CANCÚN, Q. Roo: A pesar del fracaso del proyecto Dragon Mart, que autoridades federales frenaron por carecer de permisos ambientales, una delegación de empresarios chinos regresó a esta entidad para promover nuevos proyectos, incluido un parque industrial.
La delegación china estivo encabezada por Long Yin, director de Negocios para América y Oceanía del Departamento de Comercio de la Provincia de Human. Lo acompañó Dejun Lui Wang, director general de las empresas JDC Minerales S.A de CV, GZMN Mineral Resources y SAM MOLY Minera Mexicana.
El Dragon Mart, que impulsaron empresarios chinos y mexicanos con el respaldo del entonces gobernador Félix González Canto, tuvo problemas de índole ambiental. Además, el consorcio enfrenta problemas relacionados con el medio ambiente en una mina en la sierra norte de Puebla y de intento de soborno a autoridades municipales de esa localidad.
Dejun Lui Wang fue expulsado comunidad en noviembre de 2012, cuando habitantes de 32 comunidades pertenecientes al municipio de Zuetla, Puebla, impidieron que la firma JDC Minerales S.A. de C.V reactivara la mina “Lupe”, ubicada Tlamanca.
Los pobladores, mediante un acuerdo de asamblea, instruyeron al presidente municipal, Víctor Manuel Iglesias Parra, a negarle a esta empresa el permiso de uso de suelo para edificar una planta de beneficio y una presa de jales, así como la autorización para el uso de explosivos con fines exploración y explotación de la concesión minera.
El entonces edil acusó que la empresa trató de sobornarlo con 100 mil pesos para que avalara los permisos correspondientes, y de igual forma señaló que los “chinos” ofrecieron entre 500 y mil pesos para que los ciudadanos respaldaran este proyecto.
Los empresarios pretendían reactivar mina denominada “La Lupe”, para extraer oro, plata y cobre.
El secretario de Desarrollo Económico, Javier Díaz Carvajal, en representación del gobernador Roberto Borge Angulo, recibió en un acto formal y público en el salón de un hotel de Chetumal a los empresarios y autoridades chinas y anticipó que, de entrada, se pretende establecer un hermanamiento entre la provincia de Hunan y el estado de Quintana Roo.
Indicó que estos empresarios llegaron a México la semana pasada y de inmediato se contactaron con las autoridades de la entidad.
“Les llamó la atención el renombre que tiene nuestro estado y particularmente nuestra región turística, Cancún, Riviera Maya, donde ellos están tratando de ver, que con qué tipo de acciones pueden participar”, dijo.
Agregó que su presencia en Chetumal es para establecer un parque industrial en el sur del estado.
Díaz Carvajal, que fue secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, cuando fue presentado el proyecto Dragon Mart, en marzo de 2011, rechazó que este grupo de empresarios repetiría la experiencia del Dragon Mart, que se pretendía construir entre Cancún y Puerto Morelos.
“Yo no aventuraría a cosas de ese tipo, ¿por qué no mejor vemos lo que pudiera ocurrir positivo? No estar hablado de cosas que no tiene sentido, ni que son simulares”, arguyó.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: SERGIO CABALLERO.
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miércoles, 27 de mayo de 2015
miércoles, 11 de febrero de 2015
Va Profepa contra funcionarios que dieron aval a Dragon Mart
MÉXICO, D.F: La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) solicitó formalmente a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que investigue y suspenda de sus cargos a los funcionarios en Quintana Roo que dieron el aval para la construcción del proyecto comercial Dragon Mart Cancún.
Asimismo, la Profepa pidió al gobernador Roberto Borge y al alcalde de Benito Juárez, Paul Michel Carrillo, iniciar los procedimientos administrativos para cancelar las autorizaciones que las autoridades estatales y municipales le otorgaron a Dragon Mart.
El titular de la Procuraduría, Guillermo Haro Bélchez, anunció que actualmente también está promoviendo “dos juicios de lesividad” con el fin de nulificar las resoluciones –en materia de impacto ambiental y forestal– que avalaron este ambicioso megaproyecto comercial en 2012.
Y recalcó que el predio El Tucán, ubicado en el municipio de Benito Juárez y donde se empezaba a levantar Dragon Mart, es un terreno de vocación forestal, está reconocido como un ecosistema costero y es además una zona de refugio de aves en peligro de extinción, por lo que dicha obra violaba la normatividad en la materia.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: RODRIGO VERA.
Asimismo, la Profepa pidió al gobernador Roberto Borge y al alcalde de Benito Juárez, Paul Michel Carrillo, iniciar los procedimientos administrativos para cancelar las autorizaciones que las autoridades estatales y municipales le otorgaron a Dragon Mart.
El titular de la Procuraduría, Guillermo Haro Bélchez, anunció que actualmente también está promoviendo “dos juicios de lesividad” con el fin de nulificar las resoluciones –en materia de impacto ambiental y forestal– que avalaron este ambicioso megaproyecto comercial en 2012.
Y recalcó que el predio El Tucán, ubicado en el municipio de Benito Juárez y donde se empezaba a levantar Dragon Mart, es un terreno de vocación forestal, está reconocido como un ecosistema costero y es además una zona de refugio de aves en peligro de extinción, por lo que dicha obra violaba la normatividad en la materia.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: RODRIGO VERA.
lunes, 9 de febrero de 2015
Espantan al dragón
El Gobierno Federal se ha esforzado por estrechar relaciones con China, pero algo las detiene. La cancelación de la licitación del tren México-Querétaro y el Dragon Mart, son dos ejemplos.
