Artículo 19 condenó que Romero sea el cuarto comunicador asesinado al estar bajo el Mecanismo de Protección a Periodistas.
Francisco Romero Díaz tenía la noticia primero que nadie. Se hizo famoso en Playa del Carmen, Quintana Roo, por sus transmisiones en vivo desde el lugar de los hechos. Si había un homicidio, un choque o una detención, la propia gente le avisaba por las redes sociales y nuevamente era el primero en llegar. Hasta que la madrugada de este jueves fue asesinado.
Uno de sus amigos y socios, Andrés Palafox, lo recuerda como un joven alegre, siempre solidario, buen compañero y echado para adelante. Lo conocían con el apodo del “Ñaca Ñaca”, que surgió porque Romero tenía labio leporino y eso le provocaba cierta dificultad para hablar, un problema de nacimiento que, en lugar de ser un obstáculo, se volvió su sello distintivo.