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Crisis forense: FGR incumple con banco nacional de datos y deja sin resolver miles de desapariciones

La fiscalía ha incumplido con la creación y operación efectiva del Banco Nacional de Datos Forenses, clave para buscar e identificar desaparecidos. Pese a su obligación legal desde 2019, no ha resuelto la emergencia de más de 124 mil desaparecidos y entre 52 mil y 72 mil cuerpos sin identificar.

Responsable de la elaboración del Banco Nacional de Datos Forenses (BNDF) y otros instrumentos indispensables para la búsqueda e identificación de desaparecidos, las Fiscalía General de la República (FGR) no ha sido capaz de responder a la emergencia nacional que representa contar oficialmente con 124 mil 913 desaparecidos y no localizadas, y entre 52 mil y 72 mil cuerpos no identificados resguardados por fiscalías, como se evidencia en la respuesta al Poder Judicial que ha dado la institución encabezada por Alejandro Gertz Manero.

De acuerdo a la Ley General en Materia de Desaparición Forzada, Desaparición por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda, desde 2019 la FGR tenía la obligación de crear el BNDF, y ante el incumplimiento de la autoridad, en 2021 la ciudadana Olimpia Montoya Juárez recurrió a un amparo para buscar información sobre su hermano Marco Antonio, desaparecido en Guanajuato en 2017.

Representada por el Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez (Centro Proh), en 2022 Montoya Juárez obtuvo la protección de la justicia federal vía el Juzgado Décimo Primero de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, pero el BNDF “sigue sin que se implemente a cabalidad, porque la FGR tiene todavía pendiente incorporar registros relevantes para la identificación de personas”, dice César Contreras, abogado de la organización civil.

La relevancia del BNDF volvió a la luz luego de que la presidenta Claudia Sheinbaum anunció el 17 de marzo último que enviaría una iniciativa para crear la Base Nacional de Información Forense, lo que motivó que en documentos de organizaciones de familiares de víctimas de desaparición y de buscadores y buscadoras, recordaran a la presidenta que ese instrumento ya estaba contemplado en la ley y que estaba bajo la responsabilidad de la FGR, pero que no operaba.

Contreras, quien de antemano reconoce que “es la primera vez que hay un indicio de esbozo de incluir las desapariciones en la agenda de la presidenta”, considera que la propuesta de Sheinbaum apunta a tener el mismo objetivo ya delineado por las familias de víctimas en la ley general de 2017, “que es concentrar la información relevante para la búsqueda e identificación de desaparecidos para la investigación de los delitos, y sobre todo para devolverles la identidad a los restos no identificados”.

El defensor del Centro Prodh expone que en el proceso de cumplimiento sobre el amparo hay dilación de la FGR, que rindió su último reporte estadístico en febrero de 2024, el cual revela una incompatibilidad entre la información sistematizada con la realidad nacional.

“Oficialmente se tenía un dato de 52 mil cuerpos sin identificar en servicios forenses, y a finales del año pasado información periodística revelaba que serían 72 mil las personas sin identificar. Sin embargo la FGR sólo tiene 490 registros de cuerpos no reclamados”, detalla Contreras para dar cuenta de los datos que faltan por sistematizar.

“Estamos hablando de una dimensión de la crisis forense muy grande, muy dinámica también, y que ni siquiera la Fiscalía ni ninguna autoridad del Estado mexicano está teniendo la capacidad de seguirle el paso para poder dar una cifra en este momento”, puntualiza el abogado.
Lo que nos queda muy claro –continúa el abogado– es que tanto los tres componentes centrales para lograr la identificación de personas son genética, huellas dactilares y características particulares, que son las bases ante mortem y post mortem (AM/PM), en todas esas hay un claro subregistro y en el caso de huellas dactilares específicamente sabemos que no está interconectado todavía.
Incluso refiere que hay datos distintos dentro de las oficinas de la FGR, pues mientras al juzgado que está dando seguimiento al amparo se le dio un dato sobre las bases AM/PM, la Dirección General de Análisis y Proyectos tiene otros datos.

“En el informe del Sistema de Gestión de Información de Base de Datos AM/PM, al corte de noviembre de 2024, sólo se tienen 13 mil registros AM de las más de 124 mil personas desaparecidas consideradas en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO); en tanto que sólo se tienen 14 mil registros PM de fallecidos que están sin identificar en servicios médicos forenses de las más de 72 mil que habría en todo el país”, apunta.

