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PRI y Gobierno ocultan pobreza y pésimos resultados, coinciden; Inegi desata tormenta política

Un cambio en la forma de obtener los datos para medir la pobreza en México ha puesto en vilo la credibilidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. De ahora en adelante la precariedad no podrá ser comparada con la de años anteriores. Especialistas sobre pobreza consultados refieren que cambios en la manera de medición “noquearon” al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, una dependencia que le había sido incómoda a la administración del Presidente Enrique Peña Nieto. ¿Cuáles fueron los últimos datos confiables sobre pobreza?

Ciudad de México, 17 de marzo: La pobreza en México no podrá ser comparada con la de años anteriores debido un cambió en la forma de capturar los ingresos de los mexicanos por parte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Especialistas en bienestar social apuntaron que los intereses políticos terminaron por perjudicar la labor de la institución y su relación con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que desarrolla los informes sobre la pobreza en el país.

El Módulo de Condiciones Socioeconómicas (MCS) es un esfuerzo de levantar datos sobre diferentes indicadores de bienestar, entre ellos, los ingresos de los hogares. Para la edición 2015, la el Inegi aseguró haber realizado cambios en la forma de recolección de esta información.

Según los resultados del MCS 2015, el poder de compra de las familias de los hogares aumentó en un 1 billón 524 mil 262.5 millones de pesos con relación al 2014. La dependencia informó que el 13.1 por ciento correspondió a las áreas rurales y el 86.9 por ciento a las urbanas.

Una mejoría que hubiera sido imposible con un levantamiento que se hubiese hecho con los mismos criterios del 2014, aseguraron especialistas, y que ahora complica la tarea de hacer comparables los niveles de pobreza con los de años anteriores.

“En algunos casos esto tiene solución. Por ejemplo, si es un cambio metodológico que se pueda aplicar a los datos de años anteriores, se pueden reconstruir hacia atrás las cifras. Eso lo hace el Inegi cuando cambia los años base de los Índices de Precios. Pero en este caso no hay solución. Porque si fuese una mejoría en el trabajo de campo, eso, hacia años anteriores, no se puede mejorar”, dijo Julio Boltvinik Kalinka, investigador del Colegio de México.

COMPLICIDADES EN INEGI

Siete meses atrás, los partidos de oposición en el Senado vieron en Julio Santaella Castell un peligro contra la naturaleza técnica del Inegi por su cercanía con las cúpulas priístas.

Con el apoyo presidencial y de los legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el ex funcionario del Banco de México fue ratificado como miembro de la Junta de Gobierno del Inegi. Un paso previo en su camino seguro hacia la presidencia de la dependencia.

Las modificaciones en el levantamiento del MCS 2015 sucedieron antes de que Santaella llegase a la institución. La obtención de datos tuvo lugar del 11 de agosto al 28 de noviembre del año pasado. Pero, Santaella sería también responsable del manejo posterior de los indicadores.
“Santaella declaró que habían cortado datos de los hogares con ingresos sospechosamente bajos. Eso no sería un problema de trabajo de campo. Aparentemente, lo que hicieron fue rasurar la base de datos. Dijo que se iba acercar al Coneval para ponerse de acuerdo y poder hacer comparables estos índices con los anteriores. Pero si no lo logran, eso significaría la desaparición del Coneval. Porque no podría seguir midiendo la pobreza. Y si no hace eso, no cumpliría con la mitad de sus dos funciones: medir los programas sociales y la pobreza. Volveríamos a la prehistoria del país”, dijo Boltvinik Kalinka.
En una entrevista para SinEmbargo, Gonzalo Hernández Licona, Secretario Ejecutivo del Coneval, detalló que la dependencia, junto con el Inegi, firmaron un convenio para realizar la encuesta (MCS 2015) y donde se habla de las cosas que se debían realizar. Pero, el acuerdo se cambió sin siquiera un aviso y todo esto los tomó por sorpresa.

“No nos gusta la forma como se dieron esos cambios y no porque se modifique la forma de mejorar la realidad sino porque no lo hacen de la manera adecuada. Hoy, con esta información, no vamos a poder comparar hacia atrás. No sabremos si mejoramos o no”, agregó el funcionario.

