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viernes, 18 de marzo de 2016

Un año de promesas incumplidas para jornaleras de San Quintín

CIUDAD DE MÉXICO: Sin ningún acuerdo plenamente cumplido de parte del gobierno federal y el local, las jornaleras del Valle de San Quintín, en el estado de Baja California (BC), siguen en condiciones de trabajo precarias y abusivas a un año de haber exigido con megamarchas y paros laborales mejoras salariales, e infraestructura médica y de cuidados.


Con el movimiento laboral iniciado el 17 de marzo de 2015 en San Quintín, las mujeres jornaleras no sólo arroparon las exigencias del gremio por aumento salarial y seguridad social, sino que además se posicionaron con sus propias demandas.

Su salario de menos de 120 pesos diarios, las jornadas extenuantes y la ausencia de protección social derivaron en un paro laboral que duró semanas y que conllevó también la toma de la carretera Transpeninsular durante varias horas.

Se gestó así un movimiento que fue un reflejo de lo que ocurre con las trabajadoras agrícolas de todo el país, cuya población y condiciones de vida son inciertas por la ausencia de un censo oficial.

Las exigencias femeninas se centraron desde el inicio en cuatro puntos: creación de un hospital de especialidades de tercer nivel para mujeres embarazadas o con enfermedades provocadas por los riesgos de su trabajo; guarderías de calidad para las jornaleras; medidas contra el acoso sexual, e inspecciones para asegurar que los empleadores cumplan las licencias de maternidad y no cometan abusos contra ellas.

Las jornaleras han sido protagonistas de estas movilizaciones que incluso a mediados de 2015 fueron reprimidas, al grado de que las autoridades de BC entraron a las comunidades a golpear a activistas, y permitieron una ola de despidos en los campos agrícolas.

Según el balance de activistas de la región, a un año de las movilizaciones en San Quintín los avances son raquíticos para las mujeres.

Nada de hospital

En noviembre pasado inició en San Quintín la ampliación de infraestructura del Hospital Rural Prospera Número 69 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicado en Vicente Guerrero (principal comunidad de migrantes de la etnia triqui), el mismo que en enero de 2015 recibió una recomendación de la CNDH por violencia obstétrica contra una mujer indígena.

Las modificaciones al nosocomio están pensadas para concluir en el primer semestre de 2016 y, de acuerdo con información del IMSS, requiere una inversión de 45 millones de pesos para 10 camas más, la remodelación del área de urgencias, quirófanos y hospitalización, así como la creación de 10 consultorios de especialidades, pero ninguna vinculada con la salud reproductiva de las mujeres.

La indígena y activista Lucila Hernández García, que viajó hasta el Senado en marzo de 2015 para exigir mejor atención médica para las jornaleras, dijo que la ampliación del Hospital Rural no representa lo que en origen querían las trabajadoras del campo: contar con centros médicos de la más alta calidad y con equipo y suficiente personal especializado para evitar muertes de mujeres embarazadas, quienes tienen que viajar hasta por cuatro horas a Ensenada (a 188 kilómetros de San Quintín), para recibir atención de tercer nivel.

Si bien el proyecto de ampliación está planeado en cuatro fases, hasta ahora los resultados no se traducen en atenciones especializadas contra las muertes maternas, sino únicamente en la construcción apenas de tan sólo seis metros cuadrados de piso y pared.

Guarderías, ni en el papel

En peores términos está el compromiso de crear guarderías para las trabajadoras agrícolas de la región, aseguró Fidel Sánchez Gabriel, vocero de la Alianza de Organizaciones Nacional, Estatal y Municipal por la Justicia Social.

Y es que hasta abril pasado no había más que estancias infantiles improvisadas con láminas sobre llantas de colores, y una guardería del IMSS en la que estaba inscrito sólo el hijo de una jornalera, como lo constataron estas agencias al visitar San Quintín.

Como se observa en los tres informes de avances que realizó la Comisión de Derechos Humanos del Senado, que se encargó de revisar la situación de las y los jornaleros de San Quintín, mientras más avanzaban los encuentros entre las autoridades y el movimiento jornalero, la propuesta de crear guarderías se iba diluyendo hasta el punto de no quedar escrita en alguna minuta.

En resumen, un año después no hay ni tres piedras colocadas en el piso que avizoren la construcción de una estancia de calidad para cuidar a las y los hijos de las jornaleras mientras ellas trabajan, ya que permanecen en las calles, al cuidado de otras mujeres sin paga, o detrás de las rejas sus casas.

Fideicomiso que nunca se creó

Destaca que para la creación del hospital de especialidades y las guarderías, así como de otras mejoras de infraestructura, el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda, estipuló la creación de un fideicomiso al que aportarían recursos tanto el gobierno federal como del estado, y quedaría a cargo de las y los jornaleros.

Los detalles de ese fondo se discutieron en la mesa de diálogo del 24 de abril de 2015, en un restaurante del Valle de San Quintín, al que acudió, además del subsecretario de Gobernación, el gobernador Francisco Vega, e integrantes de la Alianza de Organizaciones.

Al respecto, Sánchez Gabriel precisó que en reuniones sucesivas se acordó que el fideicomiso también contendría recursos para el desarrollo de programas sociales focalizados a las necesidades de las mujeres y sus hijas e hijos.

Las y los jornaleros podrían participar en la administración del fideicomiso siempre y cuando, advirtieron las autoridades, el movimiento lograra consolidarse con una figura jurídica, lo que sucedió el 3 de diciembre de 2015 al crearse un sindicato.

Sin embargo, al día de hoy, con las y los jornaleros agrupados incluso en dos organizaciones sindicales, no hay fideicomiso ni recurso alguno palpable para esta población.

En su lugar, en septiembre pasado el gobierno de BC presentó un Programa de Atención para la Región de San Quintín, en el que reconoce los grandes rezagos sociales que denunciaron las y los jornaleros meses antes.

Como parte de ese programa, para el que se aseguró una inversión de 2 mil 720 millones de pesos del gobierno del estado y el federal, se establecieron varias líneas de acción enfocadas a “grupos vulnerables” en los que se integra la salud y condición de las 21 mil mujeres que habitan la región.

Mediante apoyos sociales, programas asistencialistas, conferencias, talleres y mejoras de infraestructura que incluyen sólo una estancia infantil (sin detallar sus características), el gobierno local pretende hacer frente a problemas de salud sexual y reproductiva que padecen las jornaleras, como cáncer de mamá y embarazos de alto riesgo.

Efímeros módulos contra acoso sexual

En abril de 2015, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) informó que previo a iniciar inspecciones laborales en los centros de trabajo en San Quintín, promovería módulos de atención para que las jornaleras que afrontaran acoso sexual fueran atendidas de manera directa.

No obstante, desde la primera semana que estuvieron estos módulos, estas agencias verificaron que, incluido el que permanecía afuera de la Casa de Gobierno en San Quintín, sólo eran una carpa amarrada con lazos y no había una sola persona que atendiera a las víctimas. Días después los módulos desaparecieron y todo volvió a ser como antes.

En mayo pasado, la STPS presumió haber realizado más de 300 inspecciones en diferentes centros de trabajo, pero los resultados públicos no reflejaron casos de mujeres víctimas de acoso o violencia sexual.

A fin de procurar que las inspecciones cumplieran sus objetivos y no fueran una simulación más de las autoridades, las y los jornaleros solicitaron acompañar al personal de inspección en sus tareas, petición que fue admitida pero nunca se concretó.

