El viernes pasado, cerca de las dos de la tarde, Alberto Castañón Flores salió de una reunión de trabajo de las oficinas de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), en la colonia Burócratas de Chilpancingo, quedó de pasar por su esposa Rosalina Plascencia Vázquez en el barrio de San Francisco, pero nunca llegó.
A cuatro días de su desaparición familiares y amigos salieron a marchar por las calles de la ciudad para exigir la localización con vida del también exportero del equipo de tercera división profesional Los Avispones de Chilpancingo.