Imágenes del tema: kelvinjay. Con la tecnología de Blogger.

Nacional

Estados

Politica

Violencia

PGR no investigó posibles vínculos de mando militar y Guerreros Unidos tras ataque a normalistas

Entre los días 12 y 29 de octubre de 2014, la PGR recibió al menos cinco denuncias anónimas, en las que se identifica a un capitán del Ejército, como parte del grupo que dirige al cártel Guerreros Unidos.

A pesar de que las autoridades mexicanas han negado que exista evidencia de presuntos vínculos entre el Ejército y el grupo delictivo Guerreros Unidos, –al que las autoridades atribuyen el rapto y desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa–, la Procuraduría General de la República (PGR) tiene varias denuncias sobre la presencia de un militar en la cúpula que dirige este cártel, que fueron recibidas semanas después del ataque contra los estudiantes en Iguala, Guerrero.

Líder de Guerreros Unidos tiene un hermano en el Ejército; Sedena e INAI reservan su expediente

El INAI avaló que el Ejército mantenga en secreto el historial de servicio de Alfredo Casarrubias, hermano del presunto líder de Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias, señalado como autor intelectual del ataque contra los normalistas de Ayotzinapa.

Declaraciones ministeriales recabadas por la Procuraduría General de la República (PGR) revelan que Sidronio Casarrubias Salgado, a quien se identifica como líder del cártel Guerreros Unidos y como autor intelectual del ataque contra los 43 normalistas de Ayotzinapa, es hermano de un integrante de las Fuerzas Armadas, de nombre Alfredo Casarrubias Salgado.

Tal como consta en la averiguación previa PGR/SEIDO/UEIDMS/946/2014, Sidronio Casarrubias fue capturado el 17 de octubre de 2014, es decir, tres semanas después del ataque contra los normalistas (ocurrido en la ciudad de Iguala, Guerrero, el 26 de septiembre de ese año).

Jueza de Morelos libera a siete presuntos cómplices de Sidronio Casarrubias, líder de Guerreros Unidos

CUERNAVACA, Mor: El comisionado estatal de Seguridad Pública, Jesús Alberto Capella Ibarra, aseguró en un video difundido en redes sociales que una jueza de control dejó en libertad a siete hombres vinculados con Sidronio Casarrubias, presunto líder de Guerreros Unidos y señalado de participar en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.


El funcionario afirmó que el pasado 4 de marzo fueron detenidos 18 sujetos en posesión de armas largas de grueso calibre, cartuchos útiles y vehículos en el municipio de Tlaltizapán, en la zona norte de Morelos.

Formal prisión a “El Indio”, fundador de Guerreros Unidos

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Juzgado Noveno de Distrito con sede en el estado de Guerrero, dictó auto de formal prisión en contra de Juan Salgado Guzmán, alias “El Indio”, fundador de la organización delictiva Guerreros Unidos.

La Procuraduría General de la República (PGR), lo acusa del delito de Delincuencia Organizada, con la finalidad de cometer secuestros.

Salgado Guzmán tiene parentesco familiar con los hermanos Casaurrubias Salgado, involucrados en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero.

Además, “El Indio” es señalado como uno de los fundadores de una organización delictiva que opera en Guerrero, relacionada con el trasiego de drogas y algunos actos de violencia en la zona norte de ese estado.

Elementos de la Comisión Estatal de Seguridad del Estado de México detuvieron al inculpado el pasado 21 de junio en el municipio de Tonatico, quienes lo pusieron a disposición de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).

FUENTE: PROCESO
AUTOR: PATRICIA DÁVILA
LINK: http://www.proceso.com.mx/445802/formal-prision-a-indio-fundador-guerreros-unidos

Se aferra la PGR a su línea original en el caso de los 43

La Procuraduría General de la República (PGR) mantiene como principal línea de investigación, sobre la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa ocurrida los días 26 y 27 de septiembre de 2014, la tesis de que los estudiantes fueron a Iguala a tomar camiones para llevarlos a su escuela, “situación que motivó a una célula del grupo delictivo Guerreros unidos a actuar presumiblemente en su contra, solicitando a elementos de las policías de Iguala y Cocula que los detuvieran y se los entregaran, para privarlos de su libertad, interrogarlos y presuntamente privarlos de la vida”.

