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Familia de ‘Kiki’ Camarena demanda, en EU, a Caro Quintero, a “Don Neto” y a Félix Gallardo

Familiares de Enrique “Kiki” Camarena presentaron, el 19 de marzo de 2025, una demanda civil, en la Corte Federal de San Diego, California, contra Rafael Caro Quintero, alias “El Príncipe”, Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Padrino” o “El Jefe de Jefes”, y Ernesto Fonseca Carrillo, “Don Neto” cofundadores del Cártel de Guadalajara, el primero que hubo en México-, para exigir pago de daños y perjuicios a los tres capos sinaloenses, a los que acusan de “actos de terrorismo”, por el secuestro, tortura y ejecución del del agente especial de la Administración Antidrogas de EE. UU. (DEA, por sus siglas en inglés), en 1985.

Los afectados -entre ellos nueve parientes de Camarena, incluidos su viuda y tres hijos-, demandaron a Caro Quintero, Félix Gallardo y Fonseca Carrillo, bajo reglas de la Ley Antiterrorismo de 1992, que permitía a cualquier estadounidense afectado por este tipo de actos, demandar a los extranjeros supuestamente responsables de dicho delito.

Sin embargo, los demandantes no especificaron el monto de su reclamo, que quedaría a decisión del jurado, pero pidieron pago por daños compensatorios, daños punitivos, y un concepto conocido como “treble damages”, previsto en la Ley Antiterrorismo, por el cual la Corte Federal debería triplicar la cantidad que determinara el jurado.

“Como integrantes de una organización criminal de narcotráfico especialmente designada, y de una organización terrorista extranjera, los demandados causaron las lesiones y muerte aquí descritas, y son responsables por los actos criminales, incluidos actos de terrorismo internacional, conspiración para cometer actos de terrorismo internacional, y participación en una empresa criminal continua con fines de terrorismo”, señalaron los afectados en la demanda.

Según lo reportó el diario Reforma, la mayor parte del escrito era una narración de la vida de Enrique Camarena, su carrera en el Cuerpo de Marines y sus años como policía local en Calexico, California, antes de unirse a la DEA y ser transferido a Guadalajara, Jalisco.

También detalló el secuestro de Camarena y el piloto aviador de la extinta Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Alfredo Zavala Avelar, perpetrado en febrero de 1985, como reacción de Caro Quintero ante vuelos de reconocimiento que llevaron a un decomiso masivo de mariguana en el rancho Búfalo, ubicado Chihuahua, en noviembre de 1984.

Además, se alegó el sufrimiento de su esposa, Mika, quien se quedó esperando a Camarena en un restaurante en Guadalajara el día que fue secuestrado, y luego tuvo que quedar con sus hijos bajo vigilancia permanente del Gobierno de EE. UU., antes de regresar a San Diego.

Según datos del Buró Federal de Prisiones de EE. UU. (BOP, por sus siglas en inglés), Caro Quintero -de 72 años de edad- se encontraba recluido en el Centro Correccional Metropolitano, Nueva York (MCC New York, por sus siglas en inglés), con el número de registro 12303-016, ello después de ser enviado por el Gobierno mexicano a Estados Unidos, por supuestas causas de seguridad nacional.

Caro Quintero se declaró, el 28 de febrero de 2025 -luego de ser extraditado a EE. UU., un día antes-, en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, como no culpable, de los múltiples cargos en su contra.

Por su parte, lo último que se supo del capo sinaloense Miguel Ángel Félix Gallardo, alias “El Jefe de Jefes” o “El Padrino” -fundador del primer cártel que hubo en México, el de Guadalajara y quien habló por primera vez en público en los 32 años que llevaba preso-, fue en agosto de 2021, cuando se calificó a sí mismo, como un hombre “honesto”, que dijo no saber nada de los crímenes y leyendas que le imputaban.

Durante una entrevista que la cadena estadounidense Noticias Telemundo le realizó, se veía al ex narcotraficante como un hombre anciano, de 75 años de edad -ahora tendría 79-, preso en la zona de máxima seguridad del Penal Estatal de Puente Grande, en Jalisco, postrado en una silla de ruedas, sordo, ciego, afectado por una neumonía y con el brazo roto.