Un velo de opacidad es lo que el titular del Inegi ha dejado sobre las dudas de cómo el Inegi levantó la información, expuso Clara Jusidman Rapoport, presidenta fundadora de la asociación civil Iniciativa Ciudadana y Desarrollo Social (INCIDE Social).
“Los cambios se dieron previo a su llegada, pero ahora que está en el cargo porque no transparenta. ¿Por qué no se dio el procedimiento tradicional de discutir el formulario y ahora tampoco se quiere dar la información? Hay una opacidad en la entrega de datos. A mi me parece que es un golpe a una institución que se había ganado la confianza. Por muchos años el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU le reclamaba a México una medición confiable de la pobreza. Y esto es un retroceso a los avances en los últimos ocho años. Pareciera que no hay transparencia ni para el Coneval”, consideró.
POBREZA “DESAPARECE”

Esta discusión sobre la aparente desaparición de la pobreza de un “plumazo” llegó al Senado. Mario Delgado Carrillo, Senador inscrito al Partido de la Revolución Democrática (PRD), aseguró que no era posible que el 10 por ciento de la población más pobre iniciará a reportar un incremento del 30 por ciento de su salario.

“Carece de sentido en el contexto de los otros indicadores económicos, en una economía con bajo crecimiento y enormes desigualdades resulta difícil pensar en un incremento de ingreso de esa magnitud sin poner en duda las intenciones en las que se vio producido el dato”, insistió.

Esta no es la primera vez que funcionarios al frente de instituciones encargadas de obtener los datos confiables sobre la pobreza inician procesos de “maquillaje”, expuso el académico Boltvinik. En el sexenio de Fox estas practicas fueron comunes, apuntaló: “Santaella es un empleado de Peña Nieto. Cosa que no era Sojo [en referencia a Eduardo Sojo Garza-Aldape, ex titular del Inegi], quien fue nombrado en el periodo de Calderón. Tenía autonomía para publicar los resultados. Pero ahora volvemos a los a tiempos de Fox. Cuando se modificaron los resultados de pobreza En ese entonces los cachamos”.


“Por ejemplo, cuando inició su Gobierno, el porcentaje de hogares rurales que usaban gas para cocinar era 46 por ciento. Y al final de su sexenio este número subió al 60 por ciento. ¿Sabe qué pasó cuando dejo de ser Presidente, y entró Calderón? Volvió a descender al 50 por ciento en el 2010. Cómo es que la gente deja de usar gas. Eso es imposible”, agregó.

REALIDAD INCÓMODA

La Senadora del partido Acción Nacional Marcela Torres Peimbert expuso que la pobreza ha sido un tema que incómoda a la actual administración del Presidente Enrique Peña Nieto.

“Todo indica que pueda ser [el cambio en el levantamiento del Inegi] con algún interés electorero, de salvar el honor y prestigio de Peña Nieto, quien tiene el 28 por ciento de credibilidad dentro de los ciudadanos. Una legitimidad forzada. Y creo que va generar lo contrario”, expuso la legisladora.

Los datos del Coneval dados a conocer el año pasado sobre las condiciones de bienestar social en México apuntaron que entre del 2012 al 2014 el porcentaje de población en pobreza creció de 45.5 a 46.2 por ciento.

Esto representó un aumento en el número de pobres de casi 2 millones de personas. La instancia con autonomía expuso que en esos dos años los pobres pasaron de ser 53.3 millones a 55.3 millones.

A diferencia del reporte sobre el 2015 recientemente dado a conocer, entre el 2012 y el 2014, el poder adquisitivo de las familias se redujo en 3.5 por ciento.

“En el 2014 una de cada cinco personas [es decir 24.6 millones de personas] percibió un ingreso tan bajo que aun de haberlo destinado integro para tal fin, no le permitía adquirir la canasta básica alimentaria, la cual tuvo en agosto del 2014 un valor de mil 234 pesos mensuales por persona en zonas urbanas y 868 en el área rural”, reza el “Informe de Pobreza en México 2014” hecho por el Coneval.

Vale decir que el poder de compra del ingreso de las familias ha bajado desde 2008 y no se ha recuperado. Esta condición hace que la pobreza general suba, detalló la instancia gubernamental, como sucedió entre 2010 y 2012.


De todas las poblaciones la más vulnerable fue la indígena, cuyo porcentaje de personas con un ingreso inferior a la línea de bienestar sufrió un aumento en el 2014, en comparación a dos años antes, del 74.5 al 76.1 por ciento

Los estados donde aumentó en 2014 la pobreza fueron Chiapas, Guanajuato, Hidalgo, Estado de México, Morelos y Oaxaca. En tanto que en 24 entidades federativas se observó reducción del porcentaje de pobreza o pobreza extrema.