A esa demanda se sumó una solicitud del Senado en noviembre pasado para que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) contabilizaran en un censo el número de mujeres y niñas que se dedica al trabajo agrícola en México.

Al respecto, a una solicitud de información de estas agencias a ambas dependencias, la Sagarpa respondió no estar al tanto de tal censo y refirió la petición al Inegi, que hasta ahora tampoco ha respondido.

Mientras, Margarita Cruz Cruz, directora de la Casa de la Mujer Indígena en San Quintín, relató que durante 2015 siguió recibiendo casos de mujeres que padecieron abusos laborales por trabajar en los campos agrícolas.

Al menos 4% de los más de 200 casos de violencia en general que atendió Cruz tenía que ver con despidos injustificados y el incumplimiento de las licencias de maternidad.

A decir de la defensora, la proporción de mujeres que denunciaron abusos laborales en 2015 no varió respecto de otros años. Su personal incluso realizó entrevistas e instaló módulos para conocer si en algo había mejorado la situación de las jornaleras, pero los relatos de discriminación, abusos y pobreza persistente confirmaron que no.

Lo único que cambió este año –aseguró– fue que finalmente personal de la Secretaría del Trabajo de BC aceptó escuchar las propuestas de la Casa de la Mujer Indígena para iniciar programas de información sobre derechos laborales para las jornaleras, una medida en la que las activistas de San Quintín insistían cada año sin obtener respuesta.

Por su parte, la Alianza de Organizaciones apuntó que el principal logro, y tal vez único a lo largo de este año, no fue el aumento salarial por categoría –que derivó en el aumento de tareas y en cuotas más altas al Seguro Social–, sino la creación el pasado 3 de diciembre del Sindicato Independiente Nacional Democrático de Jornaleros Agrícolas.

En paralelo, el Gobierno de la Ciudad de México anunció el 4 de noviembre de 2015 el registro del Sindicato Nacional Independiente de Jornaleros Agrícolas y Similares, del cual la secretaria de Equidad de Género, Lucila Hernández, acaba de renunciar por considerar que no se toman en cuenta las demandas de las mujeres.

Así, a un año de distancia del inicio de las movilizaciones y “sin nada que festejar”, las y los jornaleros comenzaron hoy desde muy temprano una caminata que durará varios desde San Quintín hasta las playas de Tijuana para hacer un balance de los avances y retrocesos con trabajadores agrícolas de la frontera norte.

Medidas cautelares

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió medidas cautelares dirigidas al gobierno de Baja California, así como a los municipios de Ensenada y Tijuana, además de comisionar a visitadores adjuntos para participar como observadores en las actividades que hoy llevarán a cabo personas jornaleras.

En el marco de las actividades para defender sus derechos laborales, jornaleros y jornaleras agrícolas del Valle de San Quintín convocaron a diversas movilizaciones para este día, como una marcha entre las ciudades de Ensenada y Tijuana, así como a una reunión con autoridades estatales y municipales en el Centro de Gobierno de San Quintín.


Las medidas cautelares tienen la finalidad de salvaguardar la dignidad e integridad de las personas que participen en la marcha y reunión, así como de la población en general y de los integrantes de los medios de comunicación que ejerzan su labor al documentar los hechos.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ANGÉLICA JOCELYN SOTO.
LINK: http://www.proceso.com.mx/433822/ano-promesas-incumplidas-jornaleras-san-quintin

jueves, 17 de marzo de 2016

Marcharán jornaleros de San Quintín, a un año de la huelga

San Quintín, BC. Jornaleros de San Quintín conmemoran el primer aniversario del levantamiento que protagonizaron la madrugada del 17 de marzo de 2015 con la exigencia de que se concreten los 14 puntos que se formalizaron en las mesas de trabajo con autoridades y empresarios porque no se ha cumplido uno solo, afirmó el dirigente de uno de los dos sindicatos que se formaron en la lucha, Fidel Sánchez Gabriel.
La madrugada de este jueves, el también vocero de la Alianza de Organizaciones Municipal, Estatal y Nacional por la Justicia Social aclaró que aun cuando no hubo respuesta a las demandas iniciales, la lucha ha tenido avances con la creación del Sindicato Independiente Nacional Democrático de Jornaleros Agrícolas (Sindja) el 28 de noviembre pasado en Baja California, Ciudad de México y Aguascalientes y este año en Morelos.
Mientras se preparaban para una caminata que llegará a Tijuana el día 20, a unos metros un grupo de personas encabezadas por Justino Herrera, quien se separó de la Alianza y declinó adherirse al Sindja, se instaló a la entrada de la Colonia Triqui o Lomas de San Ramón, ante la versión de que el primer grupo pretendía bloquear el ingreso a su comunidad.
El otro sindicato integrado a raíz de las movilizaciones también se reunirán este jueves por el aniversario.
Herrera dijo a La Jornada Baja California que no participará en la caminata porque "no hay nada que celebrar" y confirmó que su separación del movimiento fue porque no estuvo conforme con los acuerdos que asumieron los participantes en las mesas de diálogo entre jornaleros, empresarios y autoridades.
"El 4 de junio firmaron un documento donde las prestaciones del trabajador quedaron integradas al salario, cuando que la lucha era rescatar las prestaciones y un salario justo, aparte el salario, aparte las prestaciones. La ley no dice que tiene que ir las prestaciones integradas a las prestaciones porque estas se les tienen que dar a los trabajadores de acuerdo con la ley", dijo al advertir que exigirán estas condiciones de manera independiente.
Advirtió que no participarán en las movilizaciones de aniversario porque "estamos encabronadísimos por la traición que sufrimos y que ahora dicen que van a festejar... ¿qué le van a festejar a los trabajadores... la traición que hicieron el 4 de junio?
En respuesta Sánchez admitió que hubo escisiones de personas que así lo decidieron y aclaró que el movimiento comenzó con la Alianza por la Justicia Social se mantiene con el respaldo de organizaciones de diferentes puntos del país.
Empresas como Berrymex que ofrecieron incremento salarial a 226 pesos a una semana del primer aniversario del movimiento y otras acciones similares son el motivo de la separación, sostuvo.
La madrugada del 17 de marzo de 2015 miles de jornaleros pararon actividades para reclamar mejores condiciones laborales y el cese de hostigamiento sexual a trabajadoras del campo a manos de capataces. Argumentaban tratos esclavizantes y falta de servicio médico.
Durante las movilizaciones bloqueraon la carretera Transpeninsular, destrozaron un vehículo blindado de asalto en la colonia Triqui y en medio de las movilizaciones hubo desmanes y saqueos de tiendas hasta que en las mesas de trabajo se acordó que habría cobertura social y mejores salarios por categorías, que según los jornaleros no se han cumplido.
Rechazan saladora y exigen hospital
El dirigente de jornaleros afirmó que ese sector rechaza la construcción de la desalinizadora que arrancó este mes y en cambio exigen la creación de un hospital general que el gobierno del panista Francisco Vega de Lamadrid había anunciado para San Quintín y cambió a Mexicali.
"Estamos en contra de esta desaladora para el Valle de San Quintín porque a lo que más apostamos en la alianza es a la construcción de una presa en la cuenca del Arroyo de Santo Domingo", dijo y explicó que en la sierra aledaña hay agua suficiente para abastecerla.
Antes de arrancar la movilización que concluirá el día 20 en Tijuana, Sánchez Gabriel pidió a los empresarios y autoridades que se pregunten si cada alimento que se comen y se produce en San Quintín está bien pagado.
Fidel Sánchez explicó que como parte de la movilización se dará lectura al manifiesto de este 17 de marzo en el que explican los motivos del levantamiento y sus condiciones actuales, y recibirán la solidaridad de agrupaciones binacionales con las que se encontrarán en Tijuana en un encuentro de jornaleros de las dos Californias.