Dos proyectos de inversión fallidos en lo que va de este 2015, sirven de muestra para representar la extraña relación que mantiene México con China.
A pesar de los esfuerzos del Gobierno Federal por restablecer los puentes rotos durante las administraciones panistas, la fallida licitación para un tren de alta velocidad y la clausura indefinida de un proyecto turístico comercial vuelven a tensar las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Durante los 12 años que el PAN estuvo al frente del Gobierno Federal, los desencuentros entre México y el país oriental fueron el denominador común.
Vicente Fox con sus de-safortunados comentarios y Felipe Calderón con sus malas decisiones políticas dañaron los vínculos con el coloso asiático.
En diciembre de 2012, cuando Enrique Peña Nieto asumió el poder, los expertos auguraron un cambio positivo para ambas naciones.
El mandatario priista no tardó mucho en visitar China para mostrar la buena y renovada voluntad.
En abril del 2013, Peña Nieto realizó una gira oficial de trabajo que incluía también Japón.
Se reunió con mandatarios, líderes de Estado y empresarios, además de que participó en foros internacionales.
Allá se refrendó el compromiso por estrechar los lazos de colaboración con los países de la región.
El presidente de la República Popular China, Xi Jinping, recibió al mandatario mexicano y convinieron en establecer una comunicación “constante y cercana”.
Al terminar la gira de trabajo, Peña Nieto aseguró que la visita refrendaba el compromiso de México por estrechar los lazos existentes y promover una mayor colaboración en todos los ámbitos.
Todo parecía ir sobre algodones. Se habló de proyectos e inversiones. En dos años, Peña Nieto y Xi Jinping, se reunieron cuatro veces. Las maltrechas relaciones de los dos países estaban sanando.
Pero apenas comenzó este año, el anhelado fortalecimiento comenzó a desmoronarse debido, en gran parte, al fracaso de dos de las millonarias inversiones que China tenía presupuestadas en el país.
Primero, el fallido proyecto para el Tren Rápido México-Querétaro y luego, apenas unas semanas después, la clausura del gigantesco centro comercial Dragon Mart, que se construiría en la Riviera Maya.
El primer ‘choque’
El encontronazo que provocó la frustrada licitación del Tren México-Querétaro fue el primer obstáculo serio al que se enfrentó el mandatario Enrique Peña Nieto en su intento por renovar los vínculos diplomáticos con China.
La empresa China Railway Construction Corp (CRCC) fue la única que participó en la licitación del proyecto. En noviembre del año pasado se dio a conocer que serían ellos los encargados de poner en marcha el primer tren bala de América Latina.
La inversión era de 58 mil 951 millones pesos.
Sin embargo, el Gobierno Federal tuvo que meter reversa y suspender de manera indefinida el proyecto “en razón de las dudas e inquietudes que han surgido en la opinión pública”, según informó en su momento la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en un comunicado.
La decisión fue dada a conocer apenas unos días antes de que Peña Nieto viajara al país oriental.
A pesar de eso, Xi Jinping y el mandatario mexicano firmaron 14 acuerdos. Entre ellos, la creación de dos fondos, uno entre Pemex y tres empresas chinas y otro relacionado con energía. En total, una inversión superior a los 7 mil millones de dólares.
La constructora China Railway Construction Corp (CRCC) no fue tan comprensiva y el pasado martes 3 de febrero informó que planea pedir una compensación por la decisión del Gobierno de México de abortar el proyecto.
Hieren de muerte al ‘dragón’
Aún no pasaba el mal sabor de la cancelación del tren rápido cuando el gobierno mexicano anunció la suspensión del Dragon Mart, un gigantesco centro comercial -con parte de inversión china- que planeaba realizarse en Cancún.
Desde que fue anunciado en 2011, este proyecto fue polémico. Organizaciones civiles y ambientalistas aseguraron que afectaría seriamente el medio ambiente de la zona y al frágil sistema arrecifal, ubicado precisamente enfrente de donde estaría el puerto de llegada y salida de las mercancías procedentes de China.
A pesar de las manifestaciones en contra, el plan avanzó.
El entonces gobernador priísta de Quintana Roo, Joaquín González Canto, y la autoridad municipal con sede en Cancún, apoyaron la obra.
Incluso concedieron importantes subsidios y apoyos fiscales, además de todos los permisos y facilidades.
Se anunció que ocuparía 561 hectáreas en las que se construirían más de 700 viviendas destinadas a 2 mil familias procedentes de China. Tendría además más de 3 mil locales comerciales y espacios para almacenar 300 mil toneladas de productos chinos cada año.
Esto generaría una derrama de poco más de 700 millones de dólares al año y la creación de más de 8 mil empleos.
Sin embargo, los funcionarios locales dejaron de lado a la instancia federal encargada del cuidado del medio ambiente y los recursos naturales.
Finalmente, la semana pasada la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Pofepa) anunció que clausuraba de manera definitiva el proyecto debido a las irregularidades que presentaba.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: STAFF.
Dos proyectos de inversión fallidos en lo que va de este 2015, sirven de muestra para representar la extraña relación que mantiene México con China.
A pesar de los esfuerzos del Gobierno Federal por restablecer los puentes rotos durante las administraciones panistas, la fallida licitación para un tren de alta velocidad y la clausura indefinida de un proyecto turístico comercial vuelven a tensar las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Durante los 12 años que el PAN estuvo al frente del Gobierno Federal, los desencuentros entre México y el país oriental fueron el denominador común.
