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Dan 4 años de atención terapéutica al quinto asesino del niño Christopher

CHIHUAHUA, Chih: A casi un año del homicidio del niño de seis años Christopher Raymundo Márquez Mora, la jueza especializada en Adolescentes Infractores Perla Guadalupe Ruiz González, condenó al adolescente que faltaba de sentencia a cuatro años de atención terapéutica, siquiátrica y sicológica.

Jorge Eduardo, quien tenía 15 años cuando colaboró en el homicidio de su primo, fue declarado inimputable en noviembre pasado debido a que presenta un retraso mental moderado y una edad mental de entre 5 y 8 años.

El abogado de la familia de Christopher, Víctor Alonso Tadeo Solano, anunció que apelará la sentencia como lo hicieron con los otros cuatro adolescentes, ante una Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia en el estado y ante la autoridad judicial federal porque considera que la pena es muy baja respecto del impacto del delito que cometió. Además, recordó, en Chihuahua no hay hospital psiquiátrico para el adolescente, sólo para adultos.

De acuerdo con las autoridades, el plan de ejecución de la sentencia, lo abordarán una vez que ésta cause ejecutoria, es decir, que se agoten todos los recursos legales de impugnación.

Christopher fue asesinado el 14 de mayo del año pasado en el fraccionamiento Laderas de San Guillermo II etapa, luego de que tres primos y dos amigos de entre 12 y 15 años lo invitaron a “jugar” al secuestro. Se extralimitaron, lo amordazaron, maniataron, acuchillaron y lapidaron para luego enterrarlo en un hoyo de un arroyo contiguo al fraccionamiento, lo cubrieron con hierba seca y un perro muerto.

Los otros adolescentes ya fueron sentenciados y la defensa apeló en un juicio de casación, pero el magistrado especializado en adolescentes infractores, Rogelio Holguín Guzmán, ratificó el fallo, por lo que Tadeo Solano promovió un amparo contra dicha sentencia.


Jesús David, de 15 años, fue sentenciado a 9 años de prisión en el Centro de Reinserción Social para Adolescentes Infractores (Cersai); Janeth Valeria y Alma Leticia, de 13 años, así como Irving de 12, fueron sentenciados a tres años en un albergue y otros dos de libertad asistida.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: PATRICIA MAYORGA.
LINK: http://www.proceso.com.mx/437952/dan-4-anos-de-atencion-terapeutica-al-quinto-asesino-del-nino-cristopher

Madre de Christopher impugna la sentencia de los menores que lo asesinaron

CHIHUAHUA, Chih: La defensa de Tania Concepción Mora Alvarado, mamá del niño Cristopher Raymundo Márquez Mora, impugnó hoy la sentencia dictada por el juez especializado en adolescentes, Francisco León Merino, a cuatro de los cinco responsables del asesinato del niño de 6 años, ocurrido el pasado 14 de mayo.

El abogado Víctor Alonso Tadeo Solano acudió ante el Tribunal Especializado en Adolescentes Infractores en esta ciudad, acompañado de Tania Mora, para presentar el recurso de casación, en contra de la sentencia de 9 años y seis meses de cárcel que le dieron a Jesús David de 15 años, y la de 3 años 6 meses que pasarán en albergues o libertad asistida los otros tres menores: Janeth Valeria y Alma Leticia de 13 años e Irving de 12.

Tania Mora entregó la apelación al tribunal y anunció que agotará todas las instancias jurídicas para que los responsables de haber torturado y asesinado a su hijo, reciban una condena justa.


Para la madre de Cristopher, sólo la sentencia que recibió el mayor, Jorge David, la dejó más satisfecha porque los pasará en prisión, en el Centro de Reinserción Social para Adolescentes Infractores (Cersai).

Jesús David tiene 15 años y es el único que de acuerdo con la legislación local, puede tener una medida condenatoria privativa de la libertad.

Jorge Eduardo también tiene 15 años, pero el 25 de noviembre del año pasado, el juez lo encontró inimputable porque tiene retraso mental moderado, pidió que lo sacaran del Cersari y lo trasladaron a un albergue en el municipio de Cuauhtémoc, donde ya estaba su hermana Valeria Janeth, así como Alma Leticia, ambas de 13 años y quienes también participaron en el homicidio.

A Irving, quien tiene 12 años y también es hermano de Jorge y de Valeria, lo trasladaron a Cuauhtémoc cuando recibió la sentencia.

Valeria, Leticia e Irving fueron sentenciados a permanecer tres años 6 meses bajo libertad asistida, permanecerán a disposición del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del estado y es precisamente ese fallo el que no le parece justo a Tania Mora.

La mamá de Cristopher contó que se enteró de la sentencia a través de Facebook, porque una persona conocida la etiquetó en una nota que daba a conocer el fallo.

El viernes pasado acudió con su abogado al Cereso número 1, donde se ubica el juzgado para adolescentes, y recibió el fallo porque decidió no estar en ninguna de las audiencias.

“Me fui al Cereso con la sentencia, no estuvo en la audiencia a ninguna ha ido por lo mismo, porque teme la reacción que pueda tener contra los adolescentes o sus familias: “Le pido tanto a mi padre Dios que no me los ponga enfrente.

“Me puse leerla (la sentencia) y vi. Venía con un coraje que no me calentaba ni el sol. Es muy poquito tiempo para lo que hicieron, ponle que los 9 años 6 meses está bien pero hubiera sido parejos y encerrado, porque todos participaron, no es una medida cautelar muy justa. No se me hace justo”. Anunció que su abogado impugnará.

Considera que la sentencia tuvo que ser igual para todos. “Lo que hicieron fue más profesional y conciencia creo que sí tuvieron (…) todos participaron”, insiste.

