“No vemos que el Estado mexicano esté tomando acciones tendientes a la desarticulación del grupo paramilitar que nos desplazó a nosotros y al menos a otras cinco mil personas del municipio de Chalchihuitán, y que actualmente continúa agrediendo y desplazando hermanos y hermanas indígenas de las comunidades Tabak y Koko”, denunciaron 249 pobladores del ejido Puebla, municipio de Chenalhó, en Chiapas, ante la imposibilidad de regresar a sus hogares por la violencia.
Los indígenas reinstalaron el plantón que mantenían frente al palacio de gobierno estatal en la capital del estado y aseguraron que se quedarán “hasta que el Estado mexicano realice acciones contundentes que indiquen que van a desarticular este grupo paramilitar”.