En términos de edad, la población con mayor pobreza es la de los menores de 18 años. Representan el 53.9 por ciento. La cifra subió de 21.2 millones en el 2012 a 21.4 millones de personas en el 2014.

Lo que sí mejoró durante esos dos años fue el rezago educativo que pasó de abarcar a 22.6 millones de personas a 22.4; la carencia por acceso a los servicios de salud, de 25.3 a 21.8 millones de personas; y la carencia por acceso a seguridad social que bajó de 71.8 a 70.1 millones de personas.

Sin embargo, Peña Nieto quedó a deber en el acceso alimentación, en donde el número de mexicanos con hambre pasó de 27.4 a 28.0 millones; y en el acceso a servicios básicos en la vivienda, donde el número de personas pasó de 24.9 a 25.4 millones.

¿Qué sigue para el Coneval? Enrique Cárdenas Sánchez, director del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, expuso que la mejor opción para el Coneval este año será abstenerse de emitir un informe con los datos del Inegi: “Porque no se puede basar en años anteriores, ya no es comparable, y nada más va confundir a la gente”.

“La realidad es que esto lo que está evidenciando es que es tan sensible el dato de ingresos. Por ejemplo, no es lo mismo preguntar al primero que abra la puerta, a que un criterio sea preguntar al padre o madre del hogar. Entonces, para este año más vale hacerlo bien”, agregó. El director expuso que en caso de que se pretenda insistir con la idea de cambiar el modo de levantamiento de los ingresos por hogar, se tiene que buscar una manera de transición.


“Para el 2016 de plano debería levantarse de la manera anterior como en el 2014. Y si se quiere mejorar, se podría hacer ese ajuste pero en el 2018. En ese año habría que medir de las dos formas. Es decir, de la misma manera como se ha venido midiendo hasta hoy y con el nuevo levantamiento. Con qué fin. Para que usted pueda tener las dos tendencias. Y así pasar la estafeta en un punto común que permita hacer la comparación con los años anteriores”, dijo.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: JUAN LUIS GARCÍA HERNÁNDEZ.
LINK: http://www.sinembargo.mx/17-07-2016/3068240

Inegi: Autonomía en riesgo

MÉXICO, DF: El proceso de autonomía que inició el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2008 se pone en tela de juicio con la designación de Julio Alfonso Santaella Castell, nuevo presidente del órgano desde el 1 de enero y hasta diciembre del 2021, en sustitución de Eduardo Sojo Garza-Aldape.

El presidente Enrique Peña Nieto lo eligió para dicha función y según fuentes consultadas por el reportero, el gobernador del Banco de México (Banxico) Agustín Carstens estuvo detrás del nombramiento, ya que lo tuvo bajo su mando cuando Santaella se desempeñaba como director de Apoyo en la Dirección General de Operaciones de Banca Central del Banxico.

El nuevo presidente del Inegi es egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) donde estudió la carrera de Economía, y es maestro y doctor en Economía por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), en Estados Unidos.

Aunque sus credenciales académicas son vastas, su perfil político es muy bajo y las funciones que ha desempeñado incluso como coordinador Ejecutivo del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, nada tienen que ver con coordinar, administrar y manejar los enredados hilos de las estadísticas del Inegi que van desde economía, ciencia y tecnología, gobierno, medio ambiente, ocupación y empleo, población, hogares y vivienda, seguridad pública y justicia, hasta datos de la sociedad en general.

El Inegi también tiene a su cargo datos geográficos que van desde la geodesia y la cartografía del territorio nacional, hasta la topografía y su catastro así como los principales censos económicos, agropecuarios y de población.

Para el prestigiado economista y analista independiente Jonathan Heath y autor del libro Lo que indican los indicadores: Cómo utilizar la información estadística para entender la realidad económica de México editado por el Inegi, el nombramiento de Santaella lleva un sesgo político que favorece al gobernador del Banxico.

“Santaella es alguien que no queda claro que tan allegado es a Carstens, parece que tiene el servicio profesional de carrera, tiene tablas, no es mal candidato. Pero no queda claro si llega con la agenda de Carstens. Creo que si hay un ligero conflicto de interés, no es tan marcado como si hubiera sido alguien proveniente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)”, señala a Apro el doctor en economía por la Universidad de Pennsylvania.

–¿Cuál puede ser esa agenda proveniente del Banco de México? –se le pregunta.