Vicente Fox con sus de-safortunados comentarios y Felipe Calderón con sus malas decisiones políticas dañaron los vínculos con el coloso asiático.
En diciembre de 2012, cuando Enrique Peña Nieto asumió el poder, los expertos auguraron un cambio positivo para ambas naciones.
El mandatario priista no tardó mucho en visitar China para mostrar la buena y renovada voluntad.
En abril del 2013, Peña Nieto realizó una gira oficial de trabajo que incluía también Japón.
Se reunió con mandatarios, líderes de Estado y empresarios, además de que participó en foros internacionales.
Allá se refrendó el compromiso por estrechar los lazos de colaboración con los países de la región.
El presidente de la República Popular China, Xi Jinping, recibió al mandatario mexicano y convinieron en establecer una comunicación “constante y cercana”.
Al terminar la gira de trabajo, Peña Nieto aseguró que la visita refrendaba el compromiso de México por estrechar los lazos existentes y promover una mayor colaboración en todos los ámbitos.
Todo parecía ir sobre algodones. Se habló de proyectos e inversiones. En dos años, Peña Nieto y Xi Jinping, se reunieron cuatro veces. Las maltrechas relaciones de los dos países estaban sanando.
Pero apenas comenzó este año, el anhelado fortalecimiento comenzó a desmoronarse debido, en gran parte, al fracaso de dos de las millonarias inversiones que China tenía presupuestadas en el país.
Primero, el fallido proyecto para el Tren Rápido México-Querétaro y luego, apenas unas semanas después, la clausura del gigantesco centro comercial Dragon Mart, que se construiría en la Riviera Maya.
El primer ‘choque’
El encontronazo que provocó la frustrada licitación del Tren México-Querétaro fue el primer obstáculo serio al que se enfrentó el mandatario Enrique Peña Nieto en su intento por renovar los vínculos diplomáticos con China.
La empresa China Railway Construction Corp (CRCC) fue la única que participó en la licitación del proyecto. En noviembre del año pasado se dio a conocer que serían ellos los encargados de poner en marcha el primer tren bala de América Latina.
La inversión era de 58 mil 951 millones pesos.
Sin embargo, el Gobierno Federal tuvo que meter reversa y suspender de manera indefinida el proyecto “en razón de las dudas e inquietudes que han surgido en la opinión pública”, según informó en su momento la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en un comunicado.
La decisión fue dada a conocer apenas unos días antes de que Peña Nieto viajara al país oriental.
A pesar de eso, Xi Jinping y el mandatario mexicano firmaron 14 acuerdos. Entre ellos, la creación de dos fondos, uno entre Pemex y tres empresas chinas y otro relacionado con energía. En total, una inversión superior a los 7 mil millones de dólares.
La constructora China Railway Construction Corp (CRCC) no fue tan comprensiva y el pasado martes 3 de febrero informó que planea pedir una compensación por la decisión del Gobierno de México de abortar el proyecto.
Hieren de muerte al ‘dragón’
Aún no pasaba el mal sabor de la cancelación del tren rápido cuando el gobierno mexicano anunció la suspensión del Dragon Mart, un gigantesco centro comercial -con parte de inversión china- que planeaba realizarse en Cancún.
Desde que fue anunciado en 2011, este proyecto fue polémico. Organizaciones civiles y ambientalistas aseguraron que afectaría seriamente el medio ambiente de la zona y al frágil sistema arrecifal, ubicado precisamente enfrente de donde estaría el puerto de llegada y salida de las mercancías procedentes de China.
A pesar de las manifestaciones en contra, el plan avanzó.
El entonces gobernador priísta de Quintana Roo, Joaquín González Canto, y la autoridad municipal con sede en Cancún, apoyaron la obra.
Incluso concedieron importantes subsidios y apoyos fiscales, además de todos los permisos y facilidades.
Se anunció que ocuparía 561 hectáreas en las que se construirían más de 700 viviendas destinadas a 2 mil familias procedentes de China. Tendría además más de 3 mil locales comerciales y espacios para almacenar 300 mil toneladas de productos chinos cada año.
Esto generaría una derrama de poco más de 700 millones de dólares al año y la creación de más de 8 mil empleos.
Sin embargo, los funcionarios locales dejaron de lado a la instancia federal encargada del cuidado del medio ambiente y los recursos naturales.
Finalmente, la semana pasada la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Pofepa) anunció que clausuraba de manera definitiva el proyecto debido a las irregularidades que presentaba.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: STAFF.
martes, 27 de enero de 2015
‘Hieren’ al Dragón
La Profepa clausuró el proyecto comercial Dragon Mart. Las multas por el daño ambiental causado ascienden a 22 millones de pesos.
Tal como en los cuentos de hadas, el dragón que llega y destroza todo a su paso, al final tiene que ser aniquilado.
Ayer, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) fue la encargada de enterrar la espada al proyecto Dragon Mart, el cual pretendía ser el más grande distribuidor de mercancías chinas en Latinoamérica.
La dependencia Federal determinó que el predio “El Tucán”, en Quintana Roo -sobre el que se asienta el proyecto- se encuentra en un ecosistema costero, por lo que requiere de autorizaciones de cambio de uso de suelo forestal y estudios de impacto ambiental.
En conferencia de prensa, el procurador Federal de Protección al Ambiente, Guillermo Haro Bélchez, detalló que el proyecto turístico ha devastado 149 hectáreas en Cancún.
Además, no se presentaron los estudios técnicos justificativos para llevar a cabo los trabajos de cambio de uso de suelo, y se afectó vegetación hidrófila de tule, de tasiste, de especies manglares y a especies animales.