Esta línea de investigación es la que tiene mayores indicios, señaló Éber Betanzos Torres, titular de la Subprocuraduría de Derechos Humanos Prevención del Delito y Servicios a la Comunidad de la PGR, quien agregó que no obstante haber agotado otras líneas en las que no se han obtenido resultados, se seguirá investigando con toda exhaustividad.

Al hacer un balance sobre el estado que guarda la indagatoria, el funcionario leyó un mensaje –sin permitir preguntas– acompañado del nuevo titular de la Oficina de Investigación del Caso Iguala, Alfredo Higuera Bernal –quien sustituyó a José Aarón Pérez Carro–, en el que afirmó que el modo de operar de ese grupo delictivo en contra de sus enemigosal parecer atiende a diversos factores que generen desmanes en su territorio y que calienten la plaza.

De darse alguno de estos detonantes, la respuesta sería altamente violenta, privando de la libertad a las personas directamente o presuntamente a través de la policía municipal; torturándolas, privándolas de la vida, incinerándolas e inhumándolas, dijo en alusión a la tesis de la PGR sobre la desaparición de los normalistas.

Esta vez, en el mensaje no se hizo referencia alguna a la presunta incineración de los cuerpos de los jóvenes desaparecidos en el basurero de Cocula, ni a la polémica generada por este tema.

Horas antes, en la reunión de la procuradora con los padres de los normalistas, la funcionaria dio instrucciones a Higuera Bernal y al nuevo coordinador general de Servicios Periciales, Jorge Alberto Zúñiga Malvárez, para actuar con estricto apego a la ley, honestidad, con transparencia absoluta y privilegiando en todo momento el diálogo y trabajo cercano de los padres.

Respecto al nombramiento de Higuera, la procuradora aseveró que el movimiento no significa interrupción o reinicio de la indagatoria en curso.Habrá continuidad puntual.

Betanzos dijo por su parte que se agilizará la tramitación de la asistencia jurídica internacional, solicitada a las autoridades de Estados Unidos, para profundizar en la línea de investigación sobre el llamado quinto autobús y que se indaga la posible participación de policías municipales de Huitzuco en la detención de los estudiantes.

Asimismo, señaló que la PGR está en proceso de cumplir las recomendaciones hechas por la CNDH y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), además, que investigará todos los señalamientos de tortura y tratos crueles, así como de irregularidades en el desarrollo de la indagatoria. De existir estos elementos no habrá impunidad, prometió.

Precisó que si bien terminó el mandato del GIEI en el país, ello no significa que la colaboración con éste haya concluido, aunque aclaró que la coadyuvancia será conforme a derecho.





Fuente: La Jornada
Autor: Jesús Aranda
http://www.jornada.unam.mx/2016/06/09/politica/009n1pol

Afloran 10 testimonios de tortura en el caso Ayotzinapa

En las semanas siguientes a la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, en septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, las autoridades mexicanas detuvieron a decenas de sospechosos y dijeron que habían resuelto el caso.

En una apresurada conferencia de prensa, los fiscales mostraron videos de supuestos traficantes de drogas que confesaban haber recibido a los estudiantes de manos de la policía, haberlos asesinado, incinerado sus cadáveres en un basurero y tirado los restos a un río.

Dos equipos independientes de expertos pusieron en duda la versión oficial. Y ahora esa versión ha sufrido otro golpe: denuncias de tortura.

En documentos obtenidos por The Associated Press, a los que no se había dado difusión hasta ahora, 10 de los sospechosos relataron un guión casi idéntico: primero vinieron los interrogatorios, después los golpes, las descargas eléctricas, asfixias parciales con bolsas de plástico y finalmente amenazas de que matarían a sus seres queridos si no hacían confesiones que sustentasen lo que decía el gobierno.

