El 6 de marzo de 2016, la comunidad indígena de Amilcingo, cansada de los partidos políticos y los caciques que más de diez años los usaron al pueblo para conservar el poder, decidió en asamblea general comunitaria, regresar al sistema de elección y gobierno por usos y costumbres.
En el sistema de usos y costumbres no hay campañas políticas, la comunidad es quien discute y analiza quien puede ser su próxima autoridad porque haya demostrado honestidad, trabajo y vocación de servicio al pueblo.
El municipio de Temoac, Morelos pretendió hacer caso omiso de la decisión de la Asamblea general comunitaria y, aunque es un derecho reconocido en el Artículo 2 Constitucional “elegir de acuerdo a sus normas, procedimientos y prácticas tradicionales a las autoridades para el ejercicio de sus formas de gobierno”.