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En manos del Ejército, privilegios de la familia presidencial

Contrario a los dichos del presidente López Obrador, la protección, viajes nacionales e internacionales y médicos del Ejército nunca se fueron para el mandatario y su familia, incluso para colaboradores cercanos, revelan informes militares hackeados por Guacamaya Leaks.

El presidente Andrés Manuel López Obrador desmanteló el Estado Mayor Presidencial (EMP), pero mantuvo privilegios de cuidado para él y su familia por parte del Ejército. Aviones, embarcaciones, instalaciones militares y personal armado siguieron a disposición de la familia presidencial, aunque en menor proporción que los gobiernos anteriores.

Su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, ha disfrutado ampliamente de esos recursos, pero ha sido el propio presidente quien ha requerido de mayor cuidado por parte del Ejército debido a sus problemas de salud. Tanto, que el Hospital Central Militar (HCM) tuvo que instalar una unidad de terapia intensiva en Palacio Nacional durante la pandemia por covid-19.

¿Se han hecho fiestas en Los Pinos? Presidencia dice que no, revistas dicen que sí

En el Gobierno de Enrique Peña Nieto, las fiestas dentro de Los Pinos han sido opacas. La Presidencia dice que son “inexistentes”; es decir, nadie hizo registro de esas reuniones -si es que ocurrieron- durante este sexenio. Cuando gobernaron Vicente Fox Quesada (2000-2006) y Felipe Calderón (2006-2012), esa casa del poder se abrió a visitas guiadas. El personal no reparaba en relatar algunas bodas y reuniones juveniles ocurridas ahí. Así se supo, por ejemplo, de las organizadas por los hijos de Miguel de la Madrid (1982-1988). En el Gobierno de Enrique Peña Nieto, esos tours se suspendieron. Pero las redes sociales y las revistas del jet set dan cuenta de que las celebraciones dentro de la casona de Constituyentes sí han sucedido. Sofía Castro Rivera, la hija mayor de los seis que tiene el matrimonio Peña-Rivera, ha sido anfitriona de algunas.

Sofía Castro Rivera se ha valido de las revistas del jet set, las redes sociales o publicaciones de espectáculos para comunicar sus planes como socialité o actriz. Esos fueron los canales que eligió para hacer la crónica de sus días en el poder. Es la mayor de los seis hijos que tienen entre ambos el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y su esposa, Angélica Rivera Hurtado. Desde 2012 vive en la residencia oficial de Los Pinos, aunque le acaba de anunciar a la revista ¡Hola! que en estos días se irá a Los Ángeles, California, para perseguir sus sueños profesionales.


La crónica de sus fiestas de cumpleaños, ese que celebra el 30 de octubre, una fecha que coincide con la celebración del día de todos los santos o los niños muertos en México, se ha alimentado de información publicada por ella misma en Facebook e Instagram. Por lo menos así ocurrió en 2014 cuando vestida de hada recibió la mayoría de edad y al siguiente día celebró a la muerte en el disfraz de La Catrina. La fiesta habría sucedido en un salón de la casa de Los Pinos mientras el Presidente recibía en otro a los padres de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala Guerrero, la noche del 26 de septiembre.

Pese a esa crónica expuesta en medios impresos y la redes sociales, el Comité de la Presidencia de la República  declaró “inexistentes” en 2015 las fiestas dentro de la casa de Los Pinos; es decir, nadie ha registrado si en la casa del poder se han realizado fiestas, mucho menos si hubo invitados, qué empresas fueron contratadas, qué salones se usaron, qué comida se sirvió y qué cambió en esa residencia debido al evento.

A la pregunta, la Presidencia de la República respondió que sólo dos instancias podrían conocer tal información. Estas fueron la Dirección General de Finanzas y Presupuesto [DGFP] y la Dirección General de Administración de Instalaciones [DGAI].

La DGAI: “Se informa que esta unidad administrativa no ha realizado fiestas en el inmueble referido por el interesado, razón por la cual no se cuenta con información; sin embargo, se sugiere orientar la solicitud a la Dirección General de Finanzas y Presupuesto, quien pudiera contar con información relacionada con el objeto de la solicitud”.

La DGFP respondió: “Le informo que en los registros físicos y electrónicos que obran en la DGFP, no se cuenta con el dato relativo al número de fiestas que se han realizado en la Residencia Oficial de Los Pinos. Lo anterior, en virtud que esta Dirección General, en términos de lo establecido en el Reglamento, no es la Unidad responsable del control y seguimiento de dichas acciones”. Añadió que el Presupuesto de Egresos de la Federación, asignado al Ramo 02 no se advierten montos presupuestados por dicho concepto.


Entonces, el Comité de Información de la Presidencia declaró las fiestas en Los Pinos como “inexistentes”.

En el Gobierno de Vicente Fox Quesada (2000-2006) y hasta el de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), la casa de Los Pinos se abrió a visitas guiadas. Cuando el Presidente Enrique Peña Nieto llegó a vivir ahí con su esposa, Angélica Rivera Hurtado, y los seis hijos que tienen entre los dos, tales recorridos se suspendieron.