Algunos dijeron incluso que les dieron evidencia preparada o que les indicaron lo que debían decir.

Informes médicos publicados el mes pasado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) parecen confirmar las versiones de que hubo torturas. De los 10 archivos conseguidos por Ap, la organización revisó cinco y encontró pruebas verosímiles en todos ellos.

En el transcurso del camino me iban dando electricidad en los testículos y en todo el cuerpo, declaró uno de los sospechosos, Patricio Reyes Landa, quien fue detenido un mes después de la desaparición de los estudiantes.

En todo ese tiempo, que fue como dos horas y media de camino, llevé los ojos tapados y me fueron golpeando todo el camino, dijo el hombre a un juez en julio, de acuerdo con los documentos obtenidos por Ap.Recuerdo que se acercó una persona y me quitó la venda de los ojos y me mostró una fotografía de mi familia, de mis dos niñas, de mi esposa y mi hermano, y me dijo que si no hacía todo lo que me dijeran iban a violar a mis pequeñas... Le dije que yo iba a hacer lo que ellos me dijeran.

La declaración de Reyes Landa es clave para el gobierno, porque fue uno de los primeros que confesaron haber matado a los estudiantes y quemado sus cadáveres en un basurero del municipio guerrerense de Cocula, para luego arrojar los restos al río San Juan.

Aparte de esas confesiones y de un fragmento de hueso perteneciente a uno de los estudiantes, según se comprobó mediante análisis de ADN, los fiscales casi no tienen otras pruebas.

Bajo las leyes mexicanas, las confesiones obtenidas mediante torturas no son admisibles.

Si desechan la confesión y no hay más pruebas, básicamente no hay caso, afirmó Denise González, especialista en derechos humanos y derecho internacional de la Universidad Iberoamericana.

La creencia generalizada de que las fuerzas de seguridad mexicanas recurren a torturas al investigar los delitos cometidos por los traficantes de drogas se reforzó con el video de un caso separado que circuló el mes pasado en las redes sociales. Mostraba a una soldado y un oficial de la Policía Federal interrogando a una mujer joven a la que le colocaron una bolsa de plástico en la cabeza hasta que perdió el conocimiento.

El Ejército confirmó la autenticidad del video que, dijo, se filmó durante un enorme despliegue de militares en febrero de 2015 para combatir a los cárteles de las drogas.

En relación con los estudiantes desaparecidos, las denuncias de torturas involucran a los miembros de la Policía Federal o de las fuerzas armadas que arrestaron a individuos sospechosos de tener vínculos con el sanguinario cártel Guerreros unidos.

La Procuraduría General de la República (PGR) dice que miembros de esa banda mataron a los estudiantes después de que se los entregó la policía, que los había arrestado en la ciudad de Iguala.

Hay evidencia médica

Un informe de médicos de la PGR, preparado dos meses después de la detención de Reyes Landa, dijo que tenía moretones, rasguños y “lesiones puntiformes semejantes a las ocasionadas por la aplicación directa de dispositivos eléctricos (como picanas o chicharras) en abdomen y muslos".

Igual de escalofriante es el testimonio del supuesto líder de Guerreros unidos, Sidronio Casarrubias, quien dijo que un elemento de la procuraduría abusó de él horas después de su detención, en febrero del 2015.

El señor aquí presente fue uno de los primeros que me torturó y se sentó en mi estómago, y fue el que me asfixió con bolsas negras de plástico, que además me violó con una pieza metálica, dijo Casarrubias mientras apuntaba hacia al investigador Gabriel Valle Campos, según los documentos.

Me amenazó que iba torturar a mi familia, a mis hijos, de la misma forma en que lo estaba haciendo conmigo.

Eber Betanzos, subprocurador de Derechos Humanos de la PGR, que supervisa el caso, dijo que no puede comentar las denuncias de torturas y que le corresponderá a los jueces analizar una serie de evaluaciones físicas y mentales que se están haciendo a unos 90 sospechosos que dicen haber sido sometidos a esa práctica ilícita.