En entrevista en la ciudad de Chihuahua, recuerda que sus sobrinos (Jorge Eduardo, Valeria e Irving) tenían una relación cercana a ella y a Cristopher. Eran sobrinos del esposo de Tania, quien murió en el 2014 de un infarto.
Tania Márquez nunca imaginó que los niños tuvieran ese tipo de problemas. “Ellos convivían en mis casa, se quedaban en mi casa, se quedaban conmigo, era mucha la convivencia. Irving iba conmigo a la casa de mi mamá”.

Cristopher dejó dos hermanos más, Omar David de 5 años y Francisco Javier, de 3. El más pequeño tiene discapacidad motora y problemas con el corazón, tiene un marcapasos. Omar pregunta por Cristopher, pero su mamá ha preferido no decirle aún la verdad que la sobrepasa. “Le digo que está con su papá”.

A pesar de que ha recibido terapia psicológica, los nueve meses que han pasado, han sido difíciles para Tania porque le transformaron su vida. Los primeros meses se fue de la entidad y luego prefirió regresar. “No hay como la tierra de uno”.

Está dedicada a sus hijos, vive con su familia y gran parte de su tiempo lo ocupa en el caso de Cristopher, a quien le prometió que encontrará justicia por todo lo que le hicieron. “Hasta que acabe todo esto voy a estar tranquila”.

La casa de Tania en la calle Cañuela del fraccionamiento Laderas de San Guillermo, donde vivía el niño y de donde se lo llevaron a jugar al secuestro, está sola. Sólo está un pequeño altar en la esquina de su patio, que recuerda a Cristopher. Amigos del niño colocaron una cruz blanca con la fecha de su nacimiento y del crimen (2 de enero de 2009-14 de mayo de 2015), al centro está la fotografía del niño y su apodo: “Negrito”.

Arriba de la cruz colocaron la imagen de Guadalupana y a los costados colgaron un sombrero y una cachucha del hombre araña. Abajo, un balón de futbol verde con negro y sus zapatos negros.

“Ahora pues voy a esperar los resultados, a ver qué más se puede hacer”, comenta Tania Mora.

“Mis hijos han cambiado”

Claudia y Gregorio, padres de los tres primos de Cristopher, están conformes con la sentencia que recibieron sus hijos, aunque aún falta la audiencia especial que realizará el juez para Jorge Eduardo, considerado inimputable.
“Nos dice la licenciada que en uno o dos meses nos lo van a entregar”, dice Gregorio, un hombre flaco y de baja estatura que ahora se dedica a la construcción.

“Ahora los tres están en Cuauhtémoc, hablamos con ellos por teléfono y los podemos ver cada quince días, vamos los domingos (…) el papá de Lety va los jueves”, dice Claudia.

El único que está recluido en la ciudad de Chihuahua y en prisión, es Jorge David, reiteran los padres de los adolescentes. Jorge tiene una edad mental entre cinco y ocho años, indicaron los especialistas.

Ellos sí estuvieron en la audiencia el miércoles pasado, desde las 9 de la mañana hasta las 10 de la noche, pero regresaron a conocer la sentencia hasta el viernes.

“Se nos hizo bien, salió en el periódico (la sentencia) y pues está bien, por seguridad de ellos”, dice Claudia, de quien los especialistas (psicóloga, neuróloga y otros) que han contribuido en el juicio, han referido que tiene cierto grado de retraso mental.

Dicen que han acudido a terapias en el centro de psicología del ayuntamiento y aseguran que sí les ha ayudado, que se sienten preparados para el día que les entreguen a sus hijos. “Ya andamos mejor”, dice Claudia.

Los nueve meses que han transcurrido desde el crimen que cometieron, ha ido difícil para los papás, dicen ambos. “Hay veces que no le dan ganas a uno ni de ir a trabajar”, dice Gregorio, quien ha preferido dedicarse a la construcción para tener tiempo de ir a ver a sus hijos.

“A mí sí se me hace muy feo todo lo que ha pasado. Con Lalo (Jorge Eduardo) ya vamos a estar en uno o dos meses, porque dijeron que él tiene que estar con nosotros porque tiene lagunas mentales”, externa Claudia.

Con la terapia, Claudia asegura que cambió mucho porque era muy intolerante con sus hijos y Gregorio indica que ya no sale mucho. “De mi jale a la casa, he cambiado mucho, por ejemplo yo estaba mal por las borracheras”, “y no lo niega”, le responde Claudia, quien acepta que ella tiene su genio.

Ambos dicen que ahora ven con más esperanza la vida. “Antes como que me hablaba él y luego me hablaban los niños, y me ponía de genio”, insiste Claudia.

Contentos, cuentan que Valeria, quien era la más agresiva y días antes de lo sucedido le gritó a su papá que “ojalá se muriera”, es más cariñosa.

“Hablan con nosotros, ahora son más cariñosos. Valeria estaba muy agresiva pero está muy cambiada, quiere quedarse más tiempo allá, dice que porque van pastores allá (al albergue) y todo. Hasta quiere estudiar para psicóloga. Se me hace bien raro porque ahora llevamos a Edwin (el gemelo de Irving) y lo abraza mucho y antes no era nada cariñosa”, detalla Claudia.

De Jorge, su mamá dice emocionada que “ahora no le para la boca”, luego de que por su retraso, casi no hablaba. “Ya se le oye muy bonita la voz, ahora no le para la boca. Se carcajea bien bonito”.

Según el diagnóstico que hicieron los especialistas, en el caso de Jorge y sus papás, es que Gregorio consume bebidas embriagantes y en el hogar tienen o tenían problemas de violencia recíproca en la relación de pareja. Los hijos pasaban la mayor parte del tiempo en la calle y Jorge Eduardo es analfabeta pero aun así, se graduó de primaria.

Jorge y Valeria tienen una relación estrecha, los dos consumían marihuana con frecuencia y en ocasiones, también alcohol. El adolescente sólo pronunciaba monosílabos, pero con su mamá platica de manera fluida, indicaron en el informe.