Fuente: La Jornada
Autor: Edgar Lima
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/03/17/jornaleros-de-san-quintin-conmemoran-aniversario-del-levantamiento-1953.html

martes, 15 de marzo de 2016

Gobiernos federal y de BC le fallan a jornaleros de San Quintín: el jueves reactivarán su lucha

A un año del paro de labores de los jornaleros del Valle de San Quintín, Baja California, los compromisos pactados entre los tres órdenes de gobierno y los representantes de los dueños de campos agrícolas con los campesinos no se cumplieron.

Los jornaleros de San Quintín emprenderán el próximo 17 de marzo una caminata que saldrá de la colonia Vicente Guerrero y que culminará el 20 en Playas de Tijuana para un encuentro binacional entre campesinos de ambos lados de la frontera de México con Estados Unidos. En la reunión se discutirá, entre otros puntos, el boicot a los productores mexicanos, pues no cumplieron con el incremento prometido al jornal.

Uno de los principales motivos del paro de labores de los jornaleros agrícolas hace un año fue la demanda de aumento del salario a 300 pesos diarios, cantidad que se redujo hasta llegar a los 180 pactados en uno de los 13 acuerdos del 14 de mayo de 2015 en la mesa de negociación entre el Gobierno federal, representado por David Garay Maldonado, Jefe de la Unidad de Gobierno de la Secretaría de Gobernación (Segob); el Gobierno del estado; el representante legal de los dueños de los ranchos y los campesinos.
“Queremos denunciar la falta de cumplimiento de las demandas que llevaron al paro del 17 de marzo de 2015, pese a los acuerdos del Gobierno Federal, Senadores de la República y hasta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos [CNDH]. Uno de ellos fue el tema del salario, que no nos permitió aumentarlo, nos quedamos atorados, no lo pudimos mover”, dijo Fidel Sánchez Gabriel, vocero oficial de la Alianza Nacional de Organizaciones por la Justicia Social del  Valle de San Quintín.
La propuesta del Gobierno federal el 14 de mayo del año pasado fue subsidiar el salario a los productores para garantizar el pago de 200 pesos el jornal a los trabajadores del campo, con ello pagaría el diferencial que los dueños de los ranchos no estaban dispuestos a sufragar.

Varios expertos en derecho laboral y economistas dijeron a SinEmbargo que la medida era una “aspirina” que sólo solucionará el problema a corto plazo y que podía generar una reacción adversa en un futuro.
“El Estado no puede incidir sobre los empresarios para que establezcan un salario por encima de mínimo, pero la solución al problema no es subsidiar el salario, eso es sólo una aspirina, alivia, pero no cura. El diferencial se pagará a partir de los ingresos de gobierno, que ahora tiene problemas por la caída del precio del petróleo. Se tiene que hacer un análisis más profundo del agro mexicano”, dijo Jesús Amador Valdés Díaz de Villegas, profesor e investigador del Departamento de Estudios Empresariales de la Universidad Iberoamericana.

Valdés Villegas explicó que el caso de San Quintín era el primero en la historia reciente, donde el gobierno propone subsidiar al salario.

En Estados Unidos, por ejemplo, el gobierno le entrega subsidios al productor para estimular la producción y que incremente su competitividad. En ocasiones interviene en la colocación de los productos con un mejor precio en el mercado, pero no subsidia el salario.

“El subsidio siempre es negativo, porque te introduce una variable que nos distorsiona  las tendencias al equilibrio dentro de una economía. Tenemos que hablar de un estudio más profundo, de una reforma que favorezca a las dos partes. Establecer mecanismos que permitan un incremento sistemático de la competitividad de las empresas agrícolas”, expuso.

Entonces el Gobierno mexicano reculó y durante una reunión realizada en junio del año pasado, descartaron subsidiar el salario a los productores y acordaron realizar una “categorización de las empresas” del Valle de San Quintín para determinar el jornal, dependiendo de su capacidad económica.
“Se propusieron tres categorías: la categoría A que pagaría 180 pesos; la B, 165 y la C, 150. La alianza de organizaciones revisamos la posibilidad que tiene cada empresa y encontramos que sólo tiene que haber dos categorías: A y B, pero no se ha hecho nada”, explicó Fidel Sánchez.

Los jornaleros, dijo, ganan actualmente un 15 por ciento más que hace un año. El jornal ronda entre los 180 y 150 pesos, con un incremento en un 20 por ciento de trabajo:“sí subieron un poco el salario, pero el incremento de trabajo a los compañeros es evidente”.

En la mesa de negociación del 14 de mayo del año pasado, las autoridades acordaron con los jornaleros iniciar de inmediato una campaña de afiliación y credencialización de todos los trabajadores al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Asimismo se pactó que sus salarios no serán retenidos por ningún motivo o circunstancia.

El Gobierno federal y el de Baja California se comprometieron a identificar y atender las necesidades de una mejor vivienda, alimentación y condiciones de higiene que han exigido los trabajadores. Otros de los acuerdos fue el garantizar el respeto a los derechos laborales de los trabajadores agrícolas.

Otro punto pactado fue que las empresas deberán certificar que están libres de trabajo infantil. Asimismo se dio a conocer la creación de un fideicomiso de inversión para el desarrollo de la zona, formalizado en un plazo no mayor a 60 días.

Entre los acuerdos se pactó la revisión de los programas sociales para que los jornaleros no perdieran su carácter de beneficiarios por su desplazamiento a los campos agrícolas. Se informó que se otorgaría el registro sindical a la Alianza por la Justicia Social del Valle de San Quintín, además de que se garantizará su autonomía sindical.


EL LLAMADO AL BOICOT

La caminata del próximo 17 de marzo es sólo el inicio, pues el 20 los trabajadores del campo se reunirán en el Foro Binacional de Jornaleros Agrícolas en donde participarán dirigentes sindicales de San Francisco, Sacramento, San Diego y Los Ángeles, California. En la reunión discutirán el boicot que se propone desde agosto del año pasado.
“El boicot internacional se mantiene firme, el llamado es no sólo en Estados Unidos, también en nuestro país, porque ninguna de las 130 empresas ha cumplido. Ya empezamos con una y queremos seguir con el Agricultura del Noroeste, el rancho de los hermanos Rodríguez”, dijo Fidel Sánchez.

El vocero se refirió particularmente a los hermanos Antonio y Rafael Rodríguez, dueños del rancho Los Pinos, uno de los más grandes de la región. Antonio Rodríguez, además de ser un empresario exportador de Baja California, es ex Diputado local y ex Secretario de Fomento Agrario de Baja California con el panista José Guadalupe Osuna Millán. En 2013 el Presidente Enrique Peña Nieto otorgó el Premio Nacional a la Exportación a la familia Rodríguez.

El vocero de los jornaleros también ha denunciado que los productores poseen yates y vehículos de lujo.

Si el boicot propuesto como una acción global por los jornaleros agrícolas del Valle de San Quintín, Baja California, a organizaciones campesinas de Estados Unidos y Canadá da resultado, los productores de la región perderán alrededor de mil millones de dólares anuales, advirtió en mayo del año pasado Víctor Suárez Carrera, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC).

