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sábado, 20 de enero de 2018

EU busca la extradición de diputado de Honduras, presunto aliado del Cártel de Sinaloa

La justicia de Estados Unidos busca la extradición del diputado hondureño, Fredy Renan Najera Montoya, a quien acusa de haber traficado “enormes cantidades” de cocaína colombiana de la mano con “miembros de alto rango” del Cártel de Sinaloa, junto con otros legisladores, políticos y empresarios del pequeño país centroamericano.

Las autoridades estadunidenses afirman que el diputado participó en una operación de tráfico de cocaína vía marítima, en la que pagó un soborno de 50 mil dólares a Fabio Porfirio Lobo, hijo del entonces presidente Porfirio Lobo Sosa, quien estuvo en el poder entre 2010 y 2014, después de un golpe de Estado contra el expresidente Manuel Zelaya.

sábado, 23 de diciembre de 2017

Honduras: el alineamiento de México con Washington

El informe final de la misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA), presentado en Washington el domingo 17, hace un largo listado de prácticas fraudulentas y concluye que no es posible saber quién ganó las elecciones hondureñas del 26 de noviembre.

Sin embargo, la maniobra para consolidar la imposición avanza con protagonismo del gobierno de Enrique Peña Nieto. La postura expresa del gobierno de Donald Trump es que la reelección del presidente Juan Orlando Hernández –cabeza de la red trasnacional de intereses económicos que se ha apoderado de las instituciones nacionales– sea aceptada, y México –seguido por Israel y España– se encargó de dar el primer paso para llevarla a la práctica: el martes 19 declaró que lo reconoce como presidente electo.

martes, 5 de diciembre de 2017

Policías de Honduras inician huelga de brazos caídos: “somos pueblo, no matamos pueblo”

Debido a la crisis que vive el país tras las elecciones del 26 de noviembre que, según informes oficiales, ganó el presidente actual, Juan Orlando Hernández, los agentes especiales aseguran que les han obligado a permanecer en la unidad ante cualquier disturbio que se pueda generar, lo que les ha impedido ver a sus familias.

Un grupo de agentes de la fuerza especial Cobras de la Policía de Honduras se declaró hoy en huelga de “brazos caídos” supuestamente por la crisis política en el país, agudizada desde el pasado miércoles con el inicio de protestas de la oposición que denuncia un supuesto fraude en los comicios recientes.

“En estos momentos estamos de brazos caídos (…), para manifestar nuestra inconformidad por lo que está pasando a nivel nacional. Nosotros somos pueblo y no nos podemos estar matando con el propio pueblo, nosotros tenemos familia”, dijo a periodistas un portavoz de los manifestantes, que estaba con el rostro cubierto.

miércoles, 24 de agosto de 2016

Con marchas y arte pedirán justicia por asesinato de Berta Cáceres

Ciudad de México | Desinformémonos. El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) anunció la Jornada de Movilización Artístico, Cultural y Espiritual  “Justicia Para Berta YA”, con la que reunirá a comunidades, organizaciones, movimientos sociales y a la sociedad civil para exigir respuestas por el asesinato de la líder indígena, Berta Cáceres.

Durante los actos también se demandará la cancelación inmediata de la hidroeléctrica Agua Zarca, a cargo de la empresa DESA, responsable de la muerte de Cáceres el pasado 3 de marzo.

La Jornada se llevará a cabo los días 1, 2 y 3 de septiembre en la ciudad de La Esperanza, Intibucá, lugar donde vivía la líder ambientalista, y tendrá como objetivo denunciar la participación de la institucionalidad hondureña, la empresa privada y la banca internacional en el crimen.

El día 3 de septiembre se cumplen seis meses desde que la empresa DESA, en complicidad con el gobierno hondureño, asesinara a la Coordinadora del COPINH, Berta Cáceres, por luchar contra el proyecto hidroeléctrico que amenaza a los pueblos indígenas y a la naturaleza.

FUENTE: DESINFORMÉMONOS
AUTOR: REDACCIÓN
LINK: https://desinformemonos.org/con-marchas-y-arte-pediran-justicia-por-asesinato-de-berta-caceres/

sábado, 30 de abril de 2016

El infierno que vivió Gustavo Castro en Honduras

Gustavo Castro llegó apenas un día antes a La Esperanza, invitado para ofrecer un taller sobre alternativas para generar energía en las comunidades. Se alojó en la Casa de Sanación y de la Mujer, en el centro del pueblo. Descansó un rato. Luego lo recogieron para ir a cenar en el Centro Utopía, a las orillas de la ciudad, en el rancho en el que el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), ofrece capacitaciones, como a un kilómetro del pueblo. Entre las 7 y las 7:30 de la noche llegó al lugar la dirigente del Copinh, Berta Cáceres, emblema de la lucha contra los megaproyectos en Centroamérica, reconocida con el prestigiado Goldam Enviromental Prize, el “nobel” de los ecologistas. Gustavo tenía cinco años de no verla. Se saludaron en medio de las múltiples ocupaciones de Berta.

Por la noche de ese primero de marzo partieron juntos a la casa de Berta. Eran como las 11 con 15 minutos de la noche. Gustavo se sorprendió de lo aislada que se encontraba la casa de la luchadora lenca, una mujer amenazada en múltiples ocasiones por su lucha en defensa del Río Gualcarque. La casa se encontraba en un fraccionamiento a orillas de la ciudad, en una brecha de un kilómetro de longitud, con una pequeña caseta en la entrada.

“Berta, te están persiguiendo, te están amenazando, has tenido atentados y ¿vives aquí sola?”. Berta respondió que dos días antes se había ido su hija. Prepararon en media hora el taller y después ella se ofreció a llevarlo a su alojamiento. Ya eran más de las 12 de la noche. Lo dejó en la Casa de Sanación y le sugirió que al día siguiente se quedara en su casa para que pudiera comunicarse con su familia y adelantar su trabajo, pues ella tenía señal de Internet.

Nadie sabía que al día siguiente se quedaría en su casa. Había sido una invitación informal. Gustavo salió el 2 de marzo temprano con su mochila de viaje. “Esa fue la gran sorpresa de los sicarios, porque ni siquiera Berta sabía que yo me quedaría en su casa, a ella se le ocurrió en ese momento. Nadie del Copinh lo sabía. Vaya, ni yo sabía”.

El primer día del taller, la gente del Copinh habló claro y contundente sobre la lucha y la resistencia, sobre la necesidad de buscar alternativas, de construir autonomía, de defender el territorio, de dejar los territorios libres de megaproyectos. Terminaron cenando todos juntos y, al final, Berta le dijo a Gustavo que se fueran a descansar. Se trasladaron en auto y antes de llegar Berta sugirió que pasaran a saludar a su mamá. Doña Berta-madre, una luchadora y lideresa de la región, los recibió con gusto. Gustavo tenía muchos años de no verla. De ahí salieron como a las nueve y cuarto de la noche y se dirigieron a un restaurante del centro para tomar algo. Berta cenó, pues ella no había probado bocado.

Partieron rumbo a la casa de Berta y, a diferencia del día anterior, había un hombre en la casetita de entrada a la casa que daba acceso a los carros. El señor abrió el paso, Berta lo saludó y le preguntó por su salud. “Era una noche increíble, con un silencio sepulcral, no había nada, ni siquiera salía un perro”. Berta y Gustavo decidieron entonces descasar un rato en el porche de la casa, se fumaron un cigarro mientras ella terminaba la noche escribiendo un mail.