Betanzos indicó que 32 detenidos dicen que fueron torturados. Las denuncias involucranmayoritariamente a agentes aprehensores distintos a la PGR.

Señaló que la procuraduría inició nueve investigaciones de torturas, y que la mayoría de las denuncias abarcan heridas que dejan huella, como moretones y cortes.

Últimamente la atención se enfocó en Agustín García Reyes, de los primeros sospechosos que identificaron el sitio donde supuestamente los restos de los estudiantes incinerados habían sido tirados al río San Juan y donde se encontró la única evidencia vinculada con el caso.

El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), de la CIDH, expresó dudas sobre el testimonio de García Reyes, luego de que circularon fotos y videos en los que él aparece caminando junto al río con Tomás Zerón de Lucio, jefe de la Agencia de Investigación Criminal, de la PGR, un día antes de que los fiscales dijeran que habían sido hallados fragmentos de huesos.

Eso hizo pensar que la evidencia había sido colocada allí. En medio de acusaciones de manejos irregulares, Zerón dio a conocer un video propio en el que aparece en la escena del crimen con García Reyes, pero no se le ve escarbando la tierra ni encontrando huesos. Eso daría crédito al argumento de las autoridades, que dicen que los restos fueron encontrados al día siguiente por buzos.

En los documentos obtenidos por Ap, García Reyes señala que fue torturado durante horas, mientras le decían lo que tenía que confesar cuando fue llevado al río, aproximadamente un mes después de la desaparición de los estudiantes.

Me pusieron la bolsa en la cabeza y me comenzaron a pegar; yo les dije que no sabía nada, relató García Reyes, de acuerdo con los documentos. “Me decían, ‘más vale que me digas adónde están, porque si no vamos a matar a tu esposa, a tu hijo y a ti también’.

Me siguieron pegando hasta que les dije que yo les iba a decir lo que ellos quisieran, agregó. “Me llevaron al río y me dijeron en la camioneta, ‘ahorita tú vas a hacer como si hubieras tirado las bolsas al río, y si no lo haces te vamos a seguir golpeando’. Llegamos a ese lugar y estaban grabando ellos, y yo hice como si tirara las bolsas al río y me llevaron en seguida adonde ya tenían unas bolsas de plástico; las señalé como diciendo que yo las conocía”.

A pesar de la denuncia de que fue torturado, a García Reyes se le ve caminando normalmente en un video de la fiscalía, sin signo alguno de haber sido maltratado.

González, la especialista universitaria en derechos humanos, admitió que es posible que algunos sospechosos inventen historias sobre malos tratos.

Pero agregó que en el contexto de México, donde la tortura es generalizada... toda denuncia debe ser investigada, y a partir del contexto, es muy posible que sea cierto.




Fuente: La Jornada
Autor: AP
http://www.jornada.unam.mx/2016/05/11/politica/009n1pol

Continúan homicidios de personajes ligados al caso Ayotzinapa; llegó el turno de dirigente transportista

CHILPANCINGO, Gro. (apro).- Un grupo armado asesinó al dirigente transportista Victórico Martínez López, quien fue vinculado públicamente con el grupo delictivo Guerreros Unidos y la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
El crimen se registró en Iguala a las 20:00 horas, en el estacionamiento de la Quinta Margarita, cuando Martínez López se disponía a abordar su automóvil en compañía de su esposa, Sandra Lorena Vellaty Barrios, quien también fue asesinada.
La mañana de ayer, Martínez López había encabezado una reunión con líderes transportistas de la zona Norte, donde anunció su regreso a la dirección de la Coordinadora del Transporte Organizado de la Zona Norte (CTOZN), cargo que dejó en diciembre pasado tras ser vinculado al narcotráfico y el caso Ayotzinapa.
“Vamos a seguir apoyando a la coordinadora al mil por ciento en los trabajos que lleva la coordinadora, y hay un logro que se está dando que es la unificación de los transportistas” (sic), expresó Victórico Martínez durante su mensaje. Horas después fue ejecutado en su propio domicilio.