“Esto no significa nada, comparado con las pérdidas de vida por enfermedades, de dignidad, salud y derechos de los jornales que han sido de muchos miles de millones de dólares en todos estos años que lleva el Tratado de Libre Comercio [TLCAN]”, expuso.

Las ganancias anuales de los productores de agroalimentos en México son extraordinarias, gracias a que los empleadores y dueños de los campos agrícolas se ahorran en salarios justos y prestaciones de ley a los trabajadores. Es decir, el pago del jornal y las condiciones en las que viven los jornaleros, es similar al trabajo de “esclavo”, denunció.
“En el Valle de San Quintín se ha generado un vacío del poder, porque el Estado mexicano se ha ausentado ausente y es cómplice de las grandes empresas. No hay cumplimientos de las leyes laborales, no se pagan salarios dignos, no hay condiciones higiénicas de trabajo. La Secretaría de Salud y la Cofepris [Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios] han permitido la utilización de pesticidas que están prohibidos en otras partes del mundo y que representan un peligro para los trabajadores”, explicó.

Las ganancias libres de costos de producción en la exportación de agroalimentos, principalmente a Estados Unidos y Canadá, ascienden a 500 millones de dólares al año en el Valle de San Quintín, precisó.

Estas ganancias son posibles gracias a que la mayoría de los campos agrícolas en San Quintín son empresas extranjeras o compañías locales que perecen a funcionarios y ex funcionarios del gobierno de Baja California.


“También son empresas de productores de Sinaloa y de Jalisco, que han encontrado en San Quintín condiciones de generar ganancias extraordinarias”, afirmó.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: SHAILA ROSAGEL.
LINK: http://www.sinembargo.mx/15-03-2016/1635886

lunes, 7 de diciembre de 2015

Al fin: Segob difunde lista de beneficiarios de pagos a ex braceros

Para cobrarlo, tienen 120 días naturales a partir del martes.

La Secretaría de Gobernación dio a conocer en el Diario Oficial de la Federación la relación de beneficiarios del Fondo de Apoyo Social para Ex Trabajadores Migratorios Mexicanos.

De acuerdo con el documento publicado este lunes, el cobro del apoyo social se realizará únicamente en las sucursales de Bansefi y solo podrán hacerlo aquellas personas cuyos nombres aparecen en las listas que tienen una vigencia de 120 días naturales a partir de mañana martes.

Al momento del cobro, los beneficiarios deberán firmar el recibo y finiquito por el cual liberan al Gobierno de México y sus dependencias, y en caso de que alguien no pueda acudir a realizar el cobro, podrá hacerlo una persona autorizada, presentando poder o mandato notarial para ello.

Para más información, la Segob pone a disposición de los beneficiarios los teléfonos de atención: 01 800 2722376 de lada nacional o el 51 28 00 00 extensiones 38147, 38901, 38071, 38151 y 38142 para el Distrito Federal, y el correo electrónico: bracero@segob.gob.mx

Así como las oficinas ubicadas en General Prim No.21, en la colonia Juárez, delegación Cuauhtémoc, en la ciudad de México, o bien en la delegación de la Secretaría de Gobernación de cada estado, en un horario de lunes a viernes de 9:00 a 18:00 horas.


El Fideicomiso tiene como finalidad otorgar un apoyo social a los Ex Trabajadores Migratorios Mexicanos que hayan prestado sus servicios en los Estados Unidos de América durante los años de 1942 a 1964, de conformidad con lo establecido por el Programa de Trabajadores Migratorios.

LISTA COMPLETA

FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://aristeguinoticias.com/0712/mexico/al-fin-segob-difunde-lista-de-beneficiarios-de-pagos-a-ex-braceros/

viernes, 4 de diciembre de 2015

Jornaleros de San Quintín van por su sindicato, apoyados por grupos de campesinos en EU

Tras décadas de olvido por parte de las autoridades locales y federales, los jornaleros del Valle de San Quintín, en Baja California, están a un paso legal de consolidar su primer sindicato nacional independiente, el cual, dicen los voceros, será transparente y democrático.

Los jornaleros del Valle de San Quintín, Baja California, están a un paso legal de consolidar su primer sindicato nacional independiente.

De acuerdo con voceros del movimiento, se trata de una organización que busca el progreso a través de reformas de fondo en el sector de los trabajadores agrícolas, así como un frente que sea contrapeso de la injusticia y que tenga claras diferencias al sindicalismo mexicano, emprendiendo acciones de transparencia y democracia.

La Alianza de Jornaleros de San Quintín anunció que durante décadas habían estado bajo la “sombra de sindicatos charros” liderados por familias relacionadas con la agroindustria o con partidos políticos y por esa razón no existía defensa a sus derechos laborales.
“El verdadero Sindicato Independiente Nacional y Democrático de Jornaleros Agrícolas está conformado por trabajadores activos, que verdaderamente están en los surcos, y saben del sufrimiento y los malos tratos”, refirió la organización.

Bonifacio Martínez Cruz, vocero de los trabajadores, dijo que luego de su denuncia a principios de año y a meses de sus acuerdos con autoridades federales, las cosas han cambiado en el valle. A pesar que los procesos son largos, el también jornalero comentó que gracias a que su lucha no ha parado existen avances inmediatos.

“No como quisiéramos pero me atrevo a decir que hay cambios. Hay prioridades y cosas pendientes, por eso es importante este sindicato”, dijo Martínez, quien agregó que esta nuevo gremio cuenta con el apoyo y asistencia de organizaciones estadunidenses como la de César Chávez, la Farm Labor Organizing Committee (FLOC), entre otras que integran la red “El Campo es Primero”.

El sindicato será nacional y ya pidieron el registro a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la colaboración de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) de México. El registro en el Distrito Federal, y que incluyó la alianza con trabajadores chinaperos de Xochimilco, se hizo ante la junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA).

Al ser cuestionado sobre las diferencias que podría tener esta organización, Bonifacio Martínez recalcó que los líderes son jornaleros y electos por sus compañeros, cuyas acciones serán monitoreadas e incluso habrá fiscalización y acceso a cualquier información, con el fin de proteger los principios fundamentales.


LAS ASPIRACIONES

El plan de trabajo a mediano plazo que llevará el Sindicato Independiente Nacional y Democrático de Jornaleros Agrícolas contempla lograr contratos colectivos que incluyan seguridad social; alto al acoso sexual contra las mujeres; mejores condiciones laborales y de vida; y sentarse nuevamente a dialogar con empresas, autoridades y trabajadores.
“La mayoría de nuestros hermanos, al estar trabajando en la pizca de la fresa, pueden tener una contracción en la columna vertebral, lastimarse los pulmones por respirar los químicos o, con las espinas de las moras, hasta con los tallos hay personas que han estado a punto de quedarse ciegas”, contó el vocero Fidel Sánchez Gabriel hace unos meses.

Al momento sólo 100 personas se han afiliado; sin embargo, se espera que en la temporada alta se integren muchas más. Entre los requisitos que se piden para afiliarse están la credencial de elector, demostrar que se es trabajador del sector y ser mexicano. En marzo pasado, los trabajadores agrícolas de los campos de fresa iniciaron una huelga en el valle para demandar mejores pagos y prestaciones por parte de las empresas, en su mayoría, exportadoras.