Asimismo, en la entrevista negó haber conocido a Enrique “Kiki” Camarena Salazar, agente de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), asesinado el 7 de febrero de 1985, también en Guadalajara.

“Es un tema muy lamentable. Este señor Camarena. Quienes fueron, quienes hayan sido, hay autores materiales e intelectuales, presos, que han pagado su vida en la prisión y que les ha ido muy mal”, aseveró Félix Gallardo.

“Ignoro el porqué se me relaciona, porque a ese señor yo no lo conocí. Porque te vuelvo a repetir: yo no soy una persona de armas. Lamento mucho, porque sé que era un buen hombre”, insistió el fundador del Cártel de Guadalajara.

Aunado a lo anterior, “El Jefe de Jefes” le deseó a Mika Camarena, viuda del finado agente de la DEA, “la resignación y que tenga la satisfacción de que los culpables del asesinato de su esposo están pagando sus culpas (sic)”.

Por otra parte, Félix Gallardo negó conocer a los también capos sinaloenses Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, alias “Don Neto”, los otros dos fundadores del Cártel de Guadalajara.

“No los conozco. En la calle no nos conocimos. Estas personas y yo nunca hemos platicado al respecto. Mi abogado, [Fernando] Martínez Inclán, me dijo: ‘no estás involucrado, nunca platiques’”, señaló ‘El Jefe de Jefes’.

A cinco meses de que terminara de pagar su condena de 40 años de prisión por el asesinato del ex agente de la DEA y del piloto aviador de la extinta Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, el capo sinaloense “Don Neto”, pidió que su castigo se tuviera por cumplido y quedara libre antes de compurgar su pena, el 7 de abril de 2025.

Según lo informó el diario Reforma, el 22 de noviembre de 2024, citando registros judiciales, el cofundador del primer cártel que hubo en México, el de Guadalajara, promovió, ante Jesús Chávez Hernández, titular del Juzgado Décimo Tercero de Distrito en Materia Penal, una demanda de amparo para que resolvieran su solicitud de remisión parcial de la pena, un beneficio que consiste en descontar un día de prisión por cada dos de trabajo a los sentenciados.

El capo sinaloense, de 94 años de edad, reclamó en su demanda de amparo, que tanto el Segundo Tribunal Colegiado de Apelación en Materia Penal, como el Juzgado Primero de Distrito Especializada en Ejecución de Penas en la Ciudad de México, no emitieron ningún acuerdo a su recurso de queja y ejecución de la sanción penal.

FUENTE: SEMANARIO ZETA.
AUTOR: CARLOS ÁLVAREZ ACEVEDO.

Tras 40 años de espera, EU buscará la pena de muerte para Caro Quintero por el caso “Kiki” Camarena

Rafael Caro Quintero, fundador del extinto Cártel de Guadalajara, buscado por el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985, fue entregado ayer al gobierno de EU junto a otros 28 narcotraficantes en una extradición exprés.

El gobierno de Estados Unidos ha esperado ya 40 años para enjuiciar a Rafael Caro Quintero por el secuestro y homicidio del agente de la DEA Enrique Kiki Camarena. Ahora el capo de 72 años podría enfrentarse a la pena de muerte.

Ayer, Rafael Caro Quintero, líder y fundador del Cártel de Guadalajara, fue extraditado vía exprés junto con otros 28 capos de la droga que eran requeridos por Estados Unidos y que, por los cargos que les son imputados, podrían enfrentar cadena perpetua.

Del grupo de los 29 extraditados, seis podrían enfrentar pena de muerte, tal es el caso de Caro Quintero, a quien el gobierno de EU busca enjuiciar por el secuestro y homicidio de Camarena ocurrido en 1985.

