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Otra explosión en Veracruz, ahora en el complejo petroquímico "Pajaritos"

El complejo petroquímico “Pajaritos”, en Coatzacoalcos, registró una fuerte explosión e incendio horas después del estallido y evacuación en el complejo "Morelos".

El complejo petroquímico “Pajaritos”, ubicado en Coatzacoalcos, al sur de Veracruz, registró una fuerte explosión e incendio en su interior, horas después del estallido y evacuación en el complejo “Morelos”.

Un flamazo en la línea de gas provocó un fuerte incendio en el lugar y la evacuación de más de 200 empleados.

De acuerdo con los primeros reportes de empleados petroleros, el incidente se originó en un ducto de la Planta Iquisa, localizada el interior de la zona industrial.

Pemex debe abrir información sobre la explosión en “Pajaritos”

Pemex Etileno deberá buscar y dar a conocer el dictamen o cualquier documento en el que se detallen las causas y consecuencias de la explosión del 20 de abril del 2016, en la Planta Clorados III del complejo petroquímico “Pajaritos” de Coatzacoalcos, Veracruz.

En un comunicado, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) recordó que en dicha explosión murieron 32 trabajadores y más de 130 resultaron heridos, incidente que tuvo múltiples repercusiones en Mundo Nuevo, poblado cercano, donde algunas familias abandonaron la comunidad, después de que la planta fue cerrada.

Greenpeace dice a Pemex: las pruebas de contaminación en Río de Veracruz son “irrefutables”

La organización ecologista Greenpeace rechazó la información que el pasado miércoles dio a conocer el director de Petróleos Mexicanos (Pemex), José Antonio González Anaya, quien señaló que el complejo petroquímico de Pajaritos, Veracruz, no vierte sustancias tóxicas al Río Coatzacoalcos.  En un informe, los activistas señalan que el complejo arroja 59 químicos al vaso lacustre.

Greenpeace México reiteró que el complejo petroquímico de Pajaritos, en Veracruz arroja 59 sustancias tóxicas al Río Coatzacoalcos. La organización respondió así al titular de Petróleos Mexicanos (Pemex), José Antonio González Anaya quien negó que la planta de este empresa productiva del Estado provocara algún tipo de daño al ambiente o a los mantos acuíferos.

“Aunque el director general de Pemex diga que no, nuestra evidencia científica es irrefutable. Pemex sí descarga en el Río Coatzacoalcos cotidianamente, y/o producto de la explosión del complejo de Pajaritos, sustancias altamente tóxicas y peligrosas como el dicloruro de etileno (EDC), del que encontramos altas concentraciones, por encima, incluso de los límites marcados por la legislación en Estados Unidos”, señaló en un comunicado.

El pasado miércoles durante la inauguración del Megacomplejo Etileno XXI en Nachital, Veracruz, el funcionario negó que Pemex contaminara el río: “La Procuraduria Federal de Proteccion al Ambiente (Profepa) tiene un reporte en el cual queda claro que Pemex ha estado trabajando con cuidado y no ha habido esto [descargas de EDC]”.

Los ecologistas dijeron que González Anaya “se equivoca”, puesto que “las muestras de agua que tomamos de su tubo de descarga lo desmienten”.

El pasado 23 y 24 de abril, Greenpeace realizó análisis al agua que proviene de la tubería de descarga del Complejo “Pajaritos” de la firma Petroquímica Mexicana de Vinilo (PMV), operada por Mexichem en asociación con Pemex, y constató que al menos contenía 59 químicos orgánicos aislados, entre ellos algunos considerados de alto riesgo para el ambiente y la salud de los habitantes de la periferia, al ser catalogados como posibles cancerígenos.

Ante esto, la organización ambientalista, con presencia internacional, acusó que dichas sustancias prácticamente carecen de regulación en México y que fueron encontradas en concentraciones superiores a lo permitido por la International Agency for Research on Cancer (IARC) de Estados Unidos.

De las 10 muestras tomadas, la que arrojó resultados más alarmantes de presencia de tóxicos es precisamente la del agua proveniente de las zonas cercanas al complejo Pajaritos: ahí se encontraron etenos clorados, etanos clorados, y metanos clorados así como bencenos clorados. Además, contiene una amplia gama de químicos orgánicos semivolátiles.

De las distintas sustancias, el químico más predominante es el Dicloruro de Etileno (EDC, por sus siglas en inglés), sustancia catalogada como posible cancerígeno por la IARC y los servicios de salud de EU. Las concentraciones halladas de EDC superan de 10 a 28 veces los límites que establece Estados Unidos respecto a las aguas residuales que vierte el sector de los plásticos.

Por ello, en aquella ocasión subrayó la necesidad de que la situación sea atendida a largo plazo. “Hay que darle seguimiento y financiamiento para que la gente tenga noción, sepa lo que puede pasar y además para que (Pemex y Mexichem) asuman los gastos”.


Asimismo, recordó que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) tiene la gran tarea de fortalecer la regulación del uso de suelo “porque si las autoridades hicieran su trabajo, accidentes como este por la liberación de químicos tóxicos podrían haberse evitado”, aseguró.

Greenpeace México exhortó al director de Pemex para que comparta el informe de la Profepa “para que lo pudiéramos revisar (si es que existe) y poder contrastarlo con el análisis que realizamos en nuestros laboratorios de investigación en la Universidad de Exeter, Ingleterra. Informe, que por cierto, reporta resultados similares a los que hicimos por primera vez hace 15 años y en los que también encontramos sustancias cancerígenas, lo que nos apunta a pensar que Pemex –y ahora también Mexichem- están descargando directamente al Río Coatzacoalcos químicos peligrosos”.

Además, explica que los datos obtenidos durante su investigación están apegados al uso de métodos científicos y que, de ser que existan estudios contradictorios al suyo, “estos deben aplicar el mismo principio de transparencia y disponibilidad de los nuestros”.

Los activistas mencionaron que la dependencia “contestó que no existía información al respecto” sobre si se habían tomado muestras representativas de suelo, agua, aire en la zona del complejo petroquímico de Pajaritos para conocer la presencia o no de contaminantes y su concentración.


El pasado 20 de mayo, Pemex dijo no contar con información respecto al tipo de sustancias que operan en el complejo. Respuesta que Miguel Ángel Soto, vocero de Greenpeace México, calificó como ridícula: “Es ridículo que Pemex no tenga información de las sustancia que explotaron dentro de su complejo donde mataron a 32 personas hasta el momento porque no sabemos si las cifras están actualizadas o están escondiendo algo”.

