Andrés Manuel López Obrador dejó su investidura de presidente en Palacio Nacional, o al menos eso quiso aparentar. Salió por la puerta de la calle de la Moneda cubriéndose con el paraguas que él sostenía ante la inclemencia de una copiosa lluvia en la Ciudad de México, dando la impresión de valerse por sí mismo. Vigilado de cerca por su seguridad, apareció en el video como quiso: un ciudadano más, sin miedo, pese a que el Palacio Nacional está harto protegido, caminando por la ciudad, aunque solo unos cuantos metros, para reunirse con compañeros de lucha, dirigentes de Morena, gobernadores y miembros de su gabinete, para reflexionar sobre el futuro, las elecciones del 2024 para sucederlo en el cargo, de las cuales ha tomado las riendas, evidentemente.
A menos que haya reporteros de guardia cubriendo las 24 horas las puertas de Palacio Nacional, todo parece indicar que, como una movida más del presidente, se montó un espectáculo político en el cual algunos fueron alertados de la salida del mandatario nacional para cenar en un emergente cónclave morenista.