Durante diez años Superissste operó la “Tienda 14”, una sucursal que no existía físicamente pero que servía para triangular millones de pesos en operaciones que no pueden rastrearse.
La Tienda 14 del Superissste es uno de los precedentes de las simulaciones en compras gubernamentales mediante supuestos convenios para evadir licitaciones públicas, que luego se hizo extensivo a otras dependencias.
La Tienda 14 del Superissste es uno de los precedentes de las simulaciones en compras gubernamentales mediante supuestos convenios para evadir licitaciones públicas, que luego se hizo extensivo a otras dependencias.