–El Banxico e Inegi siempre han estado en constante conflicto en muchos de los indicadores económicos, hay algunos indicadores en los que el Banco de México financia al instituto como el Índice de Pedidos Manufactureros, el Índice de Confianza del Consumidor, así como el Indicador de Confianza Empresarial.

“Al final de cuentas el Banco de México tiene sus intereses, especialmente en el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) donde ha habido muchas controversias en cómo se debe hacer, el banco central lo quería como un tipo de índice con base 100=2004, lo cual es una estupidez, y el Inegi estaba luchando para reportarlo de la misma manera que reportan el Indicador de Confianza Empresarial (ICE) en una escala de 0 a 100 en un índice de inclusión, como debe de ser.

“Ahí parece ser que el instituto central ha bloqueado, finalmente el Inegi lo está produciendo en índice balance, pero el Banxico está reacio. Deberían echar a la basura el índice de la forma anterior en como lo hacían.

“Tanto el ICC y el ICE miden la percepción de los consumidores y empresarios mexicanos respecto al comportamiento de la economía del país, los hogares y empresas, así como la posibilidad de adquirir bienes durables por parte de los consumidores y la posibilidad de realizar nuevas inversiones en lo que respecta a los empresarios”, explica Health.

El académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) añade que ese es un ejemplo, “pero queda muy claro que el Banco de México tiene mucho interés” y por eso es muy importante que el Inegi sea realmente autónomo, no nada más del gobierno federal, sino también del Banco de México.

En efecto, la institución gobernada por Agustín Carstens fue la más interesada en que el Senado de la República avalara la designación del Julio Alfonso Santaella como nuevo miembro de la Junta de Gobierno del Inegi. De hecho, el senador panista Juan Carlos Romero Hicks confirmó a esta agencia que “hubo llamadas de alto nivel” por parte del banco central a senadores para promover la candidatura de Santaella.

“Nos llama la atención, es un interés excesivo por parte del Banxico y Hacienda para que se ratificara a Santaella, llama la atención porque el Banxico es un ente autónomo que no tiene por qué estar metiendo las narices en el Inegi. Su papel es otro. Tuvimos a muchos senadores que recibieron llamadas del más alto nivel del banco central para promover la candidatura”, comenta Romero Hicks.

Para Jonathan Heath el dilema es el siguiente:

“A mí me preocupa mucho que Agustín Carstens está teniendo un poder demasiado fuerte que no tiene contrapesos, que no tiene balance. Eso preocupa. Yo creo que Carstens es extraordinario economista, en cuanto a nivel técnico no hay duda de sus credenciales, él debe de ser el gobernador del Banxico, sin embargo, cuando le das demasiado poder a una persona por más calificado que sea es un riesgo para cualquier sistema democrático” .

Durante la comparecencia de Santaella Castell, previo a su ratificación, Romero Hicks le cuestionó:

“¿Qué experiencia ejecutiva tiene para manejar una institución de 17 mil servidores públicos, dos sindicatos? ¿Qué experiencia tiene usted en operativos de campo, de procesos estadísticos, incluyendo encuestas y demás?”
No quedó ahí, le pidió ejemplos de su capacidad ejecutiva y su independencia de juicio de criterio y conducción ética en los cargos públicos en los que se ha desempeñado.

El futuro presidente del Inegi respondió: “Algo que he aprendido en el Banco de México es valorar la independencia y la autonomía en una encomienda de un organismo del Estado y es algo que yo me llevaría simplemente al Inegi”.

Sobre tener a su disposición más de 17 mil funcionarios se limitó a decir que “es un reto de gran envergadura” y de los ejemplos de su capacidad se limitó a mencionar su participación en el Fondo Mexicano de Petróleo.

“El Fondo Mexicano del Petróleo, a pesar de tener poco más de un año de existencia, ha representado un reto importante porque es una institución que parte de la nada. Entonces, de una concepción que quedó plasmada en ley, he tenido la oportunidad y la fortuna de poder contribuir a aterrizar una idea que estaba en norma legal, a una institución que está ahora operando completamente”, señaló ante senadores.

De cómo debe conducir el Inegi sólo dijo que deberá “operar con una absoluta autonomía, la cual permite evitar la injerencia de grupos de interés, partidos o gobiernos de todos los niveles”.

