“Una gran parte de las cuencas del país están en proceso de deterioro y contaminación. Eso nos puede reducir la disponibilidad del agua. En conclusión, o hacemos cambios para tener una mejor administración en las cuencas hidrográficas en el agua, o vamos a tener zonas de crisis por falta del agua”, dijo el especialista.
De acuerdo con datos oficiales al menos 11 millones de mexicanos carecen de acceso al agua. Un asunto que contrasta con el consumo de las zonas de alto nivel económico del país que llegan a requerir un promedio de 600 litros por habitante al día.
“El agua se encuentra terriblemente sectorizada en el país. Lo que hay que empezar a proponer son soluciones integrales. Las gestiones deben ser equitativas, eficientes y sostenibles. Con una dimensión social, de recursos equitativos, culturales, no podemos tratar de cambiar costumbres de nuestro agricultores y una dimensión ambiental”, dijo el Doctor Ignacio Sánchez Cohen, investigador del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Durante el foro al que asisten alrededor de 100 representantes de organizaciones civiles, se recordó que el aumento en el consumo de agua también se ha disparado. Mientras que en 1995 el consumo de agua para distintos usos representaba que 45 litros por habitante, hoy es proporcional a 360 litros.
Asimismo, se dijo que el cambio climático supone una nueva dificultad para la planeación de la disponibilidad del agua en el país.
“Está estudiado que vamos a tener un aumento de temperatura, y de reducción del agua por precipitaciones. Qué tan vulnerables somos, eso depende de la población. En Saltillo se les preguntó a la población: ‘oigan, ¿sabe de dónde viene el agua?’. ‘Sí, de la llave’”, refirió Juan Manuel Fraustro Leyva.
Actualmente, hay en el país 471 mil hectómetros cúbicos de agua disponible al año. El 76 por ciento del agua se utiliza para fines agrícolas, de acuerdo con datos de Agua y Medio Ambiente.
Estas condiciones han hecho que cada vez sea más caro poner el agua a disposición de los asentamientos humanos.
“En la Ciudad de México ya tenemos que traer el agua de lugares distantes. Y esto aumenta los costos energéticos. En particular, cuando tiene que subir montañas y luego bombearse para el consumo de las ciudades”, dijo Fraustro.
De acuerdo con el director, esto podría poner en aprietos al Gobierno, ya que la inversión en infraestructura ha sido de los principales gastos recortados este año, cuando el Gobierno anunció un ajuste de 132 mil millones de pesos el 17 de febrero.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: JUAN LUIS GARCÍA HERNÁNDEZ.
LINK: http://www.sinembargo.mx/15-03-2016/1636222