En los últimos tres años, cuando la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha solicitado su presupuesto a la Cámara de Diputados dice que no requiere ni un peso en “obras”, pero durante la gestión del auditor David Colmenares han gastado más de 50 millones de pesos en remodelaciones a sus edificios.
En la última solicitud de presupuesto en octubre pasado, Marlén Morales Sánchez, titular de la Unidad General de Administración, aseguró que la Auditoría ejerce sus recursos apegados a los lineamientos de la actual administración: con “austeridad, racionalidad y disciplina presupuestaria”. Por ello, era el cuarto año consecutivo en que no solicitarían dinero para el capítulo 6000, correspondiente al gasto en infraestructura.