Sin embargo, el organismo está sometido a presiones constantes en todos los niveles, desde presidentes municipales hasta el gobierno federal, que difieren de las cifras y buscan cambiarlas como pasó con el jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Aristóteles Núñez quien recientemente criticó:

“Es necesario evaluar si la forma en que actualmente se mide el Producto Interno Bruto de México es correcta, porque el crecimiento económico del país no parece empatar con algunos indicadores de recaudación, consumo y empleo”.

Otro ejemplo:

En mayo de 2014 el Inegi y la SHCP entraron en una controversia porque según el Sistema de Indicadores Cíclicos mostraban que la economía mexicana entraba en recesión durante los primeros meses de ese año, situación que negó el titular de Hacienda Luis Videgaray y que finalmente Eduardo Sojo tuvo que aclarar diciendo que la forma de medir el PIB difiere de la escuela clásica.

“Medida en el ciclo clásico (la economía) no está (en recesión) estancada. Puede ser un adjetivo adecuado porque lo que está pasando desde hace un buen número de trimestres es que la economía se mueve de manera lateral, creciendo muy poco, la tendencia es muy baja, hubo un crecimiento debajo de la tendencia” explicó el extitular del Inegi.

Jonathan Heath hurga en las mediciones que hace el Inegi y habla de los retos que deberá sortear Santaella, como la forma de presentar la información sobre la Encuesta Mensual de Ocupación y Empleo, donde se muestra cierta manipulación al dar los datos.

“El primer párrafo habla de la tasa de participación laboral, mientras que la tasa de desempleo que es la realmente importante la mencionan hasta el tercer párrafo. Segundo, es más importante la tasa de desempleo urbana, más que la nacional, porque la nacional integra la parte rural que tiene un sesgo hacía la baja y hacen que se vea mejor. Pero la problemática rural, contra la urbana, no tiene nada que ver. No solamente son capítulos diferentes, sino que son libros diferentes”, explica el experto.

Health, quien acumula 30 años de experiencia en el análisis de la economía mexicana y sus perspectivas, asegura:
“Finalmente los datos están ahí pero en el boletín de prensa hay cierta manipulación: ‘Si menciono esto primero y luego esto después y si no lo menciono’, el Inegi puede decir ahí están los datos pero en el boletín de prensa están manejando mensajes y si yo te menciono la tasa de participación laboral antes de la del desempleo, estoy tratando de manipular. Es más, mencionan que la tasa de empleo es de 95%… a nadie le interesa”.

Y da otro ejemplo relacionado con la medición de la informalidad del país que el organismo no pudo publicar de manera abierta ante la oposición del gobierno de Felipe Calderón.

Es la Tasa de Informalidad Laboral que se refiere a la suma, sin duplicar, de los que son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, con aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo y que representa el 60% de la población ocupada.

El gobierno calderonista sólo permitió la divulgación de la Tasa de Ocupación en el Sector Informal que considera a todas las personas que trabajan para unidades económicas no agropecuarias operadas sin registros contables y que funcionan a partir de los recursos del hogar o de la persona que encabeza la actividad sin que se constituya como empresa. En este rubro está apenas una cuarta parte de quienes trabajan.

“Se requiere de ese manejo político que mostró Sojo (…) de alguien que sabe que el Inegi es autónomo pero aún no goza de autonomía perfecta, sin embargo, supo balancear el hacer las cosas bien, pero con manejo político. Eso es lo que no queda claro con Julio, esa es la gran duda”, señala Health.

A tres años de que finalice el sexenio de Enrique Peña Nieto, en un contexto económico complicado donde la economía no terminará de crecer a sus niveles planteados, y con la violencia e inseguridad arraigada en la sociedad, la tarea de Julio Alfonso Santaella es más difícil para hacer del Inegi un organismo que divulgue datos confiables, sin presiones políticas o línea por parte del Banco de México donde laboró 14 años.

Concluye Heath:

“El Inegi tiene un gran reto, sin embargo, tiene más factores a favor que en contra, creo que ha hecho un buen trabajo, Sojo lanzó la autonomía, va por muy buen camino, ha sorteado las presiones políticas en el balance correctamente y Santaella tiene la mesa puesta. Puede seguir haciéndolo bien o seguir una agenda que le manda alguien del exterior”.



FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JUAN CARLOS CRUZ VARGAS (REPORTAJE ESPECIAL)
LINK: http://www.proceso.com.mx/?p=425254

Creció 3.0% personal ocupado en sector manufacturero en septiembre

México, D.F. En septiembre de este año, el personal ocupado del sector manufacturero reportó un incrementó 3.0 por ciento respecto a igual periodo del año pasado, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El organismo señaló que en el mes referido las horas trabajadas aumentaron 2.8 por ciento y las remuneraciones medias reales pagadas que incluyen sueldos, salarios y prestaciones sociales fueron mayores en 1.1 por ciento en relación con igual mes de 2014.