Haro Bélchez dijo que a la empresa desarrolladora se la han aplicado multas por 21 millones de pesos por las afectaciones y que se ha presentado denuncia penal ante la PGR por delitos ambientales y violación de uso de suelo.
El vocero del gobierno de la República, Eduardo Sánchez, señaló que dicha medida se tomó tras una larga disputa entre organizaciones ambientalistas, legisladores y autoridades federales, quienes expresaron su preocupación sobre el impacto ambiental negativo de este proyecto.
“El gobierno de la República promueve la inversión sustentable. La que genera desarrollo económico, empleos bien pagados, bienestar a nuestras comunidades y respeto al medio ambiente”, dijo Sánchez.
Sin embargo, pocas horas después del anuncio del Gobierno Federal, el dragón aún parecía vivo.
Juan Carlos López Rodríguez, director y socio comercial de Dragon Mart, dijo que la clausura no significaba la cancelación definitiva del proyecto, pues los procedimientos iniciados por Profepa aún se encuentran pendientes de resolución judicial definitiva.
“Teníamos una suspensión definitiva, pero Profepa argumentó en el juicio que inspeccionaron nuevamente el predio porque se lo ordenó un juez, entonces se sobresee el amparo, entonces la clausura es simplemente una consecuencia de forma, el fondo del asunto sigue en litigio y se llevará por lo menos unos 10 meses más”, indicó López Rodríguez para El Economista.
En respuesta, Haro Bélchez precisó en una entrevista radiofónica que todas las decisiones y actos de la autoridad son impugnables, pero existen las pruebas suficientes para que ningún juez pudiera revocar esta decisión.
Un proyecto que no termina
Anunciado con bombo y platillo desde marzo de 2011, el ambicioso plan para construir el centro de exposiciones estuvo acorralado desde el principio.
El proyecto prometió desarrollar 192 hectáreas. Invertir más de 200 millones de dólares en un conjunto comercial de estilo oriental con pabellones mercantiles sobre una extensión de 120 mil metros cuadrados.
Tendría naves industriales, 3 mil locales y bodegas, además de una zona inmobiliaria de 60 hectáreas con mil 250 casas y conjuntos habitacionales, que darían cobijo a cerca de 3 mil familias que vendrían de China a trabajar en el lugar.
Desde su presentación, organizaciones ecologistas señalaron que el lugar era completamente incompatible con este tipo de mega-proyectos, dado que en los alrededores existen grandes extensiones de arrecife y manglar de gran fragilidad ecológica.
“Consideramos que un proyecto de tal magnitud, que tendrá severas implicaciones sociales, económicas, culturales y ambientales, debe ser evaluado por la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Federación y también por la Secretaría de Gobernación, pues explícitamente conlleva una inmigración masiva de ciudadanos chinos a territorio nacional”, sentenció la organización ambientalista Voces Unidas de Puerto Morelos.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) también alzó la voz.
“La economía de los casi 5 mil habitantes del poblado de Puerto Morelos y su área de influencia, depende de la conservación y el aprovechamiento sustentable de los recursos marinos, ya que un alto porcentaje de la población se dedica a la pesca, al turismo y a la investigación sobre el ambiente marino, las cuales están estrechamente influenciadas por la salud del ecosistema”, detalló en un comunicado dado a conocer en diciembre del 2012.
Agregó que aunado a los impactos ecológicos, permitir la construcción del Dragón Mart en Quintana Roo traería consecuencias económicas desastrosas para la industria nacional.
“Sería como ‘darle el tiro de gracia’ a las ya de por sí afectadas industrias mexicanas por la invasión de productos chinos a nuestros mercados”.
Días después, la misma organización denunció haber sido intimidados por la empresa que promueve el proyecto comercial Dragon Mart Cancún para que rectificaran sus declaraciones.
“Dragon Mart busca equivocadamente intimidar a nuestra organización la cual no busca más que la defensa legal de los recursos naturales de México, el respeto al marco jurídico ambiental, la legalidad y el estado de derecho en materia ambiental, así como la protección de los derechos humanos y ambientales consagrados constitucionalmente”, declaró Gustavo Alanís Ortega, director general del Cemda.
El dragón desleal
Pero el Dragon Mart no solo incomodó a los ambientalista, los empresarios también se sumaron a la oleada de
En abril del 2014, la revista Forbes publicó un comunicado de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en el que se advertía que el megaproyecto representaba una amenaza para el empleo en México.
“La mayoría de productos que llegan de China están subsidiados, contienen una baja calidad y un alto grado de margen de dumping que les permite reexportarlas, lo que se traduciría en una triangulación arancelaria”, detalló la Canacintra.
Destacó que era preocupante que un proyecto de este tipo se instalara en el país más aún cuando la balanza comercial está inclinada hacia ellos.
Además, solicitó a la Secretaría de Economía una revisión sobre los efectos económicos que el proyecto Dragon Mart traería consigo al comercio mexicano.
El monstruo chino
>> 2007
El exgobernador Félix González Canto expropia los terrenos -propiedad del gobierno de Quintana Roo- y los vende al proyecto.
>> 22 de marzo de 2011
Félix González Canto y el presidente de Chinamex y Dragon Mart Cancún, Hao Feng firman el acuerdo legal para la instalación del proyecto.
>> 18 de diciembre de 2012
Empresarios piden la revisión exhaustiva de los permisos para la instalación del complejo comercial Dragon Mart en Cancún. En un comunicado se oponen firmemente a las prácticas desleales de comercio.