Ya muy cansados entraron a la casa y Berta le mostró su habitación. Eran como las 11 de la noche. Ella se retiró a su cuarto y Gustavo se recostó y se dispuso a trabajar. Serías las once con cuarenta minutos cuando escuchó ruidos. De repente, uno muy estruendoso en el portón, muy fuerte, como si se cayera algo. No pasaron ni dos segundos cuando empezaron a patear fuertemente la puerta de la habitación de Gustavo, quien con miedo la abrió y vió como un sujeto corría al cuarto de Berta, mientras el otro lo encañonaba directo a la cara, como a dos metros de distancia.

Todo en menos de un minuto. Se escuchó el forcejeo en el cuarto de Berta. Tres tiros. Gustavo le dice “tranquilo” al hombre que le apuntaba con una pistola plateada. Alcanzó a aventarse a la cama y el hombre lo siguió con la pistola. Le apuntaba nervioso. Disparó. Por una millonésima de segundo Gustavo movió la cabeza. “Si lo hubiera hecho un segundo antes, él se hubiera dado cuenta de que me estoy ciscando. Y si me hubiera movido una millonésima de segundo después, no la libro”.

“Iban directo a matarla. Estoy seguro de que no sabían que yo iba a estar ahí, no se la esperaban. Por eso no me asesinan inmediatamente como hacen Berta. El hombre que me apuntaba se esperó a que el otro hiciera el trabajo, a que la matara, y después ver qué hacían conmigo”.

Era casi imposible que el matón errara el tiro. De hecho, para él, le dio. El movimiento de Gustavo logró salvar la cabeza y la bala dio en la oreja, de donde de inmediato brotó la sangre. Gustavo se quedó tirado e inmóvil. El sujeto salió corriendo, dándolo por muerto. “Fue un milagro”.

Berta alcanzó a gritar “Gustavo, Gustavo” y él se dirigió hacia su cuarto, hasta el final del pasillo. Estaba tirada en el suelo. Le dijo “Bertita no te vayas, quédate conmigo, quédate conmigo…”. La veía cómo se iba yendo, con los ojos blancos. “Alcanzó a decirme que buscara el celular, que le llamara a Salvador”, su ex esposo.

Berta dejó de respirar en cuestión de un minuto. Gustavo regresó a su cuarto y empezó a marcar y marcar desde su celular a los amigos que conocía, para que llegaran a rescatarlo. “Tenía un pinche miedo, pero tenía que tranquilizarme, respirar, porque estaba solo. No había casas, no había nada. Pensé que estaba ya muerto. Aquello era una conejera donde estás a merced”.

Pasaron dos horas y media antes de que llegara la primera persona. En todo ese tiempo estuvo solo en el cuarto, en alerta, no sabía si regresarían los sicarios a rematarlo. Como no le contestaba nadie en Honduras, pensó en contactar a alguien en México. Vio la hora. Las , once con cuarenta y cinco. Podría encontrar a alguien despierto. Empezó a marcar a todos sus amigos, mensaje por mensaje. “Asesinaron a Berta, corran, estoy herido, avisen”. No contestó nadie.

Hasta las dos de la mañana empezó todo el mundo a conectarse. “Gus, Gus, no te apures, ya vamos contigo”, le dijo una amiga mientras él pensaba “éstos regresan, éstos regresan”. Fueron las dos horas más angustiantes.

Sus compañeros del Copinh fueron los primeros en llegar y lo sacaron “en friega”. Acarrearon a la gente que iba caminando a casa de Berta, todo en veinte minutos. “Nos quedamos frente a la casa. Yo dentro de una camioneta vieja de vidrios polarizados. Ya habían llegado también algunos policías. No sé quién les avisó”.

Empezaron a llegar militares, policías, prensa. Hasta las seis y media de la mañana Gustavo permaneció sentando en el sillón del copiloto de la camioneta. Nadie se percató de su presencia. Escuchaba que decían “parece que hay un testigo mexicano”, pues encontraron su maleta con la etiqueta de Aeroméxico con su dirección y nombre, todo. A esa hora sus compañeros del Copinh lo llevaron a una casa para curarlo.

A las siete de la mañana, sin saber quién les avisó que estaba en esa casa, llegaron un montón de policías. Tocaron la puerta y le dijeron al dueño de la casa que lo estaban buscando, pero “yo no me pensaba mover de ahí hasta que llegara la fiscal, que ya me había advertido: no se vaya con ningún policía. No declare usted absolutamente nada´”.

“Me estuvieron buscando por los hospitales, porque había dejado un montón de sangre en el cuarto. Al final me quedé en esa casa. Mientras tanto, en el Ministerio Público estaba toda la gente del Copinh y el cuerpo de Berta en una camioneta, en una bolsa, lleno de cobijas y alfombras”.

En esa casa los policías le solicitaron a Gustavo el retrato hablado de los asesinos. Le preguntaron cómo eran. Nada formal, le dijeron, como si fuera una plática. Y ahí empezaron las irregularidades.

“Esa madrugada todo el mundo entró a la casa de Berta, no resguardaron nunca el lugar. Entró medio mundo, el Copinh, reporteros, los policías que pisaron la sangre con sus botas, movieron el cuerpo. Todos sabían que habían alterado la escena del crimen. La gente estaba en el patio, ya las huellas no existían pues todo el mundo había pisado”.

Inició el calvario. Sin dormir desde el día anterior, sin comer nada, haciendo el retrato hablado, a las dos de la tarde llegó la fiscal a la casa y lo subieron a una patrulla escoltado rumbo al Ministerio Público, a donde llegó una abogada de la CONADEH, que es como la CNDH de Honduras.

El cónsul de México llegó a las ocho de la noche al Ministerio, pero ya se había comunicado con él desde las diez de la mañana. “La abogada CONADEH me dijo que ya había detenido a la policía, que no me iban a llevar, que yo tenía mis derechos. Afuera estaba lleno de policías. Tenía mucho miedo porque yo era testigo protegido y sabía que me andaban buscando para terminar de hacer el trabajo. El Ministerio Público era como todos los demás, “un cuartucho, un baño que se estaba cayendo, dos o tres sillas para que la gente se sentara”. Seguía Gustavo sin comer, sin dormir, con la ropa llena de sangre.

Pasaron muchas horas antes de que le tomaran su declaración ministerial. “¿Qué hicieron todo ese tiempo? ¿Por qué se tardaron tanto? Quién sabe”. Una de las principales irregularidades fue que lo empezaron a interrogar fuera de la declaración ministerial. La otra es que solicitó copia de su declaración ministerial y del video de la declaración y no se las dieron. Una más es que se robaron su maleta en el MP y no se la entregaron hasta veinticuatro horas después, para que pudiera cambiarse. La ropa ensangrentada la resguardaron para pruebas de ADN.

La maleta de Gustavo nunca fue custodiada. Pasó de mano en mano sin que nadie dijera nada, En esos momentos se temía que pudieran introducirle objetos que no traía. “Era como un rehén. Pusimos demanda, pusimos recursos, yo se lo dije al fiscal personalmente y a los fiscales especializados, pero nada”. Finalmente los abogados pusieron un recurso legal de cada una de estas anomalías.

