Imágenes del tema: kelvinjay. Con la tecnología de Blogger.

Nacional

Estados

Politica

Violencia

Funcionarios dan golpiza a padre e hijo dentro de una tienda de autoservicio en Tecámac #Edomex

Con escaleras, llantas y demás artículos de exhibición, fueron agredidos un señor y su hijo menor de edad al interior del Chedrahui ubicado en Ojo de Agua, por dos sujetos que dijeron ser funcionarios públicos y que en estado de ebriedad cometieron la agresión para después ser protegidos por el gerente de la tienda.

Fue ayer, cerca de las 8 de la noche, cuando el hombre y su hijo, de identidad reservada, acudieron a realizar compras a dicho centro comercial, sin embargo, en un momento fueron agredidos por los sujetos, quienes después de insultarlos, los golpearon con objetos de exhibición, como escaleras y llantas, entre otros.

Vicepresidente de El Super, filial de la mexicana Chedraui, hizo 4 aportes a la campaña de Trump

En California, Estados Unidos, luego de las elecciones presidenciales del pasado 8 de noviembre, el clima político quedó tenso y no es para menos, ya que ahí el primer grupo poblacional, es el de las personas de origen hispano y ahí, Hillary Clinton ganó con el 65 por ciento de los votos.
La llegada de Trump, lejos de sembrar miedo, ha funcionado para unir a sectores que terminarán por defenderse y cuidarse ante los embates anti inmigrantes que el empresario lance desde la Casa Blanca.

Ciudad de México, 11 de diciembre (SinEmbargo).- El vicepresidente de El Super, la filial de Chedraui en Estados Unidos, Sal Marcianti, realizó cuatro donaciones a la campaña presidencial del empresario Donald Trump, a pesar de que esa tienda tiene como empleados en su mayoría a inmigrantes, que son también, los principales clientes de esa cadena de origen mexicano.

Para los trabajadores afiliados al Sindicato de Trabajadores Unidos de la Industria de Alimentos y el Comercio (UFCW, por sus siglas en inglés), que durante más de tres años han exigido a El Super mejores condiciones laborales, este acto es grosero y una completa falta de respeto por parte de la empresa hacia quienes les han dado ganancias.

Podría decirse que el dinero que este hombre donó a Trump, vino de migrantes, tanto por los que ahí trabajan y por los que le compran.

El UFCW representa a aproximadamente 600 empleados que laboran en siete tiendas de El Super. Esta cadena representa una cuarta parte de los ingresos netos de Chedraui y contribuye sustancialmente a la rentabilidad general de la empresa.

Los trabajadores salieron a manifestarse luego de que se diera a conocer la donación de Marcianti, vicepresidente de la empresa Bodega Latina Corporation, empresa a través de la cual opera Chedraui. El dato fue encontrado en el Registro de la Comisión Federal de Elecciones y se está compartiendo a las afueras de las tiendas para acrecentar el boicot que los trabajadores sindicalizados llevan promoviendo por meses.

Los trabajadores se sienten profundamente insultados y están haciendo todo lo que está en su poder para boicotear a la empresa. Foto: UFCW.

En entrevista con SinEmbargo, Rigoberto Valdez, líder del UFCW, dijo al respecto que esa acción resultaba paradójica, ya que incluso en su Misión empresarial, dicen que están aquí para servir a los latinos que viven en el extranjero, pero apoyaron a una persona que en campaña presidencial fue anti mexicana y anti inmigrante.

“Un vicepresidente de una compañía cuyos consumidores son principalmente inmigrantes, que apoye económicamente a un candidato a la presidencia, es una falta de respeto a los trabajadores y a la comunidad que le compra a su tienda y que les ayuda a sobrevivir a Estados Unidos […] Para nosotros es insultante y ahora estamos informando de esto a los consumidores para que crezca el boicot contra El Super. Ésta es una razón más para hacerlo, para que ellos comprendan que no pueden usar el dinero de un inmigrante contra un inmigrante”, señaló.

“Nosotros nos hemos enfocado en productos perecederos y latinoamericanos enfocados al mercado hispano y en particular a los consumidores mexicoamericanos, y creemos que el mercado minorista mexico-americano es un nicho que presenta importantes oportunidades de crecimiento, dado el creciente tamaño y el creciente poder adquisitivo de este grupo de consumidores”, dice Chedraui sobre el objetivo de sus tiendas El Super.

El miércoles pasado el Sindicato fue a la tienda número 58 de Los Ángeles y logró realizar una manifestación de 100 participantes, entre los que estaban consumidores, trabajadores y líderes sindicales. El viernes iniciaron una petición en línea, con el objetivo de dar a conocer, “la falta de respeto de El Super a sus trabajadores y consumidores” e invitarlos a que no compren ninguno de sus productos para las fiestas de fin de año.