Los jornaleros exigían que se les pagara 200 pesos al día, equivalentes a 13 dólares, lo que lograron que se les pagara  9 dólares por una  jornada de 10 horas agachados bajo el sol. Punta Colonet, Camalú, Vicente Guerrero, Ejido Díaz Ordaz y el Centro de Gobierno eran campamentos en zona de guerra con ejércitos de hombres, mujeres, niños, jóvenes y perros.

Bloqueos, incendios de camiones y autos, destrozos y saqueos en comercios; la inconformidad estalló después de décadas de explotación. A menos de 300 kilómetros de la frontera con Estados Unidos, y a 170 de la cabecera del municipio del puerto de Ensenada, San Quintín desde finales de los setentas se convirtió en una importante zona de inversión para empresas trasnacionales agrícolas que generan miles de millones de dólares de la exportación de fresas, arándanos, lechuga, verduras cherrys, tomate y otros productos que se van a Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia. Cosechan lo que los vecinos del norte adquieren en tiendas como Vons, Cotsco o Wal-Mart.

Nadie cuenta con una cantidad exacta de las empresas establecidas en la zona, unos dicen que son 80, otros 60, “además sólo se pone atención a los campos agrícolas que están a la orilla de la carretera, pero adentrándote en la sierra, hay quienes siembran de todo, ya te imaginarás, no pagan ningún impuesto, no están registrados y hasta tiendas de raya tienen”, confiesa un funcionario, entrevistado por SinEmbargo en abril pasado.


En una semana de paro laboral la empresa Berrymex, que se dedica solamente a la fresa, había perdido 34 millones de dólares. Entre las empresas mas importantes estimaron pérdidas por más de 100 millones de dólares en total.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: SERGIO RINCÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/04-12-2015/1568190

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Jornaleras marchan en San Quintín contra violencia laboral

MÉXICO, DF: En el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres que la ONU conmemora cada 25 de noviembre, más de 200 mujeres marcharon en San Quintín, Baja California (BC) para exigir el cese de las agresiones en su contra, incluyendo las que enfrentan en los centros de trabajo como jornaleras.

El sábado 21, cientos de mujeres de la delegación de Camalú, en San Quintín, municipio de Ensenada, participaron en la “Marcha por una vida libre de violencia. Todas somos una”.

Las mujeres, de entre 18 y 60 años, llevaban carteles, protestas y cruces para exigir el cese a todas las formas de violencia en su contra. Al cierre de la manifestación, algunas de ellas relataron historias reales que ejemplifican las diferentes formas de violencia contra las mujeres.

Una de las principales violencias que se denunciaron fue la laboral, que se expresa en los bajos salarios y las pésimas condiciones que experimentan las jornaleras de la región, precisó en entrevista Margarita Amalia Cruz Cruz, titular de la Casa de la Mujer Indígena, que fue una de las convocantes a la protesta.

Según la activista, la movilización era necesaria ya que en San Quintín, poblado de migrantes e indígenas, las mujeres son violentadas en diferentes ámbitos, como en el hogar, el trabajo y la calle, según lo demostraron los relatos al cierre de la marcha, todos ellos historias reales de mujeres que han acudido a pedir ayuda a la Casa de la Mujer Indígena.

En esa entidad, casi dos de cada tres mujeres de 15 años y más, que están casadas o unidas, han experimentado violencia a lo largo de su última relación de pareja, además de que en promedio ganan cuatro pesos menos que los varones, pero trabajan tres horas más a la semana, según datos del Diagnóstico Estratégico del Plan Estatal de Desarrollo que difunde el gobierno de la entidad fronteriza.

Las mujeres que nutrieron la marcha fueron convocadas a participar a través de carteles en la calle y en colaboración con los centros de salud y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.


Como parte de las acciones por el 25 de noviembre que emprendió la Casa de la Mujer Indígena –que celebra su séptimo aniversario–, martes y miércoles llevará a cabo en la delegación Venustiano Carranza, en San Quintín, el evento “No más violencia. Alto a los feminicidios”, donde se tiene prevista la participación de representantes de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ANGÉLICA JOCELYN SOTO.
LINK: http://www.proceso.com.mx/?p=421586

lunes, 18 de mayo de 2015

Atacan casa de vocera del movimiento jornalero de San Quintín

MÉXICO, D.F: La madrugada de este lunes un grupo de desconocidos atacó con piedras la casa de Lucila Hernández García, vocera del movimiento jornalero en San Quintín, Baja California (BC).

En entrevista, la portavoz informó que la agresión se registró alrededor de las cuatro de la mañana y que rompieron las ventanas del cuarto en donde se encontraban ella, su esposo y sus tres hijos.

El resto de la familia duerme en una habitación contigua, de no más de cuatro metros cuadrados, que conecta con el dormitorio de Lucila por una pequeña puerta de madera.

Como resultado de la agresión, dos ventanas resultaron dañadas. En el interior de la casa de Lucila quedaron dos piedras grandes en el suelo. Pese a que la vocera del movimiento jornalero intentó identificar a los responsables de la agresión, no logró su cometido.

La casa de Lucila Hernández se ubica en la comunidad conocida como Las Casitas, en el rancho Los Pinos, cerca de la empresa agrícola del mismo nombre, una de las señaladas por las y los habitantes del Valle de San Quintín por ser de las más “explotadoras”.

Dicha comunidad está a más de una hora de distancia de la localidad de Vicente Guerrero, también en San Quintín, donde vive la comunidad indígena triqui, originaria de Oaxaca, y la mayoría de los voceros de la Alianza de Organizaciones Nacional, Estatal y Municipal por la Justicia Social.

La activista por los derechos laborales de las jornaleras dijo que de inmediato avisó de la agresión a uno de los visitadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que se encuentran en San Quintín, quien se comprometió a acompañarla a presentar una denuncia ante el Ministerio Público de la región.

Como probables responsables del ataque, Lucila Hernández señaló a los empresarios agrícolas de la zona, quienes –aseguró– forman el único grupo con quien tiene problemas derivados de su activismo ante el gobierno federal desde marzo pasado, cuando comenzó a demandar aumento salarial y mejores condiciones laborales para las jornaleras.

Hernández García es la única mujer que acompañó a los cinco voceros de la Alianza hasta la Ciudad de México en abril pasado para exigir a autoridades y legisladores federales que resuelvan el conflicto laboral en la región y observen la miseria que se vive en el Valle de San Quintín.

Además, la participación de Lucila en el movimiento ha sido la de visibilizar en particular las problemáticas y necesidades de las mujeres. Por ejemplo: que no se tolere más el acoso sexual en los campos agrícolas, se construya un hospital de especialidades y se creen más guarderías para sus hijos.

La defensora observó que la agresión en su contra es para “tratar de intimidar, de meter miedo, pero no lo van a lograr”.  Agregó que el gobierno federal está obligado a garantizarle medidas de protección, ya que uno de los acuerdos firmados en la minuta del pasado 14 de mayo fue que los gobiernos federal y estatal, empresarios agrícolas y los jornaleros garantizarían un ambiente pacífico y que “no afectara el orden social”.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ANGÉLICA JOCELYN SOTO.

domingo, 17 de mayo de 2015

Liberan a 4 jornaleros en Baja California detenidos el pasado 9 de mayo

Esta liberación forma parte de los 13 acuerdos pactados entre los trabajadores con autoridades federales y estatales. En un inicio por tres jornaleros se pedían 7 millones de pesos de fianza, y 500 mil pesos por un cuarto trabajador.

