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Habitantes de Tila se niegan a regresar a sus hogares por violencia

“Quedan menos de mil personas que no quieren regresar porque ya no se sienten seguras; incluso han pedido su cambio de trabajo”, informaron representantes de los desplazados.

A un mes de que un grupo armado en Tila quemara 17 casas y 21 vehículos, dejando tres muertos y cuatro heridos y miles de pobladores desplazados, la mayoría ha retornado a sus hogares, sólo unas mil personas se niegan a volver por miedo.

“Quedan menos de mil personas que no quieren regresar por temor y algunas familias no van a retornar definitivamente por situaciones personales, y porque ya no se sienten seguras; incluso han pedido su cambio de trabajo”, informaron representantes de los desplazados.

El largo y lento retorno de los habitantes a Tila

La violencia estalló en el municipio el 4 de junio, cuando "Los Autónomos" se enfrentaron con un grupo antagónico, con resultado de tres muertos, cuatro heridos y 17 casas y 21 vehículos quemados, lo que provocó el desplazamiento de miles de habitantes el 7 de junio.

A tres semanas de que estallara la violencia en Tila provocada por civiles armados, y miles de habitantes se desplazaran, algunas familias han comenzado el retorno lento a sus hogares con el acompañamiento de las autoridades del gobierno del estado y el sistema estatal de protección civil; mientras el Ejido Tila advirtió que los pobladores: “deben de acatar las reglas que el ejido tiene”.

Tan pronto como comenzó el retorno, el grupo de “Los Autónomos” fijó su postura: señalan que están amparados por la Constitución mexicana y otras disposiciones legales que por tanto tienen derecho a regular el uso de las tierras ejidales incluso a obtener recursos para financiar las actividades ejidales. Piden no se ignore el reglamento ejidal.

El caso de Tila ilustra el miedo que vive el estado a causa del crimen organizado

El Cártel de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación hace más de un año que luchan también en Chiapas, sobre todo en la zona fronteriza con Guatemala, para controlar las rutas del tráfico de migrantes, drogas y armas.

Era de noche cuando los habitantes de una población del sureste mexicano comenzaron a escuchar disparos, luego el paso de camionetas y las voces de individuos que hablaban de qué casas había que quemar.

Pronto comenzaron a verse las llamas en distintos lugares de Tila, un pueblo de Chiapas conocido por sus peregrinaciones religiosas que tiene unos 10 mil habitantes, calles empinadas y está rodeado de montañas. Fueron cinco horas de balacera, seguidas de tres días de encierro sin que ninguna autoridad apareciera.

Desplazados de Tila marcharon para exigir paz en su municipio

Los desplazados demandan que se establezca una base permanente del Ejército Mexicano que garantice la seguridad de todos los habitantes.

Desplazados choles del municipio de Tila que hace 13 días dejaron sus hogares por la violencia de un grupo armado que dejó tres muertos, cuatro heridos, 17 casas y 21 vehículos incendiados y vandalizados, así como dos mujeres violadas, se vistieron de blanco y marcharon en silencio por la paz y la vida en el municipio de Yajalón, donde se encuentran refugiados desde el pasado 7 de junio.

“Queremos paz”, dijo un hombre que participó en la movilización, con el fin de que sean escuchados por las autoridades para que se establezcan las condiciones y puedan regresar a ocupar sus viviendas que dejaron en Tila, donde una veintena fueron saqueadas y quemadas. “Sí quiero el regreso. Ahí está nuestro patrimonio”, agregó otro de los manifestantes.

Desplazados de Tila amenazan con un plantón en el Zócalo

“Si en los próximos días no hay solución para el retorno, iremos a la conferencia mañanera, vamos hacer un plantón en el Zócalo, incluso iniciar una huelga de hambre frente a Palacio Nacional”, dijo uno de los desplazados.

Han pasado 11 días desde que miles de habitantes del municipio de Tila, se desplazaron huyendo de la violencia provocada por grupos armados organizados, por lo que la desesperación han empezado a ser presa de ellos, muchos se sienten “arrimados” en el municipio de Yajalón, al cual llegaron el pasado 7 de junio con pocas pertenencias.