El caso Ayotzinapa no sólo exhibió los presuntos nexos de autoridades de los tres niveles y el Ejército con el narcotráfico, sino que también ha dejado una estela de ejecuciones y detenciones de personajes ligados a la política en la zona Norte, donde el silencio se impone a balazos.
El pasado 25 de diciembre fue localizado el cuerpo de un hombre ejecutado y junto al cadáver dejaron un mensaje firmado por “Daniel El Travieso” donde acusaban directamente a los líderes del transporte en la zona Norte Victórico Martínez, Nicolás Nájera Salgado “El May” y José Luis Ramírez “El Churros” de formar parte del grupo delictivo Guerreros Unidos y haber participado en la masacre y desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa el 26 y 27 de septiembre de 2014.
Tanto Nicolás Najera y José Luis Ramírez fueron detenidos por la Policía Federal, el primero el 25 de abril y el segundo a principios de este mes, ambos son acusados por el gobierno federal de ser líderes de Guerreros Unidos y estar relacionados con la desaparición de normalistas.
En enero, Proceso publicó el reportaje “Guerreros Unidos se cimbra en pugnas internas” donde se advierte que la violencia registrada a finales del año pasado en Iguala muestra la lucha intestina en el grupo delictivo, ya que los mensajes iban dirigidos contra policías estatales y mandos militares a quienes se acusa de dar protección a Víctor Hugo Benítez Palacios “El Tilo” y a Eduardo Joaquín Jaimes “El Choky”, de la banda de “Los Peques”, brazo armado del grupo criminal.
En ese tiempo se mencionan nombres de varios funcionarios presuntamente implicados con ese grupo delincuencial, como el exdirector de la policía de Taxco, Eruviel Salado Chávez, y una docena de agentes de esa corporación que desde octubre último está bajo el mando de la Policía Federal.
Tanto Salado Chávez como el exalcalde taxqueño Salomón Majul González, quien ahora es diputado federal por el PRI, y el empresario Federico Figueroa han sido señalados públicamente por sus presuntos nexos con Guerreros Unidos.
El 27 de diciembre aparecieron dos narcomantas en Iguala. En ellas se menciona al líder transportista de la zona Norte, Victórico Martínez López, y a otras personas como presuntos operadores de Guerreros Unidos, a quienes se acusa de “sobornar” a policías federales y ministeriales.
Dos días después, el centro de la ciudad amaneció tapizado de mensajes. En ellos se señala al Ejército de proteger a Víctor Hugo Benítez Palacio “El Tilo”, líder de “Los Peques”, uno de los presuntos implicados en la masacre y desaparición de los 43 normalistas; también se difundió una foto con el rostro de “El Choky”, supuesto brazo ejecutor de “El Tilo”, considerado por el gobierno federal como otra de las piezas clave en el caso Ayotzinapa.
Fuentes oficiales consultadas por el corresponsal aseguran que se trata de una lucha intestina entre miembros de la organización criminal que opera en Iguala, Taxco, Tepecoacuilco y Huitzuco, zona colindante con el sur del estado de Morelos.
Según informó la agencia Apro en octubre de 2014, el gobierno federal sabía que “Los Peques” controlan el narcomenudeo en Iguala y estaban implicados en la agresión a los normalistas de Ayotzinapa, lo mismo que algunos uniformados estatales y federales.
Los reportes oficiales consultados por Proceso en esas fechas indican que después de la desaparición de los 43 normalistas, los sicarios al servicio de “Los Peques” salieron de Iguala y se refugiaron en la comunidad de Carrizalillo, municipio de Eduardo Neri. Las autoridades de los tres niveles de gobierno y del Ejército les brindaron protección.
El año pasado, autoridades del poblado donde se encuentra la minera canadiense Gold Corp denunciaron la existencia de fosas clandestinas; algunos afirmaron que la esposa del exalcalde de Iguala, María de los Ángeles Pineda Villa, se refugió en esa zona.
La confrontación entre los operadores de Guerreros Unidos se incrementó en diciembre pasado, cuando fueron divulgados los nombres de políticos y autoridades civiles y castrenses de la zona norte presuntamente vinculados al caso Ayotzinapa.