Siendo testigo protegido, le pusieron a Gustavo algo que se conoce como “chacal”, una especie de sotana y capucha negra que cubre todo el cuerpo para que no pueda ser identificado. Pero su fotografía ya estaba en todos lados.

Cuando salió al Ministerio Público a rendir su declaración ante la juez, casi no podía ni ver.
“Todo el tiempo me sentí muy vulnerable y amenazado por los sicarios. En cualquier momento, mientras yo estuviera en Honduras, iban a intentar matarme. Y hasta hoy. Por eso no regreso”.

Para ese momento ya se sabía que el único testigo del asesinato se llamaba Gustavo Castro, que era el coordinador de la organización Otros Mundos Chiapas, que vivía en San Cristóbal de las Casas. Su fotografía circulaba ya en todo el mundo.

Y también para ese momento el Copinh y los familiares de Berta responsabilizaban del asesinato a la empresa DESA, encargada de la construcción de la represa Agua Zarca sobre el río Gualcarque. “Berta me contó de las amenazas que tenía y de las denuncias que había hecho. Para la gente estaba claro la ubicación de la empresa, sus matones, sus sicarios y las confrontaciones que habían tenido Berta, apenas unas semanas antes de su asesinato, con el dueño y los abogados”. El Copinh incluso denunció que el coordinador de fiscales es parte del despacho de abogados defensores de la empresa DESA.

En todo el proceso “lo que sientes, además de la amenaza física, es una indefensión total,. No hay una ley de víctimas en un país donde más de cien ambientalistas han sido asesinados y de ellos al menos una veintena contaban con todas las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos. Obviamente no le van a dar el derecho a las víctimas”.

Tampoco hay en Honduras un reglamento para testigos protegidos. “Yo estaba a merced de cualquier arbitrariedad, sin una abogada que me defendiera, a merced del capricho político. No había poder humano ni andamiaje que pusiera orden. Después de cinco días y de no dormir, de diligencia tras diligencia, empiezan a cambiar las condiciones. De ser testigo protegido, paso a ser tratado como posible sospechoso”.

En la madrugada del día 3, el cónsul buscó un hotel para quedarse. Llegaron a un lugar inseguro, como a las dos o tres de la mañana. Al día siguiente tenían que ir en patrullas hasta Tegucigalpa. “Sólo tenía tres horas para dormir, pero no podía con tres policías pegados a la puerta. No podía cerrar los ojos a pesar del cansancio y con el dolor de la herida, pensando que iban a entrar otra vez los sicarios por la puerta”.

Al día siguiente, cuando creía que ya se iría, le informaron que había una diligencia para mostrarle unas fotografías, “por si reconocía a alguien”. Otra irregularidad. No hubo una diligencia adecuada. “Me mostraron puras fotos de gente del Copinh. Dije que ahí no estaba al que yo vi el día del asesinato y se fueron”.

Poco después llegó personal de la fiscalía de Tegucigalpa y le pidieron que se quedara para otra diligencia: la reconstrucción de los hechos. “Yo nunca había estado en eso, ni sabía qué implicaba. Accedí con la condición de que me dejaran despedirme de mamá Berta, darle un abrazo. Fui yo quien había visto a su hija morir unas horas después de haber estado con ella”.

Era el día 4. “No había dormido nada desde el día dos. No sabía que la reconstrucción de los hechos es más o menos a la misma hora que pasan las cosas, para ver condiciones de clima, luz y eso. A las diez de la noche me dijeron que íbamos a empezar. Yo ya estaba cayéndome, ya me iba a dormir. Me llevaron el “chacal” otra vez, patrullas y demás para irnos a la casa de Berta. Fue muy difícil”.

Ya había entrado mucha gente a la casa de Berta. Todo estaba mal. “Inició la reconstrucción y no sabía qué hacer. Nadie me decía nada. Por iniciativa empecé a narrar todo y a caminar, todos me perseguían con una grabadora. Lo volví a repetir todo, me acosté sobre la cama tal como lo hice ese día. Les di la trayectoria de la bala. Todo”.

“Ahora sí me voy, pensé, al terminar. A las siete de la mañana teníamos que estar en un campo de fútbol para que pudiera bajar el helicóptero que nos llevaría a Tegucigalpa. Nuevamente no dormí nada, tenía miedo”.

Se nubló el día y el helicóptero no pudo despegar de Tegucigalpa. A las once de la mañana deciden que lo trasladarán por tierra. Se disponen patrullas para acompañarlo. El sábado 5, entre las dos y tres de la tarde llegaron por fin a la embajada mexicana.

“Ni siquiera había tenido tiempo de llorar. Se trataba de estar vivo, despierto. Ese mismo día, el cónsul me dijo que había un vuelo a México vía Estados Unidos. Pero dije que no, prefería dormir y salir en vuelo directo”. A las nueve de la noche llamó la fiscal de La Esperanza para informarle que querían una ampliación de la declaración, “que no era nada para preocuparse… Los esperamos, pensé que en una hora terminaría todo”. Pero pasaron las horas y nadie llegó.

Gustavo tenía que estar a las cuatro de la mañana camino al aeropuerto. A las tres de la mañana la embajadora le dijo que se fuera a dormir un rato y a las cuatro lo despertaría. Lo hizo. Nadie de la fiscalía se presentó, “por lo que agarré mis cosas y nos fuimos para el aeropuerto”.

El cónsul bajó del auto y se dirigió al mostrador por el pase de abordar. Con él en la mano se encamino a tomar el avión. Pero antes, no por una entrada normal sino por una puertita, “salieron como moscas los policías, estaban escondidos. Me dijeron que no me podía ir, que eran de la fiscalía, que tenía que regresarme”.

“Yo estaba a punto de llorar. Traía tanto cansancio, días sin dormir. No me daban ninguna explicación y no entregaron ningún requerimiento. Con los días entendí que ellos querían convencerme de que me quedara, por eso me hablaban tan amables. Pensé en un secuestro, todo era totalmente irregular. La embajadora dijo que quería hablar con la fiscal y con derechos humanos, pero sólo contestaron que no me podía ir. Empezó la discusión con la embajadora y hasta entonces leen el documento con el requerimiento de la juez. Le dijeron a la embajadora que me podía acompañar, que ya estaba la patrulla. Ella pidió una copia del papel pero no se lo quisieron dar. Totalmente ilegal. Sacaron un segundo papel. Dijeron que tenía orden de aprehensión preventiva. En ese momento la embajadora me envolvió en sus brazos junto con el cónsul y dijo “de aquí no se mueve”. Dijeron que no había problema en que me acompañaran, pero que yo estaba detenido. La embajadora se la jugó. Y siguió la discusión. Cuando el fiscal se dio cuenta de lo que está pasando, le dijo a los policías que procedieron al arresto, pero la embajadora no me soltó. Había mucha gente de testigos, empezaba a amanecer. No se atrevieron a tocarme ni a esposarme”.

“Después se dio paso a la alerta migratoria. No sabía ahora qué hacer. Me dijeron que había que regresar a La Esperanza. Finalmente la embajadora y el cónsul me subieron a la camioneta y nos regresamos en friega. Era domingo seis”,

La Comisión de Derechos Humanos de Honduras llegó después a tomarle su testimonio por lo grave que había sido todo. Iban a disculparse. “Se disculparon con la embajadora, que iban a investigar todo lo que había pasado, que qué vergüenza. Hipócritas todos”.