El Gobierno de Baja California concedió el perdón a cuatro jornaleros de San Quintín detenidos durante el enfrentamiento en la localidad de Vicente Guerrero el pasado 9 de mayo, por lo cual quedaron en libertad.

De acuerdo con el periódico Reforma y Milenio los campesinos Aarón Francisco Gamboa Juárez, Moisés Gil Velasco y Antonio Álvarez Cruz fueron acusados de daños a vehículos de la Secretaría de Seguridad Pública y lesiones a Policías estatales, luego de que los agentes ingresaran a la Colonia Lomas de San Ramón por una supuesta llamada.

Esta liberación forma parte de los 13 acuerdos pactados entre los trabajadores con autoridades federales y estatales. En un inicio por tres jornaleros se pedían 7 millones de pesos de fianza, y 500 mil pesos por un cuarto trabajador.


Por su parte la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) informó que vigilará el cumplimiento de los acuerdos luego de que se les fijaran fianzas desproporcionadas a los campesinos.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.

miércoles, 13 de mayo de 2015

“Es irracional” la fianza de 21 mdp a jornaleros: Conapred

MÉXICO, D.F: El presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Ricardo Bucio, afirmó que la fianza de siete millones de pesos impuesta a cada uno de los tres jornaleros de San Quintín detenidos el pasado sábado 9 de mayo durante el enfrentamiento con policías estatales “no es ni racional ni proporcional”.

“Una fianza como ésta debe ser objetiva en razón del cumplimiento de una norma; no parece ni proporcional ni racional”, dijo y añadió que existen mecanismos judiciales para que pueda reconsiderarse.

Si bien señaló que el Conapred no puede intervenir en este caso debido a que hay una queja abierta por parte de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), dijo que ha dialogado con gente de este organismo autónomo y ha ofrecido el apoyo que se requiera en caso de que haya discriminación.

Sin embargo, consideró que los jornaleros viven una “discriminación múltiple”, pues casi todas son indígenas que están fuera de su territorio, no tienen igualdad de condiciones para negociar con los empleadores, y otras situaciones de vulnerabilidad que los pone en mayor riesgo.

“Históricamente ha sido un grupo que está en una desventaja en condiciones laborales, yo lo que espero es que esta situación ayude a regularizarlos, no pueden ejercer los derechos constitucionalmente reconocidos para todos”, opinó.

El asunto, abundó, requiere “una atención especial por parte de las autoridades que van a dirimir el conflicto tanto en derechos laborales, como incluso ahora de acceso a la justicia, la detención y la fianza que han solicitado a los jornaleros agrícolas que fueron detenidos en las protestas”.

Además, dijo, las autoridades federales y locales tienen la responsabilidad de impulsar y lograr un acuerdo para mejorar las condiciones laborales de los jornaleros agrícolas.

Reanudan reuniones con el gobierno }

Este miércoles, cuatro días después de los enfrentamientos que dejaron decenas de heridos, los jornaleros retomaron el diálogo con las autoridades federales, aunque sin la presencia del subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda, por “razones de salud.

En la reunión, los jornaleros solicitaron el cumplimiento de sus demandas; liberación de cuatro de los detenidos el sábado pasado durante un enfrentamiento en la colonia Lomas de San Ramón, de San Quintín, y fijar un salario mínimo de 200 pesos para los jornaleros, además de pagos extras por cubeta de fresa, entre otros productos.

La reunión inició con un retraso de casi dos horas y la ausencia del subsecretario de la Secretaría de Gobernación, Luis Enrique Miranda, quien se excusó por motivos de salud e informó que se encuentra hospitalizado.

El retraso se debió al cambio de sede de la reunión que originalmente se realizaría en San Quintín. De última hora se cambió a Ensenada, a la sede de la Administración Portuaria Integral (API) y los jornaleros debieron viajar en autobuses  que fueron seguido por 20 automóviles y patrullas de la Policía Federal que escoltaron la caravana a petición de los líderes del movimiento.

Una comisión de 100 jornaleros encabezados por cinco voceros ingresó al lugar del encuentro, junto con David Garay, titular de la unidad de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, así como representantes de la Secretaría del Trabajo y del gobierno del estado.

Desde temprana hora se informó que Luis Enrique Miranda no asistiría a la reunión con jornaleros de la región de San Quintín, en Baja California, porque se encontraba hospitalizado.

En su lugar asistió David Garay, titular de la Unidad de Gobierno de la SG, así como enviados de la Secretaría del Trabajo y representantes del gobierno federal.

Al cierre de esta edición el diálogo continuaba sin visos de algún acuerdo. Decenas de jornaleros permanecían afuera de la sede de la API, en espera de noticias.

El 24 de abril pasado autoridades de los gobiernos federal y estatal se reunieron para tratar de llegar a una solución a las demandas de los jornaleros agrícolas.


Según los trabajadores se acordó un nuevo encuentro el 8 de mayo, mismo día en que fueron atacados por policías de Baja California y algunos de ellos encarcelados. Las autoridades federales afirmaron que la cita estaba programada para este miércoles.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: REDACCIÓN.

POR HOSPITALIZACIÓN, SUBSECRETARIO MIRANDA NO ACUDIRÁ A SAN QUINTÍN

México, DF. El subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, Luis Enrique Miranda, no asistirá hoy a la región de San Quintín, en Baja California, donde se reuniría con jornaleros en conflicto laboral. En la dependencia se dijo que el funcionario está hospitalizado.

En su lugar acudirá David Garay, titular de la Unidad de Gobierno de la SG, así como enviados de la Secretaría del Trabajo, como representantes del gobierno federal.

El 24 de abril pasado se reunieron autoridades de los gobiernos federal y estatal para tratar de llegar a una vía de solución para los jornaleros agrícolas que exigen mejores condiciones laborales y un salario diario de al menos 200 pesos (su petición inicial fue de 300).

Según los trabajadores se acordó un nuevo encuentro el 8 de mayo, mismo día que fueron atacados por policías de Baja California y posteriormente encarcelados algunos de ellos.


Las autoridades federales argumentaron que la cita estaba programada para este miércoles; la cita sigue vigente aunque con el enroque de funcionarios de Gobernación.

FUENTE: LA JORNADA (MICHOACÁN)

martes, 12 de mayo de 2015

Gobierno de BC llegó tarde y sobrerreaccionó contra jornaleros de San Quintín: Antonio Heras

"Hay una tensión social, una situación grave en la zona sur del municipio de Ensenada, Baja California", refirió el periodista.

El gobierno del estado ha llegado tarde a atender las demandas de los jornaleros del Valle de San Quintín, en Ensenada, Baja California, en un caso que “no es de este sexenio sino que tiene 30 años”; lo ocurrido el sábado pasado muestra una sobrerreacción por parte de la policía, al emprender “redadas”, usar balas de goma y hasta un vehículo blindado contra pobladores, lo que sólo abona a la tensión social en la zona, apuntó Antonio  Heras, corresponsal del diario La Jornada en Baja California.

En entrevista para Aristegui CNN, señaló que el gobierno de Baja California se ha negado a reconocer las demandas de los jornaleros, que están dentro del marco legal, y son seguro social e incremento salarial.

“El rezago histórico de jornaleros agrícolas, que se han mantenido como residentes de esa zona, ha generado un hartazgo, una situación adversa en términos económicos”, puntualizó.

“La gravedad de todo esto es que hay lentitud, falta de conocimiento, cerrazón del gobierno para entender esta situación que se está viviendo… se les fue de las manos… la tensión social está ahí, cualquier roce va a ir generando problemas o enfrentamientos”, consideró.