El pasado 20 de abril, una fuerte explosión se registró en el complejo petroquímico “Pajaritos”, en Coatzacoalcos, Veracruz, dejando tras de sí decenas de muertos, cientos de heridos, e inclusive forzó la evacuación de cientos de personas debido a una columna de humo tóxico que se extendió por la zona.

El fuego que detonó el estallido se originó en la planta Clorados III, una productora de policloruro de vinilo (PVC) de la firma Petroquímica Mexicana de Vinilo (PMV), que es producto de una alianza, firmada en 2013, por Mexichem –que posee 54 por ciento– y Pemex –con un 46 por ciento–.

Dentro del Consejo de Administración de esta compañía, que en 2011 también reportó un accidente fatal, destacan empresarios como Valentín Díez Morodo [socio de Grupo Modelo y ex consejero de OHL México], Juan Francisco Beckmann Vidal [presidente de José Cuervo], un ex funcionario público y figuras que también son consejeros de Grupo México y Grupo Televisa, entre otros.

Mexichem –parte de Grupo Kaluz, propiedad de la familia Del Valle– destaca que la seguridad de sus colaboradores es “el factor más importante” para el desempeño de sus actividades y su meta es tanto prevenir todos los accidentes como tener cero fatalidades.

De acuerdo con su informe de sustentabilidad más reciente, en 2011 reportó un accidente fatal, 180 accidentes incapacitantes y 4 mil 697 días perdidos. Su indicador de seguridad operacional registra hasta 2014, una suma de 826 accidentes incapacitantes.


La Petroquímica Mexicana de Vinilo anunció a sus clientes que por “una condición de fuerza mayor” [el siniestro] fue afectada la producción de cinco productos químicos embarcados desde Veracruz.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/24-06-2016/3058527

Halla Greenpeace sustancias cancerígenas tras explosión en Pajaritos

CIUDAD DE MÉXICO: A dos meses de la explosión en el complejo petroquímico Pajaritos, con saldo de 32 muertos, la organización ambientalista Greenpeace dio a conocer el reporte de las sustancias tóxicas encontradas en lugar de los hechos, muchas de la cuales, subrayó, son clasificadas “como posibles cancerígenos”.


En un comunicado precisa que de las muestras tomadas y analizadas en sus Laboratorios de Investigación en la Universidad de Esex, Inglaterra, la que arrojó resultados más alarmantes de presencia de tóxicos tras la explosión es precisamente la del agua proveniente de una de las tuberías del complejo Pajaritos, que desecha decenas de químicos extremadamente tóxicos en el caudal del río Teapa.

Destaca que hallaron al menos 59 químicos orgánicos aislados, entre ellos algunos considerados “extremadamente preocupantes para el ambiente y la salud de las personas al ser catalogados como posibles cancerígenos”.


De acuerdo con Greenpeace, estas sustancias prácticamente carecen de regulación en México y fueron encontradas en concentraciones superiores a lo permitido por la normatividad de Estados Unidos.

“Encontramos sustancias sumamente tóxicas como etenos clorados, etanos clorados, y metanos clorados, así como bencenos clorados. Además, contiene una amplia gama de químicos orgánicos semivolátiles”.

De las distintas sustancias, el químico más predominante es el dicloruro de etileno (EDC, por sus siglas en inglés), sustancia catalogada como posible cancerígeno por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) y los servicios de salud de Estados Unidos.

Las concentraciones halladas de EDC, agrega, superan de 10 a 28 veces los límites que establece ese país (tres) respecto de las aguas residuales que vierte el sector de los plásticos.

Para Greenpeace México resulta indignante que apenas siete días después de la explosión de Pajaritos, Mexichem “parecía más preocupado en calmar a sus accionistas, que en tratar de remediar la tragedia originada en su complejo petroquímico”.

Por otro lado, apunta, resulta inexplicable que Petróleos Mexicanos (Pemex) diga desconocer información básica de sus operaciones de producción en el complejo siniestrado.

La respuesta de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) también fue “decepcionante”. El 25 de abril, cinco días después de la explosión, Greenpeace México solicitó información pública mediante el sistema Infomex al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).

“Preguntamos a Pemex, a la Semarnat, a Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) y a la Cofepris (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios), entre otras cosas, si ya se habían tomado muestras representativas de agua, aire y suelo en las zonas aledañas a Pajaritos. Solicitamos dichos reportes. Pedimos información sobre el plan de monitoreo dentro y fuera de las instalaciones donde se suscitó la explosión (muestras agua, suelo y agua), solicitamos información sobre la condición de los trabajadores, sobre las personas que atendieron el accidente y la población vecina. Pedimos conocer con exactitud qué sustancias se fugaron para causar la explosión, pedimos saber si había algún antecedente de fugas en el complejo y con qué sustancias se estaba trabajando exactamente cuando ocurrió el estallido.

“Fuimos ignorados. Pemex argumentó el 20 de mayo la supuesta ‘inexistencia de la información solicitada’. La Semarnat dijo que ‘no era su competencia’. Profepa y Cofepris pidieron una prórroga que vence precisamente mañana (martes 21). Esperamos que cumplan con su palabra”.

El 29 de mayo la Profepa dijo que recibió un reporte de Mexichem sobre lo sucedido. Sin embargo, este reporte no se hizo público, subraya la organización ambientalista. Y cuestiona: ¿Cuáles fueron las sustancias químicas peligrosas liberadas al ambiente y la población? ¿Cuáles serán las sanciones para Pemex y Mexichem? Y quizá otra de las incógnitas que la Profepa podría resolver: ¿Quiénes eran los encargados de supervisar/verificar el funcionamiento de Pajaritos? ¿Se está encubriendo a alguien en ese sentido?

Es por estas razones, y por la falta de transparencia de las autoridades federales (Semarnat, Profepa, Conagua), estatales y municipales, así como de Pemex y de Mexichem, que desde Greenpeace México “exigimos acciones claras y contundentes en el corto y mediano plazo a los citados actores”, apunta en su comunicado.

En el corto plazo Greenpeace demanda sanciones ejemplares contra la paraestatal y Mexichem debido a las lamentables pérdidas humanas y a los graves daños causados a la comunidad y al medio ambiente, así como a quien resulte responsable de la verificación del funcionamiento de este complejo.