“Apoyé la ampliación de la diligencia, sin saber bien lo que querían, pues ya les había dicho todo lo que sabía. Les dije que necesitaba más seguridad. Pedí chaleco antibalas y toda la protección. Me lo trajeron en patrullas y un montón de gente, incluso nos escoltó un grupo de inteligencia militar”.

Arreció entonces la crítica al gobierno de Honduras, que respondió que Gustavo quería escaparse. “Les estaba haciendo el favor de colaborar con sus propias irregularidades y se limpiaban conmigo diciendo que yo me quería fugar”.

“La fiscal me dijo que quería pedirme disculpas por lo que había pasado, que se sentía plenamente avergonzada, peor públicamente estaban filtrando otro tipo de versión. Esa noche no volví a dormir nada a pesar del cansancio, porque pensé que iban a llegar a asaltar a la embajada. Al otro día vamos otra vez a la diligencia. Llegamos como a las dos de la mañana y los abogados indican que antes de que suba al juzgado van a investigar qué tipo de diligencia quieren, pues no nos habían dicho nada, ni de qué se trataba ni en calidad de qué. Nos dijeron que no sería una ampliación de la declaración, sino un careo. Me pusieron otra vez la sotana negra y ahí vamos. Me metieron a un cuartito, pasaron horas. Entraban y salían el abogado, el fiscal. Era un careo con el viejito de la casetita de la casa de Berta, quien dijo otra versión y ahí lo tenían. Nos pusieron a la distancia, viéndonos de frente, la jueza por un lado, la parte acusadora, la defensa, atrás el cónsul. El pobre viejito se contradecía en todo. Al final dijo `bueno, quizás me equivoqué, quizá me confundí. Había tantas contradicciones que era obvio que estaba mintiendo. Decía que yo no era el que iba con quien me había rescatado, sino uno del Copinh. Pero de dónde iba a sacar eso si los vidrios de la camioneta estaban polarizados, no se podía ver nada, mucho menos a esa hora.
Todo iba encaminado a incriminar al Copinh”.

Después continuó el careo con Tomás, el compañero del Copinh que lo había rescatado. Sus versiones coincidieron en todo. Eran las once o doce de la noche. Al otro día lo citaron temprano para ver otro montón de fotografías. Nuevamente Gustavo no reconoció a nadie. “Era el momento de marcharme. Ya no había nada que pudiera hacer”.

Terminando el careo lo llevaron a la sala contigua, con la secretaria de la juez, donde le informaron que tendría que permanecer en Honduras 30 días más. “Los abogados pidieron copia de la argumentación y se las negaron. Así de ilegal. Al día siguiente regresaron a reclamar que estaba mal la fecha y mal escritos otros datos, y la jueza dijo que quitaba a mi abogada del ejercicio profesional. Metimos otro recurso y un amparo contra eso. Era ilegalidad tras ilegalidad”.

Esta es “la realidad que viven todos los días los hondureños, es la inseguridad jurídica, la impunidad absoluta y un miedo impresionante. Te sientes totalmente indefenso porque no hay nadie, ni la CIDH. Estás a merced de cualquier capricho político, una indefensión brutal”.

En los siguientes días se generó una red muy grande que exigió el traslado inmediato de Gustavo a México. Fue la presión lo que lo trajo de regreso. Pero allá se quedaron tantos.

Por eso el análisis, dice Gustavo, tiene que ser más amplio. “Detrás de todo esto está el capitalismo voraz que va por todo. Las transnacionales están adquiriendo un poder muy fuerte, de manera que en los tratados de libre comercio, las empresas buscan seguros de inversión. Que si violaron derechos humanos, les da igual, está asegurada su inversión, igual que si la gente se está muriendo de cáncer por la mina, que si deforestaron o construyeron una represa que mata un río como el Gualcarque.

“En toda América Latina hay mucha gente en defensa de sus territorios, su lucha no es por ellos, es por el beneficio de todos. Por eso la solidaridad debe ser general para todos, porque al final de cuentas es un beneficio común, aunque sólo algunos pongan el pellejo. La gente está defendiendo la salud, el agua, los territorios, la vida. La responsabilidad es pareja. Tiene que ser global, ya no tenemos tiempo, como decía Berta. No podemos hacer como que no pasa nada, ocultar la realidad, hacernos de los ojos que no ven. La lucha es de todos”.

Por lo pronto, hay un antes y un después para Gustavo. No hay lugar seguro para él. Ni en México, por supuesto, por eso anda “del tingo al tango”.



Fuente: Desinformémonos
Autora: Gloria Maciel Ramírez
http://desinformemonos.org.mx/el-infierno-que-vivio-gustavo-castro-en-honduras/

jueves, 31 de marzo de 2016

Ambientalista ya puede salir de Honduras y regresar a México

TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis: La Red Iberoamericana de Jueces (Redij) dio a conocer esta tarde que el gobierno de Honduras levantó la alerta migratoria que impedía salir del país al activista y ambientalista mexicano Gustavo Castro Soto, por lo que ya emprendió su retorno a casa con sus amigos y familiares.

El delegado de Redij, Miguel Ángel de Los Santos, un abogado chiapaneco que llevaba el caso, dijo que a casi un mes de que fuera acribillada a tiros la activista Berta Cáceres, crimen que atestiguó Gustavo Castro, por fin el gobierno centroamericano amplió las condiciones legales para que éste pudiera abandonar el país esta misma tarde del jueves.

“Se acaba por fin la ilegalidad irracional de la medida adoptada por la justicia de Honduras” dijo De los Santos Cruz al hacer pública la acción que permite a Castro Soto dejar Honduras, quien siempre se ha manifestado a favor de colaborar en todo lo necesario para que el crimen de su amigo y compañera activista sea esclarecido.

Apenas, ayer, la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), el Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero (M4) y Otros Mundos Chiapas, AC, informaron que el gobierno de Honduras, la juez y la Fiscalía trataban a Gustavo Castro como delincuente, al violar todos sus derechos como testigo y como víctima y lo mantenían en permanente estado de alerta, inseguridad y vulnerabilidad judicial.

Castro Soto fue víctima de continuos interrogatorios, pasó varios días sin dormir, entre otras anomalías cometidas por la justicia hondureña.

El ambientalista mexicano dormía en la casa de la activista Berta Cáceres el día que dos sicarios la asesinaron. Castro Soto se despertó intentó intervenir, pero fue herido de bala en la oreja y una mano.


De ser víctima, Castro Soto empezó a ser tratado como presunto victimario. Pero la movilización nacional e internacional de activistas y organizaciones como la oficina de Derechos Humanos de la ONU y otras instancias internacionales lograron que el activista y ambientalista por fin hoy hiciera maletas y empezará su regreso a casa.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.proceso.com.mx/435337/retorna-a-mexico-ambientalista-mexicano-retenido-en-honduras

miércoles, 23 de marzo de 2016

Relaciones Exteriores deja en el abandono a Gustavo Castro, mexicano en peligro

Luego de haber presenciado el asesinato de la ambientalista Berta Cáceres, el pasado 3 de marzo, y sobrevivido al mismo ataque de sicarios, el ambientalista mexicano Gustavo Castro permanece en peligro en Honduras –uno de los países con más altos índices de violencia en la región–, en la incertidumbre jurídica y en un estado de salud de “extrema angustia”. La Secretaría de Relaciones Exteriores no ha intervenido para su regreso a México.