Sobre lo ocurrido el sábado pasado, detalló:

“El gobierno del estado dice que respondió a una llamada de auxilio, al 066 -aunque las denuncias se presentan al 089-, de que un grupo de personas se querían meter a un rancho e incendiar las parcelas.

“Responde de manera inmediata, con todo y vehículo blindado, hacen detenciones, los jornaleros toman piedras y palos y empieza esta reyerta.

“Sigue el apoyo policiaco a este operativo y empiezan a hacer redadas en la colonia, empiezan a disparar armas con balas de goma, detener y golpear personas, cuando les quitaban el celular ya los dejaban ir”, expuso.

Ante ello, aseguró que hay una ausencia de protocolos de actuación de la policía estatal preventiva. 

“No es posible que los mandos superiores de las corporaciones policiacas manden agentes policiacos a que se metan a las colonias, haciendo redadas, porque las consecuencias son estas: se les puede ir de las manos pero también se pueden enfrentar a una turba que los puede desarmar”, refirió.

Heras contó una anécdota del pasado fin de semana, cuando los tripulantes de un vehículo blindado son obligados, con piedras y palos, a salir corriendo de la unidad y ahí la dejan abandonada.

Apuntó que la respuesta de los pobladores al operativo fue incendiar patrullas, vehículos particulares de la policía y bloquear la carretera.

El periodista mencionó también lo que ha narrado Fidel Sánchez,  vocero oficial de la Alianza de Organizaciones Nacional, estatal y municipal por la justicia social del Valle de San Quintín, sobre una llamada en un tono “amenazante”, por parte del subsecretario de la Secretaría de Gobernación, Luis Enrique Miranda, un día antes del operativo del sábado. Esto, sumado a que los dejó plantados en una reunión que sostendrían la semana pasada los jornaleros con la Segob.


El corresponsal subrayó que el enfrentamiento del sábado fue “algo inusitado, un acto de barbarie, considerado como una represión”. 

ENTREVISTA:



FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.

San Quintín: indolencia irresponsable

Del desgaste a la represión, de la indolencia a la burla. Así puede resumirse la estrategia que el gobierno federal ha trazado para resolver el conflicto de los jornaleros de San Quintín.

Han pasado casi dos meses desde que, el pasado 17 de marzo, miles de trabajadores agrícolas de este enclave agroexportador estallaron un paro general para denunciar la salvaje explotación laboral que padecen y exigir un aumento salarial digno. En lugar de solucionar las demandas del movimiento, el gobierno de Enrique Peña Nieto apostó primero a su debilitamiento y desánimo y, después, a su contención violenta.

Sin embargo, ni una ni otra maniobras han sido eficaces para desarticular la protesta jornalera. A pesar de las ocho semanas de lucha transcurridas, ésta se sostiene alimentada de la combinación del hartazgo moral ante un modelo salvaje de explotación laboral y un tejido asociativo de base comunitaria cohesionado y vigoroso.

La represión del pasado 9 de mayo así lo muestra. Ese día, pretextando que se le quería prender fuego a un campo agrícola, la policía estatal preventiva golpeó a los pobladores del asentamiento triqui de Nuevo San Juan Copala cuando algunos de sus habitantes exhortaban a los trabajadores agrícolas a mantener el paro. Los habitantes respondieron enfrentando con rabia a los uniformados.

Nuevo San Juan Copala es una colonia de San Quintín, que en 2010 tenía poco más de mil 600 habitantes, en su mayoría triquis. Retoma el nombre de la comunidad de origen de sus fundadores en Oaxaca. Fue establecida formalmente en 1997, en terrenos ocupados, por jornaleros que buscaban una vivienda digna y que huían de los opresivos campamentos agrícolas. Desde entonces, la acción colectiva de sus pobladores logró obtener servicios e infraestructura básicos: lotificación ordenada, alumbrado público, agua potable, escuelas y mejoramiento de las calles. De manera simultánea, instauró una figura de representación política de los triquis.

Sus residentes han desarrollado –según explica Abbdel Camargo en Asentamiento y organización comunitaria– una forma de organización política y comunitaria que combina órganos tradicionales de autoridad basados en sus pueblos de origen con instituciones de nueva creación. Esta reinvención de la tradición les ha permitido apropiarse de nuevos espacios de residencia, desarrollar prácticas colectivas que generan una fuerte identidad cultural y fortalecer su capacidad de gestión.

La vida normativa de la colonia, explica Camargo, está organizada alrededor de tres figuras tradicionales, nativas de sus comunidades de origen. Estas son: la autoridad tradicional, representante político y mediador de la comunidad; el consejo de ancianos, que orienta y opina sobre los asuntos relevantes del asentamiento, y el sistema de mayordomías, encargado de la organización y realización de las fiestas en honor del santo patrono.


Así, cuando el pasado 9 de mayo la policía estatal reprimió a los residentes de Nuevo San Juan Copala para desalentar su lucha y mandar una señal a los jornaleros en paro de San Quintín de lo que les aguardaba, se topó con una vigorosa organización comunitaria, construida y forjada al calor de la lucha durante casi dos décadas. El resultado de esta maniobra fue contraproducente.

La violencia contra los pobladores de Nuevo San Juan Copala fue el último eslabón de una estrategia fallida. En un primer momento, el gobierno federal apostó por confinar la lucha al ámbito estatal, esperando a que se desinflara. Cuando el conflicto se nacionalizó e internacionalizó, tuvo que acceder a instalar una comisión negociadora, encabezada por el subsecretario de Gobernación, Luis Miranda.

Lejos de buscar soluciones, la mesa de diálogo entre los jornaleros y los autoridades del pasado 24 de marzo fue una maniobra para hacer tiempo. La comitiva oficial, en la que estuvieron presentes el gobernador de Baja California, Francisco Vega de la Madrid, y los titulares del IMSS, la STPS, senadores y diputados, llegó sin propuesta alguna. Primero impidió el paso de la prensa a la reunión. Después se comportó como si no supiera nada del origen del conflicto. Burlonamente, el mandatario estatal –según escribió Arturo Alcalde– dijo a los jornaleros: Tienen la palabra; ya estamos aquí. Dígannos cuáles son sus peticiones.

Los funcionarios públicos se dedicaron a enredar los trabajos. Finalmente, el subsecretario Miranda puso en marcha la operación descontón: sin que se hubiera convenido entre las partes, anunció un futuro encuentro el 8 de mayo, en el que daría solución integral a las demandas; inventó que había alcanzado un acuerdo, clausuró unilateralmente la reunión y metió a los periodistas al encuentro. Los jornaleros rechazaron que en esa negociación se hubiera pactado algo.

El séquito oficial abandonó San Quintín apresuradamente. Hasta los representantes del Poder Legislativo, que supuestamente asistieron a la sesión invitados por los huelguistas, actuaron como empleados del gobierno y se sumaron vergonzosamente al cortejo del Ejecutivo.

El 8 de mayo llegó y el subsecretario Luis Miranda dejó plantados a los trabajadores agrícolas. Más de 4 mil de ellos lo aguardaban para escuchar la respuesta a sus demandas. Cuando Fidel Sánchez Gabriel, el dirigente de la Alianza por la Justicia Social, le advirtió que se quedarían frente a las oficinas del gobierno estatal, el funcionario le reviró: No me conoces. Al día siguiente se hicieron sentir los toletes y las balas de goma de la policía.


