Unas 50 personas llevan desde el 4 de junio durmiendo en casas de campaña, con todo y la pandemia y dicen que no se moverán hasta que el presidente los reciba; aseguran que suena a "pretexto" que nos los atienda por las medidas de sana distancia.
Tranquilina Hernández viste una playera blanca con la fotografía de su hija, Mireya Montiel, desaparecida desde septiembre de 2014 en Cuernavaca, Morelos. De ahí se vino a la Ciudad de México para montar un plantón con otros familiares de víctimas de la violencia frente a Palacio Nacional, para exigir resultados de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) y la destitución de su actual titular, Mara Gómez Pérez.
Unas 50 personas llevan desde el 4 de junio durmiendo en casas de campaña, con todo y la pandemia de COVID-19, intentando mantener un cerco al que no entra nadie sin pasar por una profunda rociada de desinfectante en la ropa, de frente y de espaldas, en los zapatos y en las manos. De ahí dicen que no se van a mover hasta que el presidente Andrés Manuel López Obrador los reciba.
Tranquilina Hernández viste una playera blanca con la fotografía de su hija, Mireya Montiel, desaparecida desde septiembre de 2014 en Cuernavaca, Morelos. De ahí se vino a la Ciudad de México para montar un plantón con otros familiares de víctimas de la violencia frente a Palacio Nacional, para exigir resultados de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) y la destitución de su actual titular, Mara Gómez Pérez.
Unas 50 personas llevan desde el 4 de junio durmiendo en casas de campaña, con todo y la pandemia de COVID-19, intentando mantener un cerco al que no entra nadie sin pasar por una profunda rociada de desinfectante en la ropa, de frente y de espaldas, en los zapatos y en las manos. De ahí dicen que no se van a mover hasta que el presidente Andrés Manuel López Obrador los reciba.