Pemex y Mexichem, apunta, deben financiar y asignar recursos suficientes para indemnizar a las familias de los fallecidos y brindar atención médica a largo plazo a los afectados, así como resarcir el daño ambiental.

“Exigimos al gobierno federal y a PMV (Petroquímica Mexicana de Vinilo) dar a conocer ya el plan de remediación y estudios pertinentes para conocer qué sucedió, qué impacto tendrá en el entorno, de qué forma se reparará el daño al medio ambiente.

“En nombre del derecho a la información. PMV debe informar a la sociedad cuáles son las sustancias que maneja en sus instalaciones, cuáles fueron liberadas durante la explosión y en qué cantidad están descargando cotidianamente en tierra, agua y aire de Coatzacoalcos”.

La Semarnat, añade, debe fortalecer la regulación del uso de sustancias químicas peligrosas en el país, ya que en México se permite el manejo de cientos de sustancias prohibidas en otros países del mundo, y vigilar el cumplimiento de la normatividad vigente en el manejo de tóxicos.


El documento destaca que el obligatorio Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes de México lleva ya casi tres años de retraso, por lo que el gobierno federal debe hacerlo público y con sanciones vinculantes a toda industria que se niegue a informar qué tipo de sustancias está liberando al medio ambiente.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: REDACCIÓN.
FECHA: 20 JUNIO 2016.
LINK: http://www.proceso.com.mx/444658/detecta-greenpeace-sustancias-cancerigenas-tras-explosion-en-pajaritos

Inspecciona Profepa trabajos en el complejo petroquímico Pajaritos

CIUDAD DE MÉXICO: La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) realizó un recorrido de trabajo a la empresa Petroquímica Mexicana de Vinilo (PMV), en el Complejo Petroquímico Pajaritos, para conocer el avance en el cumplimiento de obligaciones establecidas en la legislación ambiental.


En un comunicado, la Profepa detalló que con motivo de las medidas ordenadas tras la clausura total temporal que impuso por el siniestro ocurrido el pasado 20 de abril, también verificó el avance en las tareas de caracterización y retiro de residuos peligrosos que se efectúan en relación con la remediación ambiental del sitio.

Durante el recorrido, que contó con la participación de representantes del cuerpo directivo de PMV y de Mexichem, así como de funcionarios de la Dirección Jurídica de Petróleos Mexicanos (Pemex), se conoció un reporte técnico realizado por esa empresa petroquímica sobre el estado actual que guarda la planta Clorados III, donde se registró la explosión el mes pasado.

El estudio indica que las aguas utilizadas por los equipos de bomberos para sofocar la conflagración fueron recuperadas y se encuentran debidamente almacenadas en tanques especiales, gracias al doble sistema de drenaje con que cuentan dichas instalaciones para evitar la contaminación de afluentes.

Asimismo, PMV expuso el modelo de recreación que utiliza para determinar la composición, dimensión, extensión y dirección, y con ello el posible grado de contaminación que pudo registrar la nube de emisiones causada durante la conflagración, a fin de establecer posibles daños ambientales en la zona.

En el encuentro, directivos de la empresa petroquímica informaron que peritos de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) del estado de Veracruz, así como de una acreditada firma estadunidense especialista en explosión con nube de vapor, iniciaron ya las investigaciones para determinar la causa del siniestro.

A la par de la actuación de la PGJ y con su anuencia y supervisión, agregó, se continúan haciendo todas las labores necesarias para asegurar las condiciones de seguridad de la planta siniestrada, así como del retiro de residuos peligrosos y su entrega, transporte y recepción a empresas debidamente acreditadas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a cambio de los manifiestos correspondientes firmados por el generador, transportista y destinatario.

Se informó que una vez concluida la actuación de la PGJ, y en caso de atracción de la Procuraduría General de la República, así como de los expertos contratados para la determinación de la causa raíz del accidente, se procederá al desmantelamiento y confinación de los equipos contaminados, si ello es necesario.


La Profepa comentó que deberá llevarse a cabo la caracterización del sitio, para establecer la remediación y la reparación del daño o la respectiva compensación ambiental, en caso de que haya habido tal.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.proceso.com.mx/442192/inspecciona-profepa-trabajos-en-complejo-petroquimico-pajaritos

Carlos Slim y empresas españolas, escondidos responsables de la tragedia en Pajaritos

Carlos Slim y empresas de capital español están involucradas en la operación del complejo Pajaritos, puntal de la industria petroquímica mexicana. Todos ellos son los responsables no conocidos de la trágica explosión del 20 de abril en la planta Clorados III, donde murieron 32 personas, fueron heridas 160 y hay un número impreciso de desaparecidos.

Para imputar una responsabilidad penal, “[Los trabajadores] tendrían que presentar una denuncia formal contra quien resultara responsable, señalando como presuntos responsables tanto a PEMEX como a Mexichem y a los terceros que pudieran tener las responsabilidades (empresas controladoras de éstas)”, señaló el abogado laboralista Manuel Fuentes Muñoz en entrevista para RindeCuentas.org.

Antonio del Valle Ruiz y sus hijos controlan el Grupo Empresarial Kaluz, que tiene el 36% de las acciones públicas de Mexichem y una parte desconocida de las privadas. BlackRock, Inc., la mayor gestora de activos del mundo, y Grupo Minersa (Minerales y Productos Derivados, S.A.), productora española de minerales y productos químicos tienen poco más del 2% cada una. Las ramificaciones llegan hasta Carlos Slim Helú, quien a través de Grupo Carso es propietario indirecto de Kaluz y por lo tanto de Mexichem.

La responsabilidad de Mexichem en Pajaritos es alta: es el accionista mayoritario del complejo petroquímico con 56% de los títulos y responsable de aprobar el plan anual de negocios. Los títulos restantes son de subsidiarias de PEMEX localizadas en España.

DE PEMEX A PAJARITOS, PASANDO POR ESPAÑA

Un 44% de Pajaritos está controlado por PPQ Cadena Productiva, empresa creada en España en abril de 2013 por PMI Holdings BV, otra subsidiara de PEMEX pero con sede en Holanda. Al momento de su fundación, y a través de un anexo en su acta constitutiva, PPQ Cadena Productiva depositó el poder de tomar decisiones a cuatro ciudadanos españoles.

Se trata de Luis Alberto Mañas Antón, Iñigo Bastarreche Sangües, Rosa Calvo Zagarranurdi y Gonzalo Valencia Alcaraz, habituales en los consejos de administración de las filiales de PEMEX en España. Sólo Mañas Antón tiene experiencia relevante en petroquímica: 20 años en Repsol.