Los tres hermanos y Alma Leticia, perdieron un año de escuela y esperan que ya sentenciados, puedan continuar sus estudios.


Irving y su gemelo Edwin, quien vive con sus papás y también tiene retraso mental pero no lo han podido inscribir en un centro de atención de educación especial, concluyeron la primaria el año pasado. Claudia recibió el certificado de Irving y lo tiene guardado.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: PATRICIA MAYORGA.
LINK: http://www.proceso.com.mx/431321/madre-de-christopher-impugna-la-sentencia-de-los-menores-que-lo-asesinaron

Juez da prisión de hasta 9 años a menores que torturaron y mataron a niño en Chihuahua

El homicidio del pequeño Christopher, ocurrido en mayo de 2015, en el fraccionamiento Laderas de San Guillermo II etapa, municipio de Aquiles Serdán, en Chihuahua, causó conmoción a nivel nacional e internacional por el alto grado de violencia que le impusieron los agresores a la víctima.

A tres meses de que se cumpla un año del asesinato del niño Christopher Raymundo Márquez Mora, de seis años, a manos de cinco menores de edad, el juez Francisco de León Merino sentenció ayer por la madrugada a cuatro de ellos a una pena que va desde 9 años y seis meses de reclusión en el Centro Especializado de Reinserción Social para Adolescentes Infractores (Cersai) hasta la privación de la libertad en lugares alternos.

El homicidio del pequeño Christopher, ocurrido en mayo de 2015, en el fraccionamiento Laderas de San Guillermo II etapa, municipio de Aquiles Serdán, en Chihuahua, causó conmoción a nivel nacional e internacional por el alto grado de violencia que le impusieron los agresores a la víctima.

De acuerdo con detalles dados por el Fiscal Sergio Almaraz, el asesinato fue cometido por cinco menores: dos mujeres de 13 años, dos varones de 15 y un menor de 11; quienes supuestamente invitaron al niño a jugar y juntar leña en la ladera del arroyo, lugar en el que le indicaron que simularían un secuestro.

Acto seguido, ataron a Christopher de pies y manos, comenzaron a golpearle con un palo espinoso y lanzarle piedras en el rostro. Después, colocándole un palo en el cuello, lo sofocarían.

Una vez que los adolescentes creyeron muerto al pequeño, cavaron un hoyo para enterrarlo boca abajo y posteriormente, una de las jóvenes le apuñaló por la espalda.

Para ocultarlo, sepultaron completamente el cuerpo, taparon el lugar con maleza y colocaron un animal muerto sobre la superficie para no llamar la atención.

El hallazgo del cuerpo fue posible gracias a que los investigadores de la Unidad de Personas Ausentes o Extraviadas dieron con los jóvenes que lo vieron por última vez, “mismos que cayeron en una serie de contradicciones y terminaron por decir que la forma en que le privaron de la vida y enterraron  en el cauce del sinuoso arroyo ubicado en la colonia Laderas de San Guillermo”.

Tres de los menores asesinos de Christopher eran sus primos.

La sentencia dentro de la causa penal 95/2015 se dio luego de una audiencia de juicio abreviado que se extendió por 17 horas, misma que fue celebrada a puerta cerrada en la sala número 17 de Juicios Orales, localizada dentro de las instalaciones del Centro de Rehabilitación Social (Cereso) número 1 en Aquiles Serdán.

Las autoridades dictaron sentencia de 9 años y 6 meses en el Centro de Readaptación Social para Adolescentes Infractores para Jesús David, de 15 años.

Los otros menores, Irving de 12 años, Alma Leticia de 13 y Valeria Janeth de 12, se les dio sentencia de 3 años y 6 meses de libertad asistida. Los tres permanecerán a disposición del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).

Con respecto al quinto adolescente involucrado en los hechos, de nombre Jorge Eduardo, de 15 años, el 25 de noviembre de 2015 el mismo juez lo declaró ininmputable y ordenó su liberación debido a que presenta un retraso mental moderado y requería atención, ya que el menor expresaba un lenguaje de un niño de cinco años, así como un razonamiento mucho menor a su edad física.

Este viernes se realizará otra audiencia en la que el juez del Tribunal Especializado en Menores Infractores determinará otras medidas cautelares para cerrar finalmente el caso.

La penalidad máxima, de acuerdo con lo que establece el artículo 102 de la Ley de Justicia para Adolescentes Infractores del Estado de Chihuahua, dentro del capítulo “Medidas Sancionadoras Privativas de Libertad”, señala hasta 15 años de cárcel cuando tengan entre dieciséis años cumplidos y menos de dieciocho, los asesinos de Christopher eran menores de 15 años.

Apenas el miércoles en su visita por Ciudad Juarez, el Papa Francisco manifestó que el problema de la inseguridad no se resolvía encarcelando “sino que es un llamado a intervenir afrontando las causas estructurales y culturales que afectan a todo el entramado social”.


“A veces pareciera que las cárceles se proponen incapacitar a las personas a seguir cometiendo delitos más que promover los procesos de rehabilitación que permitan atender los problemas sociales, psicológicos y familiares que llevaron a una persona a determinada actitud. El problema de la seguridad no se agota solamente encarcelando, sino que es un llamado a intervenir afrontando las causas estructurales y culturales de la inseguridad, que afectan a todo el entramado social”, dijo el Obispo de Roma durante su reunión con internos del Centro de Readaptación Social (Cereso) número 3 de Ciudad Juárez.

MENORES, VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA

El caso de Christopher causó indignación social a nivel nacional e internacional y cuestionó la estrategia contra las drogas que el Gobierno de México viene realizando desde el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa y que ha dejado cientos de muertos, heridos y como daños colaterales: menores que crecen en medio de la violencia.

En México, organizaciones civiles agrupadas en la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) exigieron al Estado mexicano reconocer que la muerte del menor es “una expresión de la normalización de la violencia y de la presencia del crimen organizado” que afecta a niñas, niños y adolescentes.

