los estudiantes bajaron del autobús y comenzaron a a tirar piedras contra los policías que les bloqueaban el paso. El vehículo se fue. En otro lugar, uno de los estudiantes trató de desarmar a un policía por la espalda. Varios policías acudieron para ayudar a su compañero y el estudiante logró huir. Mientras huía, una bala perdida le hirió de levedad por la espalda.

El convoy emprendió rumbo norte de nuevo. Mientras atravesaba la ciudad, los policías disparaban. Los estudiantes se resguardaron en el suelo de los vehículos y le ordenaron a los conductores que siguieran.

Al llegar a una ronda de circunvalación, el camino estaba bloqueado por policías. Varios estudiantes se bajaron del autobús y trataron de mover el coche de policía que les cerraba el paso pero había policías apostados en la carretera que dispararon contra ellos. Para protegerse, los estudiantes se escondieron tras los autobuses. Le pidieron a la policía que dejara de disparar. Eran solo estudiantes. Uno de los autobuses tenía hasta 30 impactos de bala.

Las balas quebraron las ventanas. Aldo Gutiérrez, uno de los estudiantes, recibió un impacto de bala en la cabeza. La primera llamada al número de emergencias se recibió a las 21:48. Los estudiantes que trataron de socorrer a Aldo también recibieron disparos.

Otro estudiante recibió una bala que le arrancó varios dedos. Buscó refugio tras un camión. Dos policías llegaron hasta donde se escondía y lo golpearon. Un tercer estudiante recibió un impacto de bala en el brazo. Una ambulancia logró rescatar a tres heridos y llevarlos al hospital junto a un cuarto estudiante con un ataque de asma.

El informe del grupo formado por cinco abogados y expertos en derechos humanos dice que “sintieron la confusión, el terror y la ausencia de ayuda”.

En algún momento, la policía hizo que un grupo de estudiantes que se protegía dentro del tercer autobús se bajara del vehículo y se tumbaran en el suelo. A las 22:50 los subieron a seis o siete patrullas y se los llevaron. Están entre los 43 desaparecidos.

Mientras tanto, los dos autobuses que habían tomado la ruta del sur de la ciudad también se habían encontrado con problemas. A las 21:40, mientras se interceptaba a los tres autobuses en el norte, la policía detuvo uno de los dos vehículos, rompió las ventanas y arrojó gas lacrimógeno al interior para obligarlos a que se bajaran frente al edificio de tribunales de Iguala.

Los estudiantes llamaron por teléfono desesperadamente. Familiares y amigos oyeron que la policía los atacaba. Oían disparos como sonido de fondo de las conversaciones.

Bajaron a los pasajeros de los autobuses y se los llevaron. Son el resto de los 43 desaparecidos.

En otro punto de Iguala, la policía había detenido otro de los autobuses que había huido hacia el sur. Los estudiantes, que sabían de los ataques por llamadas telefónicas, huyeron.

Para tener una dimensión exacta del caos de aquella noche en Iguala es importante saber que otros autobuses y vehículos que no tenían nada que ver con los estudiantes también fueron atacados.

Los Avispones, un equipo de fútbol de una secundaria de la ciudad de Chilpancingo, había jugado un partido en Iguala contra un equipo local. A las 23:15, los jugadores regresaban a casa en su autobús. Iban tranquilos, viendo una película. Para salir de Iguala tenían que atravesar un control de la policía hacia donde les dirigieron por el enfrentamiento entre la policía y los estudiantes.

A unos cinco kilómetros de Iguala, la policía abrió fuego contra ellos. Mataron al conductor y a uno de los jugadores. Hirieron a siete personas más. Una mujer de 40 años que pasaba por allí en un taxi también murió.

Los testigos dicen que entre quienes dispararon había oficiales de la policía y los análisis de balística demuestran que las armas utilizadas pertenecían a la policía municipal de Iguala.

El informe dice que “la hipótesis más probable es que el autobús fue confundido con uno de los que transportaba a los estudiantes de magisterio”.

Algunos de los jugadores, uno de ellos herido en un ojo y que sangraba en abundancia, consiguió llegar a un batallón militar cercano. No le ayudaron. “Nos dijeron que no podían hacer nada porque no tenían competencia sobre la zona”.

En el resto de calles de entrada a Iguala desde Ayotzinapa grupos de hombres armados establecieron dos controles. La policía municipal de Huitzuco puso otro. En uno de ellos, dos civiles resultaron heridos de bala.

El grupo de expertos concluyó que “la acción conjunta muestra unmodus operandi coordinado para detener la salida de los autobuses”.

Mientras tanto, en la entrada norte de la ciudad, los supervivientes del tiroteo contra los tres autobuses comenzaron a salir de los lugares en los que se habían escondido y a reagruparse en lugar hacia las 23:00. La policía ya se había ido y querían recopilar las pruebas del ataque mientras seguían intentando comunicarse con sus compañeros.

Algunos periodistas y maestros llegaron al sitio y se montó una conferencia de prensa improvisada en medio de la calle.

Alrededor de las 00:30, dos vehículos —uno blanco y otro negro— llegaron al lugar y comenzaron a tomar fotos de los reunidos. Algunos de sus ocupantes llevaban chalecos antibalas y estaban encapuchados. Hay testigos que dijeron haber visto un coche de policía en el lugar.

Quince minutos más tarde, los vehículos regresaron y tres hombres se bajaron de ellos para abrir fuego contra la conferencia de prensa. Murieron dos hombres y hubo heridos, entre los que había maestros y estudiantes.

Los supervivientes se escondieron en viviendas cercanas. Un maestro y varios estudiantes fueron a buscar ayuda para los heridos a un hospital cercano. No había ningún médico. Pese a que pedían que enviaran ambulancias al lugar y a que el ejército llegó hasta donde estaban, dentro del hospital, la ayuda tardó más de una hora en hacerse efectiva.

A las tres de la mañana, los cuerpos de los dos muertos todavía estaban en la calle, sin cubrir, bajo la lluvia.

Al amanecer, la situación ya se había calmado y los estudiantes que se habían escondido por toda la ciudad comenzaron a recibir llamadas que les decían que era seguro salir. A lo largo de la mañana, se reunieron en la fiscalía donde dieron testimonio ante un funcionario.

Esa misma mañana apareció el cadáver de Julio César Mondragón, que había estado en la rueda de prensa improvisada en la calle. Había huido cuando comenzó el tiroteo y se había separado del grupo.

Lo habían desollado. Tenía el cráneo roto y múltiples hemorragias internas. El estado de su cadáver muestra, según el informe del grupo de expertos, “el nivel de las atrocidades cometidas aquella noche”.



Fuente: New York Times en Español
Autor: Kirk Semple, con información de Paulina Villegas
http://www.nytimes.com/es/2016/04/25/confundidos-aterrorizados-y-sin-ayuda-los-detalles-que-agrega-el-nuevo-informe-del-caso-ayotzinapa/