Actualmente el 99% de PPQ Cadena Productiva está controlado por PEMEX Etileno, y el 1% restante aún es de PMI Holdings BV. El traspaso de acciones fue en 2014 y no hay información respecto a si se modificó el anexo que daba control de la subsidiaria a los cuatro españoles.

Desde 2015 la dirección de PEMEX Etileno recae en Ignacio Javier Vergara, quien de 1998 a 2013 trabajó en Accenture. Esa empresa consultora afrontó la transformación de PEMEX junto con el Despacho Chevez, Ruiz, Zamarripa. Fernando Benjamín Ruiz Sahagún, uno de los fundadores del Despacho, es consejero independiente de Mexichem y hombre cercano a Antonio del Valle Ruiz.

PEMEX Etileno está controlada por PEMEX. El director general de la empresa productiva del Estado, José Antonio Gonzáles Anaya, es también el presidente del consejo de administración de PEMEX Etileno, un cargo que no es nominal, sino que pertenece a quien ocupe la dirección general de PEMEX.

EL ELITISTA CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DE MEXICHEM

En Mexichem las autoridades no sólo se toparán con la octava familia más rica de México -con una fortuna valuada en más de 3,000 millones de dólares los del Valle, sino con un consejo de administración blindado por políticos y hombres de negocios.

Valentín Diez Morodo es quizás el consejero con más peso en México. Incide en las decisiones de los 15 corporativos con mayores ingresos del país. Sólo entre ellos generan el 3.4% del producto interno bruto. Es un viejo miembro del Consejo Mexicano de Negocios, el organismo empresarial más importante de México, que agrupa a los propietarios de las empresas con mayores ingresos del país.

Jaime Ruiz Sacristán, presidente de la Bolsa Mexicana de Valores desde enero de 2015 y exdirector de la Asociación de Bancos de México, también está en el consejo de Mexichem. Su hermano gemelo, Carlos Ruiz Sacristán, no es consejero de Mexichem, pero sí de “Ve por más”, el banco del Grupo Kaluz. Su asesoría debe ser bien escuchada: Carlos fue director general de PEMEX y secretario de Comunicaciones y Transportes de 1994 a 2000, y actualmente es presidente de Ienova México. La confianza es plena: los gemelos Ruiz Sacristán son primos de Antonio del Valle Ruiz.

Guillermo Ortiz Martínez es el político del consejo. Durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1994-2000) fue secretario de Hacienda y uno de los artífices de la privatización de la banca. En aquella coyuntura Antonio del Valle Ruiz adquirió Banco Internacional (Bital), rescatado por el Fobaproa y comprado en 2003 por HSBC29 para entrar en México.

MEXICHEM GANA, PEMEX PIERDE

Al adquirir el complejo petroquímico Pajaritos, Mexichem incrementó el valor de sus activos en 256 millones de dólares. PEMEX le cedió a Mexichem de manera gratuita el uso de equipos de laboratorio, vehículos, accesorios y refacciones, de acuerdo con un informe de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

La ASF señaló que PEMEX Petroquímica proporcionó servicios de mantenimiento a la sociedad de coinversión que no se cobraron por carecer de un mecanismo de cobro y de la formalización de un contrato y, de acuerdo con el informe anual 2015 de Mexichem, PEMEX no le traspasó pasivos ni cuentas por pagar.

La planta que explotó -la que producía monómero de cloruro de vinilo (vcm)- aumentó las ventas de vinilo de Mexichem en 16% en 2015 respecto al 2014, con un incremento en la producción del 68% durante el mismo periodo. El vcm es uno de los principales insumos para la producción delploricloruro de vinilo (pvc) de Mexichem.

Las empresas que contrataron a los trabajadores están obligadas formalmente por la ley a indemnizar [en este caso las subcontratistas] y las beneficiarias directas [PEMEX y Mexichem] tienen una responsabilidad solidaria. Sin embargo, hay un vacío legal: esta responsabilidad procede sólo si las obligadas directas no asumen la responsabilidad, aclara el abogado Fuentes Muñoz.

El mercado bursátil no está preocupado por la explosión de Pajaritos: las acciones de Mexichem empezaron abril a 41.32 y lo cerraron a 43.05. En sus comunicados la compañía ya ha declarado que “dentro de Mexichem vamos a poder mitigar de una manera relativamente bien el impacto”.

La explosión en Pajaritos no afectará a la riqueza de los del Valle ni de ningún otro miembro de la élite mexicana. Si las tragedias no reducen los beneficios corporativos, los accidentes seguirán sucediendo.



Fuente: Más de 131
Autor: RindeCuentas.org
http://masde131.com/2016/05/carlos-slim-y-empresas-espanolas-escondidos-responsables-de-la-tragedia-en-pajaritos/

Pajaritos: La detallada historia de una venta amañada

La venta del Complejo Petroquímico Parajitos se pactó desde el gobierno de Vicente Fox, revela a Proceso el ingeniero José de la Cruz Chung, quien entre 2001 y 2003 se encargó de los trabajos de ampliación de esa planta. El especialista muestra expedientes para documentar las pifias de Pemex Petroquímica para beneficiar a la empresa Mexichem, del banquero Antonio del Valle, quien adquirió todo el complejo a precio de ganga. Y aun así no cumplió con los acuerdos pactados. Luego vino la explosión del 20 de abril…
CIUDAD DE MÉXICO: La entrega del Complejo Petroquímico Pajaritos (CPP) al banquero Antonio del Valle y su firma Mexichem fue un acuerdo transexenal pactado entre la administración de Felipe Calderón y la de Enrique Peña Nieto. Pero antes de “regalárselo” a un 60% de su valor, fue “saqueado” durante la administración de Vicente Fox.
Así lo revelan memorándums de entendimiento consultados por Proceso, el último de los cuales data de 2009; el manual de operación de 2011, que obliga a Mexichem a invertir en el complejo 200 millones de dólares –lo que la empresa no había hecho hasta el pasado 20 de abril, día de la explosión en el área de Clorados III, donde murieron 32 trabajadores y un centenar resultaron heridos–, así como denuncias ante la Procuraduría General de la República (PGR) y documentos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Los activos del CPP entregados incluyen la Planta Derivados Clorados III, según cifras de Pemex; la Planta de Etileno, los turbogeneradores de energía eléctrica y vapor, así como los servicios auxiliares y el almacén de monómero de cloruro de vinilo (VCM).
El motivo por el cual el gobierno de Calderón decidió vender el complejo fue para que Mexichem tuviera en sus manos la cadena de producción completa, cuyo producto último es el policloruro de vinilo (PVC), y evitar el riesgo de que “cerraran” las empresas que aportan las materias primas, entre ellos la planta de Pajaritos.
A cambio de este apoyo, el 10 de septiembre de 2013 el dueño de la compañía se comprometió a invertir 200 millones de dólares en el CPP; sin embargo los 87 millones de dólares que correspondían sólo a la planta Clorados III no se habían aplicado al día de la explosión, revela el ingeniero José Daniel de la Cruz Chung, quien fue el encargado del proyecto de ampliación de esa planta entre 2001 y 2003.
El especialista comenta a Proceso que hasta el 20 de abril pasado estaban operando cinco equipos –TT-501, AS-501, PC-316, el TT-402 y el TT-504–, adquiridos en la época en que él tuvo a cargo el proyecto de ampliación de Clorados III.
Aclara que, por negligencia de Rafael Beverido Lomelín, quien llegó a la dirección de Pemex Petroquímica en 2001, los cinco estaban dañados. No descarta, dice, que uno de ellos haya sido el causante del accidente de la semana antepasada.