Es “la ausencia de políticas públicas de prevención de la violencia y nula promoción de la cultura de paz”, dijo.
Márquez Alvarado, de 6 años de edad, no fue víctima de un juego de secuestro, “le quitaron los ojos, le partieron el labio, le rebanaron el cachete y le dieron hasta 27 puñaladas en la espalda”, aseguró Rita Isela Alvarado, tía del menor, en entrevista con el diario Omnia.

“Era un niño que no podía hacer daño a nadie” , declaró Isela Alvarado

Tania Concepción Mora Alvarado, madre del niño Christopher, abandonó el estado de Chihuahua por amenazas que recibió y que ponían en peligro su integridad física y emocional, expuso ella misma en un documento que envió al Tribunal Especializado para Adolescentes Infractores, mismo que fue sellado de recibido el 25 de mayo.


Personas allegadas a la familia del pequeño, revelaron a diversos medios que ninguna autoridad había buscado a la madre para brindarle apoyo psicológico, emocional, y/o de salud, tanto a ella como a su otro hijo de tres años, hermano de Christopher, quien padece una discapacidad.

La reciente noticia de la tortura y asesinato de Christopher Márquez desató distintas versiones. La última es de la revista católica española Aleteia, que lo relaciona con el culto a la Santa Muerte. Cita a otros medios de comunicación locales.

“El tema requiere la atención de quienes no ven el peligro de ciertas creencias religiosas y particularmente del sectarismo, en relación al origen de horrendos crímenes, perpetrados por personas sumergidas en un complejo mundo de creencias que los habilitan a cometer atrocidades. El caso es más escandaloso porque los que secuestraron, torturaron y asesinaron a Christopher, son niños y preadolescentes”, dijo Aleteia en un artículo firmado por Miguel Pastorino.

“Si bien los niños involucrados pertenecen a un contexto de pobreza y violencia extrema, y declararon ‘jugar a los secuestradores’, las causas parecen ser más profundas que la falta de valores y la convivencia con el crimen organizado. Chihuahua es uno de los estados con mayor tasa de homicidios de niños en México: 38 menores por cada 100 mil habitantes. Del 2005 al 2015 han sido asesinados en México 10,876 menores”, agregó.

El Gobierno de México ha sido señalado por diversas organizaciones por no proteger a los menores. El pasado 29 de enero, en el municipio de Pinotepa Nacional, en la región de la Costa oaxaqueña, fueron asesinados un comerciante, de 24 años de edad, quien llevaba a su hijo de nueve meses e iba acompañado de su esposa.


La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) y el Foro Oaxaqueño de la Niñez (FONI) condenaron el asesinato del bebé y sostuvieron que el homicidio era una “expresión de la normalización de la violencia armada resultado de la equivocada estrategia de seguridad del Estado mexicano frente al crimen organizado”.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/19-02-2016/1626180

La CIDH analiza caso de menores homicidas en Chihuahua

CIUDAD DE MÉXICO: La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) revisará el caso del asesinato de un niño de seis años a manos de cinco adolescentes en Chihuahua, ante una denuncia contra el Estado mexicano presentada por la madre de la víctima.


La Secretaría Ejecutiva de la CIDH notificó el martes 9 a la defensa de la víctima que el caso “se encuentra actualmente bajo estudio”, con la reserva de que el organismo interamericano se pronunciará después si lo admite o no.

El anuncio de la CIDH ocurrió el mismo día en que iniciaron las audiencias intermedias para que la fiscalía de Chihuahua, la defensa y los abogados de los adolescentes presenten sus pruebas, además de los peritajes para determinar los hechos ciertos de la tragedia ocurrida el 14 de mayo de 2015.

El homicidio ocurrió en un arroyo que se encuentra de la colonia Las Laderas de San Guillermo II, detrás del Centro de Readaptación Social (Cereso) número 1, en el municipio Aquiles Serdán, en las afueras de la capital del estado.

Representada por el abogado Víctor Alonso Tadeo Solano, la madre del menor CRMM acudió en septiembre del año pasado ante la sede de la CIDH, en Washington, para presentar una denuncia en contra del Estado mexicano.

La pretensión de la defensa es que se hagan valer la Declaración Universal de los Derechos de los Niños y las reglas mínimas para la administración de la justicia para menores en relación con los principios de excepcionalidad y proporcionalidad.

La defensa del menor pide medidas sancionadoras privativas de libertad para los cinco adolescentes que cometieron el crimen, cuyas edades al momento del homicidio oscilaban entre 15 años un mes y 12 años y 7 meses. Entre ellos, hay dos mujeres, una de las cuales ha sido señalada como instigadora.

La Fiscalía General de Chihuahua propuso la privación de la libertad para el adolescente de 15 años, internamiento psiquiátrico para otro y libertad asistida con tres años de programas educativos y de orientación para el resto, de acuerdo con lo establecido en el Código de Adolescentes para el estado.

Después de la valoración de las pruebas y la determinación de los hechos reales se iniciará el juicio oral, pero en tanto la justicia federal tendrá que pronunciarse respecto a las sanciones propuestas y a la interpretación de la legislación internacional de protección a los menores y los principios de proporcionalidad y excepción.

La madre de la víctima se inconformó con las sanciones propuestas por la fiscalía. A través de un juicio de amparo en revisión, el caso está en el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal y Administrativa del Décimo Séptimo Distrito con sede en Chihuahua, Chihuahua.

El presidente del tribunal, Ángel Gregorio Vázquez, es el ponente, pero el proyecto de resolución está en manos de su secretario Julio César Montes García. El otro integrante del tribunal es José Octavio Rodarte Ibarra, quien es secretario en funciones de magistrado.