“Este momento es extremadamente personal para los hombres y mujeres de la DEA que creen que Caro Quintero es responsable de la brutal tortura y asesinato del agente especial de la DEA. También es una victoria para la familia Camarena. Hoy envía un mensaje a cada líder del cártel, a cada traficante, a cada criminal que envenena nuestras comunidades: serán responsables. No importa cuánto tiempo lleve, no importa cuán lejos corran, la justicia los encontrará”, dijo el administrador interino de la DEA, Derek S. Maltó, quien destacó la extradición de Caro Quintero por encima de la de los otros 28 integrantes del crimen organizado que fueron entregados a Estados Unidos.

La entrega de Caro Quintero ocurrió a un par de días de que venza el plazo que el presidente Donald Trump dio a México para la imposición de aranceles a los productos mexicanos como represalia por el tráfico de fentanilo y el cruce de migrantes a territorio estadunidense desde la frontera mexicana.

Así, el capo representa para el gobierno de Trump un triunfo más y el inicio de uno de los juicios más esperados en EU, donde, incluso, en octubre de cada año se conmemora “la semana del listón rojo” en honor al agente de la DEA, asesinado mientras operaba como agente encubierto en la lucha contra las drogas.

Una larga cacería

El secuestro y homicidio del agente de la DEA fue atribuido por los gobiernos de México y EU al Cártel de Guadalajara, encabezado por Ernesto Fonseca Carrilo, Don Neto; Miguel Ángel Félix Gallardo, el Padrino, y Caro Quintero.

La investigación del caso reveló la colusión de agentes de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS), jueces y otros altos funcionarios con el narcotráfico.

Rafael Caro Quintero fue detenido en San José de Costa Rica el 18 de septiembre de 1985 y extraditado a México; para el 12 de diciembre de 1989 fue sentenciado por privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro, homicidio calificado, siembra, cultivo, cosecha, transporte y tráfico de marihuana, suministro de cocaína y asociación delictuosa.

La condena establecía que debía permanecer 40 años en prisión, pero el 9 de agosto de 2013 fue liberado luego de cumplir 28 años recluido, por orden de un tribunal en Guadalajara que consideró que el caso debió llevarse en el fuero local y no en el federal.

En el año 2015, en cumplimiento a una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), fue emitida una orden de reaprehensión en su contra.

Desde entonces, el gobierno estadunidense inició los trámites para solicitar su extradición, pues para la justicia de aquel país su liberación y estatus de prófugo era una afrenta directa.

Antes de su reaprehensión en julio de 2022, el gobierno de EU ofrecía como recompensa 20 millones de dólares a quien ayudara a capturarlo.

En 2018 la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) incluyó a Caro Quintero en la lista de los 10 hombres más buscados, y en ese año la fiscalía de Nueva York agregó una acusación más en su contra por el homicidio de Camarena.

En aquel momento el FBI calificó a Caro Quintero como un hombre “extremadamente peligroso” y se convirtió en el primer hombre buscado por la DEA en ser incluido en la lista de los 10 fugitivos del FBI.

Los cargos contra Caro Quintero incluyen, además del secuestro y homicidio de Camarena, el tráfico de marihuana, cocaína, metanfetaminas y armas de México a EU y liderar una organización criminal.

En el año 2020 su nombre apareció en una acusación de narcoterrorismo contra el presidente venezolano Nicolás Maduro.

Según la información difundida por el Departamento de Justicia de EU, los cargos que enfrentará en Nueva York pueden culminar en pena de muerte o cadena perpetua.

Por ello, desde su reaprehensión, la defensa de Caro Quintero tramitó diversos amparos para evitar su envió, bajo el argumento de que en México ya fue juzgado por el caso Camarena y que nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito; y que al estar en riesgo de recibir pena de muerte, el gobierno de EU podría incurrir en una violación al tratado de extradición que tiene con México.

Debido a que México se opone públicamente a la aplicación de la pena de muerte, es posible que a través del Programa de Asistencia Jurídica a Casos de Pena Capital en Estados Unidos de América la representación consular mexicana intente permutar esta sanción por cadena perpetua.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: DIANA LASTIRI.