Por tipo de contratación, indicó, el número de obreros fue mayor en 3.2 por ciento y los empleados que realizan labores administrativas 2.0 por ciento, a tasa anual.

El INEGI subrayó que con base en los resultados de la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM), el personal ocupado del sector manufacturero se incremento 0.3 por ciento en septiembre pasado en comparación con el mes que le precede.

Asimismo, las remuneraciones medias reales aumentaron 0.3 por ciento en el noveno mes del año frente al mes inmediato anterior; mientras que las horas trabajadas se mantuvieron sin cambio comparadas con las de agosto pasado, con cifras desestacionalizadas.

Refirió que por tipo de contratación, el número de obreros fue mayor en 0.3 por ciento y los empleados que realizan labores administrativas en 0.1 por ciento, a tasa mensual.


La Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM) se realiza en empresas del sector manufacturero en México.

FUENTE: LA JORNADA.
LINK: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2015/11/19/crecio-3-0-personal-ocupado-en-sector-manufacturero-en-septiembre-3904.html

Mexicanos, satisfechos con la vida: Inegi

México, DF. México es un país de población adulta predominantemente optimista, según los resultados de la nueva Encuesta de Bienestar Subjetivo 2014 aplicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 44 mil 518 viviendas de las 32 entidades federativas, donde más de cuatro quintas partes de su población de 18 años y más se considera “muy satisfecha” y “satisfecha” con su vida. Es decir, por lo menos 4 de cada 5 adultos se consideran en cualquiera de estas dos situaciones.

De acuerdo con los resultados de este proyecto estadístico experimental, que “capta las percepciones y opiniones de las personas sobre su propia vida de manera ordenada y sistematizada”, de los 80.7 millones de adultos que hay en el país, 34.8 millones se consideran “muy satisfechos” con la vida y otros 32.5 millones están solo “satisfechos”.

Mientras que en el lado opuesto, 9.8 millones de los habitantes de 18 años y más en el país, quienes representan 12.1 por ciento del total de la población adulta, están “insatisfechos” y 3.6 millones de plano se consideran “muy insatisfechos” con su vida.

Este ejercicio estadístico, realizado por recomendación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), denominado Biare Ampliado reportó un nivel nacional de satisfacción con la vida en México de 7.95 puntos en una escala de 0 a 10, donde la entidad que tuvo el más elevado nivel de satisfacción con la vida es el Distrito Federal, con una calificación de 8.45 unidades. En tanto que el estado con más baja evaluación es Oaxaca, con 7.46 puntos.

En conferencia de prensa, el presidente del Inegi, Eduardo Sojo, apuntó que efectivamente existe una relación directa entre las condiciones materiales con el bienestar, pero no es suficiente con la satisfacción con la vida.

En una escala que va de menos 10 puntos a más 10 unidades, el promedio nacional del balance anímico de la población adulta fue de 5.56 puntos.

Pero de forma más específica 49.8 millones de adultos, que representan 61.8 por ciento del total en el país, presentan un estado anímico “predominantemente positivo”; otros 25.2 millones, 31.2 por ciento, son “ligeramente positivos”; mientras 5.7 millones de habitantes de 18 años y más presentan un balance afectivo “predominantemente negativo”.

El país es un mosaico, dijo Sojo, al presentar los resultados de bienestar subjetivo en cuatro grupos de 8 entidades cada una. Los promedios más altos de satisfacción se ubican en Baja California Sur, Baja California, Chihuahua, Durango, Nuevo León, Tamaulipas, Querétaro y Distrito Federal. Mientras que los más insatisfechos son Veracruz, Morelos, Puebla, Campeche, Guerrero, Aguascalientes, Michoacán, y Oaxaca.


La población adulta de los estados de Sonora, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí, Hidalgo, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo se ubica en un nivel de satisfacción arriba de la media nacional pero debajo del cuartil de los más satisfechos. En tanto que Sinaloa, Nayarit, Colima, Guanajuato, Estado de México, Tlaxcala y Tabasco se sitúan abajo del promedio nacional pero en un nivel de insatisfacción menos agudo que las entidades habitadas por la población adulta más insatisfecha con la vida.

FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: JUAN ANTONIO ZUÑIGA M.