Además, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación debe decidir si ejerce su facultad de atracción para interpretar los derechos nacionales e internacionales del menor en relación con los principios de proporcionalidad y excepción establecidos en el Código estatal para adolescentes, como lo solicitó la defensa de la víctima.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JORGE CARRASCO ARAIZAGA.
FECHA: 10 FEBRERO 2016
LINK: http://www.proceso.com.mx/429546/la-cidh-analiza-caso-de-menores-homicidas-en-chihuahua

Juez libera a uno de los adolescentes homicidas del niño Cristopher

CHIHUAHUA, Chih: El Juez especializado en Justicia para Adolescentes Infractores Luis Francisco de León Merino declaró inimputable a uno de los adolescentes acusados de asesinar en mayo pasado al niño Cristopher Raymundo Márquez Mora y ordenó su liberación.

De acuerdo con los argumentos del juez quien realizó la audiencia a puerta cerrada por tratarse de un menor de edad, expertos indicaron que Jorge Eduardo, de 15 años, tiene un retraso mental moderado y una edad mental de entre cinco y ocho años.

Asimismo señalaron que el adolescente tiene tendencias primitivas y maniacas, deterioro de comportamiento significativo que requiere atención o tratamiento, aunque no tiene daño neurológico.

La psicóloga Norma Olivia Orozco, adscrita al Centro de Reinserción Social estatal número 1 y la neuróloga Jazmín Ivett Olivas realizaron los exámenes correspondientes así como un estudio paidopsiquiátrico.

En su informe indican que el adolescente presenta características especiales que hicieron difícil su valoración debido a su nivel de comprensión y discernimiento ya que sólo responde con monosílabos.

Según la especialista en neuropediatría Jazmín Ivett Olivas Padilla, el retraso mental moderado le impide a Jorge Eduardo captar la realidad y los actos o consecuencias de ésta.

El adolescente, detalló, presenta ansiedad, obedece órdenes, no conoce los colores, tiene el juicio alterado por probable discapacidad intelectual.

Durante el proceso Ramón Arturo Murga coordinador de Adolescentes Infractores en el Centro Especializado en Reinserción Social para Adolescentes Infractores se entrevistó Jorge Eduardo y los otros cuatro adolescentes involucrados en el asesinato de Cristopher.

A partir de dichas entrevistas se supo que Jorge proviene de un núcleo familiar integrado por ambos padres y tres hermanos, uno de ellos también tiene retraso mental.

El padre es obrero y consume bebidas embriagantes. La madre ama de casa y en el hogar hay problemas de violencia recíproca. La madre también presenta cierto retraso mental.

Jorge Eduardo es analfabeto aunque sí cursó la primaria y con su hermana Valeria, quien también está detenida, mantiene una relación estrecha. La mayor parte de su tiempo lo pasaban en la calle, ambos consumían marihuana con frecuencia y ocasionalmente ingerían alcohol, lo que desencadenaba su reacción violenta.

Junto con Jorge Eduardo está detenido David, otro de los adolescentes que presuntamente participaron en el crimen de Cristopher.

En tanto Valeria de 13 e Irving de 12, hermanos de Jorge y Alma Leticia, una niña tarahumara de 13 años, que también participaron en el crimen se encuentran en un albergue a cargo del DIF estatal acusados en la misma causa penal 95/2015.

Los cinco adolescentes están acusados de privar de la libertad, golpear, maniatar, apuñalar y degollar a Cristopher
Raymundo Márquez, quien era primo de los tres hermanos y vecino de todos en el fraccionamiento Laderas de San Guillermo.

Los testimonios de los imputados indicaron que jugaban al secuestro, dañaron al niño y lo asesinaron.

Con la resolución del juez Luis Francisco de León Merino se abrió un procedimiento especial para inimputables y se dictó el decreto de libertad de Jorge.

La noticia no fue bien recibida por Tania Concepción Mora Alvarado mamá de Cristopher quien dijo estar consternada por la resolución del juez ya que considera que todos actuaron con saña en contra de su hijo de seis años.

Tras la audiencia realizada el miércoles pasado concluyó la etapa de investigación del caso pero continúa la acusación del Ministerio Público.


La parte acusadora buscará interponer un recurso de casación que podrá ser en dos vertientes: la acusación para los cinco adolescentes o cuatro en procedimiento ordinario y uno en procedimiento especial para inimputable.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: PATRICIA MAYORGA.
LINK: http://www.proceso.com.mx/?p=421750

Llevan a la CIDH el caso de niño asesinado por adolescentes en Chihuahua

CHIHUAHUA Chih: El caso del niño Cristopher Raymundo Márquez Mora, asesinado por cinco adolescentes el pasado 14 de mayo, fue llevado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), donde quedó registrado para su análisis con el expediente SG/IACHR/CIDH.

La familia de Cristopher solicitó a la CIDH que interprete el caso a la luz de los convenios de los derechos de los niños y otros tratados internacionales firmados por México, y ha pedido medidas cautelares para las víctimas, en este caso la mamá del niño asesinado, Tania Concepción Mora Alvarado, y personas cercanas a ellos.

La defensa de Mora también demandó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que ejerza la facultad de atracción y revise el asunto, así como el proceso para rehabilitar o reinsertar a la sociedad a los cinco imputados.

La madre de la víctima asegura que a casi seis meses del asesinato de su hijo, el gobierno estatal no le ha dado ningún tipo de apoyo, ni psicológico ni económico, pero admite que el proceso judicial “va bien”.

“Ha sido muy pesado, pero creo que el proceso judicial va bien, va por buen rumbo, y me gustaría que esta experiencia tan fea sirviera para que no volviera a pasar, que nunca nadie vuelva a vivir esto, que haya más sensibilidad para que la gente le dé valores a sus hijos en su casa y no vuelva a pasar”.

La mujer, quien vive con su hijo Francisco, de tres años de edad, destaca que hace unas semanas tuvo que regresar a su casa, en el fraccionamiento Laderas de San Guillermo, de donde tuvo que salir al sentirse intimidada y amenazada.