En un volante distribuido por los trabajadores, se critica que la filial de El Super, habla de apoyar una economía transfronteriza y explícitamente ofrece sus productos a los consumidores México-americanos, los mismos consumidores que el presidente electo de Estados Unidos, ha calificado de “violadores” y a los que amenaza con hacer deportaciones masivas y cerrar las puertas a la migración con un muro en la frontera.

De acuerdo con Rigoberto, la respuesta de la gente ha sido muy buena y admite que hay sorpresa al saber que alguien de alto rango en esta cadena “tuvo esta falta de respeto a la comunidad al hacer semejante hecho”.

No es la primera inconformidad de los trabajadores de El Super. En 2015 y a principios de 2016, se manifestaron en dos ocasiones por las malas condiciones laborales. Foto: UFCW.

El clima está tenso en California. Ahí Hillary Clinton ganó más del 65 por ciento del voto. Y entre la gente es el sentimiento que predomina: “nosotros sabemos que en el voto popular, Hillary le ganó a Trump con más de 2 millones de votos a nivel nacional. Aquí en California, el sindicato y los grupos pro inmigrante, hemos empezado a unirnos mucho más para comenzar a defender nuestros derechos, incluyendo a los trabajadores de El Super, que en su mayoría son inmigrantes. Queremos que se nos respete porque no votamos al igual que el resto del país. Aquí se han hecho muchos esfuerzos para defender nuestros derechos, seamos documentados o indocumentados”, agregó Valdez.

Y compartió un mensaje final: “vamos a continuar con nuestros enlaces y defendiendo a los trabajadores en contra de la injusticia y ahora contra la discriminación y el racismo de la administración Trump”.





Fuente: Sin Embargo
Autora: Daniela Barragán
http://www.sinembargo.mx/11-12-2016/3124312

#CDMX Agreden y desalojan a manifestantes del Mercado Agrícola Oriental que protestaban por la apertura de tienda transnacional

La madrugada del día de hoy lunes 17, tipos armados con pistolas, palos y piedras desalojan de forma violenta a locatarios y colonos de la colonia Agrícola Oriental, en la delegación Iztacalco de la Ciudad de México, quienes protestaban durante 111 días en contra de la apertura de una tienda de autoservicio transnacional, que amenaza con quitarles sus fuentes de empleo, así como el abastecimiento de agua potable que ha estado escaseando en la zona.

Además de golpear a las personas que se encontraban en el plantón, se robaron teléfonos celulares, equipo de computo de un medio independiente, carteras, credenciales, además de navajear a una persona y destruyeron las carpas.



Testigos aseguran que fueron decenas de personas que venían de grupos de choque, o porriles, pagados por la corporación Chedraui, y por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), ya que los habían amenazado con anterioridad.

Ante la mirada de los policías de la Secretaría de Seguridad Pública de la CDMX, ingresaron por la fuerza al establecimiento, que fue construido de forma irregular y de manera ilegal, ya que no cumplía con la Ley de Obras Públicas y de Servicios.

Después de lo sucedido inmediatamente, levantaron una denuncia al ministerio público, sin embargo no han obtenido respuesta alguna por parte de las autoridades que brillaron por su ausencia en el lugar de los hechos. Sin embargo se encuentra cercada la zona por grupo de granaderos de la SSP, por lo cual se mantienen en alerta ante cualquier posible represión contra locatarios y colonos de la zona.



* Con información de El Pueblo, Medio Independiente


Boicot californiano contra Chedraui

Desde hace dos años, cuando la empresa mexicana Chedraui aumentó considerablemente su participación accionaria en la cadena estadunidense de autoservicios El Super, en ésta se presentan problemas que afectan a sus trabajadores: despidos injustificados, menos horas de trabajo y cada vez peor pagadas, retiro de algunas prestaciones y hostigamiento a quienes se atreven a protestar… Muchos casos se han dirimido ya en las cortes; aun así las irregularidades persisten. La forma de lucha de los empleados de estas tiendas es inusual, pero ya está en marcha: un boicot contra su propio centro de trabajo.

Los Ángeles, Cal: Rafael Castro habla pausadamente, pero en su voz se percibe una mezcla de molestia e indignación. Durante 10 años fue gerente de una sucursal de El Super, una de las cadenas de supermercados latinos más grandes en Estados Unidos. Tras casi una década de supervisar cajeras y atender clientes, el 13 de marzo de 2013 fue despedido. El corte de caja mostró un faltante de cinco dólares. Lo acusaron de mal manejo de fondos.

