Alonso, conocida por todos como Juanita, es una indígena chuj de 35 años originaria de San Mateo Ixtatán, Guatemala, que sólo pretendía cruzar México para llegar a Estados Unidos y dar mejor vida a su familia, dijo su tío Pedro Alonso la semana pasada a su paso por Ciudad de México como parte de un recorrido por el país para exigir su liberación. En 2014 la acusaron de secuestro y hasta el sábado permanecía presa en Reynosa sin sentencia.
La migrante guatemalteca Juana Alonzo, quien pasó siete años en prisión preventiva en México, fue torturada por la policía y acusada de secuestro, regresó el domingo a Guatemala y se reencontró con su familia.
Alonzo no soportó tanta emoción y se desmayó en los brazos de su padre y sus tías. Rompió en llanto y abrazó a su familia un día después de que fue liberada por autoridades del estado mexicano de Tamaulipas, donde estuvo detenida durante siete años mientras intentaba emigrar a Estados Unidos.