De acuerdo con Tania Mora, en su colonia no hay opciones para lo niños, y admite que ella casi no pasaba tiempo en su casa. “A las 6 de la mañana nos levantábamos, a las 7 tomábamos el camión con mi hijo (Cristopher), a las 8 estábamos en Santa Eulalia con mi mamá y lo llevaba al kínder. Allá durábamos 15 días por lo mismo, pero ese día tuvimos mala suerte”.

Recuerda que el trágico jueves acababan de llegar al fraccionamiento para pasar el fin de semana largo. “Iba a ser el 15, día de los maestros. Ya teníamos 15 días fuera y dije: ‘pues aprovecho el fin de semana para estar en mi casa’, y mire”.

Añade: “Aunque fue es un caso muy difícil para todos los papás, no creo que sea tan doloroso como no volver más a tu hijo. Si mi hijo lo hubiera hecho (el crimen), que pague su responsabilidad, pero sé que está dentro de un reclusorio, sé que tarde o temprano va a salir, va a rehacer su vida, lo voy a abrazar. Pero mi hijo no me va a decir: ‘mira mamá, tengo mi novia, mira mamá”.

Comenta que no ha podido trabajar porque está dedicada a retomar su vida y a cuidar a su hijo Francisco, de tres años de edad, quien tiene problemas de control motriz. Su mamá y los abogados la han apoyado en estos aciagos días, dice.

“Los de gobierno me dejaron sola desde que pasó todo. Si le hubiera pasado algo a alguno de sus hijos, ya lo hubieran resuelto, pero yo cuento con mi mamá y con los abogados, y él (Francisco) es mi motor, mi sostén”, comparte.

Criristopher tenía seis años cuando fue asesinado por cinco adolescentes, algunos de los cuales eran sus primos. Tres de los inculpados fueron llevados a albergues y dos más se encuentran en el Centro Especial de Reclusión para Adolescentes Infractores de esta ciudad.

Según el expediente de la causa penal que lleva el juez especializado en adolescentes del fuero común, Luis Francisco de León Merino, uno de los menores imputados, había manifestado en diversas ocasiones su deseo de matar a Cristopher Márquez, porque tenían muchos problemas con la mamá por causa de éste.

Los mismos adolescentes confesaron que planeaban huir a Guachochi, donde buscarían a la tía de una de las imputadas, de origen rarámuri, y luego irían con un hombre que también es familiar de ella para que los llevara a Sinaloa, porque supuestamente era “la mano derecha de ‘El Chapo’” y trabajarían como narcos para conseguir dinero.

Con las confesiones de padres y hermanos, amigos cercanos, y de los mismos adolescentes imputados, los agentes del Ministerio Público que participan en el juicio (Alejandra Ríos Olivas y Manuel Ricardo Huerta Sánchez) conocieron la historia del crimen y el entorno en el que se registró.

Por su parte, los abogados coadyuvantes Víctor Alonso Tadeo Solano y Yahaira Balderrama han solicitado la atención integral de los imputados y sus familias para garantizar la rehabilitación, y también han solicitado el apoyo de instancias internacionales y nacionales, como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

En las audiencias ha estado presente personal del DIF que asiste a los tres adolescentes menores de 14 años: los hermanos Valeria e Irving, y Leticia. El defensor de los adolescentes es Manuel Alejandro Aguirre.

La confesión de David

El 14 de mayo pasado los cinco imputados coincidieron en la calle donde vivían, en el fraccionamiento Laderas de San Guillermo, y encontraron a Cristopher, a quien apodaban ‘El Negrito’, y lo invitaron a jugar a los secuestros. “Él aceptó”, dijeron.

Cristopher tenía sólo seis años y casi siempre jugaba con sus primos que ahora están imputados (Valeria, Irving y Jorge, éste último de 15 años), aunque también lo maltrataban e incluso lo invitaban a fumar, de acuerdo con el testimonio de un vecino y amigo de algunos de los imputados.

En su confesión, Valeria aseguró que la mamá del niño no lo trataba bien, que éste se mantenía en la calle y todos los días iba a pedir desayuno a su mamá.

“La mamá del ‘Negrito’ estuvo casada con un primo de mi mamá”, dijo Valeria cuando la detuvieron en el municipio de Aquiles Serdán, donde se encuentra el fraccionamiento donde viven.

Por su parte, dos amigas de los adolescentes señalaron que a Irving, Valeria, Jorge y a David les gustaba matar perros, versión que han confirmado los imputados, dos de los cuales sólo señalan a Irving como el que “mata perros”.

Otro amigo de la colonia sostuvo que él también jugaba con el grupo, pero dejó de hacerlo porque por lo menos David y Valeria fumaban mariguana y a todos les gustaba matar perros, por eso, apuntó, él y su hermano se separaron de ellos.

El día del homicidio el hermano de David (es su gemelo) los vio con Cristopher y le dijeron que iban a tirar un perro. David le pidió a su hermano que regresara a la casa porque “se iba a poner fea la cosa”.

En compañía de sus papás, los cinco declararon que llevaban una perra con sarna que vivía en la casa de los tres hermanos, y llevaban una cadena con la que dirigían al animal y un cuchillo pequeño.

Los adolescentes tiraron a la perra, y en el camino se les ocurrió jugar a los secuestradores. La víctima sería Cristopher. Unos aseguran que la idea fue de David y otros que de Irving, pero todos aceptaron su participación.

“El jueves llegué de la escuela y Valeria fue por mí para acompañarlos a tirar un perro. Iba con ‘El Negrito’”.

A Cristopher le dijeron que se fuera por otra calle porque si lo veía su mamá con ellos, no lo iba a dejar ir. Iban David, Jorge, Valeria, Lety e Irving. Mataron al perro a pedradas y le prendieron el cuchillo que llevaba Lety.