>> 23 de abril 2013
Julián Ricalde Magaña, presidente municipal de Cancún, anuncia que le fue negada la licencia de construcción al proyecto Dragon Mart Cancún.
>> 28 de agosto de 2013
El megaproyecto de inversión chino-mexicano Dragon Mart Cancún recibe la autorización definitiva para iniciar su construcción.
>> 23 de enero 2014
Inicia la construcción del complejo y la venta de locales pese a no tener los permisos federales.
>> 21 de abril 2014
El Senado de la República solicitó a la Semarnat determinar el procedimiento para evaluar el impacto ambiental que tendría en Cancún el proyecto.
>> 14 de mayo de 2014
La Profepa determina que el centro comercial Dragon Mart debe cumplir con la normatividad federal vigente, debido a que el terreno donde se construye pertenece a su jurisdicción.
>> 15 de agosto de 2014
La Profepa multa al proyecto Dragon Mart con 7 millones 233 mil pesos por carecer de autorización de impacto ambiental y dañar ecosistemas costeros.
>> 12 de septiembre de 2014
La Profepa impune una nueva multa en materia forestal por 2 millones 758 mil 890 pesos, y la aplicación de medidas de remediación y restauración por 11 millones 888 mil 951 pesos.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: CAROLINA HERNÁNDEZ.
Tal como en los cuentos de hadas, el dragón que llega y destroza todo a su paso, al final tiene que ser aniquilado.
Ayer, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) fue la encargada de enterrar la espada al proyecto Dragon Mart, el cual pretendía ser el más grande distribuidor de mercancías chinas en Latinoamérica.
La dependencia Federal determinó que el predio “El Tucán”, en Quintana Roo -sobre el que se asienta el proyecto- se encuentra en un ecosistema costero, por lo que requiere de autorizaciones de cambio de uso de suelo forestal y estudios de impacto ambiental.
En conferencia de prensa, el procurador Federal de Protección al Ambiente, Guillermo Haro Bélchez, detalló que el proyecto turístico ha devastado 149 hectáreas en Cancún.
Además, no se presentaron los estudios técnicos justificativos para llevar a cabo los trabajos de cambio de uso de suelo, y se afectó vegetación hidrófila de tule, de tasiste, de especies manglares y a especies animales.
Haro Bélchez dijo que a la empresa desarrolladora se la han aplicado multas por 21 millones de pesos por las afectaciones y que se ha presentado denuncia penal ante la PGR por delitos ambientales y violación de uso de suelo.
El vocero del gobierno de la República, Eduardo Sánchez, señaló que dicha medida se tomó tras una larga disputa entre organizaciones ambientalistas, legisladores y autoridades federales, quienes expresaron su preocupación sobre el impacto ambiental negativo de este proyecto.
“El gobierno de la República promueve la inversión sustentable. La que genera desarrollo económico, empleos bien pagados, bienestar a nuestras comunidades y respeto al medio ambiente”, dijo Sánchez.
Sin embargo, pocas horas después del anuncio del Gobierno Federal, el dragón aún parecía vivo.
Juan Carlos López Rodríguez, director y socio comercial de Dragon Mart, dijo que la clausura no significaba la cancelación definitiva del proyecto, pues los procedimientos iniciados por Profepa aún se encuentran pendientes de resolución judicial definitiva.
“Teníamos una suspensión definitiva, pero Profepa argumentó en el juicio que inspeccionaron nuevamente el predio porque se lo ordenó un juez, entonces se sobresee el amparo, entonces la clausura es simplemente una consecuencia de forma, el fondo del asunto sigue en litigio y se llevará por lo menos unos 10 meses más”, indicó López Rodríguez para El Economista.
En respuesta, Haro Bélchez precisó en una entrevista radiofónica que todas las decisiones y actos de la autoridad son impugnables, pero existen las pruebas suficientes para que ningún juez pudiera revocar esta decisión.
Un proyecto que no termina
Anunciado con bombo y platillo desde marzo de 2011, el ambicioso plan para construir el centro de exposiciones estuvo acorralado desde el principio.
El proyecto prometió desarrollar 192 hectáreas. Invertir más de 200 millones de dólares en un conjunto comercial de estilo oriental con pabellones mercantiles sobre una extensión de 120 mil metros cuadrados.
Tendría naves industriales, 3 mil locales y bodegas, además de una zona inmobiliaria de 60 hectáreas con mil 250 casas y conjuntos habitacionales, que darían cobijo a cerca de 3 mil familias que vendrían de China a trabajar en el lugar.
Desde su presentación, organizaciones ecologistas señalaron que el lugar era completamente incompatible con este tipo de mega-proyectos, dado que en los alrededores existen grandes extensiones de arrecife y manglar de gran fragilidad ecológica.
“Consideramos que un proyecto de tal magnitud, que tendrá severas implicaciones sociales, económicas, culturales y ambientales, debe ser evaluado por la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Federación y también por la Secretaría de Gobernación, pues explícitamente conlleva una inmigración masiva de ciudadanos chinos a territorio nacional”, sentenció la organización ambientalista Voces Unidas de Puerto Morelos.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) también alzó la voz.
“La economía de los casi 5 mil habitantes del poblado de Puerto Morelos y su área de influencia, depende de la conservación y el aprovechamiento sustentable de los recursos marinos, ya que un alto porcentaje de la población se dedica a la pesca, al turismo y a la investigación sobre el ambiente marino, las cuales están estrechamente influenciadas por la salud del ecosistema”, detalló en un comunicado dado a conocer en diciembre del 2012.