FUENTE: PROCESO
AUTOR: EZEQUIEL FLORES CONTRERAS
LINK: http://www.proceso.com.mx/439631/continuan-homicidios-personajes-ligados-al-caso-ayotzinapa-llego-turno-dirigente-transportista

El terror de las mazmorras

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- No sabe si es de día o de noche. Está boca abajo en el suelo, amarrado de las manos, inmóvil. Puede sentir una alfombra en un lado de su rostro. No está en un lugar clandestino sino en las oficinas de la PGR, en manos de policías ministeriales federales de la Agencia de Investigación Criminal.

“Me dicen que ya no hay regreso, que esto es el comienzo… En ese momento me bajan el pantalón y me quitan las vendas de los pies, me echan agua en los testículos y en ese momento proceden a asfixiarme nuevamente y me introducen algo en mi trasero. Es como si fuera de fierro por la forma en que me penetran. En esos mismos momentos me están asfixiando con la bolsa de plástico y una mano presiona mi nariz y la oprime, me la cierra con la presión de las manos. En ese momento siento también toques eléctricos en los testículos…

“El hombre está sentado sobre mí, sudando y nervioso; se oye muy agitado su cuerpo y entonces me ordena que me levante los pantalones. Estoy mojado, siento mis ropas mojadas y un dolor fuerte en el ano y en el ombligo y mi pecho, a la altura del corazón… y me dice el que ordenó la tortura que si ya voy a hacer lo que ellos dicen, les contesto que sí que haré todo lo que ellos ordenen.”

Lo entregan a otros agentes, que lo llevan a un nuevo calvario. Le duele cada parte de su cuerpo. Cuando lo dejan ir al baño se da cuenta que está sangrando del recto, además de que tiene costras de sangre en medio de sus piernas. Tiembla del susto.

Este es el testimonio de una de las 15 personas acusadas de participar en la ­desaparición de los 43 normalistas de ­Ayotzinapa, quienes fueron detenidas y torturadas por integrantes de la Policía Federal, la Agencia de Investigación Criminal y la Secretaría de Marina, según denunciaron ante las Naciones Unidas y el Poder Judicial, así como en cartas enviadas directamente a esta reportera.

Se trata de Sidronio Casarrubias, Gildardo López Astudillo, Felipe Rodríguez Salgado, Patricio Reyes Landa, Agustín García Reyes, Jonathan Osorio Cortés, Marco Antonio Ríos Berber y Raúl Núñez Salgado. Cinco de ellos fueron señalados por la PGR como testigos clave para esclarecer los hechos ocurridos en Iguala.

El grupo incluye a funcionarios de las policías municipales de Iguala y Cocula: Verónica Bahena Cruz, Santiago Mazón Cedillo, Héctor Aguilar Ávalos, Alejandro Lara García, Édgar Magdaleno Navarro Cruz, Jesús Parra Arroyo y Magali Ortega Jiménez.

En una carta del 10 de julio del año pasado, funcionarios de la ONU reclamaron al gobierno de Enrique Peña Nieto las detenciones arbitrarias de 12 de los detenidos:

“También expresamos seria preocupación con las alegaciones según las cuales la tortura –que incluye las violencias sexuales y las amenazas de violación a familiares– y los malos tratos tuvieron como propósito extraer confesiones forzadas y prefabricadas, y que el uso de estos métodos no parece ser en casos aislados”, señalaron en la misiva Seong-Phil Hong, presidente-relator del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria; Ariel Dulitzky, presidente-relator de Grupo de Trabajo de Desapariciones Forzadas o Involuntarias; Gabriela Knaul, relatora especial sobre la independencia de magistrados; y Juan E. Méndez, relator especial sobre la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes .

Los siguientes testimonios fueron recabados por la ONU y la autora de este reporte. Por respeto a las víctimas se omite su nombre en la descripción de los abusos.