Información disuelta

En respuesta a un requerimiento judicial, el 10 de abril de 2024 la entonces responsable del Centro Federal de Inteligencia Criminal de la FGR, Edna Patricia Cepeda Morales, dio a conocer al Juzgado de Distrito datos estadísticos sobre los “nueve recursos de información interconectados al Sistema de Búsqueda del BNDF”, todos con corte del 31 de marzo de 2024.

En el oficio FGR/AICE/CFIC/OT/36765/2024, del que Proceso conoce, la FGR refirió que en el Registro Nacional de Personas Fallecidas No Identificadas y No Reclamadas (RENAPEFA) “se han registrado en el sistema un total de 490 fallecidos a nivel nacional”.

La FGR reportó dos mil 64 registros correspondientes al Registro Forense Federal (Refofe), base que “integra la información sobre personas desaparecidas y restos humanos, las circunstancias que rodean la desaparición de personas y la recuperación de cadáveres o cuerpos de personas muertas, segmentos óseos, obtenida a través de distintas diligencias de investigación por parte de la FGR”.

En cuanto al Registro Nacional de Fosas Comunes y Fosas Clandestinas (Renafo), en su último informe al Poder Judicial la FGR reportó contar con mil 789 reportes, sin distinguir qué datos corresponden a fosas comunes y cuántos a fosas clandestinas.   

Mientras que en la Base Nacional de Información Genética (BaNIG) estaba comprendida por nueve mil 374 registros, base conformada por “los datos genéticos ingresados al CODIS y a otros bancos de información genética federales como estatales, herramienta informática que posibilita a los laboratorios forenses el ingreso, almacenamiento, intercambio, confronta automatizada y cálculos estadísticos en los niveles estatal y nacional”.

Respecto de la Base de Datos Ante Mortem y Post Mortem, “herramienta informática para gestionar información sobre personas desaparecidas y restos humanos, las circunstancias que rodean la desaparición de personas, hallazgos y la recuperación de los cadáveres o cuerpos de personas muertas o segmentos o restos óseos así como los inicios y los lugares donde se les encuentra”, el informe de la FGR dató en 134 mil 449 registros, sin distinguir cuántos corresponden a AM y PM.

El documento agregó el Registro Nacional del Delito de Tortura (Renadet), base con  seis mil 908 expedientes de denuncias de tortura, así como mil 498 reportes de Alerta Amber, creado para “coadyuvar en la búsqueda y localización de niños y adolescentes que se encuentran en riesgo de sufrir daño grave a su integridad personal, ya sea por ausencia, desaparición, extravío, privación ilegal de la libertad o cualquier otra circunstancia donde se presuma la comisión de un delito ocurrido en territorio nacional”.       

De acuerdo con la respuesta de la FGR al juzgado, también se incluyó la base de datos del Sistema Estratégico de Seguimiento sobre Expresiones Delictivas (SINIED), que contaba con 174 mil 151 registros, plataforma que da seguimiento a los delitos de homicidio doloso, armas de fuego, robo de hidrocarburos, robo a transporte, robo a casa habitación, robo a transeúnte, robo de vehículos, narcotráfico, extorsión y secuestro.

De igual manera se dio cuenta de la plataforma del Sistema Nacional de Información Nominal (Sinin), que “permite el registro e integración de fichas nominales, así como la búsqueda alfanumérica para acelerar la consulta de información, a fin de responder las solicitudes de dictámenes nominales en dactiloscopia forense de manera más ágil y oportuna; es alimentado por peritos de Lofoscopía forense”, sistema que contiene 202 mil 642 registros.

Tras señalar que la numeralia presentada se está constantemente actualizado, la FGR informó en abril del año pasado al juzgado que “en los trabajos de implementación del Banco Nacional de Datos Forenses se prospecta que la próxima interconexión se realice con los registros, base y sistemas” del Registro Nacional de Detenciones, el Registro de Antecedentes Criminales, Registro Nacional de Personas Desparecidas y No Localizadas, el Sistema Automático de Identificación de Locutores y el Sistema de Identificación de Huellas Dactilares.

Tortuguismo burocrático

El 11 de febrero último el juzgado de distrito requirió nuevamente al Centro Federal de Inteligencia Criminal (CFIC) para que aportara información sobre las anteriores bases de datos que se integrarían al BNDF anunciadas en abril de 2023.