Los guías de esas visitas no escondían los datos de bodas y fiestas familiares realizadas en el hall, los salones y jardines de la casona de Constituyentes. De hecho, fue conocido que en una de las cabañas que él mismo mandó construir, Fox se casó por lo civil con Martha Sahagún, la mañana del 2 de julio de 2001. La fiesta tuvo motivo doble: el cumpleaños de él y el primer año de haber ganado las elecciones presidenciales.

Según aquellas visitas guiadas, la primera boda celebrada en ese terreno ocurrió cuando el lugar aún se llamaba Hacienda de la Hormiga. Fue el enlace religioso de la hija de Plutarco Elías Calles, el fundador del Partido Revolucionario Institucional, y Hortensia Elías Calles con Fernando Torreblanca, quien integraba el Gabinete presidencial.

Luego, ahí se casaron por lo civil la hija de Miguel Alemán Valdés, Beatriz Alemán con Carlos Girón Peltier, así como la hija de Adolfo López Mateos, Avecita López Mateos; el hijo mayor de Gustavo Díaz Ordaz, Gustavo Días Ordaz Borja, y la hija de Miguel de la Madrid Hurtado, Margarita de la Madrid Cordero.

El personal de esas visitas guiadas también relataba que en Los Pinos, antes de Peña Nieto, también hubo fiestas juveniles de los hijos de De la Madrid

A partir del Gobierno de Enrique Peña Nieto esos tours se suspendieron. Y hoy, el relato de las fiestas en Los Pinos -si es que las hay- está cerrado.

UNA FIESTA MÁS

Faltan dos años para que concluya el Gobierno de Enrique Peña Nieto. La rebelión social en las calles ha azuzado el grito de ¡Fuera Peña! que por un momento, aparentó estar olvidado. En las manifestaciones no sólo se reclama la aparición con vida de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en una carretera de Iguala, Guerrero; sino el aumento en el precio de las gasolinas y esa frase que el Mandatario le dirigió a sus gobernados para explicar su decisión: “¿Qué hubieran hecho ustedes?”

En contraste, una fiesta más de Sofía Castro saltó a las planas del periódico Basta, en la pluma del periodista de Espectáculos, Álex Kaffie, en octubre del año pasado. “El sábado, Sofía Castro encabezó fiesta de disfraces en la residencia oficial de Los Pinos. So pretexto de celebrar su cumpleaños 20 (ocurrido el 30 de octubre), pero esta vez con sus compañeros de telenovela “Vino el amor” organizó tal reunión. Mar Contreras, Irina Baeva, Yanet Sedano, Kimberly Dos Ramos y Chris de la Campa sí acudieron. En cambio, Raúl Coronado y Azela Robinson, no”, expuso el columnista.


Cuando el sexenio concluya, si hubo o no fiestas en Los Pinos, no quedará registro. La familia de Peña Nieto se irá sin dejar rastro de ello.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: LINALOE R. FLORES.
LINK: http://www.sinembargo.mx/16-01-2017/3136088

Tras escándalos, ahora Sofía Castro aparece en portada de ‘¡Hola!’ por viaje a Cancún

La hija de la primera dama Angélica Rivera, Sofía Castro, aparece en la portada del número más reciente de la revista ¡Hola! edición México con motivo de un viaje de fin de cursos a Cancún que realizó con un grupo de amigos.


En la portada de la publicación, con el título “Sofía Castro, viaje de fin de curso entre amigos, bajo el sol de Cancún”, la hijastra de Enrique Peña Nieto aparece ataviada en un traje de baño de dos piezas.

En esta ocasión la también actriz fue captada durante el viaje de fin de cursos, ya que recientemente concluyó la preparatoria.

La joven de 18 años ha dado de qué hablar por sus frecuentes viajes, además de que constantemente aparece en portadas de las llamadas revistas del corazón.

La publicación del viaje a Cancún de Sofía Castro aparece días después del escándalo que protagonizaron ella y su madre, Angélica Rivera, en su visita a tiendas exclusivas de Beverly Hills en California, Estados Unidos.

En esa ocasión la primera dama visitó el centro comercial “Beverly Center” acompañada de las hijas que procreó con el productor José Alberto Castro, de las hijas del presidente Enrique Peña Nieto y “de algunas amigas”, según consignó el programa “Suelta la sopa”, de la Cadena Telemundo que difundió un video del paseo.

Sofía Castro se probó un vestido que costaba 20 mil dólares “pero al final no lo compraron”, refirió el programa de Telemundo, que acompañó la información con videos y fotografías.

Angélica Rivera y sus acompañantes acudieron a las tiendas Dolce & Gabbana, Versace Collection, Prada y Tiffany, lo que les valió una ola de críticas en redes sociales.

También fueron objeto de cuestionamientos sus gastos en ropa durante la visita oficial a Reino Unido hace algunas semanas.