***

Quienes lo detuvieron nunca mostraron una identificación. Se lo llevaron en un vehículo con otros detenidos. Los transportan en helicóptero a otro lugar, donde una persona vestida de marino le atiende la ceja que le abrieron sus captores de un golpe. Sentado en el suelo, escucha los gritos de otros. Es su turno.

“Me fueron a traer dos personas vestidas de marinos y me metieron a un cuarto. Me empezaron a amarrar las manos con una venda hacia atrás y me amarraron los pies… me empezaron a dar toques eléctricos en mis testículos, también en mi ano y en la boca… y también me ponían una bolsa en la cara hasta el grado de perder la respiración, y en cuanto la perdía me pegaban en el pecho y el estómago. Así estuvieron unas tres horas, me decían que me iban a decir todo lo que tenía que decir.

“En cuanto a la foto de mi familia, me dijeron que si ahora sí iba a cooperar con ellos, que si no, iban a matar a mi esposa y que a mis dos niñas también las iban a matar, pero antes de matarlas las iban a violar y que les iban a meter el lado del cañón por el ano, y que a mi esposa la iban a violar entre todos… que de todos modos yo era un muerto de hambre.”

***

Policías federales ministeriales le vendan los ojos, la meten a un cubículo y la sujetan a una silla donde la amenazan con quitarle su casa y violar a las mujeres de su familia. La golpean en las costillas, la patean en las piernas y aplican descargas eléctricas. Por el miedo se orina en la ropa y los policías que la torturan aprovechan para humillarla e insultarla. Se la llevan de la oficina donde estaba a las de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, donde la hicieron declarar lo que ordenaron.

***

Mientras se encuentra vendado y maniatado, la Policía Federal Ministerial lo amenaza con desaparecerlo y hacerle lo mismo a toda su familia. Como si fuera un protocolo, igual que a los otros le ponen una bolsa para provocarle asfixia mientras le aplican descargas eléctricas en pies y testículos, mientras le preguntan el paradero de los estudiantes desaparecidos. Mientras se ensañaban con él, escuchaba los gritos de dolor de otros detenidos, como si no fuera un edificio de oficinas públicas, sino mazmorras de terror.

***

Es detenido por personal de la Agencia de Investigación Criminal. Antes de ser presentado ante el Ministerio Público, es golpeado fuertemente en espalda, abdomen y testículos. Sabe que todo esto ocurre en oficinas de la PGR, pero no sabe cuáles. Cuando finalmente lo llevan ante el MP las cosas no mejoran. Incluso el encargado de tomarle la declaración lo amenaza con violar a su esposa y matar a toda su familia si no se declara culpable de los hechos del 26 y 27 de septiembre en Iguala.

***

Está en oficinas de la Secretaría de Marina. Lo golpean en hombros, costillas y muslos; le aplican toques eléctricos en los pezones y testículos, mientras de otras formas le provocan asfixia. Los marinos lo presentan ante el Ministerio Público 12 horas después de su detención. Cuando la perito hace la inspección física encuentra tales daños que ella misma recomienda que lo manden al hospital para ser valorado por especialistas en oftalmología, traumatología y ortopedia.

En respuesta a la carta de la ONU, el gobierno de Peña Nieto reconoció que tuvo que abrir las averiguaciones previas 312/UEIDAPLE/DT/31/2015, 114/AP/DGDCSPI/2015, 185/API/ DGDCSPI/2015, 044/AC/ DGDCSPI/2015, y 047/AC/ DGDCSPI/2015 para indagar los hechos de tortura y abuso de autoridad en 10 de los 13 detenidos a los que se refirió la comunicación de la instancia internacional. Admitió también que las presuntas víctimas de tortura fueron detenidas por la Policía Federal, la Policía Federal Ministerial de la Agencia de Investigación Criminal y la Secretaría de Marina.



Fuente: Proceso
Autora: Anabel Hernández
http://www.proceso.com.mx/437648/terror-las-mazmorras