Este 30 de noviembre, Agustín Carstens deja la dirección del Banco de México para empezar una nueva andadura como gerente general del Banco de Pagos Internacionales. Se va en la última y una de las más difíciles etapas del sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto, cuando la deuda pública ha crecido a niveles nunca vistos: 44.5 por ciento del PIB y cuando la inflación se ha elevado a su nivel más alto en 16 años. Sobre el tema de la transparencia, Carstens, siendo un servidor público, debe presentar su declaración patrimonial, al igual que los demás miembros de Banxico, sin embargo, no la hace pública. De acuerdo con datos del Banco de México, en 2011, Agustín Carstens recibía un sueldo bruto anual de 3 millones 895 mil 662 pesos, que disminuía a 2 millones 770 mil 984 pesos (sueldo neto) tras una retención de 1 millón 124 mil 678 pesos por concepto de impuesto sobre la renta. Tras casi ocho años en el que afianzó su prestigio y logró el respeto de políticos, empresarios y opinión pública, Carsten deja un vacío difícil de llenar en una institución clave para la estabilidad macroeconómica del país, de acuerdo con analistas.
Agustín Guillermo Carstens Carstens, a quien muchos consideran un tecnócrata brillante, dejará oficialmente el Banco de México (Banxico) este jueves. Se va en la última y una de las más difíciles etapas del sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto, cuando la deuda pública ha crecido a niveles nunca vistos: 44.5 por ciento del PIB y cuando la inflación ha resentido la disparidad en el tipo de cambio.
Tras casi ocho años en el que afianzó su prestigio y logró el respeto de políticos, empresarios y opinión pública, Carsten deja un vacío difícil de llenar en una institución clave para la estabilidad macroeconómica del país, de acuerdo con analistas.
Agustín Guillermo Carstens Carstens, a quien muchos consideran un tecnócrata brillante, dejará oficialmente el Banco de México (Banxico) este jueves. Se va en la última y una de las más difíciles etapas del sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto, cuando la deuda pública ha crecido a niveles nunca vistos: 44.5 por ciento del PIB y cuando la inflación ha resentido la disparidad en el tipo de cambio.
Tras casi ocho años en el que afianzó su prestigio y logró el respeto de políticos, empresarios y opinión pública, Carsten deja un vacío difícil de llenar en una institución clave para la estabilidad macroeconómica del país, de acuerdo con analistas.