El CNIH, inicialmente elogiado por su labor en la identificación genética de desaparecidos, ahora enfrenta una realidad desoladora: con solo dos personas trabajando hacia finales de enero, el centro parece abandonado.
El Centro Nacional de Identificación Humana (CNIH), anunciado por el gobierno mexicano como “novedoso” para abordar la crisis forense y la búsqueda de miles de desaparecidos en México, está siendo desmantelado, poniendo en peligro la identificación de al menos 52 mil cuerpos sin nombre en fosas comunes, servicios forenses y centros de resguardo.
Un reporte de La Jornada advierte que los trabajos científicos del CNIH, destinados a identificar restos humanos, se han visto paralizados debido a la rescisión de contratos de personal y la falta de recursos materiales y equipo tecnológico adecuado, aunado a que este declive comenzó con la administración de la Secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, en junio de 2023.