Primero, el saqueo
Los desaciertos cometidos en la planta de Clorados III y en conjunto del CPP se iniciaron con la administración de Vicente Fox y de Beverido Lomelín, puntualiza De la Cruz Chung, quien durante 26 años trabajó en la entonces subsidiaria de Pemex.
Muestra incluso las denuncias presentadas ante la PGR por daños a Pemex-Petroquímica por la venta irregular del Complejo Petroquímico Cosoleacaque “como chatarra”, así como por el mal ejercicio de recursos durante la ampliación de la planta de Clorados III.
También exhibe contratos, dictámenes técnicos, costos y oficios de la dirección general de Petroquímica Pajaritos, donde se reconoce el daño a los equipos, e insiste en que uno de ellos pudo haber provocado la explosión del 20 de abril pasado.
La compleja historia arranca con la ampliación de la planta de Clorados III ocurrida entre 2001 y 2003. El proyecto tuvo un costo de 3 mil millones de pesos, cantidad similar a la que, 10 años después, pagó el banquero Del Valle para quedarse con todo el CPP.
La denuncia presentada ante la PGR el 2 marzo de 2010, por ejemplo, establece como objeto de posible delito la “ingeniería, procura y construcción de la ampliación de la planta de derivados Clorados III de 200 mil a 405 mil toneladas por año; su integración y puesta en operación; daño a las instalaciones, elaboración de contratos de compra de materia prima y venta de cloruro de vinilo”.
En esa ampliación participaron la empresa española Duro Felguera y la propia Petroquímica. A la primera se le otorgó el contrato CO-PA-04-01 por 74 millones 395 mil dólares, que obligaba a la firma hispana a aportar algunos equipos.
Se firmó otro contrato por 54 millones de pesos con Prestación de los Servicios Profesionales –el CO-PA-32/00– para el monitoreo y coordinación de todas las obras necesarias para la ampliación, y otros con diversas compañías para la compra de “equipos críticos” por 22 millones de dólares. Sin embargo, dice De la Cruz, “éstos estaban por debajo del proyecto y los pagó Pemex-Petroquímica”.
Antes de que concluyeran los trabajos de ampliación y el contrato mismo, Pemex-Petroquímica exigió a Duro Felguera que “echara a andar” los equipos nuevos, algunos de los cuales estaban muy deteriorados. Eso causó daños estimados en 400 millones de pesos. También se averió un horno, cuya reparación costó 900 millones de pesos.
Como prueba de las afectaciones causadas por la necedad de echar andar equipos antes de que concluyera el proyecto, De la Cruz muestra el oficio de la Dirección General de Petroquímica Pajaritos, en el cual se admite “el daño a los equipos nuevos integrados al proyecto Clorados III: el TT-5001, AS-501, PC-316, TT-402 y TT-504”.
En resumen, la ampliación resultó con “un daño de 2 mil millones de pesos”, según la denuncia de De la Cruz, encargado del Proyecto de ampliación de Clorados III.
Antes, el 18 de noviembre de 2008, él mismo interpuso una denuncia penal en la PGR donde aludió a la solicitud de un préstamo de 20 millones de dólares autorizado por el Deutsche Bank “con cargo al proyecto Clorados III” (expediente Ac/PGR/VER/CTZ/1/051/2008).
Relata que, como encargado del proyecto, le pidieron firmar esa solicitud con el pretexto de que era para “financiar el proyecto y la compra de equipos”. Él se negó pues, dice, el proyecto contaba con una partida presupuestal y no requería esos recursos.
En su querella detalla que en la revisión de la cuenta pública de 2002 por parte de la ASF hay un solo pago por 7 millones 616 dólares con cargo al crédito solicitado al Deutsche Bank. “Todavía no sabemos qué pasó con el resto de dinero”.
Acuerdo transexenal
El 5 de mayo de 2009 el director de Pemex-Petroquímica, Rafael Beverido Lomelín, firmó con Mexichem el memorándum de entendimiento para entregarle la planta de Clorados III.
El documento, cuya copia obtuvo Proceso, así como los memorándums de entendimiento de septiembre de 2007 y de enero de 2008 –que reveló la ASF– existían, incluyendo el Manual de Operación del 15 de noviembre de 2011. Los documentos muestran que la entrega del complejo petroquímico al banquero Del Valle se hizo el 10 de septiembre de 2013 –durante la administración de Peña Nieto–, con la firma de la entrega final.
Pemex Petroquímica pidió a la empresa Oxy Vinyls una evaluación de la planta de Clorados III –que había sido saneada con la ampliación de 2001 y 2003–, y que dicha evaluación se entregara a Mexichem para que ésta hiciera su propuesta de compra.
Así, en lugar de entregar la evaluación a Pemex-Petroquímica, el gobierno pidió que se enviara a la empresa de Del Valle. Según las declaraciones de ambas partes, durante 2008 “el tecnólogo” de Oxy ­Vinyls realizó una evaluación operativa de la planta Clorados III y entregó a Mexichem los documentos titulados: Pemex Pajaritos VCM III Plant Assessment y Capital Project Budgetary Investment Estimates, en lo sucesivo Evaluación 2008.
Ambas partes –Pemex-Petroquímica y Mexichem– se obligan mantener en secrecía durante 10 años el memorándum “y toda información relacionada con el mismo”.
Mexichem establece que “es productor de cloro y de plicloruro de vinilo (PVC), que requiere el incremento en la producción de cloruro de vinilo (VCM) para estar en posibilidad de integrar la cadena de cloro hasta PVC, tal y como lo realizan los principales productores de PVC en el mundo, siendo así más rentable. Por lo tanto, ha considerado integrar dicha cadena en México”.
