Roberto Campa Cifrián, el funcionario de Gobernación encargado de la protección a periodistas y defensores de los derechos humanos, reconoce que la impunidad alienta los asesinatos de los comunicadores. Aún más, desgrana la serie de fallas de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión: “No hay ministerios públicos, peritos y policías especializados (…) No se hacen investigaciones de contexto, los ministerios públicos en cuanto pueden escurren el bulto para tratar de que las investigaciones se orienten por otro lado”. Pero también trata de defenderse y asevera que la situación era peor en el sexenio de Calderón.
Enrique Peña Nieto, el jefe de Estado, suplicó: “Les pido una cosa: ayúdenme a honrar mi palabra”.