Las autoridades de la Secretaría de Relaciones Exteriores deben intervenir de manera inmediata para que el mexicano Gustavo Castro Soto, defensor de derechos humanos y ambientalista, regrese a México; luego de haber sobrevivido al atentado ocurrido el 3 de marzo pasado y donde la ambientalista hondureña Berta Cáceres fue asesinada, dice en entrevista Miguel Ángel de los Santos, integrante de la Red Iberoamericana de Jueces.

Castro Soto se encontraba en la vivienda de la mujer indígena lenca, que en abril de 2015 recibió el Premio Medioambiental Goldman –el máximo reconocimiento mundial para activistas de medio ambiente–. Su presencia en el lugar se dio después de haber impartido pláticas sobre procesos extractivistas; hoy, permanece alejado de su familia y en un estado de angustia “extremo”, comenta a Contralínea Óscar Castro, su hermano, pues no ha salido del territorio donde las amenazas de muerte a Berta Cáceres se cumplieron por un grupo de sicarios.

Óscar Castro Soto, hermano del director de la organización ambientalista Otros Mundos, Chiapas, comenta que las heridas físicas, perpetradas por los sicarios han comenzado a mejorar; no así su estado emocional. “Él permanece en condición de testigo pero se le ha hecho una restricción de salida por 30 días, injustificada”.

Incertidumbre jurídica

Miguel Ángel de los Santos, de la Red Iberoamericana de Jueces, comenta en entrevista conContralínea que es urgente que la Secretaría de Relaciones Exteriores actúe para permitir la salida de Gustavo Castro de Honduras.

El ambientalista se encuentra en la “incertidumbre jurídica” porque las autoridades de Honduras no resuelven tres recursos jurídicos que se presentaron a principios de la semana pasada, comenta el abogado. Los recursos, explica, son para revocar la medida cautelar que le impide abandonar el país, el primero es recurso de reconsideración, presentado ante la Fiscalía General de Honduras, para que el fiscal le pida a la juez de La Esperanza suspender la medida cautelar.

Un segundo recurso tiene que ver con el amparo presentado en el que se pide a la corte de apelaciones, la suspensión provisional de la medida cautelar y esto le permitiría a Gustavo Castro abandonar el país.

El último recurso es un habeas corpus con el que se busca que la Corte revise la medida cautelar en medida de los derechos humanos constitucionales y universales que le corresponden a Gustavo Castro.

Estamos pidiendo, también, que desde el gobierno federal que encabeza Enrique Peña Nieto se entable comunicación con su homólogo en Honduras, Juan Orlando Hernández, para que solicite la aplicación del Tratado sobre Asistencia Jurídica Mutua en Materia Penal entre los Estados Unidos Mexicanos y la Republica de Honduras, firmado en la ciudad de Tegucigalpa, el 24 de marzo de 2004.

Honduras, alerta continua

La violencia y la inseguridad son problemas graves a los que se enfrenta la sociedad hondureña, así lo documenta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y alerta sobre la grave violación a los derechos humanos en el país centroamericano, donde permanece retenido el ambientalista mexicano.

El informe Situación de derechos humanos en Honduras enfatiza que la tasa de homicidios es una de las más altas en la región, con una disminución de once puntos en 2 años; con base en las cifras calculadas por el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras que en 2013, registraba el índice de homicidio más alto a nivel mundial, con una tasa de 79 por cada 100 mil habitantes; para el 2014, el Estado indicó que tomando como base las cifras de la UNAH, la tasa de homicidios en Honduras disminuyó a 66.4, mientras que la UNAH publicó una tasa de 68.

El asesinato de Berta Cáceres se dio aun cuando ya se había advertido a autoridades del país y defensores de derechos humanos de la CIDH del riesgo existente.

“La Comisión recibió asimismo información sobre el uso del derecho penal por parte de actores privados y/o estatales a través de tipos penales como ‘incitación a la violencia’ para generar intimidación mediante la sujeción a procesos penales. Dichos problemas se agudizarían en lugares en los cuales existen conflictos por la propiedad de las tierras tales como la Ceiba y el Bajo Aguán, que fueron visitados por la Comisión. En este contexto, la CIDH ha dado seguimiento al presunto hostigamiento judicial en contra de la señora Berta Cáceres, coordinadora general del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), beneficiaria de medidas cautelares de la CIDH, quien lidera una campaña en defensa del río Gualcarque en contra de la construcción de una represa hidroeléctrica.”

La misma Comisión documentó a finales del año pasado que con relación con las mujeres defensoras, y con cifras del 2012, “Honduras ocupó el segundo lugar por agresiones a defensoras de derechos humanos en la región que abarca México y Centroamérica, con 119 agresiones. De estas agresiones, 95 fueron contra defensoras de la tierra y los bienes naturales”.
La Red Iberoamericana de Jueces

A través de un comunicado, la Red Iberoamericana de Jueces elaboró la Declaración sobre el defensor de DDHH mexicano Gustavo Castro retenido en Honduras en la que se exige, entre los puntos citados, “al gobierno del Estado de Honduras la investigación pronta y eficaz, apegándose al estándar internacional en materia de ejecuciones arbitrarias y extrajudiciales, que conduzca al procesamiento y sanción de los autores materiales e intelectuales involucrados en el crimen. En el desarrollo de esta investigación, y dado la condición de defensora de los derechos humanos de la víctima, también les solicitamos agotar profundamente la línea de investigación que sugiere que el crimen se encuentra relacionado con su actividad como activista”.

Hacen énfasis en que las circunstancias en que se encuentra Gustavo Castro Soto en Honduras, bajo la presión, que no consideración acorde con su calidad de víctima, “configuran violaciones a los derechos humanos previstas en tratados internaciones de los cuales Honduras es parte y cuenta por ello con la obligación de observarlos a toda persona sujeta a su jurisdicción. La incierta situación de Castro Soto se ha visto agravada por una decisión arbitraria y por demás contraria al derecho al debido proceso, tomada por la Jueza Victorina Flores, al suspender el ejercicio profesional de la abogada de Castro Soto, privándolo con ello de su elemental derecho a una defensa efectiva”.



Fuente: Contralínea
Autor: Érika Ramírez
http://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/index.php/2016/03/22/relaciones-exteriores-deja-en-el-abandono-a-gustavo-castro-mexicano-en-peligro/

sábado, 19 de marzo de 2016

Gustavo Castro teme ser acusado del asesinato de Berta Cáceres

Gustavo Castro, testigo del asesinato de la activista Berta Cáceres, expresó ante visitadores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), su temor de que se le quiera imputar este delito.
En una visita de los funcionarios de la CNDH a Tegucigalpa, Honduras, la embajadora de México en este país, Dolores Jiménez, también expresó preocupación por la hipótesis que distintos medios de comunicación locales han manejado, en el sentido de que el connacional sea sospechoso del homicidio y se detuvo para poder imputarlo.
Los enviados se reunieron con representantes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de Honduras, quienes informaron haber solicitado a la Fiscalía General del país centroamericano, precisar el motivo por el cual exigió la presencia de Castro Soto por un lapso de 30 días.
El ombudsman mexicano informó que vigila las acciones emprendidas a favor del Castro por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores y que se mantendrá atenta a la evolución de los hechos, para emitir el pronunciamiento que conforme a derecho corresponda.