Los firmantes reconocen también “la necesidad de alentar la industria nacional a través de la integración de la cadena cloro-VCM-PVC… necesidad de realizar inversiones en equipo y tecnología para incrementar producción… hacer negocios rentables bajo un entorno de mercados abiertos a la libre competencia para no correr el riesgo de cerrar sus respectivas instalaciones en el país”.
En la ampliación de Clorados III (2001-2003) se planteó aumentar la elaboración de cloruro de vinilo a 405 mil toneladas por año. Con dicho memorándum, Mexichem se comprometía a invertir 60 millones de dólares, recuerda la diputada federal Rocío Nahle, que ha trabajado en Pemex-Petroquímica.
Venta a modo
Tanto Nahle como el ingeniero De la Cruz cuestionaron que Pemex-Petroquímica aceptara que Oxy Vinyls, encargada de hacer la evaluación de Clorados III, entregara a la postora Mexichem el documento de 2008.
Oxy Vinyls dijo lo que necesitaba la planta y, con base en ello, Mexichem hizo la propuesta de compra años más tarde.
En el sexenio de Felipe Calderón se intentó todo para concretar la entrega de Pajaritos a Antonio del Valle. El 20 de octubre de 2011 la entonces Comisión Federal de Competencia autorizó “la concentración de la cadena productiva” y el 9 y 17 de noviembre de ese año tanto Pemex como Pemex-Petroquímica “recomendaron a sus consejos de administración aprobar” la alianza estratégica entre Mexichem y Pajaritos.
Ya echada a andar la entrega, el 15 de noviembre de 2012, 16 días antes de que Enrique Peña Nieto llegara a Los Pinos, el gobierno de Calderón elaboró el Manual de Operación de la sociedad tomando como base las necesidades que la misma Oxy Vinyls elaboró en 2008.
Esa firma, al igual que OxyChem, forma parte de la Occidental Petroleum Corporation. De manera coincidente, el 30 de julio de 2012 Mexichem anunció que crearía una empresa conjunta con OxyChem para producir 500 mil toneladas al año de etileno y así garantizar el suministro a largo plazo para producir PVC.
El CPP produce etileno, Mexichem (que esta frente al complejo) produce cloro. La mezcla de etileno y cloro genera cloruro de vinilo, materia que se requiere para producir PVC.
Ante la pregunta de por qué se le encargó a Oxy Vinyls la evaluación de la planta de Clorados III en 2008, el ingeniero De la Cruz explica que Geon Co., es el dueño de la patente de las plantas de los clorados. Aclara también que “después de que Geon tuvo problemas económicos, lo absorbió Oxy Vinyls, por ello le correspondió a ésta hacer la evaluación, porque Pemex-Petroquímica está obligado a recurrir al dueño de la patente, pero no a entregar los resultados de la evaluación a Mexichem”.
A diferencia de los 60 millones de dólares que Mexichem se comprometió aportar en 2009 si se quedaba con Pajaritos, en el Manual de Operación del 15 de noviembre de 2011 se habla de 200 millones.
La sociedad que finalmente se firmó el 10 de septiembre de 2013 tuvo, para Mexichem, un costo de 3 mil millones de pesos, e incluyó la planta de Clorados III, la de etileno, los turbogeneradores de energía eléctrica y vapor, así como los Servicios Auxiliares y almacén de VCM.
La sociedad entre Mexichem y Pemex-Petroquímica dio origen a la empresa Petroquímica Mexicana de Vinilo, dada de alta en España, donde 58.5% es propiedad de Mexichem y 41.5 % de Pemex.
En la página cuatro del Manual –activos que participan en la sociedad– se establece:
“Todos los activos del Complejo Petroquímico Pajaritos, excepto los que se indican en el punto 3.2. El alcance incluye las instalaciones de proceso que comprenden las plantas de producción de etileno, de monómero de cloruro de vinilo (VCM), de producción y distribución de servicios auxiliares, tratamiento de efluentes, así como los edificios, talleres, vialidades internas, racks de tuberías y demás infraestructura necesaria para la producción y almacenamiento de etileno y VCM, las instalaciones y patios de vías para el embarque de VCM en carros tanque e infraestructura para el envío de VCM a la terminal marítima.”
De acuerdo con el ingeniero De la Cruz, la venta de todo el CPP en 3 mil millones de pesos fue una ganga, pues tan sólo la ampliación de Clorados III, a inicios de 2001, tuvo un costo de 3 mil millones de pesos; en servicios auxiliares se pagaron mil 500 millones de pesos; por cuatro tanques de almacenamiento de cloroetano, 40 millones; por tres de cloruro de vinilo, 75 millones, y en turbogeneradores se invirtieron 289 millones.
En total, la cifra es cercana a los 5 mil millones de pesos; es decir Mexichem pagó 60% del costo de lo que invirtió Pemex aquellos años. Por si fuera poco, la empresa de Del Valle se comprometió a invertir 87 millones de dólares sólo en la planta de Clorados III. Hasta el 20 de abril pasado no lo había hecho, reitera De la Cruz.
En la revisión de la cuenta pública de 2013, la ASF confirma fallas en los equipos al explicar por qué no se alcanzó la producción estimada: “No obstante, por la antigüedad y las condiciones físicas de las plantas, la producción programada en ese periodo se afectó por fallas en los equipos de la planta de Clorados III en la sección de pirólisis en los vaporizadores y en los hornos”.
FUENTE: PROCESO
AUTOR: JESUSA CERVANTES
LINK: http://www.proceso.com.mx/439577/pajaritos-la-detallada-historia-una-venta-amanada

