En México inició un debate sobre las políticas a las que gobiernos anteriores llamaron “verdes” o “limpias”. Desde hace años, los tratados internacionales abogan por que los gobiernos de los países transiten por ese carril, pero en el caso de México la apuesta más reciente fue la Reforma Energética y los resultados son cuestionables: ¿realmente se avanzó en la transición energética?, ¿funcionó el esquema de los Certificados de Energías Limpias?
Desde la Secretaría de Energía (Sener) se puso el foco sobre los Certificados de Energías Limpias (CEL). Previo a la discusión de la Reforma Eléctrica propuesta por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, Rocío Nahle García, titular de la Sener, aseguró que estos certificados, que se plantearon como incentivos para las empresas, excluyeron a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pero representaron un gasto para ésta de 6 mil millones de pesos. Como el contrato se estableció por 20 años, el pago total, de no haberse cancelado, ascendía a 100 mil millones de pesos.