Agregó que aunado a los impactos ecológicos, permitir la construcción del Dragón Mart en Quintana Roo traería consecuencias económicas desastrosas para la industria nacional.
“Sería como ‘darle el tiro de gracia’ a las ya de por sí afectadas industrias mexicanas por la invasión de productos chinos a nuestros mercados”.
Días después, la misma organización denunció haber sido intimidados por la empresa que promueve el proyecto comercial Dragon Mart Cancún para que rectificaran sus declaraciones.
“Dragon Mart busca equivocadamente intimidar a nuestra organización la cual no busca más que la defensa legal de los recursos naturales de México, el respeto al marco jurídico ambiental, la legalidad y el estado de derecho en materia ambiental, así como la protección de los derechos humanos y ambientales consagrados constitucionalmente”, declaró Gustavo Alanís Ortega, director general del Cemda.
El dragón desleal
Pero el Dragon Mart no solo incomodó a los ambientalista, los empresarios también se sumaron a la oleada de
En abril del 2014, la revista Forbes publicó un comunicado de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en el que se advertía que el megaproyecto representaba una amenaza para el empleo en México.
“La mayoría de productos que llegan de China están subsidiados, contienen una baja calidad y un alto grado de margen de dumping que les permite reexportarlas, lo que se traduciría en una triangulación arancelaria”, detalló la Canacintra.
Destacó que era preocupante que un proyecto de este tipo se instalara en el país más aún cuando la balanza comercial está inclinada hacia ellos.
Además, solicitó a la Secretaría de Economía una revisión sobre los efectos económicos que el proyecto Dragon Mart traería consigo al comercio mexicano.
El monstruo chino
>> 2007
El exgobernador Félix González Canto expropia los terrenos -propiedad del gobierno de Quintana Roo- y los vende al proyecto.
>> 22 de marzo de 2011
Félix González Canto y el presidente de Chinamex y Dragon Mart Cancún, Hao Feng firman el acuerdo legal para la instalación del proyecto.
>> 18 de diciembre de 2012
Empresarios piden la revisión exhaustiva de los permisos para la instalación del complejo comercial Dragon Mart en Cancún. En un comunicado se oponen firmemente a las prácticas desleales de comercio.
>> 23 de abril 2013
Julián Ricalde Magaña, presidente municipal de Cancún, anuncia que le fue negada la licencia de construcción al proyecto Dragon Mart Cancún.
>> 28 de agosto de 2013
El megaproyecto de inversión chino-mexicano Dragon Mart Cancún recibe la autorización definitiva para iniciar su construcción.
>> 23 de enero 2014
Inicia la construcción del complejo y la venta de locales pese a no tener los permisos federales.
>> 21 de abril 2014
El Senado de la República solicitó a la Semarnat determinar el procedimiento para evaluar el impacto ambiental que tendría en Cancún el proyecto.
>> 14 de mayo de 2014
La Profepa determina que el centro comercial Dragon Mart debe cumplir con la normatividad federal vigente, debido a que el terreno donde se construye pertenece a su jurisdicción.
>> 15 de agosto de 2014
La Profepa multa al proyecto Dragon Mart con 7 millones 233 mil pesos por carecer de autorización de impacto ambiental y dañar ecosistemas costeros.
>> 12 de septiembre de 2014
La Profepa impune una nueva multa en materia forestal por 2 millones 758 mil 890 pesos, y la aplicación de medidas de remediación y restauración por 11 millones 888 mil 951 pesos.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: CAROLINA HERNÁNDEZ.
lunes, 26 de enero de 2015
Clausuran (por fin) obras del proyecto Dragon Mart
Entre las irregularidades están la falta de autorizaciones para cambio de uso de suelo forestal.
El vocero de la Presidencia de la República, Eduardo Sánchez, informó este lunes 26 de enero que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró las obras del proyecto Dragon Mart, en Quintana Roo, por daño ambiental en la zona.
En conferencia de prensa, el titular de la Profepa, Guillermo Haro Bélchez, detalló que entre las irregularidades están la falta de autorizaciones para cambio de uso de suelo forestal, por lo que esta mañana, personal de la dependencia realizó la visita de verificación y clausura a proyecto, ubicado en el predio El Tucán, municipio de Benito Juárez.
Al dar a conocer acciones en materia de protección ambiental, Haro Bélchez detalló que la infraestructura contemplada de este proyecto era de 722 viviendas, 20 naves comerciales y tres mil locales en 203.83 hectáreas de proyecto.
Sánchez Hernández expuso que dicha medida se tomó tras una larga disputa entre organizaciones ambientalistas, legisladores y autoridades federales, quienes expresaron su preocupación sobre el impacto ambiental negativo de este proyecto.
Reveló que la Profepa demostró ante el poder judicial que en esta construcción se han cometido diversas violaciones a las leyes y reglamentos de protección al Medio Ambiente.
Por lo anterior, el pasado 8 de enero, un tribunal colegiado declaró infundado el amparo promovido por la empresa y el 21 de enero el juzgado de distrito emitió el acuerdo correspondiente para dar por concluido el juicio de amparo.
Por su parte, el procurador ambiental Guillermo Haro Bélchez recordó que el proyecto estaba siendo desarrollado por la empresa Real Estate Dragon Mart Cancún, SA de CV, empresa con el 90% de capital nacional en una área de más de 500 hectáreas que en la década de los 70 formaba parte de la exHacienda de Las Vegas.