Este despido se suma a varios casos similares entre trabajadores de El Super a partir de 2013, cuando la mexicana Chedraui decidió aumentar su inversión en aquella cadena, que tiene 50 establecimientos en California, Arizona y Nevada y emplea a más de 5 mil personas.

Cada año la cadena de El Super reporta ingresos por mil 200 millones de dólares, según la revista especializada Supermarket News.

Aunque los supermercados operan en Estados Unidos bajo el registro de Corporación Bodega Latina, esta razón social es propiedad de la tercera empresa de tiendas de autoservicio más grande de México: Grupo Comercial Chedraui.

Chedraui opera 216 tiendas en México, surtidas por cinco centros de distribución. Las operaciones de El Super generan 22% de los ingresos netos de Chedraui, que en 2013 obtuvo ganancias por 131 millones de dólares, un incremento de 6.5% en relación con 2012. Por lo que toca a sus ingresos (es decir el total de las ventas), la cifra ascendió a 5 mil millones de dólares en 2013, 3.8% más que en 2012.

Tras su despido, Castro inició una querella ante las autoridades laborales, las cuales fallaron a su favor el 28 de mayo de 2015 y determinaron que su despido fue injustificado.

Este fallo se suma a una serie de irregularidades detectadas por la propia autoridad laboral durante los últimos meses: a partir del vencimiento del último contrato colectivo de sus trabajadores, El Super ha debido enfrentar procesos legales ante las autoridades de trabajo a nivel estatal en California, y a nivel federal, así como un boicot convocado por los empleados, que comenzó a principios de 2015 y aún está en marcha.

Violaciones laborales

En 1995 se formó en Estados Unidos la Corporación Bodega Latina (BLC). Los fundadores fueron Mark N. Schwartz y Carlos A. Smith, actual presidente de la empresa, con una inversión inicial de Chedraui.

Se decidió entonces adoptar para la cadena el nombre comercial de El Super. En 2004, Chedraui incrementó su inversión en BLC a 66.2%, y para 2014 ya poseía 83.36%. El Super había pasado de siete a 50 tiendas en Estados Unidos, crecimiento que en su mayoría se alimentó de la adquisición de compañías rivales más pequeñas, incluido Gigante USA.

El conflicto legal entre los trabajadores de El Super y la empresa tiene su origen en el proceso de negociación de un nuevo contrato colectivo entre mayo y septiembre de 2013. El Sindicato de Trabajadores Unidos del Sector Comercial y de Alimentos del Sur de California (UFCW) representa a cerca de 600 trabajadores de El Super en siete establecimientos. Son trabajadores de un rango salarial bajo, predominantemente latinos, y la mayoría de ellos migrantes.

Tras la expiración del contrato vigente hasta el 27 de septiembre de 2013, y tras el fracaso de las negociaciones entre las partes, en mayo de 2014 la empresa ofreció un contrato que los trabajadores decidieron no aceptar por no apegarse a sus demandas: salarios dignos, respeto en el trabajo, derechos de antigüedad, acceso a beneficios de salud, días de enfermedad pagados y una garantía de 40 horas de trabajo por semana. Actualmente los trabajadores sólo reciben una asignación de 32 horas por semana y los salarios se tasan por hora trabajada.

Luz Amparo García es una de las trabajadoras que apoya el boicot. Durante seis años ha visto pasar miles de productos y alimentos por las cajas de cobro de la sucursal 16 de El Super, donde es cajera. Sin embargo, su salario no le alcanza para que haya suficiente comida en su mesa.

Originaria de Medellín, Colombia, Luz, de 54 años, llegó a Estados Unidos en 2001 y desde entonces trabaja para enviar dinero a su madre y a sus hermanos. “Empecé con un salario de nueve dólares por hora; llevo seis años trabajando y mi salario es de 12.80 dólares, pero se ha quedado estancado; con los aumentos que indicaba el contrato ya debería de ir en 15 dólares. Y con la pérdida de los beneficios que teníamos hace dos años, mi nivel de vida se ha deteriorado”.

Luz es una de las empleadas que sólo trabaja 32 horas a la semana; en ocasiones el monto se reduce a 28 horas. “Imagínese, gano 300 dólares a la semana y pago 750 dólares de renta al mes por un garaje adaptado como vivienda. Tengo que compartir el espacio con una compañera de Nicaragua”, relata.

Hay días en los que de plano el dinero no le alcanza. Entonces acude a una iglesia cercana, que ofrece víveres a personas necesitadas. “Imagínese, mandar el dinero de las medicinas de mi madre, pagar mis cuentas, el agua, el teléfono, el carro y el costo de cuando me enfermo. Una de las cosas que estamos peleando es que nos den un seguro de salud que podamos pagar. Y que nos muestren nuestros ingresos por horas extra; desde 2012 no aparece esa cuenta en nuestro talón de cheque”.

