En su segundo año de operación, el Insabi sólo destinó 10% de su presupuesto para atender enfermedades e infraestructura hospitalaria para las personas sin seguridad social.
Tres meses antes de concluir su gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), creado en su administración, “no funcionó”. Sin embargo, en realidad la salud de los más pobres a través de esta estrategia no fue prioridad, como demuestran las cifras oficiales.