El proyecto contemplaba 722 viviendas, 20 naves comerciales y un total de 3 mil locales en una superficie de 561 hectáreas de las cuales en 203 se iba a llevar a cabo el proyecto y 357 hectáreas iban a ser de conservación.
Sin embargo, de acuerdo con los datos de la gráfica de 2012, se devastaron más de 200 hectáreas de las cuales 149 hectáreas eran zonas con competencia federal por lo que la Profepa inició desde 2013 las acciones para volver a verificar la necesidad del predio de contar o no con autorizaciones federales.
Asimismo, el Senado de la República solicitó información sobre las acciones realizadas en el proyecto y de 2013 a la fecha se han recibido más de nueve denuncias por parte de grupos ambientalistas tras lo cual en febrero de 2014 se mandató que la Profepa realizara nuevas inspecciones.
Como resultado de lo anterior, los inspectores descubrieron diversas irregularidades entre las que estaban la falta de una autorización emitida por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para realizar el cambio de uso de suelo.
Asimismo, no se presentaron los estudios técnicos justificativos para llevar a cabo los trabajos de cambio de uso de suelo; se afectó vegetación hidrófila de tule, de tasiste, y de especies manglares enlistadas en NOM 059, fundamentalmente mangle botoncillo.
Haro Bélchez aclaró que son dos leyes las que se consideraron en el asunto: la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable (LGDFS) y la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEPA).
Detalló que agotados los procedimientos correspondientes, en septiembre de 2014 se aplicaron multas en materia forestal por más de 21 millones de pesos en materia forestal y de impacto ambiental.
Finalmente y tras una serie de investigaciones que permitieron descubrir todas estas irregularidades, el 8 de enero pasado el primer tribunal colegiado del vigésimo séptimo circuito sobresello el juicio de amparo indirecto que ya había sobreseido un juez de distrito.
Con lo anterior se actualizaron las causales de improcedencia que no dan lugar al estudio del asunto promovido por los desarrolladores, quienes argumentaban que el proyecto no se encontraba sobre terrenos forestales.
Por lo anterior se declaró la clausura total del proyecto por parte de la Profepa, al determinarse que el predio si se encuentra en terrenos forestales y en un ecosistema costero e incidir negativamente en un área importante para la conservación de aves en la región hidrológica sureste del corredor Cancún-Tulum.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: REDACCIÓN.
El vocero de la Presidencia de la República, Eduardo Sánchez, informó este lunes 26 de enero que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró las obras del proyecto Dragon Mart, en Quintana Roo, por daño ambiental en la zona.
En conferencia de prensa, el titular de la Profepa, Guillermo Haro Bélchez, detalló que entre las irregularidades están la falta de autorizaciones para cambio de uso de suelo forestal, por lo que esta mañana, personal de la dependencia realizó la visita de verificación y clausura a proyecto, ubicado en el predio El Tucán, municipio de Benito Juárez.
Al dar a conocer acciones en materia de protección ambiental, Haro Bélchez detalló que la infraestructura contemplada de este proyecto era de 722 viviendas, 20 naves comerciales y tres mil locales en 203.83 hectáreas de proyecto.
Sánchez Hernández expuso que dicha medida se tomó tras una larga disputa entre organizaciones ambientalistas, legisladores y autoridades federales, quienes expresaron su preocupación sobre el impacto ambiental negativo de este proyecto.
Reveló que la Profepa demostró ante el poder judicial que en esta construcción se han cometido diversas violaciones a las leyes y reglamentos de protección al Medio Ambiente.
Por lo anterior, el pasado 8 de enero, un tribunal colegiado declaró infundado el amparo promovido por la empresa y el 21 de enero el juzgado de distrito emitió el acuerdo correspondiente para dar por concluido el juicio de amparo.
Por su parte, el procurador ambiental Guillermo Haro Bélchez recordó que el proyecto estaba siendo desarrollado por la empresa Real Estate Dragon Mart Cancún, SA de CV, empresa con el 90% de capital nacional en una área de más de 500 hectáreas que en la década de los 70 formaba parte de la exHacienda de Las Vegas.
El proyecto contemplaba 722 viviendas, 20 naves comerciales y un total de 3 mil locales en una superficie de 561 hectáreas de las cuales en 203 se iba a llevar a cabo el proyecto y 357 hectáreas iban a ser de conservación.
Sin embargo, de acuerdo con los datos de la gráfica de 2012, se devastaron más de 200 hectáreas de las cuales 149 hectáreas eran zonas con competencia federal por lo que la Profepa inició desde 2013 las acciones para volver a verificar la necesidad del predio de contar o no con autorizaciones federales.
Asimismo, el Senado de la República solicitó información sobre las acciones realizadas en el proyecto y de 2013 a la fecha se han recibido más de nueve denuncias por parte de grupos ambientalistas tras lo cual en febrero de 2014 se mandató que la Profepa realizara nuevas inspecciones.
Como resultado de lo anterior, los inspectores descubrieron diversas irregularidades entre las que estaban la falta de una autorización emitida por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para realizar el cambio de uso de suelo.
Asimismo, no se presentaron los estudios técnicos justificativos para llevar a cabo los trabajos de cambio de uso de suelo; se afectó vegetación hidrófila de tule, de tasiste, y de especies manglares enlistadas en NOM 059, fundamentalmente mangle botoncillo.
Haro Bélchez aclaró que son dos leyes las que se consideraron en el asunto: la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable (LGDFS) y la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEPA).
