Un informe interno de la Fiscalía General del estado (FGE) revela que la masacre registrada hace dos días en el penal de Acapulco, dejó un saldo de 34 muertos, seis de ellos decapitados y 32 heridos.
Incluso, no sólo se utilizó un arma .38 súper, sino también fusiles AR-15 y AK-47 porque en la escena del crimen masivo se embalaron casquillos calibre .223 y 7.62, indica el reporte consultado por Proceso.
El informe de la FGE contradice la postura del gobernador Héctor Astudillo Flores, quien públicamente informó que la cifra oficial de la matanza fue de 28 muertos y tres heridos, así como el uso de un arma calibre .38 súper.