«No miramos indicios de poder avanzar en la solución de lo que ellos llaman “el conflicto”. Por lo que alertamos se pudiera estar fraguando una posible salida violenta, es decir, un desalojo a la Casa de los Pueblos», declaró la comunidad otomí residente en la Ciudad de México, que desde el pasado 20 de junio les fue cortado el servicio de luz eléctrica en la sede de lo que fue el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, tomado el 12 de octubre de 2020 en exigencia de vivienda digna.
«Resulta sorprendente que en casi 4 años de la Toma del INPI, no hayan tenido la capacidad de resolver las demandas de la Comunidad Otomí, mejor dicho, no quisieron resolverlas», señaló la comunidad en un comunicado, en el que desplegó sus exigencias de vivienda para las autoridades de gobierno.