Tragedia en Pajaritos “ya se veía venir”



COATZACOALCOS, Ver. (apro).-“Hablamos de un genocidio industrial (sic). Mandaron al sacrificio a 58 obreros, según las cuentas que nos reportan los obreros que salieron vivos”, expresa Mario Díaz Ortega, integrante de la Coordinadora de la Defensa del Petróleo y agremiado de la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros.


Dicha agrupación incluye a 320 empleados de Petróleos Mexicanos (Pemex) disidentes del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).

Con cejas canosas bien pobladas, Díaz Ortega es enfático: el “genocidio industrial” –explica– se viene dando desde que Pemex delegó la operación de la planta a Petroquímica Mexicana de Vinilo (PMV) y a la empresa Mexichem que, con base en empresas outsourcing del petróleo, “relegó tareas delicadas” a gente joven, inexperta, sin preparación y sin una retribución salarial estable. Por esa razón, dijo, las familias de los fallecidos quedaron en el desamparo.

“Los petroleros tenemos otra responsabilidad. Con Mexichem sólo picamos los botones. Estamos en un cuarto de control, estamos operando. ¿Quiénes hacen la reparación?, pues los jóvenes de las empresas contratistas, gente humilde que no tiene preparación, a nosotros (los petroleros) nos fueron quitando materia de trabajo. Hoy en esta tragedia mueren los de las compañías contratistas”, ataja Ortega, flanqueado por un grupo de empleados del sindicato disidente y otros extrabajadores del petróleo jubilados.



Hasta pasado el mediodía de este lunes, los boletines de Pemex consignaban la cifra oficial de 32 muertos, más de 160 heridos, 12 de ellos de gravedad y cero desaparecidos.

Y es que, raíz de la visita del presidente Enrique Peña Nieto el pasado 21 de abril, el director general de la paraestatal José Antonio González Anaya y el gobernador priista Javier Duarte dieron por canceladas sus ruedas de prensa nocturnas y desde entonces todo se concentró en enviar escuetos despachos informativos.

Entierro de un trabajador fallecido en explosión Coatzacoalcos. Foto: Yahir Ceballos

“Chivos expiatorios”

En su oficina ubicada en pleno centro histórico de Coatzacoalcos, la diputada del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) Rocío Nahle García advirtió del siguiente viacrucis al que quedarán expuestos mandos medios del complejo “Pajaritos” adscritos a Pemex, así como trabajadores inmersos en la nómina de PMV.

En el complejo petrolero, dijo, se vivía un esclavismo laboral con la reforma energética y anteriormente con la reforma laboral, pues a través de puras empresas outsourcing en la industria de los hidrocarburos, la mayoría de los 700 obreros de este complejo petroquímico trabajaban sin prestaciones laborales; no acumulaban antigüedad laboral ni tenían respaldo en accidentes de trabajo.

La legisladora de Morena fustigó que al iniciar las investigaciones, la Procuraduría General de la República (PGR), dirigida por Arely Gómez, intenta buscar a “los chivos expiatorios” de esta doble explosión en el área de Clorados III en el complejo Pajaritos. Agregó que “todo parece indicar” que serán los mandos medios en quienes se recargue la responsabilidad de la catástrofe.

“Vemos que hoy la PGR le está enviando requerimiento a los ingenieros de Pemex, para que la paraestatal absorba la responsabilidad de los privados. Yo voy a defender a los trabajadores… Sí, que vayan y expliquen a la Procuraduría en qué condiciones estaban trabajando, si no habían las condiciones óptimas al momento de operar, sí los obligaban por una cuestión económica. Pero no que los agarren de chivo expiatorio de este terrorismo laboral que desencadenó en tragedia”, dijo.

Rocío Nahle García, representante del distrito de Coatzacoalcos, fue enfática al soslayar que hay una empresa mexicana “responsable de la tragedia” y que se llama Petroquímica Mexicana de Vinilo, cuyo dueño de 58% de las acciones es el exbanquero mexicano (dueño de Bital), Juan Antonio del Valle.

“Creo que el manejo de hidrocarburos no es para cualquiera, sabíamos y lo habíamos advertido que los empleados operaban sin el equipo de seguridad básico, no seguían las normas de seguridad, además la falta de mantenimiento y la negligencia laboral de sus directivos llevó a esta atroz tragedia”, expuso.

Familiares despiden a uno de los trabajadores muertos en la explosión de Pemex en Coatzacoalcos. Foto: Yahir Ceballos

Jugar con la muerte…

Mario Díaz, integrante de la Coordinadora con la Defensa del Petróleo da una síntesis recabada con los obreros que sobrevivieron a la explosión del fatídico miércoles 20. Ataja que los “riesgos” en una planta de petroquímica siempre van a existir, pero serán menores cuando haya empleados calificados y de Pemex al frente.

“La información que hemos recibido es que primero se presenta la fuga. Los retiran (los directivos a los obreros), se van a comer. Luego los directivos dicen ‘ya no hay fuga’ (sic). Los vuelven a meter a trabajar… después sobreviene la explosión”, agregó.

Javier, un obrero de la cuadrilla de andamios lo explicó de una forma más puntual: “primero hubo un desfogue, cerramos válvulas, vino una fuga, sentimos que algo explotó. Luego vino el diablo y sopló”.

Díaz Ortega reparó en que cualquier petrolero de Pemex experto en contingencias habría sabido la receta para evitar la tragedia al pie de la letra: “Uno, sí hay una fuga, tienes que cortar y parar. De otro modo, ahí están los resultados”.

El pretexto de Mexichem y de PVM para no parar fue muy lógico –atajó Díaz–, más no admitido. Los mandos decidieron no parar por la cuestión económica, pues nunca una iniciativa privada va a perder un segundo de producción: “los puntos de la Bolsa Mexicana de Valores se vienen abajo y la empresa pierde… sí estuviera Pemex al frente de la planta, el sindicato no hubiera permitido reanudar labores”, expuso.

Los razonamientos de la Coordinadora en Defensa del Petróleo y de la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros suenan obvios, según el periódico La Jornada en su edición del domingo 24 de abril, tras el fatal accidente y 4 días de receso-. Y es que, Mexichem había caído 4 mil 116 millones de pesos en su valor de mercado en relación con su valor de capitalización de la semana anterior.

Un día después del accidente, el propio José Antonio González Anaya, director general de Pemex, admitió que aunque la paraestatal logró amortizar el pago de impuestos en unos 50 mil millones de pesos por año, el diagnóstico del primer trimestre tendrá “muy malos resultados financieros”.