En el oficio FGR/AIC/CFIC/OT/0023514/2025, en ausencia del titular del CFIC, Moisés Eduardo Bolaños Bonilla informó que el Registro Nacional de Detenciones ya se había “interconectado” al BNF el 26 de agosto de 2024, pero no ocurre lo mismo con los otros elementos.

En cuanto al Registro de Antecedentes Criminales y el Sistema Automatizado de Huellas Dactilares, el funcionario explicó al juzgado que “están a cargo de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y, en ese sentido, se continúa con las gestiones conducentes que permitan el desarrollo de los trabajos de interconexión de los referidos registros y sistemas con el Banco Nacional de Datos Forenses”.

Del Sistema Automático de Identificación de Locutores (ASIS), se agregó que, “al ser administrado por la Fiscalía General de la República, actualmente se llevan a cabo las gestiones pertinentes que permitan el logro de su interconexión con el Banco Nacional de Datos Forenses”.

El funcionario de la FGR apuntó que “las interconexiones pendientes responden al mismo proceso gradual, con la finalidad de atender a los parámetros de información previstos por la Ley General en Materia de Desaparición de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, así como al ámbito de competencia, necesidades y procesos de cada uno de los entes públicos a cargo de la administración de estos”.

Para César Contreras los restos encontrados en Teuchitlán ejemplifican lo que significa no contar con el BNDF actualizado como debería tenerlo la FGR.
El gran problema –explica– es que hallazgos como el Teuchitlán, en caso de que sea posible obtener ADN de lo restos, deberían poder se procesados y confrontados con una sola base de datos del país de manera inmediata y no depender de tardados procesos burocráticos para devolverles la identidad, como los que se siguen teniendo que llevar a cabo en todo el país.  
Por ello, considera, es importante conocer con claridad la propuesta de la presidenta que se comprometió a presentarla hoy jueves 20 de marzo.

“Si el cambio tiende a quitarle la responsabilidad a la Fiscalía General de la República, nos preocuparía enormemente porque entonces estamos hablando de la fragmentación de responsabilidades que nunca ha funcionado bien en nuestro país y son al final las fiscalías las que tienen en sus manos la información forense de primera mano.

“Es decir, si tenemos 33 fiscalías en la República, que son las que tienen los cuerpos y que saben dónde se encuentran, son ellas las que tienen que tener los registros y la Fiscalía General de la República, como el principal referente dentro de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia, tiene que liderar el esfuerzo para decir ‘tráiganme toda esta información, yo la reúno para que todas puedan tener acceso a esta información”, dice.

Para el abogado sería lamentable que se tiraran por la borda las herramientas para al búsqueda e identificación de personas que se estipulan en la ley general, por lo que insiste en estar atentos a la iniciativa que ofreció Claudia Sheinbaum.

“Ya hay un número de registros importantes interconectados en una sola plataforma, es la base del proceso que no se tendría que tirar a la basura, mucho menos porque se trata de esfuerzos de familiares de desaparecidos que dedicaron su labor tanto para la ley como para el litigio en relación con el Banco Nacional de Datos Forenses; ciertamente se ha tardado mucho en lograr lo poco que hay, por lo que lo importante ahora debe ser construir sobre eso”, dice César Contreras.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: GLORIA LETICIA DÍAZ.

Cada día 3 cuerpos van a fosas comunes: informe; 5 alcaldías concentran desaparecidos

En su Informe de Actividades para el periodo de diciembre 2020 a noviembre de 2023, el Consejo Ciudadano de la Comisión de Búsqueda de la Ciudad de México denunció que hay más de 18 mil personas sin reclamar o sin identificar en las fosas comunes de la capital, mientras que 6 mil 725 individuos han sido reportados como desaparecidos o no localizados en la entidad.

En la capital del país, cada día llegan los restos de tres personas a fosas comunes debido a la falta de un sistema que permita a las autoridades capitalinas cruzar información y notificar a sus familiares de su fallecimiento o  ante las dificultades para ser identificados, una problemática que se da en un contexto de más de seis mil personas desaparecidas en la entidad, advirtió el Consejo Ciudadano de la Comisión de Búsqueda de la Ciudad de México.

Municipio de Tecomán, el mayor cementerio clandestino del país

Con el hallazgo el 21 de octubre de 11 cadáveres, Tecomán se afianzó como el municipio con mayor número de fosas clandestinas en el país: 268, de las que se exhumaron los restos de unas 350 personas. Pero poco se sabe de detenidos y procesados por estos hechos.

