Cristóbal Cabreiro Ramírez trataba de alcanzar EU tras perder su empleo como guía turístico a causa de la COVID-19. Viajaba en una camioneta con otros 12 migrantes cuando fue tiroteado por la Guardia Nacional.
Cristóbal Cabreiro Ramírez, de 35 años, abandonó Cuba de forma clandestina. No se despidió de su padre, Cristóbal, a quien vio por última vez cuando fue a su casa para pedirle un abrigo. Tampoco de su hija Miranda, de 3 años, a la que visitaba siempre que su trabajo como guía turístico le permitía.
Harto de sufrir penurias económicas tras perder su empleo por el cierre de fronteras a causa de la COVID-19, Cabreiro Ramírez buscó cambiar su suerte fuera de la isla. A finales de septiembre armó una pequeña mochila, pidió un dinero prestado y salió con destino a Estados Unidos. Nunca llegó a cumplir su objetivo.