Cuando decidieron jugar a los secuestradores, Valeria, Jorge y Lety se fueron con el niño hacia abajo del arroyo, y David e Irving caminaron por arriba. Según David, les propuso taparse la cara para que no los reconociera Cristopher, quien los podría acusar con su mamá.

Cuando bajaron el arroyo le taparon la cara al niño y éste comenzó a llorar. Irving le dijo que se callara porque si no lo iban a matar, luego de lo cual el adolescente menor cortó un palo de una rama y le pegó en la espalda.

Arriba de donde estaba Cristopher había espinas, las arrancaron y se las pusieron en la cara. David le tapó los ojos e Irving le puso en la boca una bolsa de un centro comercial que estaba tirada en el lugar.

“Valeria le amarró las piernas con la cadena que llevaba de su casa y le amarró las manos. Irving le puso un palo en el cuello” y se subió en él para ahorcarlo.

Luego le pidieron a Valeria que mejor se subiera ella porque está más pesada. Después también subió David y duró un rato ahí, hasta que Lety le pidió ayuda para hacer un hoyo con la navaja.

“Ya le había puesto Valeria la cadena en el cuello y Jorge lo jalaba de la cadena con el palo en el cuello. Valeria dijo que ‘El Negrito’ aún respiraba. Le aventaron piedras en la cabeza y Lety pidió el cuchillo a Valeria, le dio varias cuchilladas por las costillas”, detallaron.

Al final le echaron tierra encima y cada uno se fue a su casa, pero antes David les dijo que se bañaran para que nadie sospechara y luego salieron nuevamente, como si nada hubiese pasado. “Irving dijo que él iba a lavar la cadena y el cuchillo para que no hubiera huellas”, relataron los menores.

Alrededor de las 11 de la noche la mamá de Cristopher fue a la casa de los tres hermanos para buscar a su hijo. La acompañaron a buscarlo para que nadie sospechara. No lo encontraron.
Tania Mora dio aviso a las autoridades, quienes el 16 de mayo salieron a buscar a Christopher junto con la mamá.

El 15 de mayo Irving confesó a una amiga que habían matado a Cristopher, pero no le creyó.
Alrededor de las 10:00 horas del 16 de mayo, una agente ministerial habló con la psicóloga Sairy Yaneth del área de menores infractores de la Dirección Pública del municipio de Aquiles Serdán y del DIF municipal, quien le informó que la madre de David se había comunicado con ella para darle información sobre el caso.

David tiene una hermana de 18 años de edad y trabaja en una maquiladora. Alrededor de las 7 de la mañana del 16 de mayo planeaba irse de su casa porque tuvo problemas con su mamá. Al acercarse a David para que le ayudara a llevar las maletas, se dio cuenta que éste no podía dormir.

Ella le preguntó a su hermano qué le pasada y David le dijo que no dejaba de pensar en ‘El Negrito’. Ella creyó que era porque lo extrañaba, ya que hasta ese momento no lo habían localizado.

“David se hincaba y agarraba la cabeza, decía que lo escuchaba y se puso ‘chinito’”, declaró la hermana del imputado.

La hermana le dijo a David que se iba de la casa para ir a vivir con una tía y le pidió que la acompañara. Durante el camino, David le contó que el jueves anterior iban a jugar a los secuestradores y Cristopher sí quiso. Luego le relató todo lo que habían hecho.

Ese mismo día le comentó que planeaban irse con familiares de Lety para trabajar como narcos, porque la mamá de Cristopher ya estaba sospechando por los problemas que siempre tenía con sus sobrinos.

Cuando David confesaba el crimen a su hermana, ésta recibió un mensaje de su mamá, quien le pidió que regresara de inmediato, y la regañó. La joven le dijo a su mamá que mejor se enfocara en atender a David y que le preguntara lo que había hecho.

La madre de David se alteró y comenzó a preguntar a sus otros hijos si sabían algo y ellos sugirieron que Lety podría darle información. De inmediato se dirigieron a la casa de la adolescente y ella confesó todo.

Posteriormente David indicó a las autoridades dónde estaba el cuerpo. Los agentes llegaron al lugar y observaron que dentro de la zanja había un tenis y salía un olor fétido.

Alrededor de las 11:30 horas acordonaron el área del crimen y luego llegaron los coordinadores del Servicio Médico Forense y de Servicios Periciales, así como personal de la unidad de agentes especializados en justicia para adolescentes en conflicto con la ley.

El juez los vinculó a proceso a los adolescentes por el delito de homicidio calificado con ventaja, alevosía y premeditación, que de acuerdo con la ley se paga con siete a ocho años de internamiento.


Hasta ahora Las audiencias continúan. Valeria, Lety e Irving se encuentran en albergues a cargo del DIF estatal, y David y Jorge están en el Centro Especializado en Reinserción para Adolescentes Infractores de la ciudad de Chihuahua. No obstante, el proceso contra este último se suspendió para realizarle estudios psicológicos, psquiátricos y neurológicos que permitan confirmar o descartar un probable retraso mental.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: PATRICIA MAYORGA (REPORTAJE ESPECIAL).

Asesinos de Cristopher deben ir a prisión: abogados

CHIHUAHUA, Chih: El equipo defensor de Tania Concepción Mora Alvarado, madre de Cristopher Raymundo, el niño asesinado por otros menores mientras “jugaban a los secuestradores”, promovió un amparo para que tres de los adolescentes acusados del crimen, que quedaron bajo la custodia del DIF estatal, sean llevados a prisión.

Dicha solicitud quedó radicada en el Juzgado Primero de Distrito de esta ciudad.

Los abogados Yajaira Balderrama Tena y Jesús Manuel Baylón Espinosa también pidieron al juez especializado en adolescentes, Luis Francisco de León Merino, que acepte la pericial a cargo del paidopsiquiatra Carlos Igmar Chávez Pérez, para que determine el estado de salud mental y emocional de Jorge Eduardo, de 15 años de edad, cuyo proceso se suspendió porque presuntamente tiene un retraso mental.