Bartlett, la transformación del impune

Al inicio de la década de los 90, en una redacción periodística en la frontera de Tijuana, los editores solíamos bromear: ¿Y si le pedimos una entrevista a Manuel Bartlett Díaz, pero en San Diego?, sabedores -o al menos con la firme sospecha- de que el hombre fuerte de la Secretaría de Educación en el inicio del sexenio de Carlos Salinas de Gortari no se atrevía a ir a Estados Unidos por temor a ser detenido.

Al inicio de la década de los 90, en una redacción periodística en la frontera de Tijuana, los editores solíamos bromear: ¿Y si le pedimos una entrevista a Manuel Bartlett Díaz, pero en San Diego?, sabedores -o al menos con la firme sospecha- de que el hombre fuerte de la Secretaría de Educación en el inicio del sexenio de Carlos Salinas de Gortari no se atrevía a ir a Estados Unidos por temor a ser detenido.

Bartlett se defiende sobre caso 'Kiki' Camarena; califica ‘vulgar campaña’

Fue secretario de Gobernación de México cuando Enrique “Kiki” Camarena. fue asesinado.

Manuel Bartlett, actual director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se defendió de las supuestas sospechas que habrían tenido agentes estadounidenses de su colaboración con traficantes en el caso del asesinato de Enrique “Kiki” Camarena.

“Esto es la “revelación” de (Ioan) Grillo: especulaciones, sospechas, y ‘quizás’. Nada se puede concluir, porque nada dice. No hay declaraciones del FBI o de la DEA, todo parte de una fuente mexicana, que no afirma, solo especula y ni siquiera sabemos qué especula”.

Gobierno de EU tenía 'fuerte sospecha' sobre vínculos de Bartlett con narcos

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos entregó documentos clasificados relacionados con la investigación sobre el asesinato de Enrique Camarena Salazar, agente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), que señalan a Manuel Bartlett Díaz, Secretario de Gobernación de México en esa época, como probable protector de narcotraficantes.

Hasta antes de estos documentos la participación de Manuel Bartlett, actualmente director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en el crimen del “Kike” Camarena sólo se había mencionado en trascendidos y en dichos de supuestos “testigos protegidos”, pero no en archivos oficiales.

EU sospechaba desde el 86 que Manuel Bartlett colaboraba con quienes asesinaron a “Kiki” Camarena, según documento

Un documento desclasificado indica que los agentes estadounidenses sospechaban que Manuel Bartlett colaboraba con los traficantes que secuestraron y asesinaron al agente de la DEA en 1985, según Crashoutmedia.

El nombre del actual director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz, por el caso del secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena aparece en los expedientes de la investigación. De acuerdo con el medio Crashoutmedia, Estados Unidos desclasificó un documento sobre el caso en el que se revela que los agentes estadounidenses sospechaban que el político colaboraba con los traficantes que secuestraron y asesinaron al agente de la DEA en 1985.

Dichas sospechas sobre el político se remontan al menos a 1986, cuando Bartlett era secretario de Gobernación, según el memorando desclasificado y enviado desde la embajada en Ciudad de México al director del FBI en marzo de 1986.

Un juez de California ordena reabrir el caso del asesinato de 'Kiki' Camarena

El juez consideró que el FBI cometió irregularidades en las investigaciones y decidió anular los cuatro cargos contra el expolicía Raúl López-Álvarez.

El juez federal de Estados Unidos, John A. Kronstadt, ordenó la reapertura del caso y la celebración de un nuevo juicio para Raúl López-Álvarez, condenado por el asesinato en 1985 del agente antinarcóticos Enrique “Kiki” Camarena, según documentos judiciales a los que tuvo acceso la agencia EFE este miércoles.

En el último de estos textos, adelantado por el periódico Milenio y fechado el 23 de marzo, Kronstadt detalló irregularidades por parte del Buró Federal de Investigación (FBI) y decidió anular los cuatro cargos que recaían sobre López-Álvarez, que continuará en prisión sin fianza a la espera de un nuevo juicio.

Muere secuestrador del agente de la DEA Enrique Camarena

A cinco años de compurgar una pena de 40 años de prisión, José Luis Gallardo Parra “El Güerito”, falleció a consecuencia de una afección renal que le aquejaba desde hace varios años. El sinaloense fue el que señalo al agente estadounidense Enrique Camarena Salazar para privarlo de la libertad y llevarlo ante los líderes del Cártel de Guadalajara en 1985, quienes lo torturaron y asesinaron.

Este viernes 29 de abril falleció en el Hospital Civil de Guadalajara el interno del penal de Puente Grande, José Luis Gallardo Parra “El Güero” o “El Güerito”, condenado por el secuestro y muerte del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar y del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar.

Gallardo Parra pereció por una arritmia cardiaca súbita a consecuencia de un grave mal renal que tenía varios años de padecer, según reportaron los médicos a las autoridades.

¿Tiene Bartlett problemas para ir a EU por el caso Camarena? DEA dice que sí, la SRE cierra archivos

Esgrimiendo el argumento de que la información solicitada incide en la privacidad del sujeto, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) negó acceso a notas diplomáticas y comunicación oficial con el gobierno de Estados Unidos que podría esclarecer de una vez por todas la situación jurídica y migratoria en ese país de Manuel Bartlett Díaz.

La SRE informó que, en base a las respuestas emitidas por la Subsecretaría para América del Norte, la Dirección General para América del Norte, la Dirección General de Asuntos Jurídicos y la Embajada de México en Washington, se desprende la clasificación de la información solicitada como “CONFIDENCIAL”.

28 años después condenan a Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Padrino”, por asesinar a “Kiki” Camarena

El narcotraficante sinaloense Miguel Ángel Félix Gallardo, alias “El Padrino” -fundador del primer cártel que hubo en México, el de Guadalajara- fue sentenciado por un juez federal a 37 años de prisión y al pago de 20 millones 810 mil pesos como reparación del daño a las víctimas indirectas de los secuestros y homicidios del agente de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), Enrique “Kiki” Camarena Salazar, y del piloto aviador de la extinta Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Alfredo Zavala Avelar, ocurridos en 1985.

Luego de 28 años, el Juez Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales en Jalisco, sentenció al líder del Cártel de Guadalajara, Miguel Ángel Félix Gallardo, por el delito de homicidio calificado con premeditación y ventaja, en agravio del agente estadounidense adscrito al Consulado de Estados Unidos en México, y del piloto aviador.

Caro Quintero desde la clandestinidad: “Yo no maté a Enrique Camarena”

En entrevista videograbada con Proceso, Rafael Caro Quintero sostiene que no mató a Enrique Camarena y asegura que estaba “en el lugar equivocado”. Pide perdón a la sociedad mexicana, a la DEA y al gobierno de EU y sentencia: “No estoy en guerra con nadie; El Chapo y El Mayo son mis amigos”. Dice que se dedicó a la siembra de mariguana porque “de alguna manera había que sobrevivir”. La entrevista con el capo se efectuó en la clandestinidad y será transmitida en Proceso TV este lunes a las 12 horas por proceso.com.mx

La espera transcurre en algún lugar del norte de México. Es una tarde que anuncia tormenta. De pronto, como fantasma, aparece caminando, con paso relajado, un hombre de 63 años, erguido en su metro ochenta de estatura. Tiene la tez bronceada y las manos encallecidas. Bajo la gorra azul asoma el cabello corto teñido de oscuro. Muestra una dentadura perfecta y brillante y su cuerpo –delgado, correoso– delata ejercicio.

Es Rafael Caro Quintero, a quien apodan El Príncipe o El Narco de Narcos. Por su captura, el gobierno de Estados Unidos ofrece una recompensa de 5 millones de dólares. Y el de México lo acusa de haberse reincorporado al narcotráfico y desatar una guerra contra el Cártel de Sinaloa.

Lleva en el pecho al menos dos escapularios: uno de la Virgen de San Juan de los Lagos, regalo de uno de sus hijos mayores, y otro con una bendición de su madre. Viste camisa de manga larga, abotonada casi hasta el cuello, y pantalón vaquero. En la muñeca izquierda porta un reloj de carátula negra. No hay joyas, lujos ni armas a la vista; su escolta parece estar compuesta sólo por dos hombres. Sus zapatos de goma son negros y están visiblemente desgastados. Parecen la metáfora exacta de alguien que huye de la justicia desde hace casi tres años.

