“¿Por qué no le diste seguimiento al caso? ¿Por qué no hiciste nada?”, son las preguntas que escucha una y otra vez Elisa Xolalpa Martínez por parte de funcionarios de la Fiscalía de la Ciudad de México. Cuando tenía 18 años su expareja intentó matarla, la amarró a un poste para torturarla y le roció un garrafón con ácido.
El ataque ocurrió hace 20 años en el pueblo de San Luis Tlaxialtemalco, zona chinampera de Xochimilco, en Ciudad de México. Ella denunció los hechos, pero resulta que su carpeta de investigación está desaparecida. Las autoridades solo la revictimizan y las amenazas contra ella y su círculo más cercano no paran.