De igual manera, demandaron que se acepte al equipo multidisciplinario del especialista para que realice estudios periciales a los otros cuatro adolescentes acusados de apuñalar, estrangular, atar e inhumar a Cristopher Raymundo el pasado 16 de mayo.

Jorge Eduardo, el adolescente que se encuentre en prisión en el Centro de Internamiento Especial para Adolescentes, fue sometido a una serie de estudios para determinar su condición mental, pero el equipo defensor propuso otros análisis adicionales para presentarlos ante el juez.

“Que el profesionista determine las causas y forma de manifestación de conducta, así como el medio social y las motivaciones internas y externas de la causa de su conducta para la aplicación de una terapia médica adecuada para su reinserción”, indica el oficio del equipo defensor.

En el amparo que presentaron ante la justicia federal, los abogados refieren que a tres de los cinco adolescentes acusados de homicidio calificado se les dictó una medida cautelar diferente a la prisión, ya que fueron puestos a disposición de la Procuraduría de Asistencia Jurídica y Social del DIF del estado.

“La medida cautelar no es suficiente para garantizar la reintegración y readaptación de los tres adolescentes, ya que no es proporcional al delito que se les imputa, es decir, que la autoridad responsable, al pronunciarse sobre la medida cautelar, determinó imponer las siguientes consistencias en la prohibición de salir del país y del estado de Chihuahua; la obligación de someterse al cuidado y vigilancia de la Procuraduría (…), bajo la vigilancia del departamento de Ejecución de Medidas para Adolescentes; la prohibición de concurrir a determinadas reuniones o ciertos lugares, y la prohibición de convivir y comunicarse con personas determinadas”.

Los litigantes argumentan que si bien en el estado de Chihuahua la ley no permite imponer prisión a menores de 14 años, tanto la Constitución como la legislación de la entidad contemplan la prisión preventiva cuando se trata de homicidio calificado.

“Existe una afectación a los principios de congruencia y proporcionalidad, no basta con el hecho de que la autoridad responsable se limite a imponer como medida cautelar al sometimiento de la Procuraduría del DIF (…) sin la debida custodia ministerial. Dicha institución alberga niños y niñas que se encuentran bajo su asistencia social y custodia por motivos de abandono, maltrato y extravío. La autoridad responsable tiene la obligación de ordenar la custodia ministerial para salvaguardar a los niños y niñas que se encuentran albergados bajo su asistencia social”, destacan.

Asimismo, establecen que es necesario que las autoridades fijen con precisión y claridad las medidas de seguridad implementadas para los adolescentes imputados puestos bajo la custodia del DIF.

Y explican que si bien es cierto que el juez para adolescentes no puede ir más allá de lo que establece el artículo 18 constitucional, también es cierto que debe tomar en cuenta los límites de esos derechos, como los de los otros niños y niñas que se encuentra bajo la custodia de la Procuraduría dependiente del DIF, del gobierno estatal y de la sociedad misma.

Basados en el principio de proporcionalidad, aducen que la prisión preventiva se debe mantener en una lógica razonable en busca de la justicia, según el crimen que cometieron los adolescentes.

Se advierte que tienen la conciencia y voluntad de incorporar las ideas con las que perpetraron el homicidio calificado, apuntan.


Los abogados subrayan que el delito que se imputa a los adolescentes es grave, por lo tanto debe cumplirse con el principio de excepcionalidad e imponer la prisión preventiva en otro lugar que no sea la dependencia estatal, debido a que existe peligro real de que los agresores se sustraigan de la justicia.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: PATRICIA MAYORGA.

‪#‎FreeNestora‬. Madre de Cristopher abandona Chihuahua por amenazas

CHIHUAHUA, Chih: El pasado 25 de mayo, Tania Concepción Mora Alvarado, madre de Cristopher, el niño asesinado por sus amigos hace unos días, notificó al juez especializado en adolescentes, Francisco de León Merino, que saldría del estado debido a que recibió amenazas y por el acoso de los medios de comunicación.


El oficio fechado el pasado 17 de mayo y recibido a las 10:38 horas, está dirigido al Ministerio Público de la Unidad Especializada en Justicia para Adolescentes.

Tania dejó la entidad un día antes de la audiencia de vinculación a proceso, y el documento fue integrado a la causa penal 95/2015.

Los abogados de la familia solicitaron apoyo psicológico para la madre del menor, pero la Fiscalía General del Estado tardó más de 10 días en buscarla.

Cristopher fue asesinado el pasado 15 de mayo y su cuerpo encontrado el sábado 17. Ese mismo día se acercó el equipo de abogados que coadyuva en el caso para ofrecer sus servicios y de inmediato solicitó apoyo psicológico para Tania Mora.

La mujer dio ruedas de prensa y acudió a la primera audiencia, aunque no pudo ingresar. Permaneció en la casa de su mamá pero la Fiscalía no la buscó para darle apoyo.

Luego de la audiencia de vinculación a proceso, realizada el martes pasado, comenzaron a buscarla pero ya no estaba en la ciudad.

En su  carácter de acusador coadyuvante, el abogado Víctor Alonso Tadeo Solano pide acceso a la carpeta de investigación, así como atención médica y psicológica para Tania Mora Alvarado, según consta en la averiguación 19/2015-0014870/bis.


Posteriormente, en el oficio dirigido al juez De León Merino, Tania Mora le dice: “Vengo a hacer del conocimiento de usted, que la suscrita tendrá que salir del estado de Chihuahua, toda vez que está en peligro mi integridad física y emocional, he recibido amenazas en contra de mi personalidad y como también por el acoso de los medios de comunicación (sic)”.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: PATRICIA MAYORGA.