A cinco meses de la desaparición de la mujer, sacada de su casa en Acámbaro, Guanajuato, su familia no solo denuncia inacción de las autoridades sino también actos de intimidación.
Desde el pasado 5 de abril, cuando de madrugada un grupo armado entró con violencia al domicilio de Patricia Quijada, de 33 años, para llevársela sin dejar rastro, su hermana Marlén y su familia se convirtieron en activistas a la fuerza.
“Nadie va a buscar a tu familiar como tú mismo”, asegura la mujer con voz fatigada, aunque, en realidad —dice a continuación—, el principal motivo por el que se convirtió en buscadora es que no confía en las autoridades de la Fiscalía General de Guanajuato que deben localizar a Paty, madre un niño de 11 años.