Los padres de la niña Fátima, asesinada en Lerma por cuatro sujetos el 5 de febrero de 2015, cuando tenía 12 años de edad, realizaron una protesta pacífica frente a la sede del Poder Judicial del Estado de México, debido a que fue liberado uno de los feminicidas.
El agresor fue liberado debido a que estaba por cumplir 18 años cuando participó en el feminicidio. Fue sentenciado a 5 años de prisión y estuvo prófugo de la justicia dos años.