Cuando vieron que en la oferta de contrato colectivo de 2014 la empresa no cumplía con sus demandas básicas, los trabajadores llamaron a votación, rechazaron la oferta y autorizaron una huelga, en tanto que el UFCW presentaba cargos contra El Super por prácticas laborales injustas.

“Los empleados trabajaron con un contrato vencido durante el periodo de negociación; cuando llegó el momento de votar, que ganó el ‘no’ e iniciaron la preparación de la huelga, Carlos Smith empezó a tener juntas a puerta cerrada con los trabajadores”, explica Rigoberto Valdez, vicepresidente de la Local 770 del UFCW. “El objetivo era lanzar una campaña de intimidación. Cuando entraban los trabajadores, les quitaban los celulares para que nadie grabara o tomara fotos. Entonces insultaban a los líderes sindicales, los ridiculizaban y ejercían presión para que los trabajadores se salieran del sindicato”.

El UFCW agrupa a varias de las cadenas de supermercados que operan en Estados Unidos. De acuerdo con los tabuladores de la industria manejados por el sindicato, El Super es uno de los empleadores con condiciones laborales más injustas. Un ejemplo: en la cadena Food for Less, principal competencia de El Super, un cajero puede ganar hasta 17.55 dólares por hora. Un empleado de El Super con el mismo nivel y experiencia percibe 12.86 dólares por hora. En algunos supermercados mejor pagados, como la cadena Ralphs, el mismo trabajador puede ganar hasta 22.85 dólares por hora; casi el doble que uno de El Super.

La herencia de César Chávez

El 20 de diciembre de 2014 las federaciones del trabajo del estado de California y del condado de Los Ángeles dieron su apoyo al boicot como medida de presión. Dos días después, cuatro organizaciones comunitarias crearon un grupo llamado Coalición por un mejor El Super y exigieron a las autoridades de salud del condado una investigación a la cadena. Desde febrero de 2014 las inspecciones realizadas a las tiendas de los condados de Los Ángeles, San Bernardino y Orange han documentado 679 violaciones a las normas de salud ambiental.

En los meses posteriores, más de 300 organizaciones comunitarias, laborales, religiosas y concejos vecinales o de desarrollo de Los Ángeles se han sumado al boicot. En marzo, Dolores Huerta, la mítica líder sindical que junto con César Chávez impulsó el boicot a la producción de uva para lograr mejores condiciones de trabajo para los campesinos, también expresó su apoyo.

“La táctica del boicot la tomamos siguiendo el ejemplo de los trabajadores de la agricultura en los sesenta y setenta con Dolores Huerta y César Chávez”, explica Valdez. “A diferencia de la huelga, en el boicot se le pide al consumidor que no compre el producto, pero los trabajadores siguen trabajando, haciendo un sacrificio; les cortan horas de trabajo para compensar las pérdidas. Nosotros no podemos parar sin cobrar durante meses, pero pedimos a la comunidad que se sume a la denuncia: en esta tienda tratan a los empleados mal y no les importan nuestras comunidades en Estados Unidos, se llevan todas las ganancias a México”.

Mientras el caso legal avanza, los trabajadores de El Super ya suman algunas batallas ganadas en esta larga guerra. Las autoridades laborales ya han reconocido que la cadena incumplió su obligación legal de regresar a la mesa de negociaciones. Se han aceptado las denuncias de violación de los derechos de los trabajadores contra la directiva de la cadena por prácticas de intimidación, que van desde las juntas con trabajadores convocadas por Smith, hasta los despidos en cada tienda cuando los trabajadores lideran la organización de sus compañeros. Y en sus días de descanso, los trabajadores se manifiestan afuera de las tiendas.

La empresa, en tanto, está en un proceso de apelación ante las juntas laborales; a través de comunicados, ha justificado su retiro de las negociaciones debido a que éstas llegaron a un punto muerto, y ha negado las acusaciones de mal manejo de alimentos. Proceso buscó una declaración directa de Frank Aguirre, gerente de relaciones comunitarias de El Super, sin que al cierre de esta edición se hubiera obtenido una respuesta.


“El Super sirve a la comunidad de origen mexicano”, explica Valdez. “Chedraui vino a Estados Unidos a bajar el estándar de los trabajadores de esta industria, tal vez porque sus trabajadores son en su mayoría inmigrantes y no siempre conocen sus derechos, o tienen miedo. Pero con la campaña que hemos hecho estos dos años, mucha gente ha perdido ese miedo y levantado la voz, aún a costa de su vida personal. La gente que viene a Estados Unidos sacrifica muchas cosas para obtener una vida mejor. Que una empresa como Chedraui no sea lo que lo impida”.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: EILEEN TRUAX.