Detalló que agotados los procedimientos correspondientes, en septiembre de 2014 se aplicaron multas en materia forestal por más de 21 millones de pesos en materia forestal y de impacto ambiental.
Finalmente y tras una serie de investigaciones que permitieron descubrir todas estas irregularidades, el 8 de enero pasado el primer tribunal colegiado del vigésimo séptimo circuito sobresello el juicio de amparo indirecto que ya había sobreseido un juez de distrito.
Con lo anterior se actualizaron las causales de improcedencia que no dan lugar al estudio del asunto promovido por los desarrolladores, quienes argumentaban que el proyecto no se encontraba sobre terrenos forestales.
Por lo anterior se declaró la clausura total del proyecto por parte de la Profepa, al determinarse que el predio si se encuentra en terrenos forestales y en un ecosistema costero e incidir negativamente en un área importante para la conservación de aves en la región hidrológica sureste del corredor Cancún-Tulum.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: REDACCIÓN.
jueves, 2 de octubre de 2014
Se apaga el dragón
Aunque el director del proyecto Dragon Mart Cancún parece estar despreocupado por las sanciones de la Profepa, las obras del centro comercial están suspendidas desde hace un mes.
A pesar de que llevan a cuestas una sanción superior a los 20 millones de pesos impuesta por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), los inversionistas de Dragon Mart le apuestan a la nulidad de los juicios en su contra.
Desde hace más de tres años que se anunció la construcción de este mega centro de comercialización de productos chinos en el municipio de Benito Juárez en Quintana Roo, el polémico proyecto ha tropezado una y otra vez con leyes ambientales.
Apenas hace unas semanas la Profepa le impuso una multa por medidas de remediación y restauración por el desmonte de vegetación en el predio El Tucán.
Pero al director y socio comercial de la empresa Real Estate Dragon Mart Cancún, Juan Carlos López Rodríguez, no le preocupan las sanciones, pues buscará anular el juicio.
Aunque no han pensado en suspender los trabajos de construcción, López Rodríguez aceptó por primera vez que “analizarán la viabilidad del mismo”.
Tan es así que desde hace más de 30 días que el Dragón no lanza fuego. Las obras están suspendidas.
Peligro ambiental
Con la vorágine de denuncias, la empresa solo ha logrado emparejar 500 metros de la carretera federal Cancún-Chetumal, pero sin ningún cimiento.
Aunque permanece su espectacular mercadológico: “Aquí se generarán 8 mil 500 empleos. Que no te cuenten cuentos chinos. Infórmate”.
Desde hace más de dos años Reporte Indigo denunció que el megacentro traerá afectaciones ambientales y destruirá la planta productiva local.
El proyecto inicial consiste de un inmueble con 12.7 hectáreas de área de exhibición, cuatro hectáreas para 20 bodegas para almacenaje, 722 viviendas y 38 hectáreas para futuras bodegas y restaurantes.
López Rodríguez aclaró a algunos medios locales que Real Estate Dragon Mart Cancún prefirió esperar la resolución de la instancia federal para seguir con el procedimiento físico en el terreno, luego de que le solicitara la Manifestación de Impacto Ambiental a nivel federal.
Por lo pronto, los trabajos del nuevo paraíso de distribución de productos chinos hacia Latinoamérica, suspendido en varias ocasiones desde su presentación el 22 de marzo de 2011, paró máquinas.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: GEORGINA HOWARD.
A pesar de que llevan a cuestas una sanción superior a los 20 millones de pesos impuesta por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), los inversionistas de Dragon Mart le apuestan a la nulidad de los juicios en su contra.
Desde hace más de tres años que se anunció la construcción de este mega centro de comercialización de productos chinos en el municipio de Benito Juárez en Quintana Roo, el polémico proyecto ha tropezado una y otra vez con leyes ambientales.
Apenas hace unas semanas la Profepa le impuso una multa por medidas de remediación y restauración por el desmonte de vegetación en el predio El Tucán.
Pero al director y socio comercial de la empresa Real Estate Dragon Mart Cancún, Juan Carlos López Rodríguez, no le preocupan las sanciones, pues buscará anular el juicio.
Aunque no han pensado en suspender los trabajos de construcción, López Rodríguez aceptó por primera vez que “analizarán la viabilidad del mismo”.
Tan es así que desde hace más de 30 días que el Dragón no lanza fuego. Las obras están suspendidas.
Peligro ambiental
Con la vorágine de denuncias, la empresa solo ha logrado emparejar 500 metros de la carretera federal Cancún-Chetumal, pero sin ningún cimiento.
Aunque permanece su espectacular mercadológico: “Aquí se generarán 8 mil 500 empleos. Que no te cuenten cuentos chinos. Infórmate”.
Desde hace más de dos años Reporte Indigo denunció que el megacentro traerá afectaciones ambientales y destruirá la planta productiva local.
El proyecto inicial consiste de un inmueble con 12.7 hectáreas de área de exhibición, cuatro hectáreas para 20 bodegas para almacenaje, 722 viviendas y 38 hectáreas para futuras bodegas y restaurantes.
López Rodríguez aclaró a algunos medios locales que Real Estate Dragon Mart Cancún prefirió esperar la resolución de la instancia federal para seguir con el procedimiento físico en el terreno, luego de que le solicitara la Manifestación de Impacto Ambiental a nivel federal.
Por lo pronto, los trabajos del nuevo paraíso de distribución de productos chinos hacia Latinoamérica, suspendido en varias ocasiones desde su presentación el 22 de marzo de 2011, paró máquinas.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: GEORGINA HOWARD.
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