En este municipio costero, que durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador ha ocupado el primer lugar en el número de fosas clandestinas localizadas en el país, el sábado 21 de octubre la Fiscalía General del Estado (FGE) anunció el descubrimiento de siete hallazgos forenses más, de donde fueron recuperados 11 cadáveres, en un rancho ubicado en la comunidad de Madrid.

La crisis forense en Jalisco, un rompecabezas incompleto

Indira Navarro, líder de las Madres Buscadoras de Jalisco, expone el éxito del colectivo para encontrar restos humanos en fosas y hornos clandestinos, pese a la burocracia de la fiscalía del estado con más desaparecidos del país.

Sin ningún familiar desaparecido en este estado, la sonorense Indira Navarro Lugo, líder del colectivo Madres Buscadoras de Jalisco, apoya en la localización de personas en la entidad que tiene el mayor número de víctimas por ese fenómeno criminal en 2023,  pese al peligro y al escaso respaldo de las autoridades.

Fundadora del colectivo en febrero de 2022, A Navarro le ha tocado presenciar hallazgos forenses en diversas condiciones, pero el que más le impactó ocurrió el 13 de junio último, cuando acudió al cerro de Totoltepec, a 2.5 kilómetros de las Plazas Outlet, en Tlajomulco.

Crisis forense: ultimátum para la FGR

El 16 de marzo último un tribunal ratificó la sentencia que obliga a la Fiscalía General de la República, de Alejandro Gertz Manero, a crear y operar el Banco Nacional de Datos Forenses y el Registro Nacional de Personas Fallecidas No Identificadas y No Reclamadas, instrumentos que debían funcionar desde 2019. En entrevista, la buscadora Olimpia Montoya, quien ganó la batalla legal a la fiscalía, habla de la urgencia de que la autoridad cumpla con la ley para buscar a 112 mil desaparecidos: “No es lo mismo que te notifiquen en poco tiempo ‘encontramos un cuerpo’ a que cuatro años después te digan ‘tenemos una osamenta’.

Hace seis años, para evitar “contaminarse con la problemática”, Olimpia Montoya Juárez se reusaba a leer información sobre la grave crisis de inseguridad y de desapariciones que arrastra México desde que el entonces presidente Felipe Calderón declaró la “guerra contra el narcotráfico”.

Familias exigen al Estado mexicano atender crisis forense y erradicación de las desapariciones forzadas

A un año de la implementación de las 85 recomendaciones del informe del Comité contra la Desaparición Forzada (CED por sus siglas en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM) señaló como preocupante la escasez de avances concretos y exigieron la creación e implementación de una política nacional de prevención y erradicación de las desapariciones forzadas.

A través de un comunicado detallaron que consideran «un buen inicio el hecho que el Estado Mexicano haya aceptado todas las recomendaciones»; sin embargo, expresaron que aún existen importantes retos para tener indicadores claros del compromiso de todas las instituciones responsables de atender la crisis de desaparición que mantiene a más de 100 mil personas lejos de su hogar.

Ahonda gobierno crisis forense en México

La ineficacia del Estado para resolver la crisis de derechos humanos provocada por más de 52,000 cuerpos sin identificar fue expuesta ante la CIDH por los familiares de personas desaparecidas y evidenciada por las propias autoridades, que presumieron logros irreales.

Un Banco Nacional de Datos Forenses inexistente, un Programa Nacional de Búsqueda y Localización elaborado sin consultar a las familias de las personas desaparecidas, y un Mecanismo Extraordinario de Identificación Forense sin recursos ni apoyo político son algunos de los factores, expuestos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que han contribuido a agudizar la crisis forense en México.

Reconocida en 2019 por el gobierno, la crisis de derechos humanos y la emergencia forense que significan decenas de miles de cuerpos sin identificar, no hacen más que “empeorar” a cinco años de la expedición de la Ley General en Materia de Desapariciones (LGD), consideró Virginia Garay Cázares, coordinadora del Consejo Nacional Ciudadano del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas (SNBP), el pasado 9 de marzo ante la CIDH, en el marco del 186 periodo de sesiones para audiencias públicas, realizado en Los Ángeles.

Las ‘buscadoras’ enfrentan la crisis forense: México alcanza los 100 mil desaparecidos

“No se pierden, no desaparecen: los desaparecen”, dice Verónica Rosas Valenzuela, seria, frente a un grupo de madres de varios colectivos en búsqueda de sus desaparecidos/as. Nos encontramos en la periferia de la Ciudad de México, en uno de los tres estados con mayor número de desapariciones de personas. Verónica es madre de Diego Maximiliano Rosas Valenzuela, un adolescente secuestrado el 4 de septiembre del 2015; Dioni Pelcastre es madre de Guillermo David Ramírez Pelcastre, un joven taxista de 20 años desaparecido en 2017; Benita Ornelas busca a su hijo Fernando Iván Ornelas Ornelas, de 22 años, de quien no sabe nada desde 2019, mientras cuida del nieto que este dejó. Las tres forman parte del colectivo de buscadoras Uniendo Esperanzas. 

Crisis forense: sin banco de datos ni coordinación, México tardará 120 años en identificar 52 mil cuerpos, más los que se sumen

El país tiene más de cuatro años sin cumplir con la ley sobre desaparición forzada de personas, que preveía crear un banco de datos forenses. La comisionada nacional de Búsqueda advierte que México debe “pensar como Estado” y desarrollar capacidades de identificación.

Para analizar los restos humanos de las más de 52 mil personas fallecidas que permanecen sin identificar en México, sin contar los que se van sumando cada día, serían necesarios 120 años o más, debido a que los servicios forenses son insuficientes, no hay una política pública de identificación humana en relación con la desaparición de personas y varios instrumentos previstos en la ley no han sido creados desde hace más de cuatro años. 

El Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU (CED) destaca este cálculo de expertos al expresar en el informe de su visita a México su “profunda preocupación ante la crisis forense a la que se enfrenta el país”.

Un nuevo banco genético busca revertir el rezago en la identificación de cuerpos en servicios médicos y fosas

La iniciativa presidencial, enviada a la Cámara de Diputados, plantea establecer un Centro Nacional de Identificación Humana. Su objetivo sería facilitar que sean identificados miles de cuerpos en servicios médicos y fosas.

El presidente Andrés Manuel López Obrador envió a la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma para crear el Centro Nacional de Identificación Humana (CNIH), un órgano técnico dependiente de la Comisión Nacional de Búsqueda que tenga la finalidad de identificar los cuerpos de personas desaparecidas que se recuperen de fosas comunes y clandestinas.

La iniciativa, que busca reformar la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, plantea el levantamiento y resguardo de muestras genéticas de familiares de desaparecidos aun cuando no hayan presentado una denuncia formal por el hecho.

Crisis forense en México: Hay 52 mil cuerpos sin identificar en fosas, afirma Encinas

Alejandro Encinas dio a conocer que el Gobierno federal busca atender la crisis forense, y de personas desaparecidas y no encontradas a través de la creación del Centro Nacional de Identificación Humana.

Alejandro Encinas, Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (Segob), informó este jueves que en México hay más de 95 mil personas desaparecidas y no localizadas, así como alrededor de 52 mil cuerpos sin identificar en las fosas comunes y centros de servicios forenses del país.

Al menos 52 mil personas fallecidas permanecen sin identificar: MNDM

El colectivo de familiares de personas desaparecidas en México reveló que del total de cuerpos no identificados, 60% se encuentran en “fosas comunes, en cementerios públicos”, 7% están resguardados en servicios forenses, 5% en universidades y sólo 1% en centros de resguardo forense.

La violencia exacerbada de los últimos 15 años y las deficiencias institucionales de los servicios forenses, que dependen en su mayoría de las fiscalías del país, han generado una acumulación de al menos 52 mil personas sin identidad, alertó el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM).

En su informe “La crisis forense en México: más de 52 mil personas fallecidas sin identificar”, basado en la recopilación de datos solicitados a autoridades de todo el país a través de la plataforma de transparencia, el colectivo de familiares de personas desaparecidas en México revela que del total de cuerpos no identificados, 60% se encuentran en “fosas comunes, en cementerios públicos”, 7% están resguardados en servicios forenses, 5% en universidades y sólo 1% en centros de resguardo forense.

Padrón electoral, potencial herramienta para paliar la crisis forense

El INE cuenta con la base de datos biométricos más grande del país, la cual podría ayudar a identificar cuerpos desconocidos. Sin embargo, obstáculos técnicos y del estado de estos cuerpos ha limitado su utilidad: desde 2017 sólo 15 instituciones forenses han logrado identificaciones con ese método.

El padrón electoral del Instituto Nacional Electoral (INE) cuenta con datos biométricos de más de 93 millones de personas mayores de edad en el país. Estos datos, entre los que se encuentran las huellas dactilares y fotografías de rostros, pueden ser utilizados para identificar personas fallecidas y sin nombre que han pasado por los Servicios Médicos Forenses (Semefos) del país.

El método pareciera ser simple. El protocolo que el INE elaboró para este fin establece que las fiscalías deben enviarle las huellas o fotos de los cuerpos sin identificar, en formatos acordados previamente; el Instituto hace una revisión automatizada del padrón y devuelve a las fiscalías cuáles son las huellas y fotos del padrón que resultaron coincidentes. Sólo cuando las autoridades estatales confirman con un análisis pericial la identidad de las personas, el INE entrega los datos adicionales con los que cuenta.  

Crisis forense en Jalisco: registros de autoridades entorpecen búsqueda e identificación de personas

El ejercicio halló inconsistencias en la información de inhumaciones y cuerpos almacenados en tráileres y morgues de Jalisco entre 2006 y 2019.

Las irregularidades y fallas en los registros forenses de las autoridades de Jalisco están dificultando la identificación de personas, y por tanto la búsqueda de familiares de desaparecidos en la entidad al carecer de orden en sus datos, de acuerdo con una investigación de Signa_Lab en colaboración con ZonaDocs.

El ejercicio halló inconsistencias en la información de inhumaciones y cuerpos almacenados en tráileres y morgues de Jalisco entre 2006 y 2019.

FGR incumple sus obligaciones para frenar la crisis forense

Mientras México atraviesa una crisis forense declarada por las propias autoridades federales, la Fiscalía General de la República excedió por 2 años el plazo para crear los registros que agilizarían la identificación de decenas de miles de cuerpos sin nombre.

¿Qué pasaría si México contara con una base de datos de cuerpos sin identidad, sus características y el lugar exacto en el que están resguardados? ¿Y si también hubiera un banco con información genética de estos cuerpos y de los familiares que buscan a sus parientes desaparecidos? ¿Y si, además, las autoridades de todo el país pudieran cotejar en cualquier momento ambos registros? Estas herramientas deberían existir pero la Fiscalía General de la República (FGR) lleva 2 años incumpliendo su obligación de echarlas a andar.

La FGR estaba obligada a cumplir el Banco Nacional de Datos Forenses, con los registros genéticos tanto de cuerpos sin nombre como de familiares que buscan a sus seres queridos del todo el país, y el Registro Nacional de Personas Fallecidas No Identificadas y No Reclamadas, dos herramientas clave que agilizarían la identificación de más de 38 mil 500 cuerpos. La ley general en materia de desapariciones exigía a la FGR tenerlos desde enero de 2018.

FGR rechaza publicar informe sobre crisis forense que elabora desde hace dos años

Alega que entregar la información podría perjudicar las políticas públicas del Sistema Nacional de Búsqueda, un espacio que quiere abandonar.

La Fiscalía General de la República (FGR) declaró como “inexistente” y “reservado” un informe titulado “Análisis de la Capacidades de los Servicios Médicos Forenses del País” que lleva elaborándose desde 2019 y que aborda la crisis forense y de identificación que sufre México. 

En la respuesta a una solicitud de transparencia formulada por Animal Político, la institución que dirige Alejandro Gertz Manero, argumentó que el documento está todavía en fase de elaboración, por lo que “su difusión importa el riesgo de interrumpir, menoscabar o inhibir el diseño de la herramienta en cuestión, situación que puede influir en la implementación de las acciones de política pública a desarrollar para el cumplimiento de Ley General de Desaparición Forzada de Personas, en específico en cuanto a la identificación forense de personas que aún son buscadas por sus familiares”.

Crisis forense: Cuando las funerarias suplieron al Semefo

En Sinaloa y otros 15 estados del país, las autoridades han delegado en funerarias privadas el trabajo de los servicios médicos forenses. La subrogación de esa labor ha puesto en riesgo la identificación de cadáveres sin nombre, como el del joven Belisario.

Belisario Quintero Medina se mudó a Los Mochis dando su palabra de que regresaría a Témoris, Chihuahua, su pueblo, convertido en ingeniero civil. El  joven volvió, pero dentro de un ataúd de madera pintado de color blanco. En Sinaloa lo asesinaron y sepultaron en una fosa clandestina. Aunque su cuerpo fue exhumado e identificado por sus familiares dos meses después del homicidio, la burocracia se empeñó en que siguiera desaparecido.

Tuvieron que pasar 18 meses, tres pruebas de ADN, dos exhumaciones y la intervención de un desenterrador, para que su cuerpo fuera, finalmente, entregado a sus familiares.