A pesar de los casi dos meses transcurridos y de la represión en su contra, el movimiento de los jornaleros de San Quintín no da muestras de cansancio físico o anímico. Resiste, alimentado por la convicción de que hay que poner fin a un modelo de explotación bárbaro y por décadas de luchas comunitarias. Por lo pronto, se dispone a enfrentar la indolencia oficial organizando el boicot internacional hacia la producción hortofrutícola del Valle.

FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO.

Fijan fianza de 7 mdp a cada jornalero detenido en San Quintín

Ensenada, BC. El juzgado del Poder Judicial del Estado en San Quintín fijó una fianza de 7 millones de pesos a cada uno de los tres hombres acusados del delito de daños en propiedad ajena tras los disturbios que se presentaron en la colonia triqui de esta región del sur de Ensenada. A un cuarto implicado se le determinó una fianza de 500 mil pesos.

Los detenidos enfrentan cargos por provocar daños a dos patrullas, a una tanqueta de asalto Rhyno y dos vehículos particulares que resultaron con daños durante la mañana del sábado pasado.

Una fuente consultada dentro del Poder Judicial de Baja California que confirmó la información de las fianzas señaló que los montos los fijó el juez de la causa penal de manera inicial, aunque pueden modificarse durante el proceso judicial.

En tanto, en el módulo de atención que instaló la Procuraduría General de Justicia del Estado para que integrantes de la comunidad presenten denuncias ante la Agencia del Ministerio Público recibió durante el primer día cuatro recursos por el delito de lesiones, contra quien resulte responsable.

El gobierno de Baja California dio a conocer que la mañana del sábado recibió la denuncia de un ranchero que afirmaba que unas personas querían ingresar a su propiedad para quemar sus parcelas.

Agentes de la Policía Estatal Preventiva realizaron un operativo para detener a 17 personas, de manera inicial, en el que utilizaron patrullas, toletes y balas de goma, lo que provocó la reacción de jornaleros y sus familiares que repelieron la acción policial a pedradas y con palos.

Los residentes de esta comunidad de origen triqui acusaron a los agentes preventivos de ingresar a sus casas y golpear a varios de sus vecinos en redadas que realizaron por las calles de su colonia.

El gobernador Francisco Vega rechazó las versiones que los policías estatales ingresaron a domicilios e instó a que presenten denuncias quienes tengan pruebas, mientras que el secretario General de gobierno Francisco Rueda sostuvo que no tolerarán que personas externas “a la situación” desestabilicen la paz social.

FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: ANTONIO HERAS.

lunes, 11 de mayo de 2015

Policía estatal desató violencia en San Quintín; iba por líderes jornaleros, acusan

MÉXICO, D.F: Integrantes de la Alianza de Organizaciones Nacional, Estatal y Municipal por la Justicia Social acusaron a la policía estatal de Baja California de los hechos de violencia registrados el pasado fin de semana en el Valle de San Quintín.

Lucila Hernández, miembro de dicha agrupación, dijo que la policía irrumpió en varias comunidades de la delegación Vicente Guerrero, donde residen los principales dirigentes del movimiento jornalero, con la idea de detenerlos.

Incluso, refiere que ella visitó el fin de semana, junto con seis observadores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), las comunidades de Lomas de San Ramón, San Juan Copala y Díaz Ordaz, donde se concentraron las agresiones.

Con base en los relatos recabados, la activista cuenta que la madrugada de ese día los jornaleros fueron sorprendidos por 20 patrullas y un “tanque” de las autoridades estatales, cuando descendían de sus viviendas para ir a trabajar.

Los uniformados, prosigue, arremetieron sin motivo alguno contra los jornaleros cuando se dirigían a sus centros de trabajo agrícola; incluso, dice que allanaron algunas viviendas (al menos cinco) donde se refugiaban mujeres, menores de edad y personas adultas mayores.

Por esa razón, refiere que respondieron a las agresiones.

Las mujeres también fueron agredidas. Según Hernández García, la mayoría de ellas fueron arrastradas por los uniformados mientras intentaban defender a sus familias, sus animales y sus casas.

Dos adultas mayores que estaban en uno de los campamentos de protesta que se encuentra sobre la carretera Transpeninsular y una mujer que observaba los hechos desde un local de motores fueron golpeadas en el cuerpo por los uniformados.

La activista del movimiento jornalero no tiene claro cuántas bajas sufrieron, sólo dice que hubo varios heridos por el impacto de balas de goma. La mayoría fue atendida en el Hospital Rural 69 del Instituto Mexicano del Seguro Social que se encuentra en la colonia 13 de Mayo, de la delegación Vicente Guerrero.

Además, 14 personas fueron detenidas y trasladadas hasta la cabecera del municipio de Ensenada. Entre ellas, una jornalera de nombre Agustina Luna Santos –liberada la tarde de ayer junto con cuatro menores de edad–, quien fue arrestada por los uniformados mientras buscaba el apoyo de una ambulancia.

De acuerdo con el testimonio de Agustina –que compartió con los observadores de la CNDH–, la mujer fue violentada psicológica y verbalmente por los agentes judiciales, quienes la amenazaron de acusarla de “delitos graves” si no señalaba la vivienda de los líderes del movimiento.

Luego de los enfrentamientos, los jornaleros decidieron usar piedras para bloquear los caminos y resguardaron un tanque blindado de la policía estatal para impedir nuevos actos represivos.

Según la activista, un día después de estos hechos, el subsecretario de Gobierno del estado, Pablo Alejo López Núñez, se reunió con los voceros de la Alianza para negar que él hubiera ordenado la represión contra las y los jornaleros, y aseguró que si el movimiento desbloqueaba la carretera entonces el gobierno del estado accedería a liberar a las personas detenidas.

Lucila Hernández asegura que una parte de los habitantes de la delegación Vicente Guerrero “resguardan la comunidad ante la expectativa” de nuevas agresiones” y que el resto de habitantes fue a trabajar.

“La gente no tiene miedo, tenemos coraje, dolor, tristeza de este gobierno que en vez de darnos solución está reprimiendo e intenta matar a nuestro pueblo”, dice.

A la par de estas declaraciones, la directora de la Casa de la Mujer Indígena, Margarita Amalia Cruz Cruz, señaló en entrevista que apenas supo de los hechos llamó de inmediato a los habitantes de la delegación Vicente Guerrero (a 40 minutos de la organización), quienes confirmaron la agresión y aseguraron que los policías estatales iban en busca de los líderes, según lo que les iban gritando.

La defensora de los derechos de las mujeres cuestionó que la policía estatal estuviera afuera de las casas de una comunidad que se ubica a más de 600 metros arriba de la carretera Transpeninsular, en el horario en que las familias salían a trabajar, lo que a todas luces hace ver los hechos como una “provocación” por parte de las autoridades de la entidad.

Cruz Cruz explica que desde la marcha del pasado viernes hubo presencia de “infiltrados” que buscaban disolver las negociaciones que ese día habrían de llevarse a cabo con el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda Nava, quien no asistió a la mesa porque “no había transporte” y aún no concluían los trabajos previos.

Sin embargo, los integrantes del movimiento jornalero pidieron a los manifestantes que se retiraran del lugar a fin de descubrir a los “provocadores”.


Tras deslindarse de los hechos represivos, Miranda Nava se comprometió a reanudar la mesa de diálogo con las y los jornaleros este miércoles 13 de mayo para responder si habrá aumento de salario a 200 pesos como mínimo.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ANGÉLICA JOCELYN SOTO.