En el caso de Sofía Castro, sus viajes han sido reseñados en varias ocasiones por la revista ¡Hola!

Una de las más recientes fue el 6 de abril, cuando la publicación dio a conocer que Castro “mantiene el ritmo y continúa sus vacaciones en Cancún, en donde disfruta de horas de diversión, pero también de reflexión porque la joven participa un evento de AIESEC, una organización dedicada a formar líderes”.

“A través de su cuenta de Instagram, la hija mayor de la Primera Dama, Angélica Rivera, compartió varias fotos en las que se le ve feliz, al lado de la piscina y de un par de amigos que, al igual que la actriz, rebosan de alegría. La imagen tiene la etiqueta #gen2015, que corresponde al evento de la Organización AIESEC México”.

En otra nota, publicada el pasado 31 de enero y titulada “Sofía Castro, derroche de sensualidad sobre las olas”, ¡Hola! retoma una foto de la cuenta de Instagram de la joven.

“Después de un 2014 lleno de trabajo, Sofía Castro disfruta de unas relajadas vacaciones en la playa, donde en compañía de una amiga disfruta bajo el sol presumiendo cuerpazo, resultado de su dedicación y constancia a la hora de hacer ejercicio”.

En julio de 2014, la revista dedicó además una portada especial a Sofía, con el titular “Sofía Castro, vacaciones en Roma”.

La publicación también ha destacado las constantes asistencias de la joven “a los eventos más exclusivos de la Ciudad de México”.


“Sofía Castro se apunta a la tendencia ‘reina’ de las alfombras rojas, el ‘black and white’”, dice una nota publicada en febrero de 2014 por ¡Hola!

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: REDACCIÓN.

Los escándalos de la familia presidencial

MÉXICO, D.F: Según datos oficiales, el año pasado la presidencia de Enrique Peña Nieto gastó 3 mil 476 millones de pesos, lo que representa el desembolso más alto de las últimas seis administraciones.

Muchos de esos exorbitantes gastos seguramente los ha hecho su familia, que no deja de mostrarse como una “realeza política” en las páginas de sociales y en sus viajes al extranjero acompañada de sus amigos, usando las aeronaves oficiales y protegida por el Estado Mayor Presidencial.

A lo largo de la historia de las familias presidenciales ha habido pasajes vergonzosos que muestran la concepción que se tiene del ejercicio del poder público.

Cuando Gustavo Díaz Ordaz era presidente mandó construir una pista de pequeños autos de carreras en los jardines de Los Pinos que hoy es el llamado “paseo de los presidentes”. José López Portillo hizo que se edificara una casa especial para su perro, a un lado de las escalinatas de la Casa Alemán que aún se mantiene. Vicente Fox, por deseos de su esposa Marta Sahagún, mando a remodelar las cabañas que había en el terreno de la casa presidencial para hacerlas su hogar y centro de operaciones. Felipe Calderón hizo que se construyera una cantina especial para su gozo y el de sus amigos.

El actual presidente, Enrique Peña Nieto, ha remodelado ya diversas partes de la residencia oficial para su familia y su equipo, y además ha gastado millones de pesos en la compra de casas para su esposa Angélica Rivera y familia en una de las zonas residenciales más caras de México, a través de la empresa de su mejor amigo, Juan Armando Hinojosa.

Peña Nieto y su prole, como todas las familias presidenciales que ha habido en México, ha tomado el ejercicio público como un negocio patrimonialista, como un gozo personal y como un vicio privado convertido en virtud pública.

Los escándalos de la familia Peña crecen conforme asumen su papel como si fueran parte de una “realeza política”. La compra de la famosa “casita blanca” de Angélica Rivera; el gasto en ropa para la visita oficial a la reina de Inglaterra en el palacio de Buckingham, a la que llevó a toda su prole; los viajes de su hija Paulina y todas sus amigas a Europa, en las aeronaves oficiales, y las compras de ropa en las tiendas más exclusivas de Miami, son apenas algunas muestras del abuso de poder, los excesos y la actitud prepotente con la que viven bajo el dinero público.

Quizás se pueda alegar que hay una ignorancia y una falta de conciencia política por parte de la familia, pero eso no explica la actitud del jefe del Ejecutivo de permitir y participar en estos excesos de sus hijos y los hijos de Angélica Rivera, que sólo alimenta la cultura de la impunidad, la corrupción y la injusticia.

La imagen de la familia presidencial está corroída por la actitud de prepotencia con la que actúa, pues cada vez que aparecen con nuevos escándalos parecen mandar el mensaje de que no les importa la crítica social.


En términos populares es el valemadrismo del poder, ya que el exorbitante gasto de la presidencia, que sobrepasa el de los últimos seis presidentes, es un insulto a un país en crisis económica, con millones de desempleados y jóvenes sin oportunidad de educación, y miles de familias que carecen de salud, vivienda, seguridad y justicia.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JENARO VILLAMIL (ANÁLISIS).