“Mi cliente también es una víctima”, asegura Édgar Fabián Hidalgo, defensor de Carlos Alfredo, conductor del Metro que el 7 de enero último impactó a otro convoy de la Línea 3, causando la muerte de una joven e hiriendo a 106 personas. En entrevista, el abogado y los deudos denuncian que existe una “justicia a modo” y un “proceso al vapor” para culpar sólo al conductor, ignorando todo el problema técnico del caso, cuyas evidencias obran en los peritajes de las autoridades y en testimonios de trabajadores del Metro.
Para determinar la responsabilidad del choque de trenes en la Línea 3 del Metro, tragedia del 7 de enero último, que dejó a una estudiante sin vida y 106 lesionados, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) sólo tomó en cuenta el registro de la caja negra del tren que pegó, ignorando la falla en el Sistema de Señalización ocurrida un día antes, las del Sistema de Comunicación denunciadas hace años, el robo de cable y las condiciones irregulares y de riesgo con las que diario opera el Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC).