El presidente de Haití pasó 10 minutos rogando desesperadamente por teléfono a la Policía que movilizaran a las fuerzas del orden y le salvaran la vida la noche del ataque.
Casi dos semanas después del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, los investigadores todavía están tratando de determinar cómo un grupo de mercenarios colombianos pudo pasar los tres controles policiales y las capas de seguridad en un recinto amurallado. Un nuevo informe ahora plantea las preguntas sobre por qué las autoridades tardaron tanto en responder después de que el mandatario pidiera ayuda a través de varias llamadas telefónicas el día de su muerte.
Antes de que le dispararan, el presidente haitiano pasó 10 minutos tratando desesperadamente de conseguir ayuda de las fuerzas de orden. Los escalofriantes detalles, informados por Miami Herald, muestran que el personal de seguridad de Jovenel Moïse no respondió a sus frenéticas súplicas.