Luego de 28 años de prisión, en agosto de 2013 fue excarcelado del Reclusorio Preventivo de Guadalajara por órdenes de un tribunal colegiado. Pero días después la Procuraduría General de la República (PGR) obtuvo dos órdenes de aprehensión en su contra: una para extraditarlo a Estados Unidos y otra para que pague 12 años más de prisión que, según la PGR, le quedan pendientes en México.

Caro Quintero, hijo de Emilio Caro Payán y Hermelinda Quintero, nació en octubre de 1952 en el rancho La Noria, en Badiraguato, Sinaloa. Y fue considerado por el gobierno mexicano como uno de los narcotraficantes más poderosos en los ochenta. A raíz del brutal homicidio de Enrique Camarena (agente de la Administración Antidrogas Estadunidense, DEA), en 1985, el gobierno de Estados Unidos y el mundo volvieron la mirada para descubrir que en el Triángulo Dorado, donde confluyen los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua, había emergido una nueva casta de capos: señores de la droga que, 31 años después y según Washington, se convirtieron en los más poderosos del mundo.

El 26 de junio pasado, este semanario (Proceso 2069) publicó las versiones oficiales que aseguraron que Caro Quintero estuvo detrás del ataque perpetrado por Alfredo Beltrán Guzmán, El Mochomito, a la casa de Consuelo Loera, madre de Joaquín El Chapo Guzmán, en la ranchería de La Tuna, Badiraguato, localidad de la que ambos capos son oriundos. Días después, el Ejército mexicano y el gobierno de Chihuahua confirmaron dicha versión.

A raíz de ese reportaje, firmado por la autora de esta entrevista, gente cercana a Caro Quintero contactó con Proceso; el hombre accedió a dar su versión de los hechos.

La lógica indica que un prófugo no concede entrevistas y menos en video. Menos aun cuando la DEA y las autoridades mexicanas le pisan los talones, al grado de haber estado a punto de capturarlo al menos tres veces los últimos dos años. Sin embargo, para Caro Quintero esta lógica no se aplicó y desde la clandestinidad y en uno de los momentos más agudos de la persecución, aceptó responder todas las preguntas, ser fotografiado y que la conversación fuera videograbada para ser transmitida en ProcesoTV. No hubo más condición que la de no revelar el lugar donde fue realizada.

Frente a la reportera y al fotógrafo, el apodado Príncipe habla sobre la presunta guerra que, según fuentes gubernamentales mexicanas, él desató –en alianza con los Beltrán Leyva y otras organizaciones criminales– contra el Cártel de Sinaloa y en particular contra El Chapo Guzmán.

Por primera vez cuenta cómo y por qué se inició en el narcotráfico y habla de los homicidios de Enrique Camarena y del piloto Alfredo Zavala, que provocaron su detención y encarcelamiento.

Narra también su encuentro con El Chapo Guzmán durante un desayuno en 2013, cuando ambos estaban prófugos, y su entrevista con el otro líder del Cártel de Sinaloa, Ismael El Mayo Zambada…

La entrevista transcurre en un cuarto de paredes encaladas construido en medio de la nada. Él se acomoda en una silla desvencijada. El mobiliario lo componen, además, un par de camas y una mesa con una imagen de la Virgen de Guadalupe, acompañada de unas veladoras encendidas.

Se le nota ávido de conversar. Si estaba preocupado por el correr del tiempo, por la caída de la noche o por la intensa lluvia que se desató al comenzar la entrevista, nunca lo mostró. No hay alimentos ni bebidas de por medio. Ni un vaso de agua.

En la clandestinidad, tras 28 años de prisión y casi tres prófugo, rompe el silencio.





Fuente: La Jornada
Autora: Anabel Hernández
http://www.proceso.com.mx/448389/caro-quintero-la-clandestinidad-mate-a-enrique-camarena