En otras compañías privadas como Breskan Idesa, quienes controlan el proyecto de Etileno XXI, sus directivos explicaron el desplome y la tragedia de “Pajaritos” de la siguiente manera: hubo una desincorporación del recurso humano, las instalaciones ya están convertidas en chatarra y con falta de mantenimiento, nulos recesos y producción forzada en aras de no caer en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), entre otros multifactores.

Mario Díaz coincidió, pero atajó que el remedio no llegó a tiempo, porque hoy “Pajaritos” depende del sector privado; sin embargo, Mexichem nunca respetó los protocolos ni las normas de seguridad, mucho menos –dijo– el respeto humanitario al trabajador.

Y eso es cierto, empresas como Ica Flour, Gamza, Peri-Gamza, entre otras, evadieron su responsabilidad de apoyar en los cortejos fúnebres de sus obreros fallecidos. Peor aún, ni siquiera dieron visos de una eventual indemnización conforme a la ley. Por ello, familiares de víctimas de la Congregación de Mundo Nuevo salieron a “botear” el pasado lunes en el Puente Coatzacoalcos I, para exigir y presionar a las autoridades federales a que asuman su responsabilidad de cubrir los gastos funerarios y dar una liquidación a los deudos.

“Peña llegó a decir lo que sabe decir, que estaba con nuestro dolor, nos prometió que el gobernador Javier Duarte se quedaría para agilizar los trámites de la entrega de muertos y la búsqueda de desaparecidos pero, apenas se fue Peña y a Duarte no le volvimos a ver ni el polvo”, dijo Lucero Rocha, viuda de Abigail Sánchez, quien murió en la explosión cuando ocupaba el cargo de supervisor de Andamios y empleado contratista de Gamza.

Al ver hacía delante de la tragedia, Mario Díaz pugnó porque esto no vuelva a suceder: “Exigimos que la PGR haga una exhaustiva investigación, tenemos toda la información. Vamos a empezar a actuar, por la vía legal y por la movilización social para exigir que ‘Pajaritos’ sea desincorporado de la iniciativa privada y regrese a manos del Estado”.

La explosión en el complejo de Pemex en Coatzacoalcos. Foto: Yahir Ceballos

Y en las perdidas, el drama…

En los alrededores del complejo “Pajaritos” reina la zozobra y la incertidumbre. Obreros de empresas contratistas se arremolinan y acercan a los reporteros para cuestionarlos “si supieran” de la fecha de la reapertura de la empresa, del despido de personal y de sí alguna “contratista” está pagando sueldos o liquidaciones.

Y en el caos y el reacomodo de la empresa, ya se presentan actos de rapiña: “Por la explosión vino mucha gente de (la ciudad de) México, y varios administrativos de los contratistas ya se están quejando de robos, de saqueo de oficinas. La rapiña allá adentro está a todo lo que da”, explica Javier, empleado de Gamza, pero no es lo único que le preocupa.

“Seguimos llorando a nuestros amigos. Nos duele en el alma tener que ir ayer y antier a dos velorios por día, pero queremos ver, ¿Qué sigue?, la familia tiene que comer. ¿De dónde va a salir la papa? Hemos escuchado que la planta va a estar cerrada muchos meses. ¿De qué vamos a vivir?”.

La zozobra se multiplica, las empresas contratistas se desentienden del reacomodo de sus empleados. En los murmullos y lamentos de los trabajadores petroleros, la empresa Welding los respalda y algunos hasta ya lograron cobrar su sueldo el pasado viernes.

El drama que conmovió a la comunidad petrolera fue el destino de los hermanos de la congregación de Mundo Nuevo, Óscar y Abigaíl Sánchez de la Cruz, quienes murieron abrazados en la doble explosión del área de Clorados III, del complejo petroquímico. Sus cuerpos fueron encontrados la tarde-noche del domingo 24, por binomios caninos, en el área de más difícil acceso por los estragos que causó la conflagración.

Empleados del Servicio Médico Forense y periciales de la Fiscalía General del Estado (FGE) sacaron en una sola camilla los cuerpos calcinados de los trabajadores de 24 y 30 años. En la plancha del forense tuvieron que realizar diligencias quirúrgicas para “separar a los cuerpos”, así como “evitar despellejarlos”, por el estado en que se encontraban.

Rutilio Sánchez Jiménez, padre de Óscar, andamiero de profesión y Abigaíl, supervisor de andamios, ambos de la empresa Gamsa, contó que, según testimonios de otros obreros, Abigaíl logró evadir la onda expansiva del fuego en una primera instancia. Sin embargo, al gritar desesperado por su hermano Óscar y no obtener respuesta, regresó por él. Pasaron cinco días después del accidente para conocer que ninguno sobrevivió.

Apenas el sábado 23, Jessica Jiménez –esposa de Óscar– y Lucero Rocha –cónyuge de Abigaíl– se atrincheraban en la entrada del complejo “Pajaritos” en búsqueda de noticias sobre sus maridos. Sentadas bajo un árbol que no daba sombra ni consuelo, Jessica no paraba de sollozar, mientras Lucero platicaba con reporteros con la mirada absorta y los ojos vidriosos. “Que me entreguen a mi marido ya como esté”, decía.

El funeral de los hermanos Sánchez fue el martes 26 al mediodía en el panteón municipal de la congregación de Mundo Nuevo, una localidad de apenas ocho mil habitantes, donde 75% de la economía se mueve por los ingresos de empleados de empresas outsourcing del petróleo, sin derecho a prestaciones, ganancias ni dividendos de la industria de los hidrocarburos.

La diputada de Morena Rocío Nahle aseguró que con este incidente, no hay que buscarla mucho: “la Reforma Energética ya es un fracaso… es lo peor que nos ha pasado”. Sería absurdo, agregó, que después de la tragedia de Coatzacoalcos, los directivos de Pemex y el gobierno federal quisieran privatizar las refinerías. “Es absurdo, pero el gobierno sería capaz”.

Ingeniera de profesión, aseguró que el área de Clorados y sus sectores dañados se tendrán que volver a construir y ser cambiados por un complejo petroquímico nuevo, pues un remozamiento volvería a poner en riesgo a cientos de trabajadores.

“La planta quedó desecha, hay que hacerla de nuevo. Y cuando digo nueva, es Pemex el encargado de hacerla. Que no nos salgan con que van a concesionar Mexichem y a los amigos de Salinas la construcción del nuevo complejo petroquímico”, concluyó.



Fuente: Proceso
Autor: Noé Zavaleta
http://www.proceso.com.mx/439213/tragedia-en-pajaritos-ya-se-veia-venir