Fuente: La Jornada
Autor: Redacción
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/03/19/gustavo-castro-teme-que-lo-acusen-del-asesinato-de-berta-caceres-7806.html

jueves, 17 de marzo de 2016

“Seguiré apoyando para hacer justicia a Berta Cáceres”, dice mexicano retenido en Honduras

CIUDAD DE MÉXICO: Gustavo Castro Soto, el mexicano que fue testigo del asesinato de la activista hondureña Berta Cáceres hace dos semanas, afirmó que ha apoyado todas las diligencias que se le han pedido, más de 10, y que lo seguirá haciendo para que se haga justicia.

“Aunque siempre las autoridades me dijeron en múltiples ocasiones que me podía ir, incluso dispusieron de un helicóptero para salir de La Esperanza a Tegucigalpa, a última hora me solicitaban que me quedara para nuevas diligencias, lo que siempre he aceptado”, sostiene en una carta que escribió al pueblo de Honduras y difundida por sus familiares.

Señala que pese a todo lo vivido “no me arrepiento de haber venido ni de haber sido elegido por el destino para poder despedirme de mi querida amiga”.


Asimismo, se dijo dispuesto a seguir ayudando a las autoridades de aquel país, donde sigue retenido, para encontrar la verdad. “Por el momento ya hice todo lo que está en mis posibilidades. Tengo vida, tengo familia. Desde México nunca dejaré de apoyar y siempre estaré dispuesto a ayudarlos para encontrar la verdad. Para ello tenemos entre ambos países un Tratado sobre Asistencia Jurídica Mutua en Materia Penal entre los Estados Unidos Mexicanos y la República de Honduras”, detalla.

Castro Soto dice que desde México “seguiré asumiendo la responsabilidad histórica que tengo con el pueblo de hondureño, con Berta -Casares- y su familia y con el Copinh. En mi cuerpo llevo tatuadas las heridas para toda la vida que nunca me dejarán olvidar este compromiso”.

La carta del activista mexicano se da a conocer 48 horas después del homicidio de un compañero de Berta Cáceres, Nelson García, quien fue asesinado el martes pasado en Honduras, sólo 13 días después de la muerte de la reconocida líder indígena.
“Siempre hemos admirado a este pueblo noble lleno de valentía y lucha por una vida digna para todos y todas, donde quepan todos, sin distinción y con justicia. Esa fue la lucha de Berta”, apunta el mexicano.

Además, señala que cuando en México se topa por las calles con migrantes hondureños, “no resisto el acercarme para tenderles la mano y reconocer su valentía, porque sé la travesía que llevan a cuestas, y el dolor por lo que dejan para seguir la ruta de la vida, de la esperanza, de buscar algo mejor. Y me digo y les digo, no se vayan, regresen, el viaje es difícil, nuestra gente, nuestra tierra nos necesita”.

“Nuestra tierra es generosa, nuestra sangre la misma, los mismos lazos mesoamericanos que nos unen desde siempre y que nos invitan a luchar, al igual que Berta, por una vida más digna y mejor para todos”, menciona.

A la espera de regresar a su país, y reunirse con su familia, el ambientalista reflexiona sobre su amiga: “Berta significaba mucho para mí como para todos ustedes. Berta fue una mujer excepcional que luchó por una Honduras mejor, más digna, más justa, por un país para todos. Su espíritu crece en el corazón del pueblo hondureño, porque no la enterramos sino que la sembramos para que desde La Esperanza, alimente la esperanza”.


Finalmente, Gustavo agradece “a mi Embajadora y al Cónsul por todo su apoyo invaluable, que me han recibido con los brazos abiertos y protectores para poder hacer frente a esta situación tan adversa. Agradezco toda la solidaridad hondureña y la internacional por el cariño a Berta y por sus generosas muestras de preocupación. Sus miles de cartas, firmas y mensajes que no tengo cómo pagar”.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.proceso.com.mx/433783/seguire-apoyando-hacer-justicia-a-berta-caceres-dice-mexicano-retenido-en-honduras

martes, 15 de marzo de 2016

Honduras desatiende solicitud de dejar salir a Gustavo Castro

Ciudad de México: Las autoridades de Honduras ignoraron el pedido del Gobierno mexicano para permitir la salida de ese país al sociólogo Gustavo Castro Soto, sobreviviente del asesinato de la dirigente ambientalista Berta Cáceres, dijo hoy a 'Sputnik Nóvosti' su abogada Ivania Galeano.

El Gobierno, la Fiscalía General y la jueza hondureña a cargo del caso, no han resuelto el pedido formal de la Cancillería de México, de permitir el regreso a su país de Castro Soto, donde puede seguir colaborando en las pesquisas, luego de sus extensas comparecencias ante los investigadores, dijo Galeano.

"Este martes hemos presentado un recurso legal ante la Fiscalía General y el Ministerio Público para que se desistan de su petición judicial de arraigo en el país, otorgada por la jueza", para retener a Castro Soto en Honduras, quien es testigo protegido del caso, señaló.

La orden de permanecer en el país centramericano "es ilegal para un testigo, no la contempla la ley, hemos interpuesto los recursos legales que establece la normativa, porque esa limitación a la libertad no existe en el ordenamiento para testigos", enfatizó la abogada.

El jueves 10 de marzo pasado, México y el relator especial de la ONU sobre la Situación de los Defensores de los Derechos Humanos, Michel Forst, pidieron a Honduras proteger y permitir el regreso a su país al sobreviviente del atentado, que resultó herido en el ataque de sicarios que entraron a la casa de la dirigente.

La jurista defensora ya sufrió una orden de suspensión de su licencia por la misma jueza, quien alega "falta de respeto" a su investidura, y ha impedido salir de Honduras por 30 días al ambientalista mexicano, que resultó herido en el atentado a balazos perpetrado el jueves 3 de marzo pasado.

Ese día, en su casa ubicada al suroeste de Honduras, la reconocida activista social, premio internacional Goldman por la defensa del medioambiente, fue asesinada a balazos, a pesar de que la Comisión Interamericana de DH había solicitado medias urgentes de protección por amenazas a su vida.

La acción jurídica de la defensa ante la Fiscalía, podría permitir el levantamiento de la alerta migratoria, argumentada con base en el derecho interno e internacional, explicó la abogada de Castro Soto.

A pesar de que no hay sospechas ni imputaciones contra el sobreviviente, -autor del libro Las Aguas Negras de la Coca Cola y del manual para ONG "La mina nos extermina"- , la Fiscalía ha hecho requerimiento de "prueba anticipada", que se ordena ante el temor de que una prueba de delito desaparezca.

La condición de "testigo protegido" de Castro Soto sólo contempla la reserva del nombre, domicilio, características físicas, con la obligación del Estado de proteger su integridad por algún tipo de peligro, explicó la abogada.

Sin embargo, la limitación de la libertad se acerca a una condición de imputado, medida que se impone para personas acusadas en proceso penal, explicó la abogada.

El Gobierno hondureño no ha respondido la solicitud mexicana y la ONU, y sólo ha emitido un comunicado en cual considera necesario que Castro Soto colabore.

Las siguientes acciones se presentarán ante el órgano jurisdiccional, una impugnación ante la Sala de Apelaciones y ante la Corte Suprema de Justicia, por la violación de los derechos del testigo.

Finalmente, la suspensión de la abogada es otra violación procesal, porque esa medida sólo corresponde al abandono de la defensa del acusado y cuando se "falta a la lealtad procesal, es decir cuando se practican engaños o manipulaciones", dijo la abogada Galeano.

Los recursos ante las medidas arbitrarias presentados deben resolverse en 24 horas o de urgencia, luego de que no han surtido efecto las "acciones de índole político", puntualizó.

Los dirigentes ambientalistas y defensores de los derechos de las comunidades indígenas estaban preparando una reunión con actores internacionales que llegarían a la comunidad, donde se están construyendo represas de generación de energía hidroeléctrica, vinculadas con explotación minera.


Cáceres era fundadora de la Coordinadora General del consejo cívico de organizaciones Populares e Indígena de Honduras (COPINH), y el ambientalista herido es director fundador de la organización Otros Mundos, Amigos de la Tierra en México y de la Red Latinoamericana contra las Presas y en Defensa de los Ríos sus Comunidades y el Agua (Redlar).

FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: Sputnik Nóvosti.
LINK: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/03/15/honduras-desatiende-solicitud-de-extraditar-a-gustavo-castro-7091.html

lunes, 14 de marzo de 2016

Chiapas: exigen ONG "traslado inmediato" de Gustavo Castro

San Cristóbal de las Casas, Chis. Tres parroquias católicas, la organización de la sociedad civil Las Abejas, el Consejo Estatal de Nuevo Constituyente de Chiapas y otras agrupaciones indígenas, afirmaron que “es una arbitrariedad”

sábado, 12 de marzo de 2016

Cerca de 20 ONGs exigen el regreso de Gustavo Castro a México

San Cristóbal de las Casas, ChisAlrededor de 20 organizaciones civiles del sureste del país y más de 70 personas en lo individual exigieron al gobierno mexicano que intervenga para agilizar el regreso del ambientalista mexicano, Gustavo Castro Soto, coordinador de la agrupación Otros Mundos Chiapas, a quien se le ha prohibido salir de Honduras, debido a una alerta migratoria de 30 días.
También exigieron al gobierno de Honduras que “se haga justicia” por el homicidio de la coordinadora del Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas (Copinh), Berta Cáceres, acribillada durante un ataque ocurrido el 3 de marzo en La Esperanza, Intibucá, Honduras, en el que resultó herido Castro Soto.
“Nos sentimos indignados/as por los sucesos ocurridos en La Esperanza, Honduras, en los cuales le arrebataron la vida a la defensora de derechos humanos Bertha Cáceres y el defensor de derechos humanos Gustavo Castro fue herido”, agregaron en un pronunciamiento firmado por el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, el Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas, Melel Xojobal, Voces Mesoamericanas, la Coalición Ciudadana de Palenque, la Red Junco de la Selva Norte de Chiapas y Pantanos de Tabasco y el Comité de derechos Humanos Fray pedro Lorenzo de la Nada, entre otras agrupaciones.
Manifestaron su preocupación por la seguridad de Gustavo Castro, “a quien no le han permitido salir de Honduras, alegando que es un testigo importante en el asesinato de Berta Cáceres, pero como bien dice él, no tiene delito, ya declaró y las demás diligencias las puede hacer aquí en México”.
Subrayaron: “Conocemos el caminar de Berta y Gustavo, ambos compañeros, y sabemos de su trayectoria en la defensa de la tierra y el territorio encabezando luchas pacíficas importantes junto a sus organizaciones, articulándose con otros actores sociales, organizaciones y redes, contra la invasión de empresas transnacionales que buscan apropiarse de los recursos naturales y saberes de los pueblos, solapadas en la mayoría de los casos, por los gobiernos”, expresaron.

Fuente: La Jornada
Autor: Elio Henríquez
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/03/12/cerca-de-20-ongs-exigen-el-regreso-de-gustavo-castro-a-mexico-1408.html

viernes, 11 de marzo de 2016

Pide la ONU al gobierno de Honduras garantizar la seguridad del activista mexicano

TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis: El relator especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los defensores de los derechos humanos, Michel Forst, pidió al gobierno de Honduras que garantice la seguridad y protección del activista mexicano Gustavo Castro Soto, quien resultó herido en el asesinato de la ambientalista Berta Cáceres, perpetrado el jueves 3.


“Exhorto a las autoridades hondureñas a garantizar que la vida del señor Castro Soto no corra más riesgos en el país y permitirle que regrese a México lo más pronto posible”, expresó el relator, y aplaudió el acompañamiento proporcionado al activista por la Embajada de México en Tegucigalpa.

“Ya es hora de que el gobierno de Honduras intervenga de forma concreta en la situación de flagrante impunidad ante el creciente número de ejecuciones de defensores de los derechos humanos, en particular de los que defienden los derechos del medio ambiente y de la tierra en el país”, añadió.

Además, subrayó, debe asegurar que se lleve a cabo una investigación inmediata, independiente e imparcial sobre la muerte de Berta Cáceres.

“El asesinato de Berta es una trágica llamada de atención al Estado hondureño para que prevenga estos actos de violencia, proteja a los defensores de derechos humanos y lleve a los responsables ante la justicia,” destacó el experto de la ONU.

Sobre Gustavo Castro Soto, dijo que debe recibir de inmediato “una protección eficaz y una salida hacia su país”.


La declaración de Forst fue respaldada por los relatores especiales sobre los derechos a la libertad de reunión pacífica y de asociación, Maina Kiai; sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión, David Kaye, y sobre la cuestión de las obligaciones de derechos humanos relacionadas con el disfrute de un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible, John Knox.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.proceso.com.mx/433053/relator-especial-la-onu-pide-al-gobierno-honduras-garantizar-la-seguridad-del-activista-gustavo-castro

lunes, 7 de marzo de 2016

Piden ONG garantizar integridad física del activista Gustavo Castro en Honduras

CIUDAD DE MÉXICO: Las organizaciones civiles Otros Mundos y Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos” (Red TDT) manifestaron su preocupación por la seguridad del ambientalista mexicano Gustavo Castro Soto en Honduras y demandaron garantizar su integridad física.


Luego de que el activista fue trasladado de La Esperanza, departamento del Intibucá –en el sur-occidente de Honduras–, para que amplíe su declaración sobre el intento de homicidio en su contra y el asesinato de la defensora indígena lenca Berta Cáceras, el pasado jueves 3, la organización Otros Mundos emitió un comunicado dirigido a la Secretaría de Derechos Humanos, Justicia, Gobernación y Descentralización de Honduras, y a las autoridades de Relaciones Exteriores de Honduras y de México, donde expresó:

“Estamos en alerta máxima porque su salida (de Gustavo Castro) de la embajada de México en Honduras, el traslado y su presencia en la comunidad (La Esperanza) representa un alto riesgo para su integridad física y sicológica”.


La agrupación que coordina el propio Castro Soto señaló que “a pesar de todas las solicitudes a distintas instancias para que esta nueva declaración se hiciera en las mejores condiciones para su seguridad física y sicológica dentro de la embajada de México o en Tegucigalpa, la Fiscalía General de Honduras decidió que se tenía que hacer en La Esperanza, lo que representa un alto riesgo para su integridad física y sicólogica”.

Por ello, exigió al gobierno de Honduras que “cumpla con su promesa de levantar la alerta migratoria” para que el ambientalista mexicano “pueda salir inmediatamente de Honduras terminado este último proceso judicial requerido sin que haya ningún otro motivo ni acción que se lo impida”.

Señaló que bajo el argumento de que tenía que ampliar su declaración, sin que se le hubiera notificado formalmente con anterioridad, Castro Soto “fue interceptado arbitrariamente por autoridades hondureñas antes de pasar el puente migratorio del Aeropuerto Internacional de Tegucigalpa, mientras intentaba salir de ese país en toda legalidad y bajo protección de la Embajada de México”.

Prosiguió: “En ningún momento Gustavo Castro se negó a realizar todas las declaraciones que le fueron solicitadas y está aceptando ampliar la declaración en el interés de lograr el esclarecimiento del asesinato de Berta Cáceres, y con la finalidad de evitar los procesos de criminalización en contra de los miembros del Concejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas (COPINH)”, que coordinaba la indígena lenca.

La Red TDT también difundió un comunicado para pedir al gobierno de Honduras que se comprometa a realizar las acciones necesarias para hacer justicia en torno al ataque y asesinato de la defensora Berta Cáceres, así como para garantizar la integridad física y emocional de Gustavo Castro.

“Esta última exigencia también se la hacemos al gobierno mexicano, quien debe de pronunciarse firmemente en contra de estos hechos y en favor del activista mexicano”.

Desde el día en que fue atacado junto con Cáceres, apuntó, el activista mexicano “ha colaborado con las investigaciones”, pero hasta este momento “vive una situación de falta de protección debido a los largos e ineficientes procesos de averiguación del asesinato de la connotada ambientalista”.

Añadió: “Nos parece sumamente grave” su traslado a La Esperanza, “pues resulta innecesario exponer a un testigo clave regresándolo al lugar en donde ocurrieron los hechos y dificultando la protección consular que le puede brindar la embajada mexicana en aquel país”.

De acuerdo con la Red TDT, estos hechos demuestran que tanto el COPINH, como el mismo Gustavo Castro, “están padeciendo la falta de transparencia e inoperatividad de la fiscalía hondureña. Ello queda evidenciado con la manera en que la Fiscalía de La Esperanza notificó que se debían presentar nuevas declaraciones”.

Destacó, asimismo, que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha emitido medidas de protección a los miembros del COPINH “que deben de ser acatadas por el gobierno hondureño, y entre esas medidas solicitan que se permita a Gustavo Castro regresar a México, así como se vigile internacionalmente la línea de averiguación del asesinato de Berta Cáceres”.

La Red TDT hizo un llamado a los gobiernos de México y Honduras a garantizar irrestrictamente la seguridad de Gustavo Castro y a permitir y facilitar “su seguro retorno a México apenas termine de dar las declaraciones del día de hoy”.


De la misma manera,” hacemos un llamado al gobierno de Honduras y a las instancias internacionales a que establezcan los mecanismos pertinentes para resolver este atroz asesinato, pero sobre todo a no permitir que resulte efectivo para favorecer los intereses depredadores del medio ambiente contra los que Berta Cáceres luchaba”, concluyó.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.proceso.com.mx/432623/piden-ong-garantizar-integridad-fisica-del-activista-gustavo-castro-en-honduras

jueves, 3 de marzo de 2016

Asesinan a Berta Cáceres, líder indígena hondureña, premio Goldman 2015

Berta Cáceres, coordinadora del Consejo de Pueblos Indígenas de Honduras (COPINH) fue asesinada esta madrugada cuando sujetos desconocidos entraron a su vivienda.
A la una hora local, según lo reportó la corresponsal de TeleSur, la líder indígena fue asesinada al interior de su vivienda ubicada en el sector La Esperanza, departamento del Intibucá al suroeste del país.
Berta era líder de la comunidad indígena lenca y de varios movimientos campesinos, defensora de los derechos humanos. La semana anterior había ofrecido una rueda de prensa en la que denunció el asesinato de cuatro dirigentes de su comunidad.
Berta Cáceres recibió el premio ambiental Goldman en 2015 por su contribución a la lucha persistente en contra de la construcción de una represa hidroeléctrica que amenazaba con desplazar a cientos de indígenas hondureños.
Cáceres se ganó el reconocimiento de la gente al ser co-fundadora del Consejo Nacional de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) y fue candidata a vicepresidente en las elecciones nacionales antes del golpe de Estado realizado en 2009, que rompió el orden constitucional del país.
El gobierno siguió una estrategia de desarrollo que inició deliberadamente en los tribunales con empresas transnacionales para la construcción de proyectos hidroeléctricos y operaciones de mineras a cielo abierto.
Uno de estos proyectos fue la represa de Agua Zarca. Los residentes cercanos al proyecto recurrieron a Cáceres y COPINH para pedirles que detuvieran la construcción de la represa, que se estaba haciendo sin el consentimiento de las comunidades afectadas. Cáceres, junto con miembros de la comunidad de Río Blanco, condujeron una campaña para detener la construcción del proyecto.
A pesar de la abrumadora oposición de la comunidad, el gobierno continuó con el desarrollo de la represa, obligando a sus residentes a establecer un bloqueo de carreteras. Ese bloqueo tuvo éxito en detener la construcción, aunque con un precio.
Cáceres y otros líderes de la comunidad fueron objeto de amenazas de violencia por parte de las fuerzas del Estado, así como la empresa responsable del proyecto. El líder de la comunidad Tomas García fue muerto a tiros durante una manifestación pacífica en 2013.
En respuesta a la oposición de la comunidad, un socio importante en el proyecto de la represa se retiró en 2013. Uno de los patrocinadores del proyecto era la Corporación Financiera Internacional, brazo del sector privado del Banco Mundial.
La violencia en Honduras
La construcción de la presa no se ha reanudado. Sin embargo, hay otros proyectos en Honduras plagadas de violencia.
El anuncio que declaró Cáceres como ganadora del premio Goldman coincidió con la publicación de un informe de Global Witness, que declaró a Honduras como el país más peligroso del mundo para los activistas del medio ambiente y de la tierra.
“El pueblo hondureño, junto con la solidaridad internacional, pueden salir de esta situación injusta, la promoción de la esperanza, la rebelión y organizarnos para la protección de la vida”, dijo Cáceres en esa oportunidad. “La aprobación de es proyecto hubiese significado desplazamientos de la población y hubiera impedido a la comunidad desarrollar sus actividades agrícolas, ya que no sólo se privatizaría el río, sino también varios kilómetros a la redonda” terminó diciendo la líder asesinada el día de hoy.
De acuerdo con un informe de la organización no gubernamental Global Witness, con sede en Londres; Honduras es uno de los países más peligrosos del mundo para los defensores de los derechos medioambientales, junto a Perú y Brasil.
Según el documento, entre los años 2002 y 2014 se registraron un total de 111 asesinatos vinculados a personas defensoras del medio ambiente.
Global Witness cuestionó que líderes internacionales se reúnen para discutir sobre el cambio climático; mientras los defensores del medio ambiente son asesinados de forma impune y sin cobertura mediática.


Fuente: Desinformémonos con información de TeleSur.net y Resumen Latinoamericano
Autor: Redacción
http://desinformemonos.org.mx/asesinan-a-berta-caceres